Felicitas Marafioti: «Durante años pensamos que fue nuestra culpa, el abusador te hace creer eso»
Por LR oficial en abuso sexual infantil, CABA, Cristian Aldana, Feminismo, Justicia, Nacionales
Es una de las denunciantes de Cristian Aldana, explicó cómo pudo pasar de esa mirada de los hechos a la denuncia pública y cómo atraviesan hoy las cuatro querellantes el debate oral. Fue en un diálogo con Rosaura Barletta en el programa Otras Voces, Otras Propuestas. Gracias a una sucesión de estrategias dilatorias por parte de la defensa, el juicio que debía durar apenas unos meses ya lleva un año y, a pesar de estar en su tramo final, aún no tiene fecha de cierre. (Por La Retaguardia)
Foto: Constanza Niscovolos (en orden: Ariell Luján, Felicitas Marafioti, Charlie Di Palma – tres de las cuatro querellantes)
Cristian Aldana cambió de abogado, interrumpió audiencias a los gritos, pidió “una semana de descanso”, entre otras estrategias dilatorias. Busca extender lo más posible los plazos de su prisión preventiva sin condena ante la inminencia de una sentencia condenatoria. Su defensa volvió a cambiar hace días y faltan, además de la finalización de su declaración indagatoria, sus alegatos. Aún no se sabe cuánto tiempo le otorgará el Tribunal Oral en lo Criminal 25 de la Ciudad, integrado por Ana Dieta de Herrero, Rodolfo Goerner y Rodolfo Bustos Lambert, a la nueva defensora para preparar la última exposición.
No fue sólo una banda, fue un dispositivo de sometimiento inserto en la cultura que venera la violación, y que lo hace, también, apoyada en los productos culturales. Productos que circulan, influencian y escarmientan. “Cuando no haya aire para respirar / Te estaré asfixiando / Encadenada con mi foto / Condenada a pensar en mi / El pasado desaparece / Y eres mía / Y estás bajo mi control / Solo yo puedo tocarte / Y puedo ahogarte / En el vértigo del sadismo”. Por letras como esa, la fiscalía, que pidió 35 años de cárcel para Aldana, afirmó que “sus canciones son una confesión”. Una confesión a cielo abierto.
Sebastián Da Vita, abogado de Felicitas Marafioti y otras dos denunciantes, perteneciente al Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos del Ministerio Público de la Defensa, pidió 40 años de prisión para el cantante acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores ocurridos entre 1999 y 2010. Gabriela Conder, abogada de Ariell Luján, otra de las denunciantes, pidió 20 años de prisión por su caso. Las denunciantes son siete. Las querellantes, cuatro. Las víctimas, muchísimas más.
Alegatos: «Se entendió todo lo que pasó»
«El juicio empezó en mayo del año pasado. No fui a todas las audiencias, fui a la primera, cuando tuve que declarar y a los alegatos. Hace dos meses se venía diciendo que se iban a dar los alegatos pero siempre, por el lado de Aldana, se atrasaban. No estaba el abogado, estaba enfermo, siempre había una excusa. Eso desgasta para nosotras y para todos, también la gente del Tribunal. Estuvimos yendo y recién se pudieron empezar la semana pasada. Fueron los de nuestro abogado, Sebastián Da Vita, después de Gabriela Conder, abogada de Ariell (Luján), y el fiscal. Hoy y el jueves, Aldana iba a terminar su declaración indagatoria y, después, su defensa tiene que hacer los alegatos. Estirar es una estrategia. Él dice que no, que quiere que termine lo antes posible pero en realidad no es lo mismo para él estar en la cárcel y condenado que continuar con prisión preventiva. Por ahí piensa que esto nos va a desgastar y vamos a bajar los brazos, pero la verdad que no», aseguró Marafioti. «Si te ponen piedras en el camino, más fuerte te hace. Nada nos va a parar en este momento. Estamos muy tranquilas, los alegatos estuvieron tremendos. Muy bien. Se entendió todo perfectamente. Es escuchar nuestra historia de las voces de gente que sabe de derecho ¿Sabés cuántas veces estuvimos nosotras pensando que eso había estado mal? Que nosotras teníamos la culpa, nos culpamos muchos años. Escucharlo de nuestros abogades y el fiscal nos confirma que se pudo entender el punto al que íbamos nosotras cuando empezamos a denunciar», consideró. «El día que empezamos, empezamos con mucho miedo y sin entender un montón de cosas. Las querellas fueron increíbles. Se entendió todo, todo lo que pasó. En tiempo y espacio, incluso, quedó clarísimo. Son tantas historias que una puede pensar que por ahí se confundía el nombre de una con otra, pero no pasó. Te revuelve, todavía sigue revolviendo la historia. Hay que darle un cierre con una sentencia. Empezar una nueva página. Eso es lo único que nos genera ansiedad», reconoció.
