Chile: “No veo todavía una fuerza política sólida y progresista como la hubo en el pasado”
Por LR oficial en Educación Y Salud, Elecciones, Internacionales, Justicia, Pueblos Originarios, Violencia institucional
A cuarenta y ocho horas de las elecciones presidenciales de la primera vuelta, el pasado 19 de noviembre conversamos con Ernesto Carmona Ulloa, periodista y escritor chileno en su casa de Santiago. (Por Luis Angió para La Retaguardia)
Desde la nueva organización política y electoral hasta los mapuches en Chile, pasando por la sorpresa de los votos obtenidos por el Frente Amplio, recorrimos una serie de temas que hacen a la historia y la actualidad de nuestro país hermano. Una visión de la realidad chilena que no cuentan ni analizan los medios de comunicación de Argentina.
Más de una hora de conversación que nos puede ayudar a comprender lo que puede llegar a suceder el domingo 17 de diciembre cuando se vote en segunda vuelta entre la “centro derecha” de Sebastián Piñera y la “centro izquierda” de Alejandro Guiller.
Sistema electoral y partidos políticos
«Los militares y la extrema derecha civil que los apoyó crearon un sistema binominal. Cambiaron la geografía política del país y pusieron distritos para los diputados, dos diputados por distrito para que compitieran dos listas, una pinochetista y otra opositora. La pelea, en el fondo, era dentro de las listas, entre el primero y el segundo. Con los senadores se repetía el esquema. Eran 38 senadores o algo así. Ahora la clase política resolvió volver al sistema binominal en estas elecciones donde el voto fue voluntario, donde no hay que inscribirse, donde la abstención es muy alta. Hablan de 45% de atención en esta elección. En la anterior presidencial fue 41%, la prensión fue más baja. Va aumentando el rechazo por la política de la gente. El sistema este, que no es nuevo, es antiguo y proporcional con cifras repartidoras según el método D’Hondt. Tampoco es tan democrático porque las listas fortalecen a los partidos. El otro fortalecía a los bloques. Cambió bastante el cuadro político. No he podido revisar las cifras en detalle. Un dato importante es que los legisladores aumentaron las plazas. Los disputados eran 120, agregaron 35 bancas más y ahora son 155. Los senadores también aumentaron. Ahora se eligió la mitad del Senado. Hay senadores que todavía les queda 4 años. Eso es, supuestamente, para darle más participación a grupos que antes no se expresaban.
A mi modo de ver, yo veo que Chile sigue manteniendo 3 bloques. Aunque toda la gente dice que es de centro, la derecha no reconoce que es derecha. No se habla de derecha, a lo sumo de la centroderecha. La izquierda no existe. Hay partidos que se llaman de izquierda, pero dicen que son de centro izquierda, como la Democracia Cristiana que es un partido que facilitó el golpe y fue un partido socio de (Augusto) Pinochet. Hay partidos que han mutado de lo que era la izquierda a la alianza por la Concertación de partidos por la democracia, que ahora se llama Nueva Mayoría y la encabezó un periodista que es Alejandro Guillier. Yo he trabajado con él en el Colegio de Periodistas. Él ha sido su presidente. Era una figura de la televisión muy creíble. Llegó un momento importante en que lo echaron de la televisora y quedó desempleado. Entonces decidió, hace 4 años, tirarse como candidato a senador por su ciudad, Antofagasta. Ganó la senaduría. Se convirtió en un senador independiente porque fue solo. La estructura del poder también es manejada por las encuestas. Las encuestas responden no a la realidad científica sino a los intereses de los clientes que pagan las encuestas o al dueño de la encuestadora. Es una forma de controlar el poder; ponerle más votos a un candidato para disminuir a otro. Ya no se puede confiar en las encuestas, no reflejan la realidad. Según esas encuestas, Guillier comenzó a