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Julio López


Lo dijo Patricia Chabat, secuestrada y torturada en La Escuelita de Bahía Blanca, a 20 años de celebrarse aquellos procedimientos judiciales no penales que se desarrollaron en las ciudades de La Plata, Mar del Plata, Mendoza y la propia Bahía Blanca. Fue en el programa Oral y Público que emite Radio La Retaguardia con la conducción de Fernando Tebele y la participación de Víctor Basterra. (Por La Retaguardia)Foto: agenciapacourondo.com.ar En el año 1998 regían las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida que garantizaban impunidad a todos aquellos genocidas que no fueron jefes militares durante el Terrorismo de Estado. Sin embargo, comenzaron a gestarse los denominados Juicios por la Verdad para escuchar los testimonios de las víctimas, sobrevivientes y familiares sobre los crímenes de lesa humanidad que les fueron perpetuados durante la última dictadura. Eran juicios donde se escuchaba la verdad, pero no había justicia, ya que no se podían aplicar penas. Patricia Chabat recordó aquellos procesos y destacó su importancia en ese momento: “Podemos rescatar a las personas y los organismos que se pusieron al hombro los Juicios por la Verdad en ese contexto. Se recabó muchísima información que después sirvió para los juicios, primero en España, y después cuando cayeron las leyes de la impunidad, acá en la Argentina. Además, permitió a los familiares y a los amigos conocer detalles y estar cerca de las personas que habían estado con los suyos. Fue como tenerlos nuevamente cerquita. Si bien no se lograba justicia, sí la memoria de tenerlos junto con nosotros”, expresó Chabat y explicó lo difícil que fue lograrlo: “En la década del ’90 ser sobreviviente era estar estigmatizado. Muchos de los familiares tenían un resquemor de ser identificados por parte de la sociedad que todavía no podía digerir lo que había pasado durante la dictadura. Fuimos todos víctimas, no solo los que estuvimos secuestrados y presos. Fue el pueblo argentino. Creo que los Juicios por la Verdad facilitaron esa otra mirada y no solo para los familiares. Eso costó muchísimo”, admitió.Si bien las leyes de la impunidad no permitían que se condenara a los genocidas, estos juicios fueron el inicio de los que hoy siguen sosteniendo los y las sobrevivientes, familiares y los organismos de derechos humanos. Ayudaron a conocer muchas cuestiones acerca del accionar del Terrorismo de Estado, a obtener información respecto de los desaparecidos, a descubrir centros clandestinos de detención y sirvieron, como dijo Víctor Basterra,  sobreviviente de la ESMA: “para ir liberando a los testigos para comenzar a dar los primeros pasos en esta carrera de testimonios”.Chabat puso como ejemplo los vuelos de la muerte, probados en la justicia recién a fin del año pasado: “En los juicios por la verdad, cuando se hablaba que a los compañeros los tiraron de los aviones, tuvo que decirlo un represor como (Adolfo) Scilingo, que él había participado, para que realmente se lo tuviera en cuenta. Hablar de un centro clandestino en el Interior era como hablar de marcianos. Reivindico a los Juicios por la Verdad más que nunca. Fue un espacio para conocer y tener las bases de datos de los compañeros que estuvieron y no sobrevivieron, un espacio para que los sobrevivientes pudiéramos contar y ser escuchados o leídos de otra manera por los demás y, fundamentalmente, para los familiares”, sostuvo Chabat en La Retaguardia.La sobreviviente también se refirió al rol de los genocidas en estos juicios donde no podían ser penalmente condenados. “Ellos estaban envalentonados. Había que tener muchos recaudos porque lo que hacían era vender información errada. Pasaron los juicios por la verdad, pasaron los juicios penales y nunca dijeron a dónde están los chicos y dónde están nuestros desaparecidos. Lo tienen bien guardadito. Por otro