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Facundo Astudillo Castro


Lo dijo Cristina Castro, la mamá de Facundo Astudillo Castro, el joven que desapareció en abril de 2020 luego de que lo detuviera la Policía Bonaerense; su cuerpo apareció tres meses y medio después. Cristina, junto con sus abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto, denunciaron encubrimiento en la causa y aseguraron que existen pruebas para imputar a los cuatro policías sospechados. Las amenazas que sufrió la familia de Facundo. Redacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Nicolás Rosales Facundo Astudillo Castro salió de su casa en la localidad de Pedro Luro partido de Villarino el 30 de abril de 2020 con dirección a Bahía Blanca para visitar a su novia. Nunca llegó a destino. Fue retenido por la policía por violar el aislamiento social por la pandemia de Covid-19 y estuvo desaparecido hasta agosto, cuando apareció su cuerpo. “Necesito justicia” Cristina Castro, la mamá de Facundo, dijo que siguen “como el primer día buscando justicia” por su hijo. “El hecho de que estemos acá es por el parate que ha tenido la causa. No me parece que tenga que cambiar el gobierno y la Justicia para que esto avance, porque creo que son cosas que tienen que ir por separado. Es insostenible seguir buscando respuestas que no tenemos, porque la causa está plagada de pruebas a nuestro favor. A nosotros nos negaron una prueba que es muy importante, el entrecruce de llamadas (entre las y los oficiales de policía). Para mí el tiempo que pasó es muchísimo, quizás para la Justicia no. No tener imputados detenidos es como que no están tomando el pelo”, dijo. “Nuestras familias han recibido amenazas. Desde la Justicia nos avisaron que recién están preparando las indagatorias. Yo necesito justicia porque necesito seguir con mi vida, que se acelere la causa porque hasta ahora nadie nos ha dado respuestas”, exigió la mamá de Facundo.  Cuando sobran las pruebas Por su parte, el abogado Leandro Aparicio habló acerca de las pruebas del caso: “Tenemos pruebas en cantidad y calidad que nos permiten decir que Facundo fue desaparecido por la Policía de la Provincia de Buenos Aires”. Aparicio contó que, tras un análisis a los teléfonos de las y los policías bonaerenses Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca, Siomara Flores y Alberto González, se pudo saber que cuando Facundo fue detenido por Sosa, el policía se comunicó con una teniente de apellido Delgado que le respondió que “si se hace el pajero, bajalo”, expresión que implicaba llevarlo a la comisaría.  El abogado detalló lo que descubrieron a partir de la geolocalización y otras pruebas: “A los minutos, el patrullero de Sosa se va a la comisaría. También en el auto de González se encontró un pelo compatible con el ADN de Facundo y dentro de la comisaría también. Ahí también, no casualmente aparece en escena la famosa testiga H, que dice que llevó a Facundo en su auto”. Operación Sergio Berni y Germán Sasso Para los abogados de Cristina Castro hay un aparato que garantiza la impunidad, y así lo mencionó Aparicio: “Se arma una operación ejecutada por Berni y su operador, el periodista Sasso, que cada vez que aparecía el ministro de seguridad aparecía opinando del caso, que tuvo acceso al expediente que nosotros no lo teníamos. Nosotros denunciamos a Sasso, el periodista ‘La Brujula 24’, del grupo La Nueva (ex Nueva Provincia), y a las autoridades de la municipalidad de Villarino. Entendemos que lo que se ha intentado hacer hasta ahora es atacar a Cristina, a los peritos, a los testigos. De hecho, una de las últimas noticias es que los testigos mintieron”. Para Luciano Peretto, el otro abogado de la familia de Facundo, la causa está impune. “Es una deuda social para parte de la sociedad el poder saber en qué quedó la causa. No queda nada por probar dentro del complejo delito en el que la causa está inmersa, que es el de desaparición forzada. Hay 107 días de bache, que son los días en los que Facundo estuvo desaparecido y donde hemos podido probar el día efectivo que desapareció, el vehículo en el que se trasladó su cuerpo, el lugar donde estuvo detenido, y que desecharon el cuerpo en el cangrejal después de los movimientos que se produjeron intentando borrar las pruebas y limpiar lugares.  Es necesario avanzar en las imputaciones y no en soledad, sino con el acompañamiento del Estado”, planteó.  Margarita Jarque, de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), querellante en esta causa, planteó la importancia de que el caso haya pasado de la Justicia provincial a la federal. “También sabemos que la propia policía ha generado hostigamientos a conocidos de Facundo, y a su familia con allanamientos, amenazas y detenciones ilegales. Fueron muy graves y vinieron a demostrar el interés por el ocultamiento y el desgaste”, dijo. “A nosotros no nos cuida nadie. Nos cuidamos entre nosotros”, agregó Cristina Castro. Jarque recordó que la jueza María Gabriela Marrón fue denunciada por mal desempeño y la apartaron de la causa.  La lucha de Cristina y la familia de Facundo Astudillo Castro también es acompañada por Amnistía Internacional. Esta charla de los abogados y Cristina Castro, también acompañada por Jarque, fue a finales de agosto en las oficinas de Amnistía. Paola García Rey, directora adjunta, dijo: “Creemos más que nunca que este caso tiene que salir de la sombra, la oscuridad y el letargo en el que se ha sumergido en los últimos tres años. La idea es demostrar el estancamiento de la causa teniendo en cuenta lo que se viene, sobre todo lo que tiene que ver con los discursos de derecha. Porque Argentina tiene enormes desafíos en materia de derechos humanos y como organismo junto a otros tenemos en cuenta y lo venimos alertando: la incapacidad que tiene el Estado en avanzar en este tipo de casos. Las falencias que hay en la búsqueda de personas hayan o no intervenido las fuerzas de seguridad”.

