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Fabricas Recuperadas


El MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas) realizó este martes 16 de enero en el ex Mercado de Flores el lanzamiento del Movimiento M3V (Verdad- Voluntad-Victoria), la fuerza política del movimiento de trabajadoras y trabajadores ocupados y desocupados que tiene como objetivo construir una fuerza desde los barrios populares que represente las demandas del pueblo “para llevar al poder a un representante de los trabajadores”. Redacción: Julieta Galera Edición: Fernando TebeleFotos: M3V El MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas) realizó este martes 16 de enero en el ex Mercado de Flores el lanzamiento del Movimiento M3V (Verdad- Voluntad-Victoria), la fuerza política del movimiento de trabajadoras y trabajadores ocupados y desocupados que tiene como objetivo construir una fuerza desde los barrios populares que represente las demandas del pueblo “para llevar al poder a un representante de los trabajadores”. El evento, que tuvo una gran convocatoria de trabajadoras y trabajadores de cooperativas que forman parte del MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas), contó con la coordinación de Bruno Di Mauro, presidente del laboratorio recuperado Cooperativa Farmacoop y con la palabra de Gisela Bustos, referenta de la Cooperativa 19 de diciembre; Julio Macusi, presidente de Recop;  María Haro Sly, militante social y especialista en relaciones internacionales, quien será la encargada de Relaciones Internacionales y del área de formación de cuadros políticos del M3V; y de Eduardo “Vasco” Murúa, referente del MNER.  Además, contó con la participación especial de Sergio Miletto, presidente de la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ALAMPYME) de Brasil, y con el acompañamiento y la palabra de compañeros y compañeras de diversas organizaciones sindicales, políticas, y sociales como la Federación Gráfica Bonaerense, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Quilmes, la Coordinadora de Textiles de Florencio Varela del PCR-CCC (Partido Comunista Revolucionario-Corriente Clasista y Combativa), la Unión de la Industria Cárnica Argentina (UNICA), la Coordinadora de abogados por el Interés Público (CAIP), el Frente Nacional Malvinas de las Organizaciones Libres del Pueblo, la Secretaría de Empresas Recuperadas del Municipio de Quilmes, entre otras.   Contra el saqueo y la toma del Estado El MNER es un movimiento social que nació en 1998 a partir del cierre fraudulento y masivo de industrias producido por la debacle económica y la miseria planificada del proyecto neoliberal de financiarización económica que instauró el menemismo. Cumplió 25 años respaldando la lucha de trabajadores/as que se resisten a perder sus fuentes laborales y encuentran en la autogestión la única manera de sostener sus puestos de trabajo para combatir este proceso de desindustrialización, precarización laboral y de las condiciones de vida y financiarización de la economía que ya tiene más de tres décadas y nunca se logró revertir. Si bien el gobierno de Alberto Fernández fue el único gobierno desde 2001 que incluyó una Dirección Nacional de Empresas Recuperadas en el Ministerio de Desarrollo Social, la administración de Fernández no hizo mucho por alentar y promover al sector. Eduardo “Vasco” Murua, ex Director Nacional de Empresas Recuperadas del ministerio y referente histórico del MNER, se vio limitado en su función e  impulsó programas de acción al interior del movimiento, como la creación de la moneda MIA, la creación de una mutual -que tiene apalabrados convenios con más de 20 instituciones y prestadores de servicios de salud y farmacéuticos- y una alianza estratégica con la Coordinadora de Abogados por el Interés Público (CAIP). Organización junto a la que han interpuesto acciones legales para dar discusiones jurídicas estratégicas para instalar agenda y marcar precedentes jurídicos en temas “que no se ganan pero que son discusiones políticas que hay que dar”, como por ejemplo la denuncia contra el endeudamiento a 100 años con el FMI por el gobierno de Mauricio Macri en 2018 con la que lograron acreditar judicialmente que “para endeudarse el macrismo había incumplido las normas de procedimiento”. Antecedente al que quieren apelar ahora con el litigio que iniciaron para declarar la nulidad de la Ley Ómnibus y el DNU del presidente Javier Milei, según explica Andrés Bernal, abogado del MNER y referente de CAIP.  Impulsados por el contexto nacional de convulsión política y crisis económica, hace meses que en el MNER se vienen dando discusiones políticas sobre la coyuntura política. Hace un mes se renovaron autoridades y se acordaron nuevas líneas de acción más amplias. En ese marco, el MNER decidió convocar a otras organizaciones y “a todas las personas que se sienten estafadas por un gobierno” que no cumplió con el contrato político con su electorado, y “que no se sienten representadas por la izquierda y los movimientos sociales ni por la derecha”, a participar de una fuerza política de las trabajadoras y los trabajadores ocupados y desocupados.  La renovación generacional y la mayor participación de mujeres en el MNER le están aportando una fuerza y una proyección que no tenía. El MNER hoy quiere disputar la idea de democracia participativa que ellos hoy califican de “democracia electoral” y “democracia condicionada”, la agenda política y las formas de construcción de poder popular al peronismo y a la izquierda, pero también a la derecha.  