lado, la impunidad instalada los llevó, en muchos casos, hasta irse de boca y dar nombres de otros genocidas que participaban de las torturas”, contó. La utopía de la justiciaChabat destacó el trabajo arduo y militante de los y las sobrevivientes que prestaron su testimonio en aquel entonces y siguieron haciéndolo en los juicios penales contra los genocidas de hoy en día, todas las veces que fuera necesario: “Yo no pensé que iba a vivir lo que vivimos después de la derogación de las leyes. Siempre creí que la revolución cultural es la que sostiene los distintos procesos. Nuestra misión y tarea como sobrevivientes era contribuir para sostener la memoria. Nunca pensé que iban a existir estos juicios. Era un deseo, como una utopía. Con el trabajo de todos los compañeros de 30 años que no solo estuvieron recopilando los datos sino discutiendo muchas cuestiones. Que hoy se hable del genocidio no se debe a la justicia, se debe al trabajo de los compañeros. Fue un trabajo de los organismos y de muchísimos compañeros”, cerró Chabat.Antes de la despedida del programa, Víctor Basterra contó, emocionado, un anécdota que mantuvo con la entrevistada y con Jorge Julio López mientras preparaban alguna de las audiencias de los Juicios por la Verdad: “Teníamos peleas con el viejo Julio López por la tarea de recopilación de datos. Él decía que había 4 campos en Arana, no 1 solo. Le decíamos que se había vuelto loco. Después se descubrió que eran 3, no 4, pero eran 3. Todas esas cosas eran anécdotas valorables”, expresó el sobreviviente para confirmar lo que Chabat decía. El rol de los y de las sobrevivientes en la reconstrucción de los hechos y para enjuiciar a los responsables del Terrorismo de Estado fue, y sigue siendo, el acto más grande de amor y de valentía que cualquiera pueda imaginar.

En la Ronda de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora se recordó a Jorge Julio López y la Noche de los Lápices, aunque todos los jueves se los recuerda marchando con sus fotos. Pero septiembre tiene el foco en ellos/as. La Madre que habla de deuda, también habla de agua, la visita del G20 y la CTEP. (Por La Retaguardia) Texto y audios: Paulo Giacobbe Fotos: Natalia Bernades Video: Fernando Tebele y Luis Angió    El fin de semana pasado Nora Cortiñas estaba en Catamarca, participando de la I Cumbre Latinoamericana del Agua para los Pueblos, organizado por asambleas antimineras. Mientras en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires colocan medidores de agua en las casas familiares, una Madre dice que el agua vale más que el oro y nos compara (oh, qué horror) con Bolivia: “Defender el agua es defender la patria, son patriotas, la gente deja su hogar, su casa, para hacer días de marcha y dejar todo para solo defender el agua. Hay una frase: el agua vale más que el oro. Recuerdo cuando asumió Evo Morales, lo primero que hizo fue decir que el agua era para el pueblo y el agua no se cobra más, y acá se cobra cada vasito de agua. Tenemos que luchar para defender el agua y todo. Vaca muerta, todo lo que se están llevando día por día”. Nora reivindicó la militancia de los Lápices en La Plata: “Los chicos eran militantes políticos, no era que solo querían el boleto escolar. Eran militantes y se los llevaron porque eran jóvenes y entonces molestaban. Acá en la Argentina se usa matar a los pibes de 13, 14 años por las dudas de que cuando sean grandes sean militantes, se van adelantando. Y no por nada compraron las armas a Israel, no por nada. En la dictadura los militares le compraron las armas a Israel para reprimir al pueblo, ahora son más sofisticadas todavía. Y el decreto 683 (sobre la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior) está preparado para acompañar esas armas. Tenemos que estar muchos en la calle y cada uno cuidar al otro y a la otra, estar comunicados. Volver otra vez 40 años atrás, estar juntos y avisarnos cualquier cosa que pasa. Uno dice que no hay que ser pesimista pero pasó ahora, hace 2 días”.  