Facundo Astudillo Castro cumpliría 23 años. Cristina Castro, su mamá, pasó por el programa Hora Libre de Radio La Retaguardia y en una extensa entrevista dejó sus impresiones sobre la causa judicial. “A mi hijo le torturaron en plena democracia”, dijo. Criticó a la Justicia y contó lo que vivió cuando se enteró de que a su hijo lo habían torturado. Entrevista: Natacha Bianchi/Matías Bregante/Rodrigo FerreiroRedacción: Nicolás RosalesEdición: Fernando TebeleFoto: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia —Sabemos que este tipo de fechas siempre son complejas para las familias y que es una semana difícil. Por eso te agradecemos aún más estar al aire, ¿ cómo estuviste estos días?  —En familia. Me refugio en los míos, mi vida está en pausa. Lo digo siempre. Mi vida está en pausa desde el 15 de agosto de 2020 cuando encontré el cuerpo de mi hijo. Pero siempre me refugio en los míos, en los sinceros, en los que sé que están, que van a estar, en los que me ven que se caen las lágrimas y no me preguntan por qué, en los que van y te abrazan.  Entonces estoy muy refugiada en eso. Hoy es el cumpleaños de Facundo. Son fechas que nos duelen muchísimo porque no está. No me puedo quejar. Para esta fecha ya debería estar correteando a mi hijo para ver qué carajo quería que le regale para su cumpleaños. Porque lo mío ha sido estar toda su vida sin perseguirlos para ver que querían. Cada año me salía con una locura distinta y no era muy distinto a sus hermanos. Yo en esta época, en vez de estar llorando, tendría que estar correteando a mi hijo para ver qué quería para su cumpleaños, y no lo puedo hacer, eso me da mucha impotencia. Me da mucha tristeza, me da mucha rabia. Mucha bronca de que sus asesinos estén sueltos por ahí gozando de un sueldo que les paga el Estado y que les pagamos nosotros. Cuando hablo de Estado me refiero a nosotros, porque con nuestros impuestos pagamos esos sueldos de personas asesinas que también son padres y que en ningún momento se pusieron en los zapatos de una mamá.  —Han pasado más de dos años de su desaparición. Estuvo más de 100 días desaparecido. ¿Qué ha pasado judicialmente en el medio? Y políticamente también… —Judicialmente, de todo. Hoy tenemos la certeza de que la Policía estuvo involucrada en su desaparición. Hoy tenemos la certeza de que a Facu lo desapareció y lo mató la policía bonaerense de Villarino. Pero en el medio hubo de todo. La salida del fiscal Ulpiano Martínez. Hay que recordar muchas veces que se retiró alegando violencia moral. Más inmoral que él, no existe. Después tuvimos que apelar a Casación para poder sacar a la jueza. La gente de Casación nos dio un juicio muy favorable, donde ellos mismos nos están diciendo que la jueza no pareció imparcial nunca, sino que tampoco intentó serlo, que ni siquiera disimuló por no hacerlo. Era la mejor abogada que tenían los policías. Todo esto nos fue retrasando el periodo de la etapa probatoria con tantos cambios.  Llegamos al segundo aniversario de la aparición del cuerpo de Facu y jura uno de nuestros fiscales al que realmente yo le había depositado toda mi confianza, una persona íntegra, honesta y que estaba todo el tiempo comunicado con las dos querellas, no solo con la querella familiar, como dice el doctor Andres Heim, que hoy es juez (de Pehuajó). Hoy  ponen a otro fiscal (Alberto Gentili), que lo conocí ayer. Me hubiera gustado conocerlo presencialmente, mirarlo a la cara a ver con qué intenciones llegaba y que tenía para aportar a la causa. Pero lamentablemente sus tiempos no son los míos. Y bueno, ellos tienen otras obligaciones. También recuerdo que los fiscales están pagados por el Estado y nosotros que tenemos que hacer muchísimo sacrificio, muchísimo, muchísimo para poder llegar. Yo me muevo de acá a la fiscalía y son 120 kilómetros de ida, 120 kilómetros de vuelta, con lo que eso conlleva. Es muchísimo sacrificio que hacemos. No nos quejamos, ellos sí, porque no tienen tiempo. Lamentablemente estoy así, en un impasse, no aguantar nada a nadie, ni siquiera a los fiscales que me digan que esto no y esto no.  Y ahora esperar a ver cómo se sigue con este nuevo fiscal de la Procuraduría con lo eso significa. Y tendré que mirarlo a los ojos, como he hecho con cada uno de los que están en la causa de mi hijo, para saber y poder decirles si es confiable. Le hemos dado la bienvenida y nos hemos puesto a disposición de él, porque me parece que trabajar en conjunto es lo ideal. Me gustaría que todo fuera más rápido y podamos ya terminar este año con todas las medidas probatorias. Poder pedir la detención e imputación de por lo menos cuatro policías implicados en la muerte de Facundo.   —En este último año, ¿ha habido alguna respuesta del poder político, algún acercamiento, alguna línea, o algún tipo de intención de acompañarlos en el proceso judicial?  —Ninguno, absolutamente ninguno. Es más, estos años de etapa probatoria hemos lidiado con muchas cosas. Inclusive hemos tenido que tomar parte en otra causa, donde se juzga a personas narcotraficantes. Nos habían involucrado con una de las protagonistas de esta causa donde los testigos se han presentado automáticamente. Otros se han presentado por voluntad propia y porque al ver el nombre de Facundo se presentaron, buscaron la forma de poder ingresar, poder declarar y lo único que han declarado es que todo lo que lo que dice ahí son mentiras, que la chica ala que asocian con Facundo como su novia, no lo conocía ni de vista, ni de cerca, ni de nada. Lo conoció únicamente viendo la televisión y sabiendo quién era Facundo; su madre, que está presa declaró exactamente lo mismo. Lo que nos quieren involucrar es la Policía Bonaerense. Dimos por tierra eso para que coincida con los dichos policiales, los