figurar como un hombre muy popular, con mucha credibilidad como senador. Así nació esta candidatura, como nació la de (Michelle) Bachelet en su primera postulación. Bachelet fue presidenta del 2006 al 2010. También, fue una figura que salió por la televisión. Ella no trabajaba en televisión, pero se presentó en una tragedia, en un terremoto. Se puso una cuestión militar. Ella es muy militarista, es hija de un militar de la aviación. Así ocurrió con Guillier. Criticaba al Gobierno, a la clase política. ‘Yo soy independiente, no soy político, yo soy del mundo gremial’. Tenía un discurso crítico del gobierno. Con esta mecánica del poder se fue convirtiendo, poco a poco, en el candidato de quienes criticaba. El partido radical, que es un partido muy disminuido, muy chico, le dio su apoyo y lo adoptó como candidato presidencial al comienzo. Ahí empezaron a alinearse los otros partidos de la Concertación con él. Fue cambiando su discurso y comenzó a reconocer a la Concertación como agente de cambios. No criticaba esos cambios ni el gatopardismo de esos cambios sino de profundizar. Así fue consiguiendo el apoyo de todos los partidos, excepto la Democracia Cristiana que decidió un camino propio. Ese partido ha tenido el poder en Chile muchas veces y hace tiempo que está en decadencia. Está condenado a la desaparición.
El Partido Socialista, por ejemplo, que es el partido de (Salvador) Allende, con un historial desde el año ’32 en Chile, hizo un evento nacional donde, supuestamente, iban a proclamar a Ricardo Lagos, que ya fue presidente e hizo un Gobierno de derecha, pero parecía de centro izquierda. Realmente la gente no lo quiere. Ahí, parece que las encuestas no mintieron. Nunca subió más allá del 2 o 3%. Él se creé un salvador del país y comenzó una especie de Felipe González, comenzó a dar consejos. Justamente, Guillier le dijo en una oportunidad que no puede llegar Lagos como si fuera a decir cómo hay que arreglar esto. El tipo debe estar rodeado de aduladores. Apoyó determinados candidatos y ninguno de esos salió. Lo que hicieron los socialistas en su evento nacional del comité central fue una votación secreta para decidir a quién apoyaban. Lagos estaba presente en esa votación y perdió la votación. El Partido Socialista se fue con Guillier. Hay gente que dice que esa fue también una movida de las encuestas. Puede ser. (Sebastián) Piñera no quería como rival a Lagos porque se parecen mucho.
Por otra parte, esta bipolaridad del sistema político de dos bloques, la derecha y la izquierda. La derecha son tres o cuatro partidos. Algunos ya desaparecieron. El partido comunista se metió en la Concertación, desde hace ya bastante tiempo, con Ministros y todo. Forma parte del Gobierno.
Surge el frente Amplio
Un fenómeno nuevo es que unos líderes estudiantiles se hicieron famosos en el año 2011. Con 14 organizaciones en total, formaron el llamado Frente Amplio. Bachelet dijo con mucha sabiduría que eran hijos de la Concertación. Pero ellos iban a cambiar el sistema político e iban a poner otra pureza o transparencia. Al poco andar, hubo una pelea interna feroz por los cargos, las candidaturas. Maltrataron a uno de los fundadores del Frente Amplio, un hombre académico que recorrió el país, pero que no es de ese grupo de jóvenes universitarios. Son de clase media acomodada. Estudiaban en la (Universidad) Católica, en la (Universidad de) Chile, en universidades caras. Esa gente comenzó a utilizar una estrategia muy hábil porque la Concertación tiene varios partidos, radical, socialista, demócrata cristiana -aunque se abrieron y llevaron una candidata propia. El partido por la Democracia fue fundado por Lagos. Lagos era militante de dos partidos a la vez. Del socialista y del Partido por la Democracia, su partido. Era una cosa aceptada. Decían de él que era doble militante y tenía derecho a ser candidato socialista.