El martes anterior a la Ronda, en el barrio porteño de Constitución, llevaron presos a un grupo de trabajadores senegaleses. Cuando algunos dirigentes sociales de la CTEP se acercaron a la comisaría 18 y pidieron su liberación, también fueron detenidos y golpeados. El operativo represivo fue desmedido. Cientos de uniformados con su andamiaje y escudos. Varios dirigentes políticos no macristas explícitos se acercaron a la comisaría para pedir por los detenidos, entre ellos el exgobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, que criticó el accionar de la policía. La memoria selectiva la ejercitó hasta el desgarro: “En 2002 durante mi gobernación tuve que dedicar un enorme esfuerzo para contener la violencia policial” escribió en su cuenta de Twitter. El indignado Solá es ni más ni menos que uno de los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, Darío y Maxi cayeron asesinados por su policía. En la Ronda del jueves anterior, como sabiendo lo que Solá iba a tuitear el martes, Nora Cortiñas dijo que el 26 de junio de 2002 ella habló telefónicamente con Felipe Solá, en ese entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que le dijo que se trataba de una guerra entre piqueteros, entre pobres. Esa trató de ser la versión oficial de la masacre de Avellaneda, que terminó fracasando. Nora no solo lo cuenta cada tanto en la Ronda. También lo declaró en la causa que investiga a los responsables políticos de los asesinatos. “La actitud de los pibes de la CTEP estuvo muy bien, hasta que no salieron todos no se fueron, me parece que es lo que hay que hacer”, rescató Nora de ese martes delirante de estado policial.     EL G20 y la deuda externa: “Vienen por nosotros para llevarse todo lo que nos queda. El FMI, el Banco Mundial, los bancos de afuera y el G20 que son los 20 presidentes de los países ricos. Hay que estar en la calle para repudiar, repudiar, repudiar. Va a estar cercada la ciudad por todos lados. Para eso hicieron el decreto 683, para poder cercar todo Buenos Aires y ponernos como en una cárcel, tenemos que salir a la calle y repudiar todo lo que están haciendo, este manejo de entregar el país a esas instituciones extranjeras, y decir no al pago de la deuda externa, todos los días tenemos que decir “No al pago de la deuda externa”. Cada dólar que se paga es un niño más con hambre”, dictaminó Nora.  Nora denunció que Silverio Enríquez fue hallado muerto luego de haber pasado una semana desaparecido. Silverio era wichi y miembro de la Comisión de Recuperación Territorial en El Impenetrable, Chaco. A su espalda, integrantes de pueblos originarios alzaban carteles pidiendo justicia por Ismael, el niño qom de 13 años, asesinado a principio de mes en la misma provincia.  Así como se recordó a los desaparecidos de la Noche de los Lápices de La Plata, también se dio el presente por los estudiantes desaparecidos de la Noche de Los Lápices de San Justo. En esta semana, familiares de los chicos desaparecidos y una sobreviviente brindaron su testimonio en el juicio que investiga los crímenes cometidos en la Brigada de San Justo.  “Hoy, al cumplirse un año más de impunidad, exigimos aparición con vida y juicio y castigo a todos los responsables, venimos con Jorge Julio López y los 30 mil como banderas que guían todas nuestras luchas”, comenzó leyendo Marga Cruz de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos y luego de repasar las inacciones judiciales en la causa que investiga la desaparición de Jorge Julio López, responsabilizó a los gobiernos kirchneristas y macristas: “los gobiernos de

