Patricio Eleisegui explica cómo funciona la extracción de litio en Argentina
Por LR oficial en agroecología, agronegocio, Eleisegui, extractivismo, Litio, Medio Ambiente, mineria, minería a cielo abierto, Nacionales, Patricio Eleisegui
El periodista Patricio Eleisegui, en su columna mensual en el programa A mí no me importa de Radio La Retaguardia, habló acerca de los proyectos de extracción de litio en Argentina, como una forma más del modelo extractivista. Además, contó algunas de las consecuencias ambientales que tienen este tipo de prácticas en nuestro país y evidenció las responsabilidades políticas que conlleva su aplicación. (Por La Retaguardia)
🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero
✍️ Redacción: Julián Bouvier
💻 Edición: Diego Adur
Los métodos de extracción de litio, llamado también «oro blanco», que se utilizan en nuestro país son altamente nocivos y contaminantes para toda la región. El periodista especializado en medioambiente, Patricio Eleisegui manifestó que Bolivia, Argentina y Chile, reúnen hoy más del 70% de las reservas mundiales de este metal, que se utiliza básicamente para toda la tecnología que empleamos a diario: celulares, computadoras, tablets y demás. “Es importante remarcar, ante el discurso del ‘vos te quejas de eso, pero estás usando celular’, que alrededor del 20, 30% de litio que se extrae se utiliza para la electrónica hogareña. Todo lo demás, el 70, 80% va a parar a BMW, a Audi, a las grandes compañías automotrices que están generando el ‘auto verde’ para el primer mundo, a costa de destruir el tercer mundo, como pasa siempre. Es decir, estamos hablando de un problema muy grande porque esta es una industria que está depredando estos recursos, mucho más que en los casos de las tecnologías hogareñas”, explicó el autor de los libros Envenenados y AgroTóxico.
El periodista explicó cuáles son las dos variedades principales de extracción de litio: «Primero, está el litio de roca, que es más caro de extraer. En Argentina se encuentra en Córdoba. Y después, está el de salares, que para las mineras es más fácil y barato de extraer», informó. «Argentina, Bolivia y Chile tienen mucho litio sobre todo en la zona de los salares de la Puna, y ahí es donde se está llevando a cabo este desastre, amparado en la lejanía de los territorios, con provincias permeables y cómplices de las acciones de estas empresas. Son territorios habitados por pueblos originarios, que como sabemos, nunca son respetados», contextualizó.
Sobre la «sustentabilidad» del litio, Eleisegui aseguró que este concepto es uno de los más viciados de la última década: «Hoy decir que algo es sustentable está lejano a bajar el uso de los recursos, de no utilizarlos cuando no sean necesarios y reemplazarlos por otros menos dañinos. En el caso del litio, es el elegido por las empresas automotrices y por las grandes industrias de la tecnología como el reemplazo de los combustibles fósiles. Están viendo que la tendencia va para ese lado y obviamente no quieren perder el mercado. Entonces son los grandes consumidores de este litio, que se utiliza en gran medida de forma experimental», aseguró. Y agregó: «Hay un científico del Conicet, Germán Lener, que viene investigando sobre este tema y explica cómo en Europa (donde trabajó) hacen pruebas mínimas de laboratorio con litio de Argentina, porque les es un producto barato, sin tener en cuenta del desastre que se genera al recurrir a ese material. Entonces promueven autos, que no sabemos si algún día llegarán a nuestro país, desde una promesa enarbolada por las gestiones de gobierno, lo cual lo hace más preocupante aún. Tenemos Ministerios que hablan de las bondades del litio, de la ley de electromovilidad para estimular vehículos basados en estas tecnologías. Y de fondo lo que tenemos es infinidad de proyectos que se están instalando en los salares, los que ya están funcionando, una técnica de extracción realmente muy violenta, depredatoria de estos espacios, y al mismo tiempo una salida de recursos sin valor agregado, ni mucho menos. Así que no tiene sustentabilidad económica, financiera, y mucho menos ambiental», denunció.
El periodista especializado en temáticas ambientales aseguró que el peor de todos los modelos de extracción de litio es el que se utiliza en Argentina. “Se bombea el líquido que está debajo de los salares, lo que se le llama ’salmuera’, que incluye litio entre otros minerales. Se coloca en piletas, se va secando hasta generar ese cristal final, que es justamente de litio”. Y expresó: “Si buscan ‘oro cobre’ en Google, se pueden ver en la página oficial del proyecto esas piletas de la Puna donde bombean la salmuera. Este proceso es fatal para toda la zona, para la biodiversidad y para las poblaciones, porque justamente están sacando toda el agua que hay en la región. Y el salar, me comentaba Ariel Slipak (Economista por la Universidad de Buenos Aires) tiene un proceso natural de llenado, que cuando se desocupa, recurre al agua cercana para ocupar ese espacio y volver a llenarse, consumiendo todo el acceso de agua de las comunidades. Entonces quizás estas mineras no están sacando el agua directamente de los pueblos, pero al vaciar el salar, liquida las poblaciones con sus floras y faunas”.
Patricio marcó la diferencia en la extracción de este metal con otros países de la zona: “En Bolivia, por ejemplo, se trabaja de otra manera. Existe cierta protección de los recursos. El mineral del litio está considerado un recurso estratégico, protegido por ley. Hay otras políticas vigentes en el país vecino. Y como acá no, estas empresas se están aprovechando”, razonó.
Eleisegui explicó cómo se da el proceso de separación de minerales y cuáles son las consecuencias que puede generar en lo ambiental. «Para generar los cristales de litio, en la separación de minerales se utilizan muchos químicos, como en todos los procesos de minería a gran escala. Esto redunda en un lodo químico que ninguna empresa declara qué es lo que hace con él, asegura Slipak. Y los otros minerales que salen, como Potasio, Boro, no están declarados y no sabemos si quedan ahí como residuo, o si la empresa los está exportando de manera ilegal, como se ha comprobado en otras explotaciones». Y expresó que «lo que se hace es bestial y en el propio canal de YouTube del proyecto minero lo muestran como un proceso de desarrollo».
En relación al debate coyuntural sobre el extractivismo y el discurso oficial, dijo: “Siempre es más fácil caerle y criticar estas cosas a los gobiernos de derecha. Cuando lo hacía el macrismo todos íbamos con un palo, merecido por supuesto. Pero con el cambio del signo político, parece que toda crítica está de más y esta gestión de gobierno tiene realmente un equipo de intelectuales trabajando en la deslegitimación de todo tipo de oposición, de crítica o de pedido de respuesta, que es en definitiva lo que se está haciendo a partir de nuestro trabajo. Buscar respuestas sobre lo que se está generando en estos sentidos. Y hay un aparato desde el Estado que siempre intenta ridiculizar cualquier tipo de cuestionamiento, cerrarse a no dar ninguna respuesta. Y esto habla de un doble discurso, porque existe una continuidad clara de un modelo extractivista, que se está profundizando de manera alarmante. Y es particular que mientras la situación del litio avanza, se busca minimizar y plantear esto como un ‘proyecto verde’. La cartera de Desarrollo Productivo (a cargo del ministro Matías Kulfas) dice que nosotros estamos en contra de las energías renovables, cambiando el eje de la discusión”. Y concluyó: “Seguimos viendo cómo se expande este saqueo. Están licitando el mar, están tratando de profundizar Vaca Muerta. La matriz convencional continúa. Lo peor es que se está ampliando a otras actividades que se están dando cuenta que generan más regalías”.