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Fotografía: Agustina Salinas (Archivo La Retaguardia) El caso de Andrés García Campoy, un pibe asesinado por Gendarmería el 13 de junio de 2014, continúa impune y el proceso judicial está detenido con serias irregularidades. Los dos gendarmes acusados por el homicidio de Andrés en un control de la Ruta 7, en Mendoza, son Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velázquez, quienes permanecen en libertad. La madre de García, Mónica Campoy, habló con Fernando Tebele en Radio La Retaguardia y contó los detalles del caso. (Por La Retaguardia) Mónica relató cómo sucedieron los hechos que terminaron con el asesinato de su hijo Andrés en un control de la Ruta 7 en Luján de Cuyo, Mendoza, y demostró su desconcierto por la impunidad del caso: “Mi hijo tenía 20 años. Estudiaba en la Facultad de Aconcagua, en la provincia de Mendoza. Vivía con nosotros en San Luis. Se fue a la casa de su abuela para estudiar allá. Andrés trabajaba a la mañana en una casa de repuestos de motos. Entraba a las 8 y salía a las 14 horas. A las 18 horas entraba a la facultad. Alguien lo contactó, no sé quién porque nunca se pudo abrir el celular de Andrés. Él tenía una carabina vieja de 1860 que medía un metro. La cargó en el auto y se fue a Luján. En la ruta 7 lo paró un control de Gendarmería y mi hijo terminó con un tiro en la cabeza. El motivo no lo sé. Tenía los papeles al día. Renovó el carnet de conducir y sacó el seguro acá en San Luis. Están implicados 2 gendarmes. Se llaman Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velázquez. (En ese momento) uno tenía 22 años y el otro 23”, contó Mónica y explicó la situación de los acusados por el asesinato de su hijo: “Han trasladado a los gendarmes, no sabemos ni dónde están. Los van a dejar impunes. Cuando llegó el fiscal (Jorge) Calle, un fiscal provincial, lo caratuló como homicidio agravado por fuerzas de seguridad. Cuando llegó al juez federal Walter Bento los dejó libres”, expresó.Como en tantos otros casos donde intervienen fuerzas de seguridad  en asesinatos de pibes y pibas, la Justicia se encarga de borrar las pruebas del delito e inventar una teoría paralela para garantizar la impunidad. En este caso, se quiso establecer que Andrés se había suicidado. Su madre dio una serie de motivos por lo cual eso era improbable e imposible. La versión del suicidio también fue rechazada por la psicóloga Marta Mula quien le realizó a la víctima una necropsia psicológica: “Andy no tiene pólvora ni en las manos ni en la ropa. A los gendarmes le hacen (esta verificación recién) a los 5 días. El caso tiene muchas irregularidades. Supuestamente dicen que Andrés se suicidó. No hay manchas de sangre en el auto, solamente el de arrastre. Nunca se pudo abrir el celular, ni en Buenos Aires ni en Mendoza. La licenciada Marta Mula le hizo un postmortem psicológico a Andrés. Determinó que el nene nunca se puede haber suicidado. Andy tenía muchos proyectos. Ese día empezó el mundial. Dejó el partido grabado. Dejó hecha toda su tarea, un proyecto que estaba haciendo para la facultad. Nunca estuvo depresivo. El día anterior había pagado la facultad. Ese mismo día llevaba una botella de vino porque esa noche tenía un cumpleaños”, enumeró Campoy en La Retaguardia.La teoría del suicidio trató de ser sostenida por el juez Bento haciendo alusión a un arma de colección que Andrés llevaba en su coche. Al parecer, no se realizaron los peritajes correspondientes para establecer la imposibilidad de dispararse con un arma de 1 metro de largo por detrás de la oreja: “Nunca le pudieron sacar el proyectil de la cabeza porque se desintegró, dijo la policía que hizo la autopsia. La carabina mide un metro. Es una carabina viejísima, de colección. La tenía colgada en su pieza porque era de su tatarabuelo. No funcionaba. Hay que agarrarla con las dos manos. Es imposible que el arma llegue hasta ahí. Estamos hablando de un arma de 1 metro. No tenemos nada de esa información. Supuestamente como ahí entra una 22 dicen que se suicidó con una 22. Es imposible. Está caratulado como homicidio agravado, nunca le pudieron cambiar la carátula a suicidio. Tenemos al juez Walter Bentos, que lo quisimos sacar y no pudimos. Él tiene muchas irregularidades en el caso. Mi hijo era un chico alegre. Era muy sumiso. Yo no sé si fueron prepotentes o qué pasó. El tiro lo tiene atrás. El arma no da”, sentenció.Como contó Campoy, el lugar donde se desarrollaba el control de la gendarmería era “una zona de villas y de gente muy humilde” que fue asustada por los involucrados para que el caso quedara sin testigos: “Golpearon puerta por puerta preguntando quién había visto algo. Obvio que esa gente tiene miedo. No pudimos encontrar testigos”, lamentó.Por último, la madre de Andrés pidió mayor difusión a la causa por el asesinato de su hijo que en este momento se encuentra paralizada por absoluta responsabilidad del juez Walter Bentos: “Han pasado 4 años y el caso no ha salido ni siquiera a la luz. Los medios de San Luis me han apoyado. El problema es en Mendoza y con el juez Bentos. Hicieron la referencia al principio y nada más. Nunca llegó a la parte nacional. Estoy pidiendo a la ayuda a la gente. Nadie sabe el caso de Andrés. La causa está parada. Hay tantas irregularidades que está parada. Está caratulada como homicidio agravado, pero los gendarmes, por supuesto, no están. Yo pido que se difunda la causa porque si no hay presión social la causa se va a perder. Los dos que hicieron el crimen van a quedar libres. Así como hicieron con mi hijo se lo van a hacer a cualquier otro chico. Andy era un trabajador, bonito, de 20 años y muy responsable. Trabajaba a la mañana y estudiaba. Nunca estuvo en drogas ni