La periodista Adriana Meyer presenta su nuevo libro Desaparecer en Democracia. En él detalla los casos de desaparición forzada a partir de 1983. En entrevista durante la transmisión de los juicios de La Retaguardia, contó el porqué del libro y cómo influyó el caso de Facundo Astudillo Castro para su publicación. El rol de los medios de comunicación en estas causas. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Paulo Giacobbe ✍️ Redacción: Agustina Sandoval Lerner 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Captura de pantalla Transmisión La Retaguardia Editado por Marea, Desaparecer en Democracia, el nuevo libro de la periodista Adriana Meyer, reúne casos de desaparición forzada ocurridos desde 1983 y analiza la trama de participación estatal, que va desde actores  policiales, políticos y judiciales.  Al finalizar parte del alegato de la fiscal Gabriela Sosti, en el marco de la televisación del juicio por crímenes de lesa humanidad  conocido como Megacausa Campo de Mayo, Meyer comienza explicando su libro y cómo se relaciona el pasado con el presente: “El origen, la semilla de esto es después de la segunda desaparición de Jorge Julio López. Porque desaparece en dictadura y vuelve a desaparecer en democracia después de haber dado su testimonio. Claramente, las desapariciones que vinieron después, que mi libro recorre y anticipa, que son más de 200 las que están documentadas, es una cifra alta que amerita en todo caso dedicarle un libro completo. Y eso, precisamente, fue lo que me hizo pensar que había algo que se repetía, que había un modus operandi”.  La periodista también dio cuenta del cambio del sujeto social a perseguir desde el Estado: “La mayoría de las que vinieron no tuvieron la clara intencionalidad política que la de López. Podemos decir, en términos generales, que la víctima mutó; en todo caso, ya no era como en la dictadura, sino chicos jóvenes, de barriadas y pobres. Pero también hay casos vinculados a la trata. Están los militantes de La Tablada. Está Osvaldo Sivak, que comparte la doble desaparición, no las razones políticas, las razones meramente económicas, porque la patota que desaparece también hacía secuestros extorsivos, y eso aparece en el libro. Cuando vos les preguntas a algunas personas, por ejemplo, de La Bonaerense, gran desaparecedora, te dicen que a ellos ni siquiera les importa si era militante, si estaba a favor de los mapuches en el sur”, señala y profundiza con foco en “la caja”. “Por lo menos en territorio bonaerense van por la tarasca, esa frase que fue dicha y repetida tanto por Marcelo Saín como por Alejandro Incháurregui, alguien que sabe mucho de este tema, es nada más y nada menos que el Director de Personas Desaparecidas de la Provincia de Buenos Aires desde siempre, salvo en el macrismo, y fue el perito de parte de la familia Maldonado. Él también coincide en que la cana desaparece por plata. Entonces, un poco la recorrida es esta, haciendo la salvedad de que no estamos hablando de las personas desaparecidas por asuntos psiquiátricos, ni de los niños desaparecidos que se perdieron, ni de las mujeres que se escapan de un hogar violento y desaparecen del mapa. No estamos hablando en mi libro de personas extraviadas. Estamos hablando de desaparición forzada en democracia”, indica.  —¿Qué rol ocupa en la decisión del libro el caso de Facundo Astudillo Castro, que estuviste cubriendo?  —Con Facundo pasó algo parecido a lo que me había pasado con Santiago. Cuando desaparece Santiago Maldonado y yo hablo por primera vez con Verónica Heredia (abogada de la familia), la conversación fue: “no puedo creer que esto esté pasando de nuevo”. Y esto es un trágico dramático deja vú. Volviendo a que los gendarmes digan “éramos cuatro”, cuando fueron más de trescientos. Cuando pasa lo de Facundo, fue decir esto sigue pasando, entonces ameritaba darle un enfoque y encontrar esos hilos de continuidad. Y con Facundo hay algo particular: él desapareció en un contexto, donde a raíz de la pandemia, quizás hasta acertadamente, el gobierno de turno necesitaba controlar la circulación. Pero, ¿qué pasa? ¿Le estamos dando el control de la circulación a quien? ¿De qué manera? ¿Con qué herramientas de control se lo damos a esa policía? Bueno, lo dicen las cifras… Alguien, en esos días donde todavía no había desaparecido ninguna persona, pensó en hablar de una policía del cuidado, una policía que nos cuide. Y la verdad es que, de las 411 personas asesinadas a manos de la fuerza de seguridad en ese año, el 70% ocurrió en la primera fase del aislamiento social preventivo y obligatorio. Y antes de que nos enteráramos del caso de Facundo, lo desaparecieron a Luis Espinoza en Tucumán. Entonces ahí fue donde, después de cubrir exhaustivamente el caso Espinoza, donde podemos decir que hubo un caso modelo de la trágica desaparición de persona: lo mató la policía, encubrió, le mintió a la familia y lo tiró en otra provincia. Si eso no es la dictadura, con perdón de la exageración, ¿qué es? Funcionaron algunos reflejos oficiales para que eso fuera rápido. Hay un abismo entre el gobierno de Patricia Bullrich y (Mauricio) Macri negando todo. Pero bueno, el desenlace fue el mismo. A la familia de Luis Espinoza no creo que le interese quién gobierna, en todo caso, estarán agradecidos que por lo menos tienen un cuerpo para velar. Y en el caso de Facundo, lo mismo: la intervención de La Bonaerense, mintiendo, altos funcionarios diciéndole a la madre: “le voy a llevar el cuerpo”, y después llevándose toda la data cuando estuvieron por la zona. Por lo tanto, Facundo fue como “acá hay que parar la pelota y barajar y dar de nuevo y poner la lupa en este fenómeno que se repite”.  —En los casos de desapariciones en democracia, como el de Luciano Arruga, Facundo Astudillo Castro o Santiago Maldonado, se evidencia un modo de actuar, dos patas actuando en conjunto, que son un sector de los medios de comunicación y el Poder Judicial. ¿Cómo profundizás esto en el libro?   —Cuando nosotros decimos