El Movimiento M3V surge como respuesta a la burocracia partidaria y la distancia entre bases y dirigencia. En contraposición, propone la construcción de una fuerza sin liderazgos que privilegie la asamblea como forma de democracia participativa centrada en los territorios, en los barrios como lugar donde se discute y se propone la agenda política, colaborativa y cooperativa, en oposición a los valores individualistas y competitivos que propone la derecha. El M3V busca generar un espacio con la mayor amplitud de sectores posibles y formar asambleas de trabajadoras y trabajadores en todos los territorios del país para que el pueblo participe de la discusión política de la que estaba afuera “para la construcción de un programa político de los trabajadores y el pueblo que conduzca a la liberación de la patria”.  El M3V no pretende ser un movimiento hegemónico y por el momento no tiene fines electorales. Nace por la necesidad de hacer frente al gobierno corporativista de Javier Milei y a su

Luego de seis meses de prueba, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) lanzó la Moneda de Intercambio Argentina (MIA). La medida apunta a fortalecer la economía popular del sector de las empresas recuperadas, a fidelizar clientela para mejorar la rentabilidad del sector y a combatir la lógica inflacionaria. Redacción: Julieta GaleraEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Julieta Galera Sustentada en el lema “la cooperación supera la competencia”, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) presentó la Moneda de Intercambio Argentina (MIA), el sábado 1 de octubre en el Mercado de Flores, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con una notoria concurrencia en una jornada festiva de feria con gastronomía, sorteos, juegos y música. MIA es una moneda avalada por la producción de cada empresa recuperada que la implementa para incentivar el comercio y promover el consumo de productos y servicios del sector cooperativo de empresas recuperadas entre los y las trabajadoras del sector y entre su clientela.  “Las empresas recuperadas desde 2016 veníamos en franca caída, fue una recesión total, se agravó el tema de la venta, los costos de servicios subieron y hace seis meses que sacamos la MIA como experiencia para los vecinos y para gente que no es de las empresas recuperadas. De esta forma, logramos la confianza en que nuestros productos y nuestra mano de obra valen. Con MIA empezamos a intercambiar y logramos que empresas recuperadas que no tenían contacto en el tema comercial lo tengan”, explica Pablo González, actual presidente del MNER.  Según Pablo González, la MIA ya lleva seis meses de prueba y 40 cooperativas del MNER ya realizan intercambios con esta moneda. Los y las trabajadoras del sector junto con sus retiros de excedente de la producción reciben un plus para gastar en MIA que les permite realizar compras en los almacenes de la distribuidora Recoop, ubicados en 50 empresas recuperadas de AMBA, o en cualquier empresa recuperada. El MNER, conformado por 100 recuperadas, y el Recoop “serían como el banco central, son los que avalan la moneda”, señala González.  El sector alimenticio y el gastronómico son los que  más adhirieron a la MIA. El gastronómico, además, tiene una participación importante en la promoción de esta moneda hacia afuera del movimiento porque le devuelve a sus clientes el 5% o el  10% del ticket en MIA como medida para incentivar el consumo de productos y servicios de empresas recuperadas, explica el presidente del MNER. “De esta forma logramos que la moneda se haga conocida entre personas por fuera de las empresas recuperadas y la fidelización de los clientes. Los gastronómicos lo están haciendo con buenos resultados. Y esas MIAS los clientes las pueden gastar a través de la página web o en algún almacén de Recoop, o en cualquier bar o restaurante recuperados”, dice. Por su parte, Eduardo “Vasco” Murúa, expresidente del MNER y actual director de Empresas Recuperadas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, cuenta que esta presentación de la MIA es producto de muchos años de trabajo, de pensar y ajustar los mecanismos para que esta moneda de intercambio sea realidad: “Me costó 15 años convencer a mis compañeras y compañeros trabajadores de la importancia de tener una moneda. Cuando intenté explicarlo sobre la idea no me entendían. Así que decidí armar la distribuidora Recoop y ponerla en función de las empresas recuperadas para aumentar la demanda, pero también para llegar a nuestro pueblo trabajador con mejores precios. La probamos seis meses para que la idea de la moneda dejara de ser algo abstracto, porque había una creencia que cuando a uno le están dando otra moneda por su trabajo le están desprestigiando el trabajo. Y ese intercambio entre Recoop y las recuperadas ayudó a que se comprendiera su utilidad”, explica. “Nosotros estamos convencidos de que la MIA puede contribuir a mejorar las lógicas de comercialización, a tener mayor demanda, a fidelizar a los clientes porque creemos que la emisión monetaria es importante para el desarrollo de cualquier país y queremos disputar la idea del discurso neoliberal de que la emisión provoca inflación: lo que provoca la inflación no es la emisión sino los monopolios”, explica Murúa. En ese sentido, la MIA es una herramienta de las y los trabajadores de la economía popular “para luchar contra la lógica inflacionaria”.   