Integrantes de Pueblos Originarios volvieron a marchar junto a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora exigiendo justicia por Ismael, el niño qom asesinado en Chaco. Después del secuestro de una docente en la provincia de Buenos Aires, Nora Cortiñas recordó a la Triple A y preguntó hasta dónde pensaba llegar la gobernadora María Eugenia Vidal. El jueves 20 de septiembre en la ronda se realizará un recuerdo por Jorge Julio López al cumplirse un nuevo aniversario de su desaparición. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia)Foto: Archivo LR Los medios “Los gremios docentes tensan la cuerda con un paro en todo el país” tituló La Nación. El día anterior, en Moreno, fue secuestrada y torturada la maestra Corina de Bonis. Con un elemento cortante, un clavo, le escribieron “ollas no” en la panza. María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Estado autónomo de la policía provincial, declaró su angustia al prime time de Intratables: “Se cruzó una raya”. Pero minimizó el secuestro de la maestra comparándolo con las amenazas de bomba en otra localidad. Previamente, el programa había dedicado una hora de su charla contra la protesta social. Al día siguiente, el titulo de La Nación es: “Tensión social y huellas del narco detrás de la agresión a la maestra de Moreno”. Narcos y docentes mezclados en una misma olla, relacionados en los títulos de un diario importante.El viernes, desde SUTEBA, realizaron marchas de antorchas en la Provincia, pidiendo: “¡Justicia por Sandra y Rubén, basta de amenazas a lxs compañerxs de Moreno y repudio al secuestro y tortura de Corina!”. Antes del lunes, Amanda González, secretaria gremial de Suteba Ramallo, va a denunciar amenazas. Le rayaron en el capot de su auto: “Acordate de Corina”. El largo brazo del narco, sin dudas. Corina de Bonis antes del secuestro también había sido amenazada.La Ronda, como todos los jueves “Nos estamos yendo a pique gracias a la política de este gobierno, pero menos mal que estamos fuertes y que vamos a seguir luchando. Menos mal que cada día que nos dan un mazazo, seguimos andando, seguimos reuniéndonos, seguimos estando juntos”, comenzó diciendo Nora Cortiñas en la ronda y luego habló del ataque a la docente secuestrada y torturada en Moreno: “Parecería que acá estuviera la Triple A, las mafias. Nos vamos a parecer a otros países donde están las maras, esas invenciones nuevas de Colombia, de Honduras, de Guatemala. Nosotros, que fuimos avanzando 40 años de marcha y calle y cada tanto comprobamos la inhumanidad del gobierno, tanto nacional como de la provincia de Buenos Aires. Con una gobernadora insensible que no tiene alma, no tiene corazón, no tiene un pensamiento bueno. Se fue a vivir con sus hijas a un cuartel de la aeronáutica para protegerlas y vivir tranquila, pero se olvida de que está abandonando al pueblo a lo peor que recordamos de los años que vivimos. Lo que le pasó a esta maestra es inaudito, es repugnante que vivamos en la Argentina con estos hechos que nos asustan. ¿Qué más quieren? ¿Hasta dónde va a llegar la gobernadora de la provincia de Buenos Aires? ¿Hasta cuándo va a seguir con esta persecución al pueblo? A los docentes. A los médicos, a la gente que trabaja en la salud ¿Hasta cuándo va a seguir la situación que vivimos? En el Hospital Posadas, destrozándolo. Un hospital escuela que fue ejemplo en Latinoamérica. Y día por día, siguen echando toda gente notable, profesional, no hay ñoquis. Hay trabajadores de primera, que tenemos el orgullo los argentinos, de poder decir que los trabajadores de Argentina son todos de primera. Y uno dice: ¿Tenés bronca? No, tengo vergüenza, tengo vergüenza. De que esta Argentina se va desprestigiando por un gobierno que sabe lo que hace, no es que esté equivocado. No es que el presidente esté loco, está bien cuerdo en lo que hace, pero es perverso”, sentenció Nora Cortiñas y volvió a preguntar:“Ayer a la noche prendí la televisión y veo lo que le hicieron a la docente y dije ¿esto será la Triple A?”Nora Cortiñas también se refirió a la detención de Daniel Ruiz, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados, ordenada