Se cumplió un año de la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro y no hay una sola persona presa. Desde el primer momento, Leandro Aparicio, el abogado de Cristina Castro, la mamá de Facundo, explicó que policías, fiscales, jueces, políticos y periodistas son necesarios para la desaparición de personas en democracia. La fortaleza de la madre y la organización como antídoto contra la impunidad. Las dudas del  equipo de la fiscalía  que recusó a la jueza del Juzgado Federal N°2 de Bahía Blanca. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero   📷 Foto de portada: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia “Lo que presumen los investigadores es que Facundo pudo haber ido rumbo a Bahía Blanca por la vía, porque hay una vía del ferrocarril que va costeando”, decía el periodista Germán Sasso, del medio La Brújula, el 18 de julio en C5N. El 30 de abril Facundo Astudillo Castro desapareció. El 15 de agosto fue hallado su cuerpo en un cangrejal. En el medio fue detenido por la Policía de la Provincia de Buenos Aires y llevado a una comisaría.   25 de agosto de 2020:  En la media tarde de C5N, entrevistan a Leandro Aparicio, uno de los abogados de Cristina Castro, la mamá de Facundo, antes de que entre a la ESMA, lugar donde le realizan la autopsia al cuerpo esqueletizado que encontraron en Villarino. La placa a lo largo de la pantalla partida dice que terminó la autopsia. Ni cerca estamos de esa instancia. Aparicio incomoda en vivo y en directo: “Para que haya desaparecidos en democracia es importante también la labor de algunos periodistas” y apunta a Pablo Duggan, figura del prime time de ese canal comercial de noticias. Aparicio dice que algunos periodistas sustentan hipótesis que no sabe cómo acreditan y que desinforman. “Para que haya desaparecidos en democracia es necesaria la policía, por supuesto, son necesarios algunos fiscales, por supuesto, algunos jueces, por supuesto, muchos políticos como (Sergio) Berni, como (Patricia) Bullrich, y algunos periodistas”, agrega Aparicio. Desde el piso defienden a Duggan, que sale al aire vía telefónica: “El doctor Aparicio equivoca completamente el camino, no tiene que mentirle más a la gente. Tiene que empezar a decir la verdad, porque tarde o temprano va a quedar muy mal parado. Cuando se conozca bien todo lo que está pasando en el expediente y sobre todo cuando las hipótesis que lanza todo el tiempo no se van a ver comprobadas en ninguna prueba. Sostiene cosas que no son ciertas, que son falsas. La causa no es tan compleja”, son las primeras palabras de Duggan, que parecería haber llamado para confirmar los dichos de Aparicio.  ——La causa no es tan compleja, es bastante fácil de entender. ——A ver, contame—le retruca el abogado de la familia de Facundo Castro. ——Aparicio dice que la productora rural que lleva en el último tramo a Facundo le plantaron un falso Facundo. Es una expresión temeraria. No tiene ninguna prueba —afirma Duggan, quien en esas pocas palabras relata la versión de la policía de Villarino y da por cierto que Facundo fue retenido pero le permitieron continuar viaje. Además, como si fuera un abogado defensor, intenta descartar una prueba de la querella: “Los tres testigos que supuestamente vieron a Facundo dentro de un patrullero, no pasaron por el lugar, eso está demostrado porque no pasan por el control fitosanitario. Él dice (por Aparicio) que esa prueba está truchada, tampoco aporta ninguna prueba. Él dice lo que tiene ganas de decir y a mí eso me parece poco serio”,sostiene Duggan, dejando poco margen de duda en cuanto al rol que juega.   ——Ah, ¿no soy serio? —le pregunta Leandro Aparicio al mismo momento que exige ir punto por punto—. —No tiene idea de lo que está hablando, esa lectora de patente del kilómetro 714 marca los autos que van para Bahía y los que vuelven. El día 13 la municipalidad manda un informe de que el auto de los testigos está retornando, el día 14 mandan un informe de que el auto de los testigos no está yendo ni retornando. Puedo hablar más de eso, pero no tiene idea de lo que está hablando, no quiero perder más tiempo con esta persona, me voy a trabajar, no tengo tiempo de explicar lo que usted no sabe —responde Leandro Aparicio. Duggan entonces le dice que eso lo tiene que demostrar en el expediente y que no haga terrorismo.  ——¡Terrorismo! ¿Usted me está acusando de terrorista? —dice Aparicio y se va. Entra a la ESMA, a seguir trabajando para esclarecer la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro. Lo último que dice Duggan es: “Lo estoy acusando de terrorista mediático. Es muy irresponsable porque cuenta lo que a él le interesa del expediente, y si alguien lo contradice sale y ataca periodistas. Yo tengo toda la libertad de hablar y la gente que me sigue sabe que conozco el expediente”. ¿Cómo lo conoce si es reservado? ¿De dónde? ¿Lo va a ver o le cuentan?. “En el expediente no hay, al día de hoy, una sola prueba que demuestre la complicidad de los policías”, agrega. Todo eso el abogado de Cristina Castro no lo escucha, ya se había ido. El periodista de C5N lo dice para su audiencia.  Ese mismo día, la jueza María Gabriela Marrón, titular del Juzgado Federal N° 2 de Bahía Blanca, ordenó allanar el comando de patrullas de la bonaerense en Bahía Blanca buscando un móvil en particular, teléfonos de los efectivos, libros de guardia y otros elementos. Ese mismo día, evidentemente, había en el expediente algún indicio que hacía pensar en la bonaerense.  La defensa Instalar que no existen pruebas que señalan a la Policía bonaerense en una causa federal por desaparición de persona comenzó con el propio ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, cuando dijo que apartaba a la policía de la investigación para dejar tranquila a la madre de Facundo, Cristina Castro. “Primero y principal, el señor Berni no apartó a la bonaerense a