Durante lo jornada convocada por Familiares y Amigos de Luciano Arruga, las organizaciones sociales, políticas y sindicales, fueron invitadas a realizar una asamblea cuyo eje temático propuesto era la niñez. Sin embargo, poco se habló de la problemática. Con este texto, Nazareno Roviello intenta realizar un aporte crítico y constructivo, cruzado por su propia historia de abuso sexual infantil y un Estado que resultó poco reparador. (Por Nazareno Roviello para La Retaguardia) Fotos: La Retaguardia (Agustina Salinas y Natalia Bernades Era el 9º aniversario de Luciano Arruga, en su plaza. Había pasado la asamblea de familiares con personas que vinieron de todo el país, como sucede año a año, para exponer la verdad, su testimonio, esa palabra que derriba todas las estadísticas y aplaca la mentira de los medios de comunicación tradicionales. La palabra de las personas que perdieron a sus hijos o familiares en manos de la brutal represión estatal, casos de gatillo fácil, causas armadas, desapariciones y más.En diciembre último, CORREPI nos actualizaba las estadísticas y subía la tasa de asesinatos a manos de fuerzas de seguridad a 1 muerte cada cada 23 horas, y aquí estaba gran parte del eje de la jornada que, además  de recordar a Luciano Nahuel Arruga, proponía un trabajo importantísimo que hasta ahora la mayoría de las organizaciones más reconocibles no venía elaborando: la niñez y la juventud.La mayoría de los casos son de jóvenes de nuestros barrios vulnerables, uniendo dos ítems en común que determinan finalmente lo que es el “disciplinamiento” estatal sobre los jóvenes pobres.Sin embargo, casi ningún movimiento centra sus ejes sobre la niñez, Cabe preguntarse por qué. Una respuesta posible podría ser que los niños son el sector más vulnerable de la sociedad, pero si ponemos el eje sobre ellos, es una temática donde los responsables quizá seamos todos, absolutamente todos. También quienes queremos cambiar el mundo ¡Claro que tenemos defectos!, y uno de ellos es el adultocentrismo y el excesivo rosqueo político individual para vanagloriarse ante los demás La jornada hasta el momento se había desarrollado de manera correcta, para decirlo en términos formales, en el contexto de una jornada que es militante y no laboral, jornada que es movilizante, con tristeza, alegría, compañerismo, militancia. Pero de repente algo la arruinó. ¿Qué fue? Podrían adivinar? Cerca de las tres y algo de la tarde era el turno de la asamblea de las organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, estudiantiles, entre otras.La mayoría, partidos políticos de izquierda, que debían pasar uno por uno a presentarse y respetar solamente dos consignas: hablar durante 3 minutos para que todos los compañeros y compañeras pudieran hablar; y respetar los ejes centrales de la charla: niñez y adolescencia. Desde sus experiencias, debían intentar aportar a un documento común que se sumaría al de la asamblea de familiares.Pero eso no fue lo que pasó. La mayoría de las personas presentes, cuando tomaron el micrófono, no hicieron más que hablar de cualquier cosa menos de infancia y adolescencia. De respetar los tiempos, ni hablar… Algunos se referían a lo que hace su partido, otros hablaban del pasado, del gobierno, la represión etc.¿Y por qué lo hicieron? ¿A quién le hablaban cuando gritaban y ponían ese maldito tono de discurso político?Si todos los que estábamos ahí, se supone, ya militamos, ¿a quién quisieron seducir hablando para nuestro propio guetto?Muchos de los que pasaban tenían asistentes que los filmaban en sus intervenciones, videos que quizás ya pueden ver en la redes sociales de muchas orgas, pero ¿para qué? Si también el público de sus partidos y movimientos ya los sigue.¿Será simplemente el adultocentrismo que se mezcla con el rosqueo político y el individualismo que todos llevamos dentro?Fue una lástima desaprovechar una oportunidad así, donde se podía elevar un documento colectivo que definiera  líneas de trabajo o aunque sea de pensamiento y reflexión.Aunque duela, qué decepcionante fue la actuación de nosotros/as que nos creemos siempre los correctos y bondadosos de la sociedad.¡No somos capaces de respetar una consigna en el contexto de la Plaza Luciano Arruga a 9 años de su desaparición!Las intervenciones más atinadas de la asamblea fueron de educadores/as, que plantearon la falta de presupuesto, o la saña con la que se destruye la educación y los lugares donde los jóvenes se desarrollan.Más allá de hacer una crítica que pudiera ser molesta, quisiera hacer un aporte y poner una voz que pareció estar ausente. Hablar de niñez y adolescencia, por una lado, requiere recordar como se siente ser un niño/a o adolescente, y por otro lado entender el contexto en el que los chicos crecen y se desarrollan.Para esto, el adulto tiene un problema: sufre de algo que llamo “Descontextualización del adulto”. Por un lado se olvida, por otro lado se deja olvidar, porque ya ha mudado de piel, y ahora es un adulto que, funcional o no, vive