El Vasco Murúa se sincera y dice que desde su rol de director nacional de Empresas Recuperadas no planteó la MIA. “Hubiera sido preferible que el Estado cobrara impuestos en esta moneda, que esta moneda sirva después para la circulación y que no se fuguen los dólares, para que no se convierta en especulación financiera, pero hoy no están las condiciones para dar esa discusión”, plantea.  En ese sentido, Murúa explica que a fines de los 90 el impacto del bono estatal Patacón fue tan fuerte que el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió una ley en la que el Estado nacional se comprometió a no emitir nunca más ese tipo de bonos porque “el tema de que la moneda no sea convertible es muy fuerte para el modelo especulativo porque necesita que sea convertible para fugarla”.  Hoy las condiciones para que las y los trabajadores puedan imponer esta herramienta desde abajo no están dadas porque, al margen de que “no hay una institucionalidad quebrada ni cuestionada”, la diferencia con el contexto de 2001 es que “la superestructura económica estaba dividida y hoy es una sola”. Según Murúa, hoy todos están alineados en tratar de devaluar, quedarse con los recursos y usar la inflación para fugar las divisas. “Pero no hay una contradicción en las superestructuras económicas que pueda aprovechar el pueblo para cambiar la situación”, agrega.  Para culminar, Eduardo “Vasco” Murúa aseguró: “El impacto de la MIA en función de la soberanía monetaria y productiva va a ser muy alto, muy positivo. Vamos a incrementar un porcentaje de la demanda de las empresas recuperadas y esperamos que sea una herramienta para muchos sectores, que seguramente va a ser imitada por muchos otros actores de la economía social

A 20 años de la creación de la experiencia de El Puente, Sandra Bonfanti participó del programa Sueños Posibles, de Radio La Retaguardia. El espacio funciona dentro del Centro Cultural La Toma, en el ex supermercado Tigre de Rosario, Santa Fe. Entrevista: Alfredo Grande/Irene Antinori

12 personas que trabajaban bajo relación de dependencia decidieron hacer una toma de los lugares de trabajo para preservar sus puestos laborales y mantener abierto el Bar Piazza, en el barrio porteño de Congreso. En el programa Hasta que vuelvan los abrazos, al aire en las mañanas de Radio La Retaguardia, Analía González contó cómo transitan el proceso para llegar a ser una empresa recuperada. (Por La Retaguardia) ✍️ Texto 👉 Diego Adur💻 Edición  👉 Fernando Tebele 📷 Fotos 👉  La Negra Ríos El Bar Piazza está ubicado en la calle Luis Saez Peña 24, entre Avenida de Mayo y Rivadavia, a paso de la Plaza Congreso. Hace por lo menos cuatro años que sus 12 trabajadores y trabajadoras padecen las por lo menos desprolijidades del dueño del lugar, que les pagaba los salarios de manera incompleta y fuera de término, al tiempo que no realizaba los aportes sociales. Analía González, una de las dos mujeres que trabajan en el bar, contó que a partir del lunes iniciaron la toma de sus puestos de trabajo. Es decir, no están simplemente ocupando el lugar sino que van a trabajar como cada día de sus más de 15 o 20 años de desempeño laboral: “La toma tiene que ver con nuestros puestos de trabajo. Dentro de Piazza tenemos entre 15 y 30 años de antigüedad de trabajo. La trabajadora con menos antigüedad tiene 6 años. Han cambiado los dueños. Ayer (por el lunes) le dijimos que nos cansamos y que no ingresara más. Los últimos 4 años cambiaron la razón social y nos cortaron la antigüedad a todos y a todas. No nos pagaban cargas sociales ni aportes, ni sueldos. Los sueldos enteros no nos los estaban pagando desde hace mucho. Nos pagaban por día, a veces $300 o $500”, contó la trabajadora.   La situación empeoró aún más por la pandemia: “En marzo se cerró el lugar. Después, volvió a abrir con un grupo de gente muy reducida. Nosotros no percibíamos salarios, menos en esta situación. Al estar en negro y solamente declarados como trabajadores, también nos privó de recibir cualquier beneficio que el Estado nos podía llegar a otorgar y agudizó mucho más nuestra condición”, explicó. Por lo tanto, se organizaron y recurrieron a la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas, a cargo de Eduardo “Vasco” Murúa, referente de la legendaria metalúrgica recuperada IMPA y parte del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), con el objetivo de mantener sus puestos de trabajo: “Nos fuimos reuniendo entre los compañeres y asesorando. Estamos junto con el Ministerio de Desarrollo Social, con la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas. El director es el Vasco Murúa. Nos acercamos a ellos y nos recibieron muy bien. Hoy, la parte legal la tienen ellos para ir continuando esta lucha. Lo único que pedimos nosotros es preservar nuestra fuente de trabajo. La mayoría tenemos 40 años para arriba. El rubro gastronómico sabemos que viene decayendo bastante, sobre todo en esta situación. Conseguir laburo es dificilísimo. Necesitamos entrar y preservar nuestra fuente de trabajo, que es lo que sabemos hacer”, reclamó Analía. En estos momentos, el Bar Piazza se encuentra en funcionamiento gracias a sus