Con todo este panorama, la Concertación no quiso hacer elecciones primarias. No son obligatorias, pero las financia el Estado. Les dan una cantidad de minutos en la televisión. El Frente Amplio aprovechó muy bien eso y fue a una primaria para elegir un candidato entre dos personas, una periodista (Beatriz Sánchez) y este académico fundador, Alberto Mayol; Un hombre muy inteligente, pensante. Es profesor, joven. Es marxista, más que de izquierda. No creo que aquí en Chile exista algún partido marxista. Lo traicionaron a este chico, fue la debacle. Beatriz (Sanchez) de pronto se creyó presidenta. Las encuestas la tiraban para abajo y otras para arriba. A lo mejor, la manipularon también a ella para que sacara menos votos. En el fondo estaba reproduciendo la imagen de Bachelet, incluso la obesidad. Toda la gente es gorda debido a la mala alimentación. Hay un problema gravísimo con la obesidad a todo nivel. Esa pelea interna pública que tuvieron por las candidaturas con acusaciones los afectó mucho. Muchos dejamos de lado el Frente Amplio. Yo voté por Mayol porque no encontré otro. No me gustan estos chicos salvadores del país por el hecho de que eran estudiantes privilegiados que estaban en la universidad y tuvieron participación en un huevito para que Chile se llene de estudiantes y haya cada vez más estudiantes manejando taxis. Ellos ahora sacaron 20 diputados de 155. Fue una sorpresa. Tenían 3 o 4. Con este sistema arrasan. Con el otro sistema hubieran sacado 7. Creo que los comunistas salieron mal porque tenían aspiraciones de sacar un senador, que lo perdieron.
El Frente Amplio tiene varios partidos. Uno de ellos se llama Revolución Democrática. Son como los dueños del Frente Amplio. Yo comencé diciendo que Chile sigue, más o menos, dividido en 3 tercios: una derecha que no se reconoce a sí misma como derecha sino como centro derecha. Un centro, toda esta parafernalia de lo que fue la Concertación y la nueva mayoría, con Guillier y van a hacer más de lo mismo. Una izquierda, que sería parte del Frente Amplio. El líder de Revolución Democrática, que es uno de los estrategas y fue presidente de los estudiantes de la Universidad Católica, estuvo en el gobierno de Bachelet con un equipo. Ellos diseñaron todas las reformas de la educación que hizo Bachelet y después la atacaron. Se fueron del Gobierno un poco antes de que empezara el clima electoral. Es gente igual, no veo mucho futuro en este país todavía de una fuerza política sólida, progresista, como la hubo en el pasado; de poder decir que de aquí a 30 años podemos tener algo. Han pasado 45 años de la dictadura, hace un cuarto de siglo que se acabó. Muchas cosas han mejorado en el país porque la vida ha cambiado, pero el país va como a la deriva, con un discurso de llegar al desarrollo, pero produciendo materias primas y con depredación de los medios naturales, con cosas importadas de China. No veo un futuro mejor a corto plazo por los discursos».
Corrupción
«El sistema político, en definitiva, no tiene legitimidad. Además, hay un factor nuevo, que quizás es viejo y ha estallado con la Concertación y se ha multiplicado, que es la corrupción. Sacude a todas las estructuras del poder, a los partidos políticos, al Gobierno y a las instituciones militares, que son sagradas. Los carabineros se han robado 26 mil millones de pesos. En estos días aparecieron 7 mil carabineros fantasmas. El jefe de los carabineros entregó un informe en una comisión investigadora de esas de la Cámara del Senado que no sirven para nada y dijo oficialmente que los carabineros son algo así como 58 mil personas. El carabinero declara un salario de 7 mil menos. Hay 7 mil fantasmas que están cobrando salarios hace, por lo menos, 10 años y no son salarios bajos. Es parte de una estructura de corrupción donde están involucrados oficiales, generales, civiles y gente variada.