otro contexto/realidad.Pero ser niño/a, por si alguien se olvidó, es ser el sujeto de derecho con menos derechos de todos, ya que para empezar, nos creamos buenos o no, las familias son también instituciones del sistema, y los padres, tutores o encargados, ejercen todo el tiempo una relación de poder, donde, nos parezca o no, el niño sufre una vulneración constante y este no es un debate sobre roles donde definimos que es un buen padre o madre, o si el niño sabe o no que es lo mejor para él, es más una situación objetiva donde para bien o para mal es así.Y es aquí donde, probablemente, se desarrolla el mayor problema de la niñez.Intentaré dar algunos ejemplos concretos y hacer un cierre con un aporte muy pero muy humilde.Cuando era niño, aproximadamente a los 5, 6 años, fui abusado sexualmente por mi hermano y este fue uno de los primeros abusos que conocí, al mismo tiempo sufría la violencia física y psicológica de mis padres que duró muchos años.A esto se le sumaba la falta de contención en las escuelas, y también los episodios de violencia que vivía también por parte de compañeros y

Un día, el presidente Macri recibió al policía procesado Luis Chocobar. Al día siguiente, el local de CORREPI apareció con la pintada que puede verse en la foto. María del Carmen Verdú dialogó con La Retaguardia para analizar con qué tipo de mano se escribió la pintada. (Por La Retaguardia) La principal referente de la CORREPI, María del Carmen Verdú, describió los hechos: “La persiana que tapa la puerta de ingreso al local tenía un grafiti que decía ‘Aguante Chocobar’, cosa que sucede al día siguiente de esta desembozada defensa del gatillo fácil por parte del gobierno nacional, con el presidente Mauricio Macri recibiendo a Luis Chocobar y diciendo que ‘Es un valiente, hizo lo que tenía que hacer, cumplió con su deber’, con lo cual le está señalando al poder judicial el camino por el cual lo que tiene que hacer zafar. Ante la inexistencia de legítima defensa y por exceso en la posible legítima defensa, le está diciendo excúlpenlo por legítimo cumplimiento del deber. Ya lo dijo en esa reunión de gabinete dos días después del asesinato de Rafael Nahuel: ‘Hay que volver a la lógica que a la voz de alto te entregás’, y yo le agrego: si no te entregás, te baleo por la espalda. Claramente eso sucedió con ese chico Pablo Kukok. Lo que hizo Chocobar fue balear a siete metros de distancia a una persona que corría, de espaldas, sin haberse dado vuelta jamás, como lo tiene que reconocer el Juez Velázquez en su resolución. Y Macri nos anuncia que a partir de ahora esto es un acto de legítimo cumplimiento del deber policial”, dijo en su primer análisis.Verdú descartó que se pudiera tratar de un hecho al azar y explicó la presión que el poder ejecutivo ejerce sobre el poder judicial: “En primer lugar, se tomaron el trabajo de ubicar donde estamos en tiempo record, en menos de 24 horas. El local es cerrado porque tiene persianas ciegas, si vos no sabés que ahí está nuestro local, hasta que no levantás la persiana no se ven los ploteos de los vidrios. Con lo cual no es una casualidad, deliberadamente se busca dejar ese mensaje de gatillo fácil en nuestra persiana. Eso no se puede interpretar de otra manera que un intento de intimidación, que desde luego va a surtir el mismo efecto que los muchos anteriores que hemos sufrido en nuestra larga historia militante. Ya tenemos la plancha que dice: ‘No nos van a asustar. La única lucha que se pierde es la que se abandona’. El hecho también está indicando que estamos en una etapa que se puede definir como la vigencia de un estado de excepción de hecho. Acá no ha habido, como en el caso de De la Rúa, una declaración explícita de estado de sitio, no ha habido una declaración de estado de alerta de emergencia, pero claramente rige un estado de excepción donde el poder ejecutivo nacional disciplina al poder judicial, como lo vimos en los pronunciamientos de los jueces Bonadío y  Torres sobre las movilizaciones del 14 y 18 de diciembre, y ahora a la justicia ordinaria en relación con este homicida, llamando valiente a alguien que fusila por la espalda. Ni en la lógica del far west se lo blanquea como justiciero”, aseveró la abogada militante. -Fernando Tebele: Decías que esto no es la primera vez que pasa. ¿Qué hace CORREPI en estos casos? ¿Hacen la denuncia policial? -María del Carmen Verdù: CORREPI hace la denuncia pública. Justamente ir a hacer la denuncia a la comisaría de la zona que seguramente es la que les indicó con exactitud la ubicación del local, sería de una ingenuidad absoluta. Desgraciadamente, por el ámbito en el que desarrollamos nuestra militancia desde hace casi 30 años, algo hemos aprendido de como funciona nuestro central, principal enemigo, que es el aparato represivo estatal. -FT: Hacías una diferenciación con De la Rúa y el estado de sitio. Aparece más difícil pelear con un gobierno que te muestra las cartas pero te niega las cartas que te muestra ¿Cómo hacemos para que esto no nos lleve a un in crescendo de momentos mucho más terribles que ya hemos vivido como sociedad? -MCV: Estoy de acuerdo con el análisis. Una de las obligaciones que tenemos los militantes populares de hoy es no equivocarnos en las caracterizaciones: no volvimos a los ’90 ni a la dictadura. Esta es una etapa novedosa. El hecho de que haya ciertas coincidencias, incluso expresiones textuales, como lo de Macri y este policía, que muchos nos acordamos de Ruckauf diciendo “hay que meter un tiro por la espalda a los delincuentes”, no es la misma situación. El contexto es otro y la situación histórica es otra. Este gobierno a diferencia de la dictadura llega a través del voto popular y ganaron las elecciones en octubre también, más allá del desgaste de la imagen de las jornadas de diciembre. Por otro lado, tampoco es un gobierno que esté en una situación de desprestigio y bancarrota como el caso de De la Rúa cuando promediaba el 2001.  