por el Juez Federal Sergio Torres, por manifestarse el año pasado frente al Congreso cuando se trataba la reforma previsional: “Lo detuvieron siguiendo con este proceso de persecución política a todos los que estuvieron en las marchas del 14 y 18 de diciembre. Llevándoselo de la casa, es una persecución política permanente de todos los días, es intimidación puramente, con consecuencias. Entonces creo que tenemos que prepararnos para salir muchos más a la calle. Muchos más”.Banderitas de Colores “Hoy me llamó una compañera de Chubut que le llegó la orden de desalojo”, continuó Nora Cortiñas hablando del despojo a los pueblos: “Son tierras ancestrales de sus abuelos y el juez los intimó a que tienen que salir y si no los van a echar empujándolos, pero los van a tener que empujar, qué pena. Yamila se llama esta mujer indígena, me dijo: “Nora, si nos sacan de acá, ¿qué hacemos? Tenemos ganado, tenemos plantaciones. De eso vivimos, de eso damos de comer a nuestros hijos”. Digamos por todo el mundo lo que está pasando con los indígenas, que los van empujando y echando para quedarse las tierras y el otro tramo de las tierras es para regalársela a los extranjeros. Con el tiempo vamos a tener la Patagonia y el norte con banderitas de distintos colores de las tierras que están regalando”, y denunció la extradición a Chile del Lonko Facundo Jones Huala:“En Chile no tiene comida el Lonko.  Además es un canje que tiene el gobierno (argentino con el gobierno de Chile), tenemos que averiguar qué es el canje”. La extradición implicó desconocer recomendaciones de la ONU, que había pedido la suspensión.El 18 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López ocurrida en 2006. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia convocó a dos actos con las mismas consignas:

Lo presentaron Organismos de Derechos Humanos, querellantes y vecinos del Bosque Peralta Ramos. La presentación fue ante el Tribunal Oral Federal Número 1 de La Plata. Lo había anticipado Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en la ronda de los jueves. El gobierno impulsa las tobilleras a los genocidas y adhiere tibiamente al pedido de revocar la prisión, todo al mismo tiempo. La opinión de Graciela Dora Ledantes de la Comisión Directiva de la Asociación Anahí, que busca a la nieta apropiada Teruggi-Mariani, y de la abogada de las querellas Guadalupe Godoy. El grupo de ex Hijxs de genocidas, entre las que se encuentra la ex hija de Etchecolatz, presentó una nota de adhesión al pedido.  (Por Paulo Giacobbe La Retaguardia) Guadalupe Godoy, militante de derechos humanos y abogada querellante en los juicios de lesa humanidad, explicó que el escrito presentado tiene tres ejes: “Primero denunciamos el incumplimiento de la prisión domiciliaria por parte de Miguel Etchecolatz, porque si bien están autorizados a salir en caso de urgencia, esa autorización requiere que le den inmediato aviso de la salida al tribunal. Y en este caso, hubo una salida, que fue bastante conocida, a la Clínica Colón, el día 20 de enero y en el expediente hasta el día 25 no hubo ningún tipo de aviso por parte de la defensora de Etchecolatz. Además, el aviso lo hizo porque se notificó de nuestro pedido de informe. No hubo por parte de ellos una actividad para cumplir con los requisitos que de la prisión domiciliaria. El segundo punto tiene que ver con la ausencia del control jurisdiccional. No hay en el expediente ningún informe de monitoreo electrónico, ni del Patronato de liberados, que permita tener un control de si se cumple o no la prisión domiciliaria. Y el tercer punto es por los daños que la medida generó en los vecinos del Bosque Peralta Ramos. Más allá de que la afectación es a las víctimas y a los familiares de las víctimas, hay un monton de violaciones a los derechos de los vecinos que tiene que ver con el derecho a la seguridad y vivir del modo que han elegido. Y lo