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8º Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil: ahora que sí nos ven

Por LR oficial en CABA, gatillo fácil, marcha nacional contra el gatillo fácil, represión estatal, Violencia institucional

En la tarde del viernes se realizó la multitudinaria marcha que todos los años repudia la violencia estatal y denuncia el sistemático crimen de nuestras pibas y pibes a manos de las fuerzas de seguridad. Crónica de una marcha que (lamentablemente) no para de crecer

Redacción: Juan Ciucci / Antonella Álvarez – (Revoluciones)
Edición: Fernando Tebele (La Retaguardia)
Fotos: Natalia Bernades (La Retaguardia) / Eva Soares (FM Riachuelo)

Cobertura conjunta de La Colectiva Radio / FM Riachuelo / Revoluciones / La Retaguardia

Desde las 14 horas del viernes, familiares, organizaciones sociales y políticas fueron reuniéndose frente al Congreso Nacional para iniciar una nueva Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. Esta octava edición sumó dos objetivos puntuales: ponerle rostros a los asesinos para que la ciudadanía conozca su accionar, y denunciar la invisibilización que desde el Estado y los medios tradicionales de comunicación se les da a estos casos y a la Marcha. Por eso portaban carteles con la foto del asesino de su hijo, hija, hermana, amiga. Los arrojaron con toda sus broncas frente a Casa Rosada, a través  de las rejas. Allí, Emilia Vassallo, madre de Pablo Paly Alcorta, víctima de gatillo fácil  en Morón durante 2013, dijo: “Ahí les dejamos el rostro de los asesinos de nuestros pibes, porque gobierne quien gobierne el gatillo fácil es una política de Estado”.

No es fácil este día, esta Marcha. En cada jornada de protesta contra el gatillo fácil, habitar las calles y la Plaza es también reencontrarse con el recuerdo de quienes les (nos) faltan, y de la impunidad de la que gozan los responsables materiales y políticos. “Vengo con mucha bronca, con ganas de llorar, pero también de no rendirnos jamás, de siempre mantenernos de pie por nuestros pibes”, indicó Roxana Cainzos, madre de Nehuen Rodríguez, asesinado por dos policías que conducían una patrulla policial a contramano en Barracas en 2014. Durante la transmisión de TV colectiva en vivo que realizamos desde FM Riachuelo, La Colectiva, Revoluciones y La Retaguardia, dio muestras de que se mantiene firme porque desde la lucha es que se puede encontrar la fuerza que hace falta ante una realidad en la que “cada vez vemos más familiares, más pibes muertos en todo el país”. La misma realidad en la que se profundizan “las diferencias de oportunidades para nuestros jóvenes, que lleva a la estigmatización y la muerte”.

Carolina, mamá de Lucas Cabello, quien sobrevivió a un caso de gatillo fácil en La Boca en 2015, reconoció que siente “el dolor de todos los familiares, pero también la lucha y el compañerismo entre todas y todos que es muy importante para que podamos estar acá, para concientizar y poder proteger a nuestros pibes”. Para ella es fundamental invitar a participar de la Marcha, porque “no hace falta que nos pase para salir a luchar”. El fin último es que no vuelva a pasar, que nadie tenga que vivir lo que ellas han vivido, y desde allí construyen con amor pero también con mucha garra. “Nos interesa cuidar a la juventud”, agregó.

“Queremos parar el asesinato masivo de jóvenes en Argentina, porque si bien no existe la pena de muerte, hay un guiño desde el Estado para permitir la ejecución de jóvenes, travestis, lesbianas, pueblos originarios”, denunció Gustavo, padre de Natalia Melmann, quien tenía 15 años cuando fue víctima de un femicidio en Miramar durante 2001. “Ser joven en Argentina significa poder ser vulnerable a ser asesinado por la bala de la policía”, agregó, ya que “hay policías que disfrutan con el asesinato de nuestros jóvenes”.

La Marcha es un espacio de encuentro, de acompañamiento. En ella las diversas luchas se van conectando, hermanando. Sergio Maldonado también caminó las cuadras desde Congreso a la Plaza de Mayo: “Siempre que nos juntamos los familiares en la calle es para manifestarnos, para que no se repitan los hechos, para que se termine la impunidad”. Un pedido común, ante diversos crímenes que el Estado ha perpetrado, y que la lucha permitirá un espacio de denuncia común. “Que algún día podamos decir nunca más pero de verdad”, sumó el hermano de Santiago Maldonado, víctima de desaparición forzada hace 5 años mientras se solidarizaba con la lucha mapuche.

“En toda la Argentina hay casos de Gatillo fácil y todos nuestros pibes muertos son pibes de trabajo o de barrios vulnerables, y no es una casualidad”, dijo Jorge, padre del Bocha Rego. “Es un país capitalista que defiende a la gente de plata, los que nos tendrían que proteger terminan matando a nuestros pibes”, denuncia Jorge. Su hijo fue asesinado en un control vehicular en Parque Patricios.

“En este día salimos a la calle la verdad que con angustia, pero también para que vean los demás que estamos de pie, que no claudicamos, porque somos la voz de nuestros hijos”, dijo Angélica, madre de Jonathan Kiki Lezcano, víctima de una bala policial que lo dejó agonizando mientras su asesino lo filmaba extasiado. “El gatillo fácil es pena de muerte para los pibes de nuestros barrios”, sentenció, conocedora como pocas de lo que es luchar por justicia y no poder encontrarla en los juzgados argentinos. A Kiki se lo extraña desde 2009.

Son solo algunas de las voces que se escucharon en la Marcha, y que luego coparon el improvisado escenario en Plaza de Mayo para contar casos nuevos, volver a compartir sus historias, llorar en conjunto por quienes faltan. “Me subí porque me gustaría que lo nombren como al resto de los pibes”, pidió la tía de Chaio, que habló por primera vez en el escenario porque la policía mató a su sobrino hace 6 meses. Hay momentos en que la angustia las invade, y en los que el dolor que las familias transitan parece inmovilizarlas. Pero es en esa fuerza que se les ve surgir, en esa impensada alegría que también aparece para darse ánimos y avanzar, desde donde se construye esta Marcha. En el grito de “justicia”, de “presentes”, de cada nombre que retumba en la histórica Plaza, se afianza cada año el reclamo que impulsa a continuar la pelea contra este genocidio silencioso que sigue enlutando cada vez a más familias. La Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, lejos de quedar como un espacio estático, cada vez tiene más víctimas que se suman. En esa fuerza que crece, se nota también que la problemática está lejos de quedar en el pasado.