Es una situación diferente, donde además hay un proyecto que supera a todos los anteriores. Porque si analizamos todo el paquete de reformas por el que viene batallando y avanzando el gobierno nacional y el movimiento de sus fichas para poder llevar adelante sus designios, vemos que el objetivo es reformular a fondo y a largo plazo el conjunto de las relaciones capitalistas, de capital y trabajo, en nuestro país. Con una diferencia fundamental en el campo popular, que es un nivel organizativo distinto al que teníamos en los ’90, aun con nuestras deficiencias y limitaciones. Con lo muchísimo que falta hacer en el ámbito de los trabajadores y trabajadoras. Hoy te despiden en cualquier fábrica e inmediatamente tenés movilización y tenés aguante. Te quieren cerrar los medios públicos y también tenés posibilidad de que eso se masifique y se difunda como una lucha común. Vas a la movilización con los trabajadores del Hospital Posadas,

El Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ) convocó el jueves pasado a acompañar la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo LF. La consigna principal fue la libertad para los presos tras las últimas protestas callejeras contra el gobierno de Mauricio Macri. Seguramente por eso, más gente se dio cita en la Plaza de Mayo, donde las Madres rondan cada jueves a la pirámide. La Ronda se ha convertido en un espacio donde muchas miradas se posan y a la que acuden puntualmente organizaciones sociales y políticas cuando alguna problemática los aprieta. Como ocurre desde hace 5 años, La Retaguardia acompañó a las Línea Fundadora. Nora Cortiñas habló acerca de los despidos en áreas oficiales y privadas; también se refirió a las domiciliarias a los genocidas, especialemente la de Etchecolatz y Bianco, e invitó a participar de las jornadas de protesta y escrache contra el ex jefe policial bonaerense, que se realizaran este sábado y domingo y tendrán una cobertura especial de La Retaguardia a través de nuestra página de Facebook. Aquí un informe fotográfico de Agustina Salinas. (Por La Retaguardia)

No es que antes las fuerzas de seguridad entregaran flores en lugar de balas, pero el 22 informe anual de la CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional) da cuenta de que el promedio se elevó en los últimos dos años, desde que Mauricio Macri es presidente. La conclusión que sobresale es que, según el informe, “en los 722 días de gobierno de la Alianza Cambiemos, el aparato represivo estatal mató 725 personas.”, es decir que el promedio con el que se fue el kirchnerismo, de una muerte cada 28 horas, se incrementó a una muerte diaria. Compartimos el audio de la transmisión de la que participamos para la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) y un fotoinforme de Natalia Bernades. Durante el comienzo de la transmisión especial, María del Carmen Verdú dio un panorama general, y dialogamos con Hernán Centeno, el docente que permaneció varios días detenido tras haber sido una de las 3 personas detenidas durante la marcha contra la OMC. Sobre el cierre, escuchamos un diálogo entre nuestros compañeros de La Colectiva y Oscar Delgado, integrante de CAPOMA, detenido el miércoles en Jujuy y que está preso en el penal de Alto Comedero, ideal para presos políticos. (Por La Retaguardia)   DESCARGAR

Después de lo que fue la 3° Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, La Retaguardia recopiló los testimonios de los familiares de las víctimas de violencia institucional y policial. Con un dolor desgarrador y una fuerza incomparable todos ellos se centran en lo mismo: el pedido de justicia. Además, María del Carmen Verdú, integrante de Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), dialogó con Fernando Tebele y María Eugenia Otero en La Retaguardia y contó las sensaciones que dejó la movilización. (Por La Retaguardia)Foto: Agustina Salinas para La Retaguardia Lorena Valdez, mamá de Tomás Vallejos “Yo soy mamá de Totó. En el 2015, tenía 15 años. La policía le disparó. Gracias a Dios mi hijo hoy está conmigo, pero perdió su ojo. Es una lucha constante la que llevamos día a día con él. Venir a acompañar acá es algo que nos compete a todos creo yo. Es un deber como ciudadanos, como familia y como mamá no bajar los brazos ni dejar que nos callen. Fuerza compañeros y acá estamos para lo que necesiten” Sandra Gómez, mamá de Omar Cigarán “Yo soy la mamá de Omar Cigarán, un pibe asesinado el 15 de febrero de 2013. Su asesino está libre. Hoy estoy acá marchando con todos ustedes, porque ¡si no hay justicia, hay escrache! También Sebastián Nicola, ¡presente! Así como hoy marchamos, salgamos todos los días. Que haya unión entre todos los familiares. Yo, mamá de Omar Cigarán, les pido que sigamos en la lucha. A no bajar los brazos. Tenemos dos grosas acá. Mónica, la