La mamá de Facundo Astudillo Castro aportó detalles de la investigación, en diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos. Allí, habló de negligencia judicial y denunció hostigamiento policial. Sobre el final, se refirió a quienes la sostienen para seguir adelante con el dolor que la atraviesa, hasta encontrar justicia. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Rodrigo Ferreiro ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Natalia Bernades La Retaguardia —La Retaguardia: ¿Cómo estás? —Cristina Castro: Acá estamos, llevando días tristes. Se viene el Día de la Madre y para mí es lo más doloroso que hay, no voy a tener a mi flaco. Desde los medios trataron de imponer que se trató de un accidente. Los fiscales lo descartaron completamente.  Se dice accidente, como que se ahogó accidentalmente, ya que el cuerpo de Facu no presenta golpes. O que fue un accidente cayendo por las vías, como dicen… De haberse golpeado con algún riel tendría algún golpe en sus huesos, y no los tiene. Tampoco creo que se haya tratado de un suicidio dado que Facu era un pibe alegre, peleaba por la vida, y no por la muerte. La causa sigue teniendo la misma carátula: desaparición forzada seguida de muerte. Seguido a eso, el mismo día que nos entregaron los resultados de las autopsias, también me entregaron los resultados de ADN que faltaban, y faltan más. Se encontró mi ADN, por concordancia de mi hijo, en un patrullero en el que supuestamente nunca había estado.    —LR: ¿Es uno de los patrulleros de la Policía Local de Bahía Blanca? —CC: No, de acá de Villarino. Siempre fueron estos, con la colaboración de los patrulleros de Bahía Blanca. El patrullero (Toyota) Etios donde se encontró cabello y la piedra turmalina de la que estamos esperando los resultados, estaban en el baúl del auto. Si mi hijo ha viajado, o sus pertenencias están ahí, ha sido en el baúl del auto, no en la parte de los asientos. Seguido a eso se han pedido muchísimas otras pruebas. Se le han pedido a la jueza María Gabriela Marrón, y hasta el día de hoy no tenemos nada, no nos ha contestado. Nos extrañó mucho, dado que se lo hemos pedido dos veces y con urgencia. Esta mujer se ha dado como al olvido. Yo sí supe desde un principio que ella quería cerrar la causa. Y obvio que no se lo voy a permitir, mi hijo tiene que tener justicia. No queremos estar peleando mil años con una jueza y con fiscales como veníamos haciendo con ella y con el doctor (Santiago Ulpiano) Martínez desde un principio. Cuando yo les dije “siento que mi hijo no está vivo”, era porque sentía realmente eso. Y esta gente me tomaba y me tomó el pelo todo el tiempo. Esta señora ha dejado nuestra causa de lado. Los medios lo hacen también, lo he visto en muchos otros casos. Es doloroso saber que te dejan sola. Y yo no voy a bajar los brazos, ya lo dije. Lo único que me queda es pedir justicia por mi hijo, porque haga lo que haga, y diga lo que diga, a mí hijo con vida no me lo van a devolver. Él ya no está para defenderse, para contar la verdad. Pero estamos nosotros que somos lo que vamos a seguir, no vamos a bajar los brazos.  —LR: ¿Has recibido algún tipo de amenaza u hostigamiento por parte de la Policía en este tiempo que pasó desde la aparición de Facundo hasta hoy? —CC: En un principio sí. Cuando salía de mi trabajo, primero iba y venía en mi moto, y tenía siempre un patrullero pegado atrás. Después empecé a cambiar de sistema, mis jefas me han cambiado a un horario fijo donde yo puedo ir y venir con alguna de mis compañeras que esté de turno. Y nos seguía un auto de la policía, como intimidándonos. Yo nunca les tuve miedo. Es más, cuando vi uno parado enfrente de mi casa, salí y le pregunté qué hacían ahí, y me dijeron que estaban descansando. Acá no descansen, no es lugar para descansar, es sospechoso que estén acá. Y se fueron.  No volvieron más a mi casa, pero yo fui y los encaré. No he sido solo yo, a Leandro Aparicio (uno de los abogados), volviendo de Buenos Aires, nos encontramos con que dos linyeras, dos personas con ropa muy estropeada, que era muy evidente que no eran linyeras, porque estaban muy bien alimentados, con unas cámaras Canon impresionantes, le estaban sacando fotos y filmado el auto. Luciano Peretto (su otro abogado) se encontró un domingo con que estuvo parado todo el día un patrullero en la puerta de su casa. Los amigos de Facu, que tienen una cervecería que sigue trabajando con el modo delivery, también. Salían a repartir y se les pegaba un patrullero con las luces apagadas atrás. Mismo a los amigos que no trabajan en la cervecería, les rondaban el barrio, o pasaban por las puertas de sus casas con las luces apagadas. Hemos hecho la denuncia. Pedimos un hábeas corpus, que la jueza automáticamente nos negó. Seguido a eso, la Cámara le ordenó que investigara esto, pero pusieron otro fiscal, éste tomó el testimonio de todas las personas y nos lo volvió a negar. Volvimos a hacer la denuncia, porque no pueden actuar así. Y no son todos, son algunos policías. Porque yo tengo policías acá, en mi lugar de trabajo, que vienen a cargar combustible y siempre con respeto, buena onda, saludan. Pero hay algunos que nos persiguen. No sé por orden de quién.  —LR: ¿Cuál ha sido la respuesta de la comunidad de Villarino ante todo esto? —CC: Acá está muy dividido el tema. Siempre vamos a ser muchos más los buenos. Cuando veían un patrullero cerca de casa los vecinos siempre me avisaban. O cuando ven seguir un patrullero a la camioneta de Turmalina avisan enseguida a la cervecería. Para que no vuelva a

Tras encendidas discusiones, las partes que participaron de la elaboración final del informe pericial realizado por el EAAF entregaron los detalles de la autopsia del cuerpo de Facundo. La querella firmó en disidencia, porque entendió que se hacían consideraciones descontextualizadas del resto de la causa judicial. Cristina Castro dice que no confía más en nadie. La perita Virginia Creimer asegura que Facundo fue asesinado. Los abogados de la familia, Luciano Peretto y Leandro Aparicio, sostienen que las pruebas son contundentes, que fue una desaparición forzada, y que fue la Policía de la Provincia de Buenos Aires. (Por La Retaguardia) ✍️ Texto 👉 Paulo Giacobbe/Diego Adur💻 Edición  👉 Fernando Tebele 📷 Foto 👉  Captura de pantalla de la transmisión especial de La Retaguardia La jueza María Gabriela Marrón, a cargo del Juzgado Federal N°2 de Bahía Blanca, emitió ayer al mediodía un comunicado de prensa informando los resultados de la autopsia realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) sobre el cuerpo de Facundo Astudillo Castro, hallado el 15 de agosto en un cangrejal de “la zona del canal denominado ‘Cola de Ballena’”, en las inmediaciones del área conocida como ‘Villarino Viejo’, provincia de Buenos Aires”. En el comunicado asevera que “la muerte de Facundo José Astudillo Castro se produjo por asfixia por sumersión (ahogamiento)”, y que el lugar donde encontraron el cuerpo fue el lugar donde murió.  