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Jorge Garaventa – Popular ahora

Por LaRetaguardia en abuso sexual en la infancia, abuso sexual infantil, Jorge Garaventa

Murió Jorge Garaventa. Buscamos en nuestros teléfonos algún audio largo de los suyos que lo desmienta, de esos con tono pausado y voz aguardentosa. Los enviaba cada tanto para comentar alguna nota de La Retaguardia que le había gustado o despertado algún pensamiento, para compartir reflexiones sobre temas que nos preocupaban. Pero no, nada…

Entonces buscamos en Facebook. La respuesta a Jorge Garaventa en el buscador es «Popular ahora». Claro, la gente que lo conoció lo despide con sorpresa, con admiración. No faltarán comentarios de quienes gastaron sus horas intentando horadar su prestigio con acusaciones que se fueron convirtiendo en una bola de nieve que casi consiguieron aplastarlo. Convocar a Jorge para una entrevista o lo que fuere, en público, era ganarse la aparición de alguna amenaza cancelatoria. Para nosotros era un tema complejo e incómodo. Para pensarlo nos basábamos en sus posiciones humanas y profesionales y en el convencimiento de que las personas podemos equivocarnos y querer repararlo. Que tenemos capacidad de aprender y de transformarnos. Nunca lo cancelamos. Nos lo agradecía siempre, pero con una tristeza que no se le iba.

Esa sombra opacó su brillo. No queremos esquivar esta reflexión, aunque duela, porque el dolor no puede ser en vano y tenemos que poder pensar mejores maneras de transitar nuestros lados oscuros si queremos construir un mundo más luminoso. El psicólogo Jorge Garaventa era un pensador brillante. Un analista social contundente y profundo. Tanto cuando hablaba de abuso sexual en la infancia, como cuando lo hacía sobre cuestiones más simples o banales. Lo conocimos a través de la Masacre de Cromañón. Vecino del lugar, salió ese día a su balcón. Vio lo que sucedía. Bajó. Se puso al servicio de familiares y sobrevivientes.
Entre sus búsquedas estaba siempre la de generar espacios de participación, reflexión e intercambio colectivo. Entendió de manera vanguardista las puertas que se abrían con la cultura digital. Creó foros de debate cuando los grupos de mails. Utilizó sus redes sociales para compartir pensamientos necesarios, siempre útiles.

«Todo bien con que la muerte es parte de la vida y hay que aceptarla, pero cada vez que se lleva un amigo te hace un buraco…», escribió hace unos meses para despedir a una persona querida. Jorge no fue un amigo en términos barriales, pero sí una persona cercana y querida por muchas de las personas que hacemos La Retaguardia. Nos deja una pila de textos para leer y aprender y una serie de charlas en radio que ojalá lo hayan mostrado como lo que fue: una persona inteligente, sensible, humana, solidaria y querible, que hoy nos deja un buraco así de grande.