mostramos con pruebas y testimonios de los propios vecinos, como la presencia de grupos neonazis en el barrio que van a saludarlo o rendirle honores, que fue publicado en las redes sociales por estas personas y lo que tiene que ver con la militarización del barrio. Entonces los vecinos no tienen acceso a determinados lugares. La plaza está llena de bases de policías y esas afectaciones, lo que decimos es que, como la provocó la decisión que tomaron, es el propio poder judicial el que tiene que encargarse de reparar esos derechos dañados”, explicó.La presentación la firmaron todos los organismos querellentes de la causa Circuito Camps, Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, la Fundación Clara Anahí, Liga Argentina por los derechos del Hombre, Abuelas de Plaza de Mayo, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, los Vecinos del Bosque Peralta Ramos, la Universidad de La Plata y los gremios Universitarios, querellantes particulares y organizaciones sociales, entre otros.Guadalupe Godoy destacó sobre todo las 500 firmas que juntaron los vecinos del Bosque, que viajaron especialmente: “El protagonismo lo tuvieron los vecinos del Bosque, vinieron 40 desde Mar del Plata, presentaron una carpeta con mails que ellos mismos escribieron a los jueces relatando sus vivencias. Fue lo más impactante, cómo todos los reclamos que históricamente han hecho los organismos, el movimiento de Derechos Humanos, hoy lo ves que se hace carne en el conjunto de la sociedad, porque los vecinos, como cualquier barrio, tienen algunos puntos en común pero que en general no son demasiados, y está claro que el reclamo es un punto en común y está generalizado. En alguna forma lo manifestó Nora Cortiñas cuando nos recibió uno de estos jueces, el orgullo de que hoy el reclamo lo acompañe  toda la sociedad”. -La Retaguardia: Para el momento que salía Etchecolatz a la Clínica Colón y era fotografiado y filmado, ponías en tu Facebook un mensaje contando que de esto se trata las prisiones domiciliarias, que salen cuando quieren y hacen lo que quieren. -Guadalupe Godoy: Ahora hay situaciones que se evidencian, a partir de que tienen pulsera electrónica. A partir de ese monitoreo se evidencian esas situaciones. Pero en general las domiciliarias siempre han sido un descontrol. Pienso en Juan Miguel Wolk, cuando hace varios años (2012) aparece un informe del Patronato de Liberados que expresaba que habían ido a la casa a verlo y no lo había encontrado. Resultó que era el tercer informe que presentaban y estaban en una caja de galletitas en el juzgado Número 3, en ese momento a cargo de Arnaldo Corazza, con lo cual hacía por lo menos dos meses que no estaba en su casa y el poder judicial no se había enterado. En realidad, el Patronato de Liberados había avisado pero el juez no lo había leído. Esa situación fue una de las más alevosas. Ahora con el monitoreo electrónico muchos de los que estaban en prisión domiciliaria se encuentran con controles a los que no estaban habituados, entonces todo el tiempo aparece información del monitoreo electrónico diciendo que han incumplido. Las justificaciones en general son infantiles y el poder judicial no revoca las domiciliarias de los genocidas aun cuando estén esos incumplimientos. Y digo esto porque en Provincia si una persona con pulsera sale 10 minutos, va al kiosco y vuelve, se le revoca inmediatamente. En cambio acá se suelen admitir todas las excusas habidas y por haber. Ese fue uno de los ejes de la presentación, la ausencia del control juridisccional de las domiciliarias que son prácticamente excarcelaciones. -LR: También escribías que salen para casamientos y que los garantes son los propios familiares. -GG: Hay una cuestión de clase evidente de los jueces, esos permisos jamás los vamos a encontrar en un detenido común que está condenado y que en todo caso está procesado por delitos mucho