Por la tarde, Cristina Castro, mamá de Facundo, realizó una conferencia de prensa junto a sus abogados, Leandro Aparicio y Luciano Peretto; la perito de parte que participó de la autopsia, Virginia Creimer; Margarita Jarque, integrante de la querella por la Comisión Provincial por la Memoria y Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina. Muerte Violenta “Se trató de una muerte violenta, por no ser natural”, explicó en el comunicado la jueza. Y advirtió que “el avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental”. La médica forense de parte de la querella, Virginia Creimer, explicó por qué la única teoría posible respecto a la muerte de Facundo es el asesinato: “Se llegó a la conclusión que habíamos anticipado hace 40 días: Facundo murió de forma violenta. Fue una muerte violenta por asfixia, tal cual lo habíamos establecido, y una asfixia por sumersión. El cuerpo fue sumergido hasta que ingresara líquido en él, es decir, que aspirara y tragara líquido para que las distintas sustancias que se encuentran en el agua llegaran a su torrente sanguíneo y se alojaran en distintas partes de su cuerpo. Es lo que se evaluó y diagnosticó a través del análisis de diatomeas. Es importante tener en cuenta que cuando hablamos desde el punto de vista médico legal de una muerte violenta estamos hablando de solo tres posibilidades. Una muerte violenta por suicidio, que claramente no ha sido porque Facundo no tenía antecedentes de ideación suicida. Tenía todo un proyecto de vida por delante, tenía contactos estrechos con su comunidad y peleaba por los Derechos Humanos. Esto es absolutamente inviable. El segundo punto es un accidente, que también lo descartamos por distintas cuestiones científicas. Entre ellas, que el cuerpo no tenía ningún otro tipo de lesión. La última, dentro de estas tres opciones que establecen la ciencia y la bibliografía con respecto a las muertes violentas, es el homicidio. Entonces, descartado el suicidio y el accidente lo único que nos queda como hipótesis para la finalización de la vida de Facundo es el homicidio. Teoría que empezamos a manejar desde el día uno con Cristina y con las querellas”, sostuvo.   DESCARGAR AUDIOS Dientes rosas “El fenómeno ‘Pink Teeth’ (diente rosado o coloración rosada por transparencia del esmalte) debe ser considerado orientador, pero inespecífico para establecer causa de muerte”, dice el informe. Virginia Creimer había anticipado a La Retaguardia su opinión de este fenómeno encontrado en las piezas dentales de Facundo: “Significa que sufrió una muerte violenta, rápida, por asfixia. Puede ser por presión del cuello, porque le apretaran el cuello; o puede ser por sumersión, porque lo ahogaran”. La médica forense contó que una de las perito odontóloga que participó en la autopsia se desdijo de su afirmación inicial respecto a que el efecto del diente rosado era post mortem: “Cuando llegué ya había un informe que estaba realizado, conformado, tenía sus consideraciones y ya tenía sus conclusiones. Había sido acordado entre las otras partes, les perites, impidiendo que esta querella ejerciera su derecho a una discusión desde el punto de vista científico y bibliográfico sobre los conceptos científicos y no científicos que se vertieron en este informe”, contó. Por eso la perito de parte firmó el informe en disidencia parcial: “Hay una omisión por parte de la jueza cuando comunica que el informe ha sido firmado de conformidad por todes les perites. Esto no es así. El informe fue firmado por esta querella en disidencia parcial. Hubo importantes contradicciones científicas que nos hablan de un entramado que se conecta con un conjunto de personas que, a escondidas, se reúnen para hacer una discusión pericial que debía incluir a todas las partes, incluida esta querella. Hubo una negación sobre el pink teeth, la negación sobre que el diente rosado sea un evento vital. La odontóloga especialista, que en otros casos como en el de Franco Casco determinó que era un fenómeno vital, en este caso lo dijo inicialmente el día de la autopsia. Dijo que era un indicio de vitalidad, que antecede a la muerte. Sin embargo, en este informe, de un día para el otro y muy llamativamente en coincidencia con los médicos de la Corte de la Nación, empezó a decir que el fenómeno era post mortem. Cuando dije que yo me oponía a esa afirmación hubo una enorme agresión, un ataque contra mí en el que exigían que yo depusiera mi posición científica o que la explicara con la bibliografía correspondiente. Yo respondí que por

El abogado, escritor, poeta y autor teatral, Vicente Zito Lema dialogó con el programa Sueños Posibles. “Sobre pestes y bellezas” fue el título de invitación a reflexionar sobre la desaparición forzada de personas en democracia, con el caso de Facundo Astudillo Castro como disparador para luego pensar acerca de sueños, castillos de arena y algunas monstruosidades humanas. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Alfredo Grande/Irene Antinori ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele Escuchar la sabiduría de Vicente Zito Lema emociona. Sus palabras invitan a la reflexión crítica de la sociedad en la que vivimos. Su relato, por momentos filosófico y también poético, viene a dar luz a los problemas que aquejan a la humanidad. Las personas desaparecidas, el capitalismo, los derechos humanos, la justicia y la vida, suelen ser ejes recurrentes de sus explicaciones. Aquí compartimos sus aportes sobre las desapariciones forzadas en democracia.  Fábrica de monstruos   —La Retaguardia: ¿Cómo han cambiado la figura del desaparecido y la lucha de los derechos humanos de aquellos años de dictadura a la actualidad?   —Vicente Zito Lema: Es muy complejo y doloroso a la vez. Tal vez no sea una buena introducción partir de lo personal, pero yo intento ser un hombre dialéctico y a veces me gusta ir de lo general a lo particular. Cuando  uno tuvo la experiencia de algo puede ayudar a comprender el todo. De las partes al todo también. En este caso es que se llega a ciertas edades que uno hace balances históricos de todas las cosas: de las importantes y de las menores. Y para mí el tema de los derechos humanos es una de las más importantes de mi vida. Varias veces he dicho que estos 80 años de mi vida están movidos por dos pasiones: la justicia y la belleza. Y en relación a la justicia he ido viendo que pasan muchos años y siento que uno ha estado como sentado en la arena frente al mar. Y con ilusiones ha ido generando a veces sólo pequeñitos castillos. Otras veces, con compañeros y compañeras, castillos que parecen un poco más sólidos como son algunas instituciones en las que uno participó en la lucha que ya creo que es eterna, entre lo que llamamos la luz y las tinieblas, y en otra lengua el poder por los que están por fuera del poder históricamente. Y también esa eterna lucha entre el poder y la riqueza. Y que tiene después una lectura profundamente ética que es de donde se nutren y tienen vida los derechos humanos. Y uno ha pasado por muchas experiencias, por muchos acontecimientos. Y uno creía en algún momento, especialmente para mí generación después de la última dictadura militar, que las cosas podían cambiar.  La pregunta es qué ha cambiado y que sigue igual, o con otras formas pero con el mismo contenido.  Porque acá se da el hecho: estamos obligados a diferenciar calidad de cantidad. La calidad de la cosa es la figura  de los desaparecidos. Esa figura histórica en nuestro país y, como todos sabemos, con un pico de monstruosidad a partir de la última dictadura cívico militar. Ahí conocimos cantidad y calidad. Calidad por la hermosa gente que fue sujeto del drama. Y por la cantidad, porque por más que los perversos quieran cambiar lo de la dictadura militar con el advenimiento de las normas constitucionales, la violación de los derechos humanos no ha cesado. Y la figura de los desaparecidos, no en la monstruosa y casi imposible cantidad, que cuando uno ve la cantidad de lo que fue, queda como golpeado, sofocado. Pero sí, lo que en la figura de la desaparición como terror, como angustia, como dolor innombrable sigue constituyendo con el pavor que genera y con la carga de disciplinamiento monstruoso con que es aplicado esta figura a lo largo de la historia. Y lo real es que desde que se fue la dictadura hasta el día de hoy, con distintas cantidades pero con la misma monstruosa calidad  de la herida, las cosas siguen.  Y aquí vienen como preguntas de fondo, que son dos: una es si los seres humanos pueden construir sociedades humanistas donde las aberraciones, monstruosidades, y perversiones que conocemos bien puedan dejar de suceder. Otra es pensar que, el fondo es la manera de reproducción material de la existencia. Es decir, que en buena lengua podríamos decir que mientras exista la propiedad privada, y en la medida que se van organizando las sociedades a partir de las acumulaciones de la riqueza y de las acumulaciones de la pobreza, no va a haber otra forma de vivir que con un humanismo que es como una línea de horizonte. Caminás un paso y el horizonte vuelve a alejarse. Es decir, es una monstruosidad que en sí no tiene cambio, o es una monstruosidad que depende de la situación con que uno organice como ser humano la vida en sociedad. Y llega un instante en que uno ya no sabe bien en que pensar. Uno quisiera aferrarse al sueño, a que la construcción alguna vez, por más que los ojos de uno no lo vean, habrán unas sociedades realmente humanas, organizadas materialmente desde otra forma. Y donde estas perversiones a la vida, estas perversiones del orden humano, ni en cantidad ni en calidad sigan reproduciéndose. Lo cierto es uno llega a un punto donde solo he conocido la repetición de monstruosidades. La Bonaerense y las otras malditas policías   —LR: ¿Qué reflexión te merece el accionar de la policía bonaerense y otras policías en democracia?   —VZL: Yo creo que más allá de nuestro deseo, la realidad se impone a patadas. El poder no ha cedido en Latinoamérica. En el mundo. Pero vayamos, para no ir de tan a lo general que pareciera que me quiero escapar de hablar del hoy concreto: la realidad es que las fuerzas en pugna en nuestro país organizan sociedades de tal injusticia, de tal atroz forma de vida, que se vuelve casi como natural que sucedan las cosas que

Hace 5 años, encontró un cuchillo ensangrentado clavado en la puerta de su casa y su vida cambió para siempre. Se sintió abandonada a su suerte por el Ministerio Público Fiscal para el que peritaba. Se fue del Estado. Desde la sociedad civil, se paró en el mismo lugar: es una experta forense que pone todos sus saberes al servicio de desbaratar historias oficiales. Creimer participó de la autopsia como perito de parte de la familia de Facundo Astudillo Castro. En diálogo con el programa La Retaguardia, habló de lo que ya se sabe acerca de cómo lo asesinaron. Sin poder hablar de la autopsia por un pedido expreso de la justicia, explicó aspectos generales de casos en los que participó como perito, que permiten desmontar las “dudas” que presentan algunos medios tradicionales de comunicación, para enfocar todas las luces en la Policía bonaerense. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Fotograma de la película ¿Quién mató a mi hermano? de Ana Fraile y Lucas Scavino —La Retaguardia: ¿Qué se puede decir de la autopsia, de lo que ustedes ya han podido establecer como certezas en el análisis que realizaron? —Virginia Creimer: En realidad no puedo decir mucho, dada la intervención de uno de los médicos de la Corte que pidió que todo lo que se había encontrado durante la autopsia quedara dentro del secreto profesional. Es decir, la motivación no fue de una de las juezas, sino de uno de los médicos de la Corte de la Nación. La jueza adhirió a que no se pueda hablar de la autopsia. Si puedo hablarles a ustedes y a la audiencia de cuestiones generales de lo que bien conozco, que son  las muertes producidas por fuerzas de seguridad y algunas cuestiones que se pueden encontrar en casos extremadamente parecidos, como fue por ejemplo otro desaparecido en democracia: Franco Casco (2014), un pibe de la Provincia de Buenos Aires, de Florencio Varela, que se fue a Rosario y apareció tiempo después “ahogado” en el Río Paraná. En el medio había intervenido la (Policía) rosarina deteniéndolo, digo por la relación que hay entre uno y otro caso, que son bastante claras. En el caso de Franco Casco, además de las lesiones, si bien se lo encontraba antes (a 22 días de su desaparición) y sumergido, las lesiones que poseía tenían una característica muy  particular. Por ejemplo un fenómeno vital, vital quiere decir que se produjo con la persona en vida, es la tinción de los dientes del maxilar inferior de color rosa. Quiere decir que, cuando une encuentra a un cadáver, a una persona fallecida con los dientes del maxilar inferior teñidos de rosa, lo que se llama habitualmente en medicina forense Pink tooth, significa que sufrió una muerte violenta, rápida, por asfixia. Puede ser por presión del cuello, porque le apretaran el cuello; o puede ser por sumersión, porque lo ahogaran. Se tiñen de rosa porque la presión que se ejerce sobre el cuerpo y la cara en forma tan violenta sobre el cuello, hace que los canalículos de los dientes se llenen rápidamente de sangre y como sobreviene la muerte, rápidamente también, esa sangre no vuelve al torrente sanguíneo y queda en los dientes como si estuvieran pintados de rosa. Estamos hablando de un fenómeno que se produce en vida, que es una muerte violenta por asfixia en la que hay que determinar si es por sumersión, es decir si lo ahogaron o si fue una asfixia mecánica, si le obstruyeron la vía aérea para que se produzca eso.  Analizar el caso de Casco puede aportar alguna claridad y elementos para aplicar al caso de Facundo Astudillo Castro. —LR: En el caso de Franco, ¿fue por sumersión? —VC: Todavía no tenemos los resultados. Se hicieron análisis de diatomeas, hay que ver si para establecer que fue por sumersión, dadas las condiciones del cuerpo. Hay que establecer la existencia de diatomeas que es un fitoplancton, son unos bichitos por decirlo para que lo entienda quienes lean, que están en todas las aguas, pero que en todas las aguas son diferentes. Si fue por sumersión, al analizar la médula de los huesos por supuesto con una técnica muy particular, se pueden encontrar, comparar, y analizar con el agua del lugar en el cual se encuentran los cuerpos. Si están presentes las diatomeas, hubo sumersión, punto número uno. Y si están presentes, compararlas con el lugar pasa saber si fue sumergido en ese lugar o en otro. Sin dar demasiadas vueltas, volvimos a hablar sobre Facundo, uniendo algunas partes de las respuestas anteriores de Creimer. Sobre todo para desmontar las versiones de algunos medios tradicionales de comunicación, con C5N a la cabeza, que intentan presentar algunas o dos líneas de investigación: la desaparición forzada, pero también la de un posible accidente. —LR: ¿Una persona que cae de un puente puede tener el efecto de los dientes rosas? —No. —LR: Y una persona que cae de un puente, ¿muere por asfixia? —VC: No. Pero además una persona que cae de un puente que tiene tres metros de alto va a tener una fractura a nivel del cráneo, una fractura en los miembros. Lo que es más importante seguramente tenga una fractura en los tobillos o en la vértebras cervicales, en las vértebras del cuello. Nada de ello se encontró en Facundo. —LR: En la entrevista anterior nos dijiste que los resultados iban a tardar, ¿Cuáles son esas cosas que se van a analizar ahora y en cuanto tiempo? —VC: Lo que resta saber y lo que viene en aproximadamente 30 días es una reunión de perites donde va a estar el entomólogo, el Dr. Centeno; la especialista en aguas, la Dra. Mariani, que es la que va  determinar lo de las diatomeas; va a estar la Dr. Forense de la Corte de Nación, que es la que va a determinar la existencia de Pink thooth, también el equipo de tafonomes (de tafonomía)

Organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicales y partidos políticos, nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, marcharon desde Congreso hacia Plaza de Mayo exigiendo justicia por Facundo Astudillo Castro. Luego de confirmarse que el cuerpo hallado en Villarino Viejo el 23 de agosto pasado era de Facundo, se reclamó el castigo a los responsables y la renuncia de Sergio Berni, Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Con las medidas de cuidado correspondientes, se movilizaron por el centro porteño para exigir el esclarecimiento de su desaparición seguida de muerte. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Agustina Salinas

Ayer se realizó la 6ª Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. Convocada principalmente por las madres de los pibes y pibas asesinadas por las fuerzas de seguridad, y con la participación de organismos de DDHH, organizaciones sociales y políticas. Simbólicamente, se marchó una cuadra hasta la Plaza de Mayo y se repitió el ritual de levantar los carteles con (cada vez más) rostros de las víctimas. Ya en la Plaza, se escucharon las voces de las nuevas familias que se suman a la lucha por justicia, más algunas otras de casos emblemáticos. Como dato sorprendente, varios medios tradicionales se acercaron a realizar coberturas por primera vez en estos años, atraídos por la figura de Cristina Castro, la mamá de Facundo Astudillo Castro. Compartimos las imágenes de una jornada siempre estremecedora y dolorosa, pero más aún en este contexto de alta sensibilidad por la crisis sanitaria. También los videos de la transmisión en vivo. (Por La Retaguardia) 📷 Fotografías: Natalia Bernades y Agustina Salinas  ✏ Redacción: Julian Bouvier y Pedro Tato 💻 Edición: Fernando Tebele 📹 Transmisión en vivo: Diego Adur/Natalia Bernades/Natacha Bianchi/Rodrigo Ferreiro/Fernando Tebele