mamá de Luciano Arruga que siempre nos alienta. Tenemos a Norita Cortiñas, que siempre nos acompañó. Tenemos a Alberto Santillán, el papá de Darío, que también está hoy acá. Gracias. Justicia para todos los pibes asesinados por la policía. Los pibes asesinados, ¡presentes!, ahora y ¡siempre!” Graciela Cardozo, mamá de Ezequiel Palacios “Fue asesinado en la comisaría 2° de Ballester, de la que hoy justamente se escaparon 7 presos. Hubo periodistas para todo, haciéndole notas al comisario. Cuando yo pedí justicia para mi hijo no hubo un solo periodista. Cuando hice una marcha, no hubo un solo periodista, ni un fotógrafo ni nada. Solo los que dijeron ‘se murió un reo’. Es lo que les quiero decir. Justicia para mi hijo y para todos los pibes. Sigamos en la lucha y no bajemos los brazos” Alfredo Cuellar, papá de Florencia “La China” Cuellar “Estoy agradecido a todos los familiares que organizaron esta jornada. Hay un acompañamiento tremendo que a mí me emociona demasiado. Para todas las personas que no me conocen yo soy el padre de la China Cuellar, una de las tantas mujeres asesinadas por el aparato represor dentro de la cárcel. Estoy acompañado de muchísimas luchadoras: la madre de Luciano Arruga, la madre de Kiki Lezcano y nos acompaña Nora Cortiñas. Muchos referentes de diferentes situaciones en las cuales el sistema nos fue privando. Basta de matar a nuestros chicos, basta de torturar, basta de hacer desaparecer a nuestros seres queridos. Como todos ustedes, vamos a seguir exigiendo que el Lechuga Maldonado aparezca con vida y libertad para Facundo Huala. La única forma de detener esta inseguridad que nos quiere imponer el Estado…que dice que la inseguridad se combate asesinando a los chicos. La inseguridad se combate desde arriba tratando de derribar el aparato represor, tratando de derribar a la burguesía, tratando de derribar a los grandes capitalistas que nos están manejando en estos momentos. Son quienes imponen las leyes, quienes encarcelan, son los que quieren poner más policías en las calles, más cárceles y más asesinatos. Un abrazo para todas ustedes y aparición con vida del Lechuga Maldonado” Alejandra, mamá de Hugo Arce  Yo soy la mamá de Hugo Arce y amiga de Carlos Vázquez, asesinados el 5 de septiembre de 2011. Adrián Bobadilla fue quien lo asesinó. No solamente mató a dos chicos. Mató a mi papá y  mató a mis hermanos. Tengo toda la familia muerta por ese hijo de puta. Encima es comisario el hijo de mil puta”Vanesa Franco, mamá de Nicolás Bustamante “Soy mamá de Nicolás Bustamante, asesinado el 20 de junio de 2015 por el policía Gustavo Ezequiel Acosta en la localidad de Burzaco. Yo sé que mi hijo estaba haciendo algo que no tenía que hacer, pero también sé que él tenía derecho a vivir. Por eso estoy acá acompañando a todas estas familias y también para pedir muchas cosas. Es mucho y todos sabemos que es difícil. Cuando veníamos hoy y yo gritaba justicia, me di cuenta que es eso lo que solamente queremos. Para todos ustedes, para todos sus familiares, para los desaparecidos, solamente pido eso, por todos ustedes, por los pibes, por las pibas, por mi hijo, ¡justicia, carajo!”Familiares de Franco Pizarro, Sergio Filiberto, Fernando Latorre, Alan Córdoba, Juan Carlos Nani Cabrera, Jon Mario Carlos, Federico Perrotta “Nosotros somos de Pergamino. Nuestros hijos fueron masacrados en la comisaría 1° de Pergamino. Pedimos justicia. El comisario Alberto Sebastián Donza sigue prófugo. Nadie lo busca. Queremos que lo busquen. Hay 5 policías de los cuales 4 tienen arresto domiciliario y uno todavía sigue en la comisaría. Queremos que todos vayan al penal. Queremos justicia para nuestros hijos. Los mataron, los asesinaron, los masacraron. Son 7 jóvenes, 7 chicos, 7 pibes que tenían un destino, una vida por delante.Los chicos se murieron pidiendo ayuda, se murieron de dolor, se murieron quemándose, pidiendo ayuda y nadie hizo nada. No llamaron a los bomberos, no usaron los matafuegos, no le abrieron la lluvia. Pidieron ayuda hasta último momento y no hicieron nada. No fue un motín, fue una masacre.Franco Pizarro, Sergio Filiberto, Fernando Latorre, Alan Córdoba, Nani Cabrera, Jon Carlos, Federico Perrota, ¡presentes!” Miriam Pereyra, mamá de Walter Alejandro Kafé González “Soy Miriam Pereyra y solo pido justicia por mi hijo que lo mató la policía” César Casas, papá de Matías Casas “Felicito a todos los familiares por estar acá, por estar compartiendo, por estar conociéndonos. Es una tarea que tenemos por delante para poder

Se va a iniciar un juicio a dos integrantes del Centro de Operaciones de Tigre (COT), uno de ellos policía. Estaba previsto para los días 2 y 4 de agosto, pero por la renuncia de la defensa de uno de los acusados, se debe reprogramar la fecha, hasta ahora no definida. Los acusados de lesiones graves son Héctor Sosa y Gustavo Castillo, que golpearon a un repartidor de harina en plena calle luego de una discusión en octubre del año pasado. El damnificado es José Ojeda. Héctor Sosa, uno de los atacantes, es ex policía y entre 1999 y 2006 cometió tres fusilamientos. Lo explicó la abogada de CORREPI María del Carmen Verdú en el programa Otras Voces, Otras Propuestas. (Por La Retaguardia)Foto: captura del video del ataque “El 13 de octubre de 2016, José Ojeda trabajaba en una empresa distribuidora de harina. Su tarea era cargar las bolsas de harina en