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La Retaguardia

«El de Rafael Nahuel es un típico caso de Violencia Institucional»

Por LR oficial en Derechos Humanos, Rafael Nahuel, represión estatal, Santiago Maldonado, Violencia institucional

El martes 15 de agosto comenzó el juicio por el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel a manos del grupo Albatros, en 2017, durante la represión a una comunidad en Mascardi. Rubén Marigo, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que querella en la causa, pasó por La Retaguardia y comentó sobre el juicio. 

Entrevista: Fernando Tebele
Redacción: Julián Bouvier
Edición: Fernando Tebele
Foto: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia

El 25 de noviembre de 2017, mientras se despedía el cuerpo de Santiago Maldonado en la localidad de 25 de Mayo, llegaban más malas noticias desde Bariloche: habían asesinado a Rafael Nahuel, un joven mapuche, durante la represión a la Lof Lafken Winkul Mapu. Seis años después comenzó el juicio por su crimen. El abogado Rubén Marigo, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bariloche, pasó por La Retaguardia y contó acerca de los primeros pasos de este juicio.

El juicio comenzó el pasado martes 15 de agosto, en General Roca, también llamado Fiske Menuco -alegando para este cambio de nombre que Roca fue el genocida del pueblo Mapuche-, en la Patagonia Argentina: «Hemos vuelto a plantear que el juicio no se puede hacer a 600 kilómetros de Bariloche, que es el lugar donde fue asesinado Rafael, donde vive su familia, que son las víctimas en este juicio. Tener que viajar mil y pico de kilómetros ida y vuelta, con los gastos que ello implica, es una locura. La idea del tribunal es que no haya movilización, que no sea un juicio oral y público. La familia de Rafael es muy humilde, no cuenta con computadoras, con wifi. Se les hace imposible tener acceso a la Justicia, que es lo que prevén los tratados internacionales, sobre todo cuando se dan casos en los que la violencia la ejercen las instituciones, como con Rafael asesinado por la espalda por el grupo Albatros de Prefectura Naval Argentina», dijo el abogado.

Los imputados en este caso son: Francisco Pintos, quien en la primera pericia aparecía como el autor del disparo, Sergio Cavia, Juan Obregón, Sergio García y Carlos Sosa.

«La primera pericia fue determinante: la bala había salido del arma de Pintos. Luego, ante la negativa de Pintos, el Juez Villanueva lo remite a Gendarmería, la misma que había actuado en el caso Maldonado. Sin la participación de nuestros peritos, se hizo una nueva autopsia donde decía que la bala no salió del arma de Pintos. Con lo cual, terminamos yendo a una tercera pericia en Salta. En este tercer peritaje, el resultado es que la bala no salió del arma de Pintos, sino de la de Cavia, otro de los prefectos. Igualmente, para nosotros, sea Cavia o sea Pintos, el asesinato fue por parte de esa fuerza de seguridad y, por lo tanto, es un caso típico de violencia institucional, que además tiene su origen en la política de Bullrich, del invento del «enemigo interno de la RAM», que moviliza y defiende los intereses extractivistas e inmobiliarios de esa zona», contó Marigo. La actual candidata presidencial por Juntos por el Cambio era en ese momento la ministra de seguridad del gobierno de Mauricio Macri.

La APDH tiene una participación activa en las causas por crímenes de lesa humanidad y reconocen similitudes en la actitud de las defensas de esos juicios, con las defensas de este caso: «Acá hay dos actitudes claras: la de la fiscalía, que coincide con la defensa de los asesinos, de que esto es un homicidio (porque no lo pueden evitar), pero en exceso de legítima defensa, partiendo de la base de que hubo un enfrentamiento. Nuestra postura clara de las tres querellas, tanto la APDH, como la de los padres y la de la Secretaría de Derechos Humanos, es que no hubo ningún enfrentamiento. Hubo más de 130 proyectiles, solo pertenecientes a las armas de Prefectura. Del otro lado se defendieron con piedras. Todos hablamos del asesinato de Rafael, pero hubo otros dos chicos que recibieron balazos y sobrevivieron por suerte. Porque los Albatros son un cuerpo especial, que saben tirar. Esperamos de este juicio que la gente entienda, que escuche las declaraciones de los testigos, sobre todo la de Lautaro Gonzalez Curruhinca y Fausto Jones Huala que fueron quienes bajaron a Rafael de la montaña. Para nosotros todos son responsables, todos dispararon a matar, por eso denunciamos coautoría y que todos son participes necesarios de un homicidio doblemente agravado por ser fuerzas de seguridad, por ser con armas, y yo sostengo que también hay un agravante que es la discriminación hacia el pueblo mapuche».

La familia y amistades de Rafael, junto al pueblo mapuche que acompaña esta lucha por justicia, esperaron este juicio durante 6 años. «La voluntad de Graciela y Tito, los padres de Rafael, es lo que mantiene viva esta lucha por Justicia. Yo los conozco desde ese 25 de noviembre, que ya los empecé a acompañar. Su esperanza y su lucha nos llena de fuerza. Ayer el padre se paró en el juicio y les exigió a los jueces que los Albatros den la cara, ya que estos dieron testimonio vía zoom y no presencialmente. Es importante el apoyo que estamos recibiendo de militantes, asociaciones y partidos políticos», concluyó el integrante de la APDH.