Lo mismo ocurre en el Ejército. Hay un Comandante en Jefe, (Juan Miguel) Fuente-Alba. Tiene una fortuna que no se compadece con su salario. Tendría que haber trabajado 500 años: Autos, propiedades y cosas. Lo están investigando. La Fuerza Aérea igual. En los partidos también, hay senadores desaforados que ya no son senadores por corrupción. De todos los partidos, socialistas, de derecha y demócrata cristiano. Hay cosas terribles en obras públicas. Hay puentes que se construyen que son caros y no sirven para nada como un puente basculante que supuestamente se tenía que abrir cuando pasaba un barco. Ese puente nunca funcionó. Ahora la discusión es demolerlo o dejarlo como puente fijo. El Ministerio de Obras Públicas quiere demolerlo porque así se borran las evidencias del fraude que hicieron. Además, le asignaron otro puente a la misma empresa que se ganó esa licitación. Cosas así hay por todos lados. Hay una gran desilusión de la gente y hay un gran desinterés por la política y una gran frustración. La gente no cree en proyectos colectivos.
Esto de la AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), sabíamos hace 30 años que iba a ser así por el estudio teórico del sistema. Mucha gente lo denunciaba, pero era predicar en el desierto. Ahora, todos están de acuerdo porque les llegó y les golpea el bolsillo. Eso tampoco se convierte en un factor político, como en el caso de los estudiantes. El hombre que maneja esto es un líder que sabe mucho. No quiso meterse en política porque prefirió seguir con su pelea contra las AFP.
Comunismo y Trotskismo
Los tipos que criticaban al Congreso se fueron convirtiendo en diputados de a uno, de a dos, de a tres y cambiaron el discurso. Sus grupos perdieron las elecciones. Los comunistas perdieron después de Camila Vallejo, la Federación de Estudiantes. Donde llegan los comunistas, destruyen la organización. La Central Única de Trabajadores también está en crisis desde que ellos la controlan. Controlan el Partido Comunista con un sistema de federaciones que no existen. Perdió toda legitimidad. Ahora hay dos centrales y una tercera que se está formando con disidentes de la Central Única. Es una situación en la que hay poco que celebrar.
Acá, el trotskismo nunca ha sido una fuerza importante. Su mayor presencia la tuvo en algún momento dentro del Partido Socialista, como fracción. Ahí, trotskistas de vieja data se incorporaron al Partido Socialista. Ellos funcionaban como una fracción dentro del Partido. Era algo legítimo porque el Partido Socialista era mucho más amplio que el Comunista, donde ser trotskista era un insulto. No hay un partido trotskista. Sí hay mucho interés por leer a (León) Trotski y por saber de él, pero aquí no hay medios de comunicación: ese otro factor importante de la estructura de poder. Los medios de comunicación pertenecen a los mismos dueños del país. Entonces tienen su propia agenda y sus propias noticias. Aquí no hay cómo informarse de lo que realmente pasa en el mundo por los medios, ni por la televisión, ni por los diarios».
Medios Alternativos
«Hay en los barrios, pero con muy bajo presupuesto y con mucha persecución. No los favorece la ley ni el Gobierno y los persiguen. Son, generalmente, jóvenes que no son comunicadores. No saben comunicar. También hay estaciones de televisión barriales. La ley de Televisión Digital se esperaba que creara un mecanismo. Quedaron los mismos actores de siempre con más canales, porque la tecnología permite 5 canales donde antes había uno. Hay revistas como Punto Final. Yo soy colaborador ahí, pero no la puedo leer por la letra tan chica. Son sábanas. Es interesante. Creo que ese periodismo está un poco anticuado. Si uno quiere una revista teórica, con muchos análisis, que la haga como un libro y que se pueda coleccionar.
En Venezuela viví un tiempo. Con un grupo de venezolanos hicimos una revista que se llamaba ‘Sudacas’. Eran artículos en un librito. Conseguíamos fondos públicos para construir a financiarla. Aquí los medios alternativos no tienen ayuda, nada. El Estado no les manda avisos ni nada. Además, personas como Bachelet, que tenían un discurso después han hecho otra cosa. La política, en general, tiene muchos componentes de mentira. Las cosas tienen que cambiar para que todo siga igual, dijo (Giuseppe Tomasi di) Lampedusa. Eso es lo que vivimos en Chile. La misma jeringa con distinto bitoque, dicen en Venezuela».