trabajadores y trabajadoras. El lugar realiza delivery de comida, se puede comprar y retirar en el local y también cuenta con mesas en la calle, respetando los protocolos establecidos por el Gobierno de la Ciudad: “Estamos trabajando con todos los recaudos y el protocolo que sabemos que hay que tener. A nosotros nos importa nuestra salud y la de nuestras familias y todos los cuidados para los clientes también”, aseguró. La parte más difícil para quienes intentan recuperar una fábrica o una empresa vaciada por sus dueños es la de hacerse cargo de todas las deudas que esas personas contrajeron hasta el momento, por ejemplo, el pago de servicios y el alquiler del lugar: “El local pertenece a una inmobiliaria. Nos van a recibir. Planteamos la situación de abandono de esta persona (el dueño). No solo no nos pagaba los sueldos sino que tiene una deuda terrible de gas y de luz, arriba de 1 millón de pesos. A su vez, también debe 12 meses de alquileres. Esos gastos los vamos a tener que afrontar nosotros, los trabajadores”, asumió González.  En los pocos días que llevan de toma, los trabajadores y trabajadoras del bar ya recibieron la visita de la policía, presenciaron “la huída” del dueño del lugar, y recibieron el apoyo de los vecinos y vecinas de la zona: “Para nosotros era la primera vez. Había muchos nervios e incertidumbre. Han mandado a la policía. Como no fue una toma hacia el lugar sino que apunta a preservar nuestros puestos de trabajo, ya que nos centramos en hacer lo que hacemos todos los días, no lo consideraron toma. Esta persona ingresó a retirar sus pertenencias. No nos interesa nada de él. Simplemente queremos trabajar. Los vecinos y vecinas tuvieron una respuesta excelente. Conocían a esta persona y sabían cuál era la situación. Siempre nos decían que hagamos algo y que lo manejáramos nosotros. Ayer nos dieron su apoyo. Fue hermoso escucharlo. Muy emocionante todo. Más allá de los trabajadores y trabajadoras, somos 12 familias que dependemos de esto”, argumentó. De todos los empleados y empleadas que trabajan en el Bar Piazza, el 100% decidió quedarse a participar del camino hacia la autogestión, algo que no es habitual en las empresas recuperadas, en las que siempre hay personas que prefieren buscar otro trabajo en relación de dependencia. Las pésimas condiciones laborales que ya tenían se intensificaron por la pandemia. Eso llevó a la organización y lucha que hoy tiene al Bar Piazza gestionado por quienes lo trabajan: “Nunca se nos cruzó por la cabeza accionar de esta manera. Creo que el agotamiento y la incertidumbre de la pandemia agudizaron aún más la situación que estábamos viviendo. Nos llevó a organizarnos entre los trabajadores y a tomar la decisión. Éramos 12 y nos quedamos los 12. Venimos trabajando en relación de dependencia y uno no sabe cómo es pasar a ser

Eduardo “Vasco” Murúa asumió la nueva Dirección de Empresas Recuperadas, un área que dependerá de la Secretaría de Economía Social dentro del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Murúa, un histórico referente de IMPA y del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), dialogó con Fernando Tebele en Radio La Retaguardia, contó cómo fue la toma de decisión para aceptar el cargo y cuáles serán las funciones de la Dirección. (Por La Retaguardia) 📝 Texto 👉 Diego Adur📝 Edición 👉 Pedro Ramírez Otero🎤 Entrevista 👉 Fernando Tebele📷 Foto: Resumen LatinoamericanoPara el Vasco Murúa, la flamante creación de la Dirección de Empresas Recuperadas es un espacio que  servirá para poder abordar desde el Estado las problemáticas de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular y darle mayor visibilización al MNER:  “Vinimos a recuperar un espacio chico dentro de un Estado con la convicción de que podemos fortalecer nuestra organización y nuestra fábrica. Podemos ayudar desde el Estado y desde la política a hacer la vida más fácil de los trabajadores de empresas recuperadas. Existe la necesidad de generar empleo en nuestro país, la necesidad de que no se pierdan más unidades productivas, que es un bien social para nosotros. Declarar la utilidad pública del trabajo. Trataremos de dar la discusión que veníamos dando desde afuera. Nos parece importante que el Estado reconozca al sector”, comenzó Murúa.Al momento de decidir la aceptación del cargo, el Vasco evaluó la posición del actual gobierno respecto a las empresas recuperadas  y analizó cuáles podrían llegar a ser algunas de sus políticas económicas: “No fue fácil la decisión. Lo hemos discutido con todos los trabajadores del movimiento de empresas recuperadas. Hemos tomado nuestras precauciones y hablado con los compañeros que nos convocaron. Las dudas pasaban centralmente por cuál iba a ser el posicionamiento del gobierno con relación al conjunto de nuestro pueblo, el de las políticas económicas que desarrollará en otros sectores. Es un gobierno que recién asume y no tenemos claro cuál va a ser la política económica. Teníamos expectativa a partir de lo que dijo el presidente (Alberto Fernández) de poner al gobierno y las políticas en favor de los más necesitados. Pensábamos con qué recursos iba a contar para tener políticas claras para el sector. El Estado siempre fue muy mezquino con respecto a las políticas hacia toda la economía popular. Está abierta la discusión. Tenemos que seguir discutiendo la necesidad de nuevas instituciones