una camioneta, manejar la camioneta y descargarlas en los distintos clientes de la empresa. Es una firma que está en Benavídez frente a una estación de servicio y tiene un gran playón con salida a la calle. Los policías estacionaron el móvil 183 del COT bloqueando la salida del garaje de esta empresa. José tenía que salir con su camioneta y se acercó a pedirles que le corrieran el patrullero para poder salir. Ahí se produce el intercambio de palabras donde los policías le contestan de muy mala manera, José los increpa, les reclama, les dice ‘estoy trabajando, tengo que pasar’. ‘¿Ah, sí? Maniobrá por la vereda, ya vas a ver, chocame, no sabés quiénes somos’”, explicó la abogada sobre las amenazas de los efectivos. “Cuando José se da vuelta enojado para entrar a la oficina a explicarle al patrón por qué no podía salir, siente que lo toman de atrás. Le rompieron la camisa del tirón que le dio en ese momento Héctor Eusebio Sosa, que lo agarró del cuello y empezó una feroz paliza que terminó con José con el fémur fracturado. El fémur es uno de los huesos largos más fuertes del cuerpo. Normalmente, cuando uno se cae se rompe la tibia o el peroné. Le rompieron el fémur de una patada con el borcego de policía”, señaló Verdú. Sobre las consecuencias del episodio, explicó: “Se acercaron otros trabajadores para intentar controlar la situación, un transeúnte que era vecino y lo conocía, y terminaron todos en la comisaría de Benavídez acusados por atentado y resistencia a la autoridad. Primero tuvimos que sacarlos a ellos en libertad. Sin embargo, un muchacho que pasaba por la vereda de enfrente, que no sabía quién era quién, vio la escena y se puso a grabarla con el celular”. Ese video fue una pieza fundamental para ayudar al caso: “Cuando llegó a la casa, se la mostró al papá, que cuando vio la grabación dijo ‘¡Pero ese es José, el de la fábrica de harina!’, porque lo conocía del barrio. Al reconocerlo llamó a la casa, se enteró que estaba preso, se contactó con otro vecino, el empleado de la estación de servicio de enfrente, y subieron el video a las redes sociales. Cuando lo subieron a las redes sociales, nosotros reconocimos a Héctor Eusebio Sosa, al que le venimos siguiendo la pista hace 18 años cuando fusiló al Frente Vital”, recordó Verdú. Sobre la figura penal que le aplican a los efectivos, detalló: “Cuando le causás un daño físico que no provoca la muerte a otra persona hay tres posibilidades. El básico, es lesión simple que se cura en menos de un mes. La lesión grave provoca una inhabilidad laboral de más de treinta días o afecta de manera permanente algún órgano, función o debilita un miembro. En este caso, se trata de una fractura de fémur que requirió varias operaciones quirúrgicas, que le ha dejado una renguera, que no puede correr como antes. Por eso, los médicos forenses lo calificaron de lesiones graves. La tercera opción, ya es gravísima que implica cuando uno pierde un órgano o un miembro. Si te amputan una pierna, un brazo o te quedás ciego”, explicó. Además, “a estas lesiones graves les tenemos que adicionar otro agravante que es que Sosa integra una Fuerza de Seguridad. Su defensa dice que él ya no es más policía, sino inspector municipal. Para este tipo de iniciativas, contratan policías civiles que son siempre ex policías, son los que manejan. Obviamente, Sosa no iba armado, pero el que realiza el ataque y le rompe la pierna, que lo interpela, le pide el documento y le dice que lo va a llevar preso, es Sosa”, denunció Verdú.Sobre los componentes del juicio, contó: “Hay testigos que vieron lo que sucedió y algunos policías que aportó la defensa que dicen que José se abalanzó sobre Sosa y le pegó. Sosa después hizo un circo apareciendo en una foto todo lleno de cables en un sanatorio, decía que tenía un problema cardíaco, que lo habían golpeado y con la ministra Bullrich parada al lado de él que lo fue a saludar”. Héctor Eusebio Sosa y sus tres fusilamientos “En el caso del Frente, Sosa fue absuelto después de un larguísimo proceso y de una manera escandalosa. Hubo dos juicios. El primero fue una farsa sin pruebas, un juicio abreviado en que el Tribunal lo absolvió sin realizar siquiera la audiencia. Logramos la nulidad de esa absolución, casualmente con este mismo Tribunal N°3, donde también de manera increíble, un caso que no había manera de que pudiera zafar. El pibe estaba debajo de la mesa de una cocina cuando recibe los cinco disparos. Una de las balas le atraviesa la palma de la mano, entra por el pómulo y sale por la base del cuello. No necesitás ser perito para darte cuenta de que el muchachito de 16 años estaba acurrucado con las manos adelante de la cara, con la palma hacia afuera gritando ‘¡No me mates!’, que es lo que escuchó su compañero casualmente asesinado en una comisaría tiempo después”, relató