Salud Pública
«Yo soy usuario de la salud y la verdad es que la desprestigian mucho. Yo le debo mucho a la salud pública. Me he operado de corazón abierto en hospital público, me pusieron 3 bypass y no gasté un centavo. Además de todos los análisis, preparativos y las cámaras que te meten por la vena para examinar.
La estructura es complicada porque es lenta y no da abasto para todos. Eso está claro. No todos pueden. Hay que usar mucho ingenio para rebuscárselas. A mí me costó mucho que me viera un cardiólogo. Un día conseguí el papel que se llama interconsulta, que me dieron en el hospital. Ese papel lo perdí, así que tuve que conseguir otro. Al final, caí en manos de un chico uruguayo que parece que necesitaba completar una cuota de cirugía. Yo le caí bien y él fue clave para que me dieran la fecha y me programaran la cirugía.
Yo tengo cataratas. Tenía una cita con el oftalmólogo para muchos meses adelante y pregunté en el hospital cómo se llamaba, el nombre completo. Averigüé dónde trabajaba, en una clínica privada. Pedí una hora y lo fui a ver como paciente de la salud pública. Tú compras un bono de Fonasa, que cuesta entre 5 mil y 6 mil pesos según el médico, y al médico le pagan 15 o 20 mil. Yo iba a un médico oftalmólogo muy bueno, pero que cobraba 40 mil pesos en efectivo y no recibía ningún bono. Todavía es dinero, pero en ese tiempo era muchísimo. Te dedicaba una hora más o menos. Te mandaba una persona en la noche a tomar la presión intraocular. Uno tenía que ir dos veces al día a la clínica para medírsela. Mucha parafernalia para justificar los gastos».
Laboratorios
«Yo consumo hace 10 años una medicación para la leucemia, que es otra patología importante que tengo. Un día pregunté en la farmacia Cruz Verde cuánto costaba ese medicamento. Costaba 2 millones de pesos. Esa medicina en el mercado internacional costaba, en ese momento, 27 mil dólares la dosis anual: 12 cajas de 30 comprimidos de 400 miligramos. En la India, costaba mil dólares la dosis anual. En Chile, 35 mil dólares, mucho más caro que el promedio. Eso ocurre con muchos otros remedios. Esa medicina me la da el Estado. El laboratorio comienza regalándosela al Estado para hacer una especie de prueba y que se convenzan de que son buenas. Además, les consiguen a los médicos los viajes a los congresos y el hospital después compra esta medicina. La iban a cambiar. El hospital estaba discutiendo comprar la versión india y los médicos se opusieron. Me lo contó mi hematólogo. La primera caja que recibí, la recibí como si fueran billetes. Todos los meses me dan una caja, nunca me ha fallado. Así llevo desde el 2007. Esa farmacia está siempre llena, a cualquier hora. La gente se automedica mucho y consume cosas que no les da el médico. Hay muchas cosas que ya no se pueden comprar sin receta, pero hay también una cosa interesante: Una Municipalidad manejada por un alcalde comunista estableció hace pocos años una farmacia popular. Hay una gran diferencia de precio, hasta 10 o 20 veces menos en el mismo medicamento. Hay que hacer un trámite en la Municipalidad para que te den una tarjeta que dice que eres vecino. Y con esa tarjeta te inscribes en la farmacia y compras. Puedes tener incluso remedios permanentes que te los registran y te los venden después sin receta. Eso es bueno, pero no es para todo el mundo. Hay que hacer el trámite y ser de ese barrio».