para distribuir la gran riqueza que tiene nuestra patria para sacar al pueblo de la miseria. Sabemos que quizás haya muchas medidas que tome el gobierno que no nos van a gustar. Definimos centralmente la importancia de estar en un lugar. Yo soy referente de un sector y del movimiento y ahora estoy en el Estado. Tenemos que pensar cómo se reconstruye el movimiento que tiene que seguir construyendo movilización. Seguimos creyendo que el lugar de nuestro pueblo es la calle para exigir al Estado las políticas que necesita”, afirmó.Murúa avisó que llegaron a un acuerdo con la Secretaría de Energía para evitar cortes de electricidad en las empresas que perjudiquen la labor de los trabajadores. También solicitaron una tarifa especial que les permita seguir produciendo a costos no excesivamente elevados: “Después de una reunión en la Secretaría de Energía con el Jefe de Gabinete, a partir del salvaje tarifazo que había hecho el gobierno anterior, decidimos suspender los cortes de luz en las empresas recuperadas para que no se produzcan pérdidas de puestos de trabajo. Lo que estamos discutiendo muy seriamente es cómo cambiamos esta política de las tarifas en las empresas recuperadas. No queremos un beneficio por encima de las demás unidades productivas, solamente estamos planteando que hasta tanto se recompongo el mercado interno, la economía empiece a funcionar normalmente y que se incremente la demanda, tenemos que recomponer el daño producido en estos 4 años. Estamos viendo qué políticas vamos a tener desde la Dirección y desde la Secretaría buscando una forma de condonación de las deudas anteriores y una tarifa diferencial por un tiempo prudencial que signifique la recomposición de todas las empresas recuperadas.El Vasco anunció la presentación de un proyecto de ley para evitar los violentos desalojos en las empresas recuperadas: “Presentaremos la ley con todos los compañeros y diputados que nos quieran acompañar en el proyecto. Daremos esta discusión hacia adentro del Estado y al conjunto de la sociedad. No es una ley que estemos pidiendo solamente para las empresas recuperadas que hoy tenemos, sino que es una ley para que nuestra patria no desperdicie ese capital enorme que es cualquier empresa, no solamente con sus máquinas y el edificio, sino con la capacidad de sus trabajadores para hacerla producir. Al no tener una ley, pensamos en un Estado zonzo que pierde capital y hace perder su capital al conjunto de nuestro pueblo. Una empresa no se construye solamente con la idea de un empresario y con el dinero, siempre hay muchos aportes, sea subsidios del Estado, aportes y fundamentalmente la fuerza de los trabajadores y la explotación que se hace de esos trabajadores para que esa empresa se construya”, cerró Eduardo Murúa, flamante titular de la Dirección de Empresas Recuperadas. DESCARGAR

Luego de tres años de lucha, los trabajadores y trabajadoras del laboratorio Roux Ocefa formaron la Cooperativa de Trabajo Farmacoop ltda, la primera dentro de la industria de producción de medicamentos que propone un comercio más accesible para sus clientes. En el programa Tengo una Idea, conducido por Graciela Carballo, Carlos Morchio y Nicolás Rosales, dialogaron con Bruno Di Mauro, presidente de la cooperativa. (Por La Retaguardia)Foto: conclusion.com.ar “El 30 de abril el juez dispuso la continuidad a favor de la cooperativa de trabajo, legalmente somos continuadores de Roux Ocefa. Hoy en día somos un poco más de 70 trabajadores, por suerte se siguen sumando ex compañeros todos los días, pero bueno hay que tener en cuenta que cuando arrancó el conflicto éramos 450”. Así comenzó Bruno, trabajador y presidente de la nueva Cooperativa de Trabajo Farmacoop ltda, que después de tres años de intensa lucha, se convirtió en la primera cooperativa dentro de la industria farmacéutica.En relación al modo de organizarse para poner en marcha el proceso productivo de la cooperativa farmacéutica, Bruno declaró: “Nosotros tenemos guardias fijas en ambas plantas, porque son dos plantas las que tenemos, la de Lugano y Villa Luro, y después tenemos a casi todos trabajando un turno por la mañana, de 8 a 4 o 5 de la tarde más o menos, y otro turno tarde más reducido”.En una victoria para los trabajadores y trabajadoras, se pueden suceder algunas dificultades en cuanto a la cadena de comercialización dentro de este tipo de industria. En este sentido, el trabajador y director de la cooperativa planteó que “hay una cierta estructura tradicional en la industria farmacéutica, que implica el laboratorio quien es el que produce los medicamentos. Hay otros que son las droguerías las que distribuyen a las farmacias. Y otra instancia intermedia que se llaman distribuidoras. Esa es la norma. Lo común sería venderle a droguerías. Sin embargo, el laboratorio tiene potestad de venderle directo a farmacias, ahorrándose parte del costo de la comercialización. En realidad el problema no pasa tanto por estos organismos intermedios, sino que tiene más que ver con cómo salir al mercado con productos, que por ahí por estar tanto tiempo discontinuados, tal vez han ido perdiendo mercado”. A pesar de esto, también existen ventajas: “Lo que tenemos a favor es que el laboratorio nuestro para ciertos productos en la gama de sueros y algunas gotas está instalado y algunos clientes lo están pidiendo todavía. Estamos ansiosos a que se sepa