El 13 de marzo de 2013 fueron baleadas tres personas en la represión que desalojó a los manifestantes que resistían en la toma de la Sala Alberdi en la Ciudad de Buenos Aires. Dos de las víctimas son comunicadores populares que integran la Red Nacional de Medios Alternativos. El veredicto se iba a leer este miércoles, pero esta misma tarde, a horas de la cita, el tribunal notificó la postergación hasta el 6 de junio. En Radio La Retaguardia, Fernando Tebele y María Eugenia Otero dialogaron con María del Carmen Verdú, dirigente de CORREPI y abogada de la querella, que solicitó veinte años de prisión por tentativa de homicidio. El fiscal, en cambio, solicitó tres años y tres meses. (Por La Retaguardia) La defensa  “El alegato de la defensa institucional de la Policía Metropolitana terminó planteando algo que nos sorprendió a todos porque dijo: ‘¿Saben quién tiene la culpa de que hayan terminado baleados Ruffa, Fumaroni y De Los Santos? Un loquito suelto’. Treinta años al pedo me he pasado gritando que no es un policía, es toda la institución, no es un loquito suelto, no es un psicópata reclutado por error, es una política de Estado, a las Fuerzas de Seguridad las dirige el poder político de turno, para que este tipo venga a decir que fue un loquito suelto”, señaló Verdú con cierta ironía. “Lo que señala este buen hombre es que Ledesma y Acosta sostienen que no dispararon porque eran escalón sanitario. No se entiende por qué aparecen en los videos llevando escopetas si eran enfermeros. Lo que hacen es echarle la culpa a Pereyra de la Rosa, al que sin nombrar tildaron de loquito suelto”, informó sobre la estrategia de los defensores de la Policía. “Él dice que no estaba en el lugar, parece que otro estaba con su uniforme, su casco, sus antiparras de silicona, su escopeta 1270 parado en el lugar que le correspondía a él. Se han pasado la pelota, Pereyra dice que fueron Acosta y Ledesma y Acosta y Ledesma, que fue Pereyra”, explicó Verdú acerca de los tres acusados que integraban en aquel momento la Metropolitana y hoy son parte de la Policía de la Ciudad.Fiscalía “Desde lo técnico, que se incriminen genera un problema para el Tribunal porque estamos hablando de proyectiles múltiples que no permiten identificar qué arma los disparó excepto que se tenga el cartucho. Acá tenemos a tres heridos y tres tiradores que, como tuvieron que reconocer los abogados de la Policía, iban con las escopetas, estaban en el lugar y no pudieron desmentir que alguien tiró con plomo y no fueron precisamente los manifestantes”, aclaró la abogada de CORREPI.La fiscalía, si bien siguió la línea de la querella en cuanto a qué ocurrió, no calificó los hechos como tentativa de homicidio, por lo que solicitó bajas penas: “La fiscalía no acompañó el pedido de condenar por tentativa de homicidio junto a CORREPI. Vaya uno a saber qué pasó. Lo cierto es que de manera verdaderamente sorpresiva y contrariando toda la prueba que se produjo durante el debate, el fiscal Omar Ciruzzi empezó su alegato, primero apoyándose en todo lo que nosotros dijimos y en los videos que exhibimos y terminó diciendo que no tenía suficientes herramientas para sostener la acusación que había formulado en la instrucción el fiscal que requirió la elevación a juicio, la de homicidio en grado de tentativa calificado por la condición de funcionarios públicos de los tres imputados”, definió Verdú sobre el carácter técnico de la acusación. “A nosotros no nos llamó demasiado la atención porque algunas preguntas que había hecho en la primera jornada cuando declararon De Los Santos y Ruffa apuntaban en esa dirección de ir sólo por un abuso de arma y lesiones pero realmente, a juzgar por lo que acreditamos a lo largo del debate y su acuerdo con la descripción de los hechos, deja un olorcito a ‘quién te llamó por teléfono y te dijo qué’”, analizó y agregó: “El fiscal pidió para los imputados tres años y tres meses. No es ni siquiera el máximo de la pena posible por la figura que eligió de abuso de arma y lesiones que le permitía llegar a cuatro años. Vaya a saber qué cuenta sacó. Nosotros pedimos veinte años que es el máximo posible por la Tentativa de homicidio calificado”.La Prueba “La imágenes no dejan lugar a dudas. Se ven claramente los disparos y hasta pudimos demostrar en dos oportunidades inmediatamente después de los disparos que uno de los policías se retrasa en la fila y patea algo hacia un fuego que había en el medio de la avenida y otro se separó, se agachó y levantó algo del piso”, informó. “Claramente no les preocupaba que un papelito de caramelo estuviera tirado en el medio de la avenida Corrientes. Además, desgraciadamente alguna experiencia tenemos. Esa escena la vimos el 19 y 20 de diciembre y en Puente Pueyrredón, porque el cartucho permite saber de qué escopeta salió el disparo”, explicó la abogada.La expectativa “La pelota está en la cancha de los jueces, que están preocupados. Nosotros dijimos con mucha claridad en el cierre del alegato que este era un juicio histórico. No sólo era la primera vez que la policía Metropolitana llegaba a un juicio oral por un hecho de represión masiva sino probablemente la última y la única porque la Metropolitana no existe más y otros episodios como el Indoamericano, el Borda, el desalojo del Barrio Papa Francisco, están absolutamente congelados e imposibilitados según todo indica de llegar alguna vez a la instancia de juicio y a la posibilidad de castigo”, récordó Verdú. “Por eso dijimos, es una oportunidad histórica que tiene el Tribunal para demostrar que un fierro y una chapa no los hacen dueños de nuestras vidas, de nuestra integridad física y mucho menos es un vil de inmunidad para que anden por la vida tirando plomo contra personas desarmadas. De ahí a lo que haga el Tribunal, al que no vi muy tranquilo, de