Ballotage
«Es obvio que los del Frente Amplio van a apoyar a Guillier, pero lo van a hacer de una manera disfrazada. Ellos nacieron, justamente, para hacer algo distinto a lo que hace la Nueva Mayoría. Ese fue el origen de la pelea con Mayol meses atrás. Por eso (Giorgio) Jackson se retiró del gobierno con su Revolución Democrática. Ellos estaban en el Ministerio de Educación. Yo creo que va a haber una fractura en el Frente Amplio. Va a haber gente que va a mantener los principios de la existencia misma del Frente Amplio y esperar a ver qué pasa. Esto no se acaba nunca. Podría ser el Frente Amplio absorbido por la Nueva Mayoría, pero eso significa también la vida del Frente Amplio, porque no nació para eso. Ahí hay un conflicto que están reflexionando. Hay mucha gente que individualmente va a rechazar eso y otros individualmente van a apoyarlo. Yo creo que ahí va a haber una fractura seria.
Es muy difícil remontar esa diferencia. Piñera sacó una votación baja respecto a lo que él pretendía, pero ese otro sector de la derecha le da como un 7 o un 8%. Se necesita el 50% más uno. También tienen problemas ellos. Puede ir más gente a votar y cambiar el cuadro. Los piñeristas se ilusionaron mucho con la votación que tuvieron en la Primaria. Ahí fueron a votar en gran número para decidir entre Piñera y otro derechista. Yo creo que Revolución Democrática va a ser uno de los primeros en levantar la bandera de apoyar a Guillier, pero cómo lo van a hacer para que no parezca una claudicación eso no lo tengo claro. No se suman los porcentajes. Los partidos tienen la más baja credibilidad, en el piso. El Frente Amplio quedó muy herido después del lío interno y cómo trascendió el chisme y los dimes y diretes, las mariconadas que se hicieron entre ellos. No estudiaron si la votación que sacó en Diputados es igual a la que sacó Beatriz (Sanchez). Ahí también hay un desfase. Hay partidos que ya desaparecen de la escena porque no llegaron al 5%. Un partido piñerista, por ejemplo.
El sistema D’Hont tiene variables en cada país. Aquí eligieron una de acuerdo a los intereses de la clase política que hizo todo esto. No participó el pueblo, no hubo plebiscito, no hubo referéndum y fue todo entre gallos y medianoche. Fue en el Congreso, a puertas cerradas con la excusa que era más democrático».
Mapuches
(Sobre el pedido de extradición a Chile de Facundo Jones Huala) «De eso aquí se sabe poco. Lo de Maldonado sí conmovió mucho aquí. Se supo. El tema mapuche chileno es bastante explotado por los medios. Le dan cobertura. Incluso hay polémicas importantes. Salió un senador demócrata-cristiano que es mapuche. El domingo por la noche lo daban por perdido y el lunes lo dieron por ganador por una estrecha diferencia de votos con otro demócrata-cristiano. (Francisco) Huenchumilla era intendente y lo echaron por eso, lo echó Bachelet por eso. Decía que era un problema político que había que resolver en términos políticos y sentarse a negociar con los mapuches. Efectivamente, el Subsecretario del Interior fue mandado a Argentina y tejieron un montaje de que había una red de narcotráfico que estaban financiando los terroristas mapuches allá y acá, y toda una parafernalia. Eso se cayó abruptamente. A última hora, Bachelet cambió la política de su Subsecretario y el Subsecretario se fue de vacaciones. Después volvió. Esto fue en los últimos meses. Entre todas estas cosas de la campaña electoral quedó medio perdido. El tipo está de nuevo en el cargo.