rápido que estamos de nuevo con los productos en la calle”.Respecto a las cadenas de pagos refirió: “Por un lado los medicamentos hospitalarios que vienen a ser los que dependen de lo públicos, de los estados provinciales y municipales donde sabemos que si bien pagan más, tardan más en hacerlo. Y después lo que pasa con la comercialización a lo privado como las clínicas están igual que el resto del país, las cadenas de pago se están cortando en todas las ramas de la industria y del comercio en general pero que tiene que ver más con una cuestión de crisis, de especulación y de que no sabés cuanto va  a salir mañana el dólar”.Bruno aclaró algunas cuestiones legales de la actual razón social de la empresa: “de cara a lo que es la tenencia de los bienes no tangibles, que son los certificados y las marcas, nosotros seríamos la figura continuadora de Roux Ocefa. Esto tiene que ver con los protocolos de los organismos de control sanitario que necesitan tener una inscripción de establecimiento para que vos puedas manipular esas marcas y certificados, es una cuestión técnica. Somos continuadores, básicamente somos Roux Ocefa”.“Nosotros tenemos una identidad como laburantes por haber laburado también con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER). Donde no perseguimos el interés solamente de los 70 compañeros que somos hoy, sino que queremos de alguna forma, desde la perspectiva de los trabajadores, devolverle algo a la comunidad. Sobre la historia de nuestro pueblo, nosotros nos paramos para recuperar este trabajo y creemos que la salud, como tantas otras cosas, debería ser más accesible. Nos planteamos la posibilidad, en un futuro no muy lejano, de poder abrir farmacias sociales. Salir con productos al mercado que sean importantes y que estén a precios accesibles. Queremos fomentar que otros trabajadores y trabajadoras elijan este camino”, finalizó.

  En el barrio de Llavallol, la empresa Redepa, que se dedica a fabricar las latas para las conservas de alimentos de Canale, envió casi 100 telegramas de despidos a los trabajadores que desde hace más de 2 años vienen denunciando maniobras de la empresa para presentar la quiebra y cerrar. Este lunes 97 trabajadores fueron informados mediante un telegrama que la empresa decidió despedirlos y ellos resolvieron acampar en la puerta ante un posible vaciamiento. (Texto y fotos de Agustina Salinas para La Retaguardia)  “Gracias por venir”, esa fue la respuesta de Mario, trabajador de Canale Redepa ante el mensaje para que me agende en su celular. Desde el lunes pasado la empresa envió 97 telegramas de despidos. La planta con más de 70 años de producción de latas de conservas en el sur del Conurbano decide avanzar contra los trabajadores, que en los cálculos empresarios son siempre la variable a ajustar. El motivo de los despidos se repite: Las empresas se excusan en la “grave crisis económica y financiera”.El conflicto en la empresa de enlatados no es reciente. Desde mediados de 2015 los trabajadores vienen denunciando el atraso en el pago de los sueldos y diversas maniobras de la empresa para aumentar sus ganancias y deshacerse de los trabajadores.Atentos a la realidad que afecta todos los días a las y los laburantes, decidieron organizarse para realizar venta de choris, festivales, charlas para recaudar dinero para solventar los sueldos que la empresa se niega a pagar.Como intento de solución al conflicto, el Ministerio de Trabajo Provincial convocó a la empresa y a representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a varias audiencias a las que Canale no se presentó.Ante este panorama, la solidaridad y la lucha se afianzaron. El fin de semana armaron un festival con bandas, feria y radio abierta para la difusión. Están acampando porque temen que además de despedir, la empresa comience a vaciar la fábrica para trasladar las maquinarias y unificar el sector hojalatero con el alimenticio, cuya planta se encuentra en Catamarca.Esta tarde el fuego que se armó para la olla popular sólo calentaba el agua para el mate. Me recibieron contentos, con ganas de hablar. Oscar se acerca y me da una lata. “esto es lo que hacemos acá, te lo regalo. Es un lapicero”. Sigo haciendo preguntas y escuchando atenta las respuestas que dan Julio y Mario. Interrumpe Osito, que saluda y sonríe cuando le dicen que Sapo le manda un beso. Mario me convida un mate y le pregunto cuantos trabajadores son y qué edades tienen. Hace un cálculo rápido y me cuenta que el 80% de la fábrica lleva más de 40 años trabajando ahí, que la mayoría tienen más de 55 años. Un 15% tienen entre 25 y 35 años de entregar su fuerza de trabajo, y un 5% son los más jóvenes y los que hace menos tiempo ingresaron, hace 5 o 6 años. Preocupado, me dice: “no podemos reinsertarnos en el mercado laboral porque ya somos grandes, ya no toman gente de nuestra edad”. Y es una verdad muy cruel. El mercado usa, precariza y descarta a su antojo.Antes de irme les hago una foto y hacen el chiste de siempre: “seguro se te rompe la cámara” y se ríen. Nos pasamos los teléfonos y quedamos en contacto. No me quiero ir pero ya tengo los ojos vidriosos. No puedo sacarle una foto a la bandera blanca con letras negras que expresa algo simple y claro: En Canale queremos trabajar y cobrar.Hoy a las 15 horas hacen una conferencia de prensa para comunicar las últimas novedades y los pasos a seguir.