El ex director de operaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura, uno de los personajes más sanguinarios de la historia de nuestro país, volvió a su casa en el Bosque Peralta Ramos de Mar del Plata. Etchecolatz tiene seis condenas por delitos de lesa humanidad y en todas se le ha otorgado el beneficio de prisión domiciliaria, que se hace efectiva ahora. Aquí las voces de Virginia Creimer, la médica que rechazó su domiciliaria; Nora Cortiñas; Eleonora Alais, de HIJOS Mar del Plata; Marina Destéfani, hija de Silvia Suppo; la nieta recuperada Victoria Moyano Artigas, entre otras voces que se unieron en una sola idea: Si no hay justicia, hay escrache. El Concejo Deliberante marplatense lo declaró ciudadano no grato. La Retaguardia había anticipado que su nombre estaba en una lista de 110 genocidas que el gobierno pretendía mandar a sus casas con tobilleras electrónicas.(Por La Retaguardia)Foto: La casa de Etchecolatz en el Bosque Peralta Ramos en otras épocas de escraches, en septiembre de 2005. (Marcelo Nuñez) Los jueces del TOF N° 6, Fernando Canero, Julio Panelo y José Martínez Sobrino, se ampararon en el informe médico de los peritos que examinaron al genocida para justificar el beneficio, pero exceptuaron precisamente las partes donde los médicos recomiendan que el represor continúe en prisión porque su estado de salud es más controlable estando en el penal que en su casa, y aseguraron que Etchecolatz no es un enfermo terminal, no requiere internación y tiene movilidad parcial propia. Además, el juez Martínez Sobrino fue denunciado en el año 2010 por Abuelas de Plaza de Mayo por su presunta participación en la entrega irregular de un bebé apropiado durante la dictadura.A continuación, repasamos las voces que sonaron en el programa Oral y Público de Radio La Retaguardia, conducido por Fernando Tebele y María Eugenia Otero, junto a Víctor Basterra y Paulo Giacobbe. Todas en contra del beneficio de prisión domiciliaria a uno de los genocidas más peligrosos de la Argentina. El genocida en uno de los juicios exhibiendo un papel con el nombre de Jorge Julio López, desaparecido por segunda vez en septiembre de 2006 luego de declarar contra él . Virginia Creimer: “Fui perseguida y amenazada por decirle que no a Etchecolatz” “Soy médica legista y cirujana. Hace 25 años que me dedico desde mi profesión y desde mi militancia a defender los derechos humanos. Uno de los tantos casos en los que tuve que atestiguar fue el de Etchecolatz. A partir de ese momento fui perseguida. Incluso estando Etchecolatz preso, fui amenazada de muerte y fui denunciada por el mismo Etchecolatz y por su perito de parte, el doctor Castex, por torturas, simplemente por hacer lo que el juez había solicitado para ver si Etchecolatz estaba en condiciones o no de tener una prisión domiciliaria. Claramente, en ese momento no tenía desde el punto de vista científico y médico las condiciones necesarias que había que reunir para tener una prisión domiciliaria. Eso fue lo que expresé y eso me costó una denuncia penal por torturas, más amenazas de muerte: un cuchillo ensangrentado en la puerta de mi casa mientras mi hija adolescente dormía en ella. Ese era el poder de fuego que tenía Etchecolatz desde adentro de la cárcel, donde ganaba campeonatos de ping pong y después se presentaba a los cuerpos médicos donde los guardiacárceles y las distintas autoridades del cuerpo médico judicial lo trataban con respeto y como a un superior. Si esa su capacidad de fuego estando preso, imagínense la capacidad de fuego que tiene quien comandó las fuerzas asesinas, genocidas, en la Provincia de Buenos Aires, estando en su domicilio. Nunca Más. Esto no podría haber ocurrido, porque ya dijimos Nunca Más”. Nora Cortiñas: “Es una humillación al pueblo” “Hay una nueva nieta recuperada. Ese es el fruto del trabajo de todo este pueblo que no baja los brazos. Las Abuelas no paran. Todas las abuelas