Pasó algo también importante. Muy pocas causas contra los mapuches son condenadas. Son poquísimas. Han sido capaces de repetir juicios. Hay un radical de la Concertación, que se murió, que logró revertir una sentencia de la Corte Suprema para meter a unos lonkos en prisión. Este tipo es dueño de las Termas de Puyehue, un latifundista. Fue ministro de Aylwin. Era el dueño del diario El Mostrador y dueño de la Fundación Neruda. La mujer de él era amiga de Matilde y Matilde le dejó todo a ella. En estos días, once imputados mapuches que estuvieron 14 o 15 meses presos, entre ellos a una lonka, una mujer mayor y a los que les negaron todos los recursos de libertad condicional y arresto domiciliario, fueron declarados inocentes por el juez por falta de pruebas de la Fiscalía y de la Policía. Fabrican casos. Eso tiene que ver con la muerte de unos viejos alemanes. Ahora el fiscal nacional anunció que la Fiscalía va a gestionar la anulación de ese juicio. De ese juicio ya hay una sentencia de Primera Instancia, tiene que ir a la Corte de Apelaciones, ésta pronunciarse y va a la Suprema. No creo que prospere esa anulación del juicio. El sistema de la Fiscalía aquí es una mierda. Fabrica culpables sin pruebas.
Alejandro Guillé dice que a los mapuches hay que darles una solución política y reconocerles sus derechos culturales, pero vamos a ver qué va a hacer.
Es un problema antiguo. Antes se negociaba con los mapuches. Aquí hubo una guerra contra los mapuches, en el año 1881/82, en la que los mapuches fueron exterminados y replegados. Los Incas nunca pudieron pasar del río Maule, al sur de Santiago. Con los españoles los mapuches tuvieron que retroceder hasta la zona del Biobío. En rigor, cuando fue la declaración de la independencia, el ejército de los españoles estaba allá porque ahí estaba el conflicto. Acá en Santiago no había ni policía. Fue un golpe de guante blanco. Posteriormente, con la guerra, los hicieron replegarse más allá de lo que hoy llaman la Araucanía, matando gente. Esa guerra está en la historia de Chile y se llama algo así como Pacificación de la Araucanía. Dicen que eso había que hacerlo porque era gente muy primitiva, salvajes. Es la civilización. Todas esas tierras pasaron a manos de privados, que a su vez las revendieron.
Uno de los grandes terratenientes de la Araucanía es el Grupo Matte, uno de los más ricos del país. Controla papel, madera, celulosa y tiene todos esos terrenos convertidos en bosques. Son miles y miles de hectáreas. El bosque de pino y eucalipto es muy depredador. El eucalipto absorbe toda el agua. Hay 2 o 3 grupos económicos que explotan la celulosa, que siempre tiene muy alto precio en el mercado. Ellos tienen tierras de los mapuches, inmensas tierras.
Aquí lo que ha cambiado un poco es el lenguaje. Antes eran peyorativos totales. Hay una radio que se llama Radio Biobío. Escuchaba siempre que los denominaban ‘los delincuentes’. Un día los llamé y les pregunté por qué usaban ese lenguaje con los mapuches si ellos no eran jueces para determinar si los mapuches eran delincuentes. Dejaron de usarlo. En otra oportunidad, me hinchó las pelotas que un reportero de policía hablara de algo así como la ‘mítica Caravana de la Muerte’. Fue una cosa espantosa que hicieron los militares en el mes de octubre, después de dar el golpe en septiembre. Recorrían el país asesinando gente con una caravana, en helicóptero. ¿Por qué mítica? Mítica significa que no existe, que es un mito, y esto es un hecho real. Son ignorantes los periodistas y usan palabras a las que le atribuyen otros significados. Con los mapuches han ido cediendo, les han dado tribunas. Hay voceros y voceras muy hábiles, que hablan de corrido. Los mapuches también son complicados, ojo. Si no usas su lenguaje se enojan. Una vez me reuní con ellos en Temuco para un caso específico y escribí una nota para que la entendiera todo el mundo, en Chile y en el exterior. Después, una de las mujeres que habló conmigo me reclamó porque había usado un lenguaje que no era el de ellos y que no llamaba las cosas como las llamaban ellos. Si lo hago así no las entiende nadie. Son complicados. Justo estaba escribiendo un libro de propaganda para ellos. Había unos libros científicos, de historiadores, pero son unos libros muy obtusos. Son para los otros investigadores no para un grueso público. No terminé el libro, se me quitaron las ganas».