El laboratorio atraviesa desde principios del año pasado una situación de vaciamiento que ha culminado con el despido de los y las trabajadoras y la detención total de la producción. En la planta ubicada en Villa Luro, en la Ciudad de Buenos Aires, se está llevando a cabo una toma a la espera de la conformación definitiva de una cooperativa de trabajo que se haga cargo de la empresa. Bruno Di Mauro, uno de los trabajadores que participa en la lucha, habló con Radio La Retaguardia y contó los detalles del reclamo. (Por La Retaguardia)Foto: conclusion.com.ar “Estuvimos 2 semanas afuera de la empresa. Cansados de las amenazas y los amedrentamientos en la calle, ingresamos a nuestros puestos de trabajo. El 24 de septiembre terminaron de despedir al poquito grupo de trabajadores que quedaba en la planta. Al grueso de los trabajadores nos venían despidiendo desde marzo de este año en tandas bastante grandes. Cuando nos enteramos de que querían vaciar la Planta decidimos autoconvocarnos en la puerta para evitar que se lleven las máquinas que quedan”, dijo Di Mauro y aprovechó para repasar la historia de vaciamiento que atravesó el laboratorio: “En abril del año pasado, levantamos la medida de ocupación. Se vendieron las acciones de la empresa a una nueva Patronal y nosotros, a partir de la medida de fuerza, logramos que se respeten todos los puestos de trabajo. En febrero de este año la empresa volvió a cambiar de manos y ahí empezaron los despidos masivos, aunque no nos consideran despedidos. En realidad lo que ellos suelen decir es que te licencian y nunca más te convocan ni te mandan telegrama de despido. Pero si querés ir a tu puesto de trabajo te impiden el ingreso. Esa es la forma que tienen de despedir a la gente. No tenemos recibos de sueldo ni aportes hace casi 2 años”, manifestó el trabajador.Di Mauro reveló el objeto de la toma y se refirió a lo necesario para que les permitan restablecer sus trabajos: “La primera medida es evitar que se lleven la maquinaria. La última Patronal venía llevándose maquinaria de esta Planta hacia otra y venía elaborando medicamento de forma irregular sin el consentimiento de la directora técnica, que también se le prohibió el ingreso. Esa maquinaria nos pertenece a los trabajadores por la deuda que tienen con nosotros y es la que nosotros pretendemos utilizar para la reactivación productiva en manos de la cooperativa que ya está conformada. Estamos esperando el fallo que nos habilite a ingresar y volver a trabajar”, contó.Los trabajadores y las trabajadoras del laboratorio acudieron a la Cámara Nacional de Apelaciones para que les permitieran conformar legalmente una cooperativa de trabajo que se haga cargo de la empresa. Según contó Bruno, “la Cámara Nacional de Apelaciones ya nos había dado la derecha en esta lucha que venimos manteniendo, pero hubo una decisión de la justicia de dilatar el proceso concursal. Teníamos la expectativa que se dicte la quiebra para pedir la continuidad laboral”. Una vez que se le asigne a la cooperativa la dirección de la fábrica, Di Mauro aseguró que están listos para retomar la producción de la planta: “Tenemos todo el equipo técnico necesario y un plan productivo. Estamos bastante armaditos. Estamos en proceso de asociación. Nos han llamado infinidad de compañeros y compañeras para asociarse. Sabemos que los laboratorios serán un poco hostiles con la cooperativa porque no existe ningún laboratorio recuperado. Para nosotros es mucho más que una figura legal, pero en los papeles tendremos la misma potestad que cualquier otra figura legal para fabricar cualquier cosa. Pretendemos ser lo más profesionales y prolijos que se pueda ser. Queremos ser iguales o mejores que los laboratorios privados. Lo más importante es recuperar la fuente de trabajo y generar ingreso. Pretendemos comercializar los productos del laboratorio. Nos están llamando droguerías y laboratorios de diferentes provincias diciéndonos que cuando empecemos a producir van a querer comprarnos los medicamentos. Con el tiempo, ojalá podamos desarrollar otros medicamentos y aportar a la salud desde otro lado”, expresó el trabajador a La Retaguardia.La constitución de la cooperativa es un camino lleno de trabas burocráticas y consiste también en un cambio de enfoque respecto a la economía tradicional: “Es compleja la transformación en cooperativa. Es una solución por una necesidad, no por una cuestión ideológica. Tenemos que tratar de mantenernos unidos, acá ninguno es la Patronal. El trabajo que hagamos es en beneficio de todos. Tenemos que demostrar que la cooperación es mejor que la competencia. Hay otra forma de producir y de organizar el trabajo. Se tiene que poder construir una economía que sea solidaria y alternativa a la economía que solo supone la acumulación de ganancias en un privado. Algunos compañeros tenemos una idea un poco más popular de lo que debe ser la producción nacional. Tiene que estar puesta en función y al servicio del pueblo y no de los intereses del mercado”, cerró Bruno Di Mauro.