Psicopateos 2.0
Cristian Aldana ejerció, durante el desarrollo del juicio, distintos tipos de violencia contra sus denunciantes. «En el caso de los alegatos, fue abierto al público. Durante un lapso previo no lo fue porque la parte de Aldana pidió videos de la audiencia para ver lo que se había dicho, pero subieron videos a youtube. Lo que hizo el Tribunal, entonces, fue ponerlo privado hasta alegatos y sentencia. Eso fue una consecuencia del accionar de ellos (la defensa). Ni nosotras, que es nuestro juicio, podíamos entrar», explicó Marafioti. Sobre el accionar judicial, si bien reconoce que es atípico, Felicitas aclaró que «el juicio se alargó por Aldana, no por la Justicia. Quiere seguir psicopateando, no solamente a niñas de 13 o 14 años, que lo hizo, sino a todo un tribunal y los abogados extendiendo los tiempos con excusas. Eso hizo que tarde un año un juicio que tendría que haber tomado tres o cuatro meses. Fue un juicio con agonía. Se decía ‘la próxima audiencia va a pasar esto’ y el tipo te salía con un martes 13. En ese sentido, la Justicia nos escuchó. Sentí que nos escucharon. El día que fui a declarar me dijeron que todo el tiempo era para mí, que si quería podía parar. En un momento paré porque tenía ganas de vomitar y me levanté y me fui al baño mientras estaba declarando y me dejaron hacerlo. Nadie me juzgó ni dijo nada. En ese sentido fuimos cuidadas. Cuando había preguntas desubicadas del abogado de Aldana, el tribunal lo paraba o le pedía que reformule».
Aprender a vivir desde el corazón
«El abusador, para poder abusar, te hace creer a vos que estás provocando, eligiendo y haciendo todo lo que el tipo hace. Si no, no puede ultrajar. Te genera culpa. Yo, por muchos años, me sentí sucia con mierda de él. Yo, y me animo a hablar por las chicas, sentimos que de a poco estamos soltando esa data de mierda que tuvimos por años y empezando a liberarnos realmente de muchos años de sufrimiento, de pasarla mal, de sentirnos mal con nosotras mismas, autoestima baja, de tener un concepto del amor erróneo, totalmente erróneo. Hoy estamos aprendiendo de a poco a poder vivir realmente desde el corazón. Lo que deseamos y queremos es estar tranquilas con nuestras vidas y creo que, cuando termine esto, va a ser liberador», reflexionó Marafioti.
Además, habló sobre cómo enfrentar la culpa que buscan impartir los abusadores como Aldana: «Primero lo trabajé en terapia. Mi terapeuta me abrió los ojos. Yo lo contaba como algo que me había pasado normal. Lo tenía muy normalizado. No lo hacía carne, porque si lo hacía carne, si lo hablaba con la gravedad que tenía… no podía verlo grave porque el tipo me había dicho toda la vida que estaba bien. También me comí esa película. Cuando empecé a trabajar lo que Felicitas quería, lo que a Felicitas le gustaba, lo que Felicitas elegía, ahí me empecé a dar cuenta de que no había elegido nada», explicó. «Ahí empezó un proceso de entender y verme en situaciones totalmente humillantes con esta persona, con gente con la que no hubo consentimiento, cosas muy horribles. Con el tiempo, cuando pasó lo de Mailén (Frías, acusó a José Miguel del Pópolo, cantante de la banda La Ola Que Quería Ser Chau, por dos violaciones), ayudó a que esto explote y se destape la olla. Yo ya había hecho el blog de nombre Ya No Nos Callamos Más siguiendo la pancarta de Ariell (había escrito la frase en un escrache improvisado a El Otro Yo en un recital)», contó sobre cómo las hoy querellantes se comunicaron, primero, indirectamente..
«Así fue que nos unimos, y escucharnos entre nosotras fue decir ‘no estoy loca’ ¿Sabés los años que pensamos ‘estoy loca’, ‘no me voy a querer nunca’? Muchos años de terapia, tratando de subsanar eso. No era nuestra mierda, era la mierda del otro. El feminismo también me abrió la cabeza de una manera, no soy la misma Felicitas cuando empezó todo esto que ahora. Tengo otra manera de ver las cosas y estoy agradecida totalmente al feminismo y a las compañeras que estamos en la lucha por que esto salga a la luz y sigan hablando las pibas. Ari hizo la pancarta a principios de 2015. En octubre de 2015 yo hice el blog (Ya No Nos Callamos Más) y en abril de 2016 fue lo de Mailén. Ya estaba todo hecho para que explote. A Ariell no la conocía, no había hablado en mi vida, pero usé el nombre que había usado ella como diciendo ‘che, acá tenés otra piba que pasó lo mismo'», explicó.
Sobre las expectativas, Marafioti se posicionó: «Creo en la verdad. Con los actos que está haciendo esta persona demuestra él mismo que no tiene con qué defenderse. Ni habla de nosotras, no terminó de declarar aún pero sólo habla de Ariell, no se hace cargo de lo demás. A la larga o a la corta se le va a venir en contra, la verdad va a salir. En ese sentido estamos tranquilas. Una fue, dijo la verdad, no me voy a desesperar por eso. Me hubiese gustado poder escuchar de la boca de él que se haga cargo pero no lo va a hacer. Estas son las consecuencias. En ese sentido estoy tranquila, sí estoy ansiosa por que den la sentencia. Espero y deseo que termine lo antes posible».