 El 10 de mayo comenzó finalmente el juicio a los policías metropolitanos que balearon con plomo a tres manifestantes durante uno de los intentos de desalojo de la Sala Alberdi, en marzo de 2013. En el Enredando las Mañanas de este jueves, María del Carmen Verdú, de CORREPI, nos contó cómo fue la primera audiencia en la que declararon quienes fueron heridos, dos de ellos integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos. (Por RNMA) Verdú comenzó remarcando que “lo más importante fue que el juicio empezara” a pesar de que “hoy son tribunales nacionales juzgando policías que ahora dependen de quien es el presidente de la nación y no el jefe de gobierno con quien no tenían mucho que ver” porque “veníamos de una suspensión desde el año pasado con el argumento del problemita de agenda del Tribunal, cuando en realidad era un juicio que había sido fijado en el mes de marzo”. Luego se refirió a la ocupación actual de los represores: “los tres siguen siendo integrantes de la policía, ahora de la Ciudad; estos tres tipos eran Metropolitanos en 2013 cuando dispararon contra los compañeros, ahora están en la Policía de la Ciudad, y antes eran todos miembros de otras fuerzas”, dijo acerca de la situación a la que denominan pasiva, y aseguró que “en todos los casos con una misma política cuando se trata de los trabajadores, estudiantes o talleristas organizados”. Verdú acompañada por Ruffa y De los Santos. “La Sala Alberdi no solamente era un lugar donde se formaban artistas populares, sino que además era el lugar al que podía acceder el que no podía pagar una entrada de teatro para ver cosas de calidad y pasar un buen rato, porque se trabajaba a la gorra o en forma gratuita”, recordó la abogada de CORREPI. “Ese proceso de 3 años de toma culminó con el desalojo el 24 de marzo del 2013, porque hicieron la muy sucia jugada de desalojar cuando sabían que la mayoría estábamos en Plaza de Mayo”, ese día la columna que venía acompañando la toma se desprendió de la gran marcha por la Memoria y fue a resistir la represión.En relación a esta primera audiencia, Verdú destacó que “el gran hecho es la declaración de los tres heridos, de los dos compañeros Esteban Ruffa y Germán De los Santos y de Mario Fumaroni, que en esa época del centro cultural Los Libros de la Esquina”. Fumaroni decidió no presentarse como querellante por una posición ideológica, pero sí fue convocado para declarar. También pasaron por el juicio “algunos de los testigos que estaban en el lugar o que auxiliaron a los heridos, los que tuvieron los primeros contactos con la policía en el Hospital Duran y un par de los que estaban en el lugar y vieron el operativo policial”, pero “quedaron seis compañeros y compañeras de distintos medios sin poder declarar porque debimos pedir un cuarto intermedio a las cuatro de la tarde para ir a la marcha”, consideró Verdú.En relación a los policías, Verdú recordó que “estuvieron presos apenas un mes y en virtud de que cuando se ordenó su declaración indagatoria se hicieron allanamientos en sus domicilios y se encontraron en el de Pereyra de la Rosa una cantidad enorme de municiones, explosivos y armas, y Acosta estuvo prófugo durante una semana; entonces, a raíz de esto se les había dictado la prisión preventiva por el peligro de fuga y la peligrosidad”. Luego de la feria judicial “la Cámara les otorgó una excarcelación” y señaló: “no nos olvidemos que la imputación es por triple homicidio en grado de tentativa calificado por la condición de fuerza de seguridad, con lo cual es un delito que tiene como pena en expectativa hasta 25 años de prisión”. La abogada aseguró que “si se aplicara al normal de las personas el criterio que se aplica cuando son milicos, tendríamos que salir a contratar extras que hagan de presos porque las cárceles quedarían vacías”.Los represores “no prestaron declaración, se remitieron estrictamente a lo dijeron cuando fueron indagados, cuando desmintieron los hechos”. Sobre esto, explicó que “están filmados, con los cascos no se ven las facciones, pero no hay ninguna duda a partir del trabajo pericial que hizo gendarmería y los videos que aportamos a partir del enorme trabajo que hizo la RNMA para recopilar el total del material de las cámaras compañeras, que eran muchísimas, combinado por los informes de la propia Metropolitana sobre cómo estaba integrado cada uno de los cuerpos de combate”. A partir de eso “se pudo identificar perfectamente el pelotón donde estaban Acosta y Ledesma y el pelotón donde estaba Pereyra de la Rosa”.Este viernes será la segunda audiencia del juicio, que seguirá con las testimoniales, y seguramente el lunes llegarán los alegatos de las partes y la lectura del veredicto. ESCUCHAR O DESCARGAR EL AUDIO

Mañana por la mañana continuará el juicios a los tres policías de la Metropolitana (que pasaron a ser integrantes de la flamante Policía de la Ciudad), por las heridas con balas de plomo que recibieron tres personas, entre ellas dos integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos, en un intento de desalojo de la Sala Alberdi en 2013. Ruffa y De los Santos, los dos heridos de la RNMA, se constituyeron como querellantes con el acompañamiento técnico y político de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). Aquí una cobertura especial de La Retaguardia, en este caso fotográfica, con imágenes que tomó Agustina Salinas, tanto en la sala donde se desarrolló el juicio, como de las actividades que se dieron afuera. (Por La Retaguardia)