Este sábado por la tarde se realizará en el IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentina) un homenaje a las mujeres luchadoras reconocidas como militantes de la vida. Alicia Unzalu, trabajadora de la fábrica recuperada y quien está a cargo del centro cultural del IMPA, dialogó con Fernando Tebele en el La Retaguardia y adelantó quienes serán algunas de las compañeras destacadas. (Por La Retaguardia) El acto será en la fábrica recuperada IMPA ubicada en Sarandí 4290, entre Pringles y Rawson: “Serán 16 mujeres que el sábado a las 17 horas vamos a homenajear como militantes de la vida. Es un homenaje que venimos haciendo desde el 2012. Hasta ahora hemos homenajeado a más de 70 compañeras. Este año, más que nunca, este acto simboliza en ellas a otras compañeras y compañeros que están en lucha”, expresó Alicia y adelantó algunos de los nombres de las mujeres destacadas: “Es un ramillete hermoso de luchadoras. Está Karina Almirón (trabajadora despedida del Hospital Posadas). Una compañera del INTI, secretaria de Género y Derechos Humanos (Soledad Pozzuto). Algunas tienen título y otras no. Este homenaje se pensó siempre para nuestras hormiguitas: aquellas compañeras que muchas veces no son ni siquiera reconocidas por su propia organización. Las mujeres saben de lo que hablo. Otras de las compañeras que vamos a homenajear son la mamá y la hermana de Luciano Arruga (Mónica Alegre y Vanesa Orieta). También a dos luchadoras bellísimas, compañeras del movimiento de Familiares contra el Gatillo Fácil. También Dora Barrancos, del Conicet. Alicia González, una de esas grandes militantes de perfil muy bajo, compañera educadora popular que mantiene un proyecto agroecológico en zona sur demostrando que es posible la construcción en común cuidando la vida. Después está Graciela Fernández, una de las compañeras que es enfermera y recorre distintos lugares del país llevando su conocimiento hacia los pobreríos. También tenemos a las abogadas, Myriam Bregman y la Rayu Liliana Alaniz, compañeras muy jugadas”, contó Unzali en conversación con Fernando Tebele por Radio La Retaguardia. El IMPA  Cualquier cosa que podamos decir será poco. Es una de las primeras fábricas recuperadas de la Argentina y ejemplo de muchas otras luchas que terminaron con trabajadores y trabajadoras recobrando su lugar de trabajo. Del acto del sábado también formarán parte mujeres de este sector: “En el primer homenaje fuimos homenajeando a las primeras compañeras de empresas recuperadas. En esta ocasión vamos a tener a dos compañeras. Una de la vieja guardia, Olga Pena, de Maderera Córdoba y otra, Edith Garay, de una de las nuevas cooperativas de empresas recuperadas que se llama (Cooperativa de Trabajo) La Matanza, de Isidro Casanova“.  Una de las mujeres que había sido convocada para participar del homenaje había sido Susana Zaldúa, militante política y social, y hermana de Adriana, una de las 8 víctimas asesinadas por la Concentración Nacional Universitaria de la Triple A en septiembre del ’75. Sin embargo, Zaldúa no aceptó formar parte de las homenajeadas: “No la pudo doblegar ni Norita Cortiñas”, dijo con humor Alicia y agregó: “Fue delegada general del Banco Mayo. La peleó en los ’90. Por todo eso nosotras llevamos el nombre de Susana a las Madres. Para los que no lo saben, este acto lo organizamos con las Madres de Plaza de Mayo, Norita Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen. Fue uno de los primeros nombres que le propusimos. Por supuesto que las Madres estaban de acuerdo. Ella de entrada me dijo que no, diciendo que no podía. Argumentos no le faltan a la flaca”, admitió Unzalu. El homenaje se realizará el sábado desde las 17 hasta aproximadamente las 20 horas: “Las Madres son puntuales, por eso pedimos puntualidad. Vamos a hacerlo en el teatro Nora Cortiñas y después vamos a cerrar con un brindis en la sala Mirta Baravalle”, contó. Por último, Alicia Unzalu se solidarizó con el reclamo por los despidos de los compañeros de fabricaciones militares de Azul y avisó que van a juntar dinero para ayudarlos a sostener su lucha: “Estuve hablando con uno de los trabajadores de la fábrica de Azul, FANAZUL, la fábrica militar. La verdad que la están pasando muy dura para poder sostener la lucha. Vamos a agregar una urna para tratar de juntar unos pesitos y mandárselos en forma inmediata a los compañeros”, cerró la trabajadora de IMPA.

El viernes, en las primeras horas de la tarde, se produjo el desalojo de la planta gráfica de Clarín, AGR, que el grupo de poder y medios cerró hace meses. Tras 82 días de toma por parte de los trabajadores, un espectacular operativo de fuerzas de seguridad se hizo presente en la planta para llevar adelante el desalojo ordenado por la justicia. Durante esa jornada, La Retaguardia realizó una cobertura especial, con transmisión en vivo de la radio, nota gráfica y también con este Fotoinforme de Agustina Salinas. (Por La Retaguardia)