que buscan a sus nietas y nietos. Eso se contrapone con la funesta noticia que le dieron domiciliaria a Etchecolatz. Genocida triple, cuádruple. Está acusado de un montón de delitos y lo trasladan a Mar del Plata. Es una humillación al pueblo. Es la justicia y el Gobierno. Hay una campaña”. Eleonora Alais, HIJOS Mar del Plata “Nosotros estamos acostumbrados porque, si bien no se le da mucha prensa, tenemos muchísimos milicos acá con arresto domiciliario. Etchecolatz se suma a la larga lista. No sólo tienen arresto domiciliario sino también la posibilidad de tener vacaciones, como en algún momento se ha hecho público, y eligen Mar del Plata para venir estando detenidos. Los presos comunes no tienen estos privilegios. Hay que hacer una salvedad, porque si no, no queda claro: nosotros estamos totalmente de acuerdo con los beneficios que se dan cuando cumplen ciertos requisitos los presos comunes, pero no a quienes cometieron delitos de lesa humanidad. En ningún lugar del mundo esto es admisible. Estamos frente a un gobierno de la extrema derecha donde las cosas han cambiado mucho. En Mar del Plata tenemos un intendente claramente de derecha que ha sido parte de la dictadura y están las condiciones dadas como para que estos personajes vengan. Etchecolatz ya ha sido declarado por el Concejo Deliberante como ciudadano no grato, oficialmente. Fue algo que nos sorprendió, es positivo dentro de lo mal que está la situación”.“Hace un ratito, el juez Rozanski nos pasó la información de que estuvo acompañando al director del Hospital Penitenciario Central porque Etchecolatz amenazó de muerte a él y a su familia porque este médico había firmado que estaba en condiciones de seguir detenido. Entre otras situaciones, para poner en contexto a quiénes se les está otorgando la domiciliaria. Una persona que está acusada de estar involucrada en la desaparición de Julio López y también tiene en todos estos años de detención situaciones de muchísima peligrosidad. Cuando lo trajeron acá con la primera domiciliaria, que lo fuimos a escrachar, fue hace muchos años, creíamos que íbamos con todo armado. Después nos enteramos de que

El sábado pasado Familiares y Amigos de Luciano Arruga inauguraron la Biblioteca Jorge Julio López emplazada en el ex destacamento policial donde Luciano fue torturado. Aquí la crónica de una larga jornada con energías cruzadas. (Por Fernando Tebele para La Retaguardia)Foto: Nilda Eloy frente al mural de López en la Biblioteca con su nombre. 22 de septiembre de 2008 Luciano Arruga fue detenido poco antes del mediodía. Según pudo reconstruirse en el juicio celebrado en mayo de 2015, en el que el policía Julio Diego Torales fue condenado a 10 años de prisión por haberlo torturado, los luego exonerados policías Olmos y Sorayre lo levantaron en la calle para conducirlo al destacamento de la calle Indart 106, que se había abierto dos años atrás por un insistente pedido de un grupo de vecinos del barrio agrupados en VALOMI (Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador). Pasó todo el día allí, hasta que la noche golpeó las puertas de ese infierno y su mamá y su hermana consiguieron acreditar su identidad (como si los policías no lo conocieran) y liberarlo.El joven de 16 años fue mantenido en la cocina del lugar, esposado a las rejas de una ventana. Sus gritos aún retumban en los oídos perturbados de Vanesa Orieta, su hermana: “¡Vane, sacame de acá que me están matando a golpes!”, relató una y mil veces haber escuchado. Quienes no conocimos a Luciano, aunque no sepamos cuál era su tono de voz, lo escuchamos gritar a través de los testimonios de Vanesa y de Mónica Alegre, su mamá. 24 de septiembre de 2016 8 años y 2 días después lo primero que uno ve al entrar en ese mismo lugar, hoy llamado Espacio Luciano Arruga, es la flamante biblioteca Jorge Julio López, en la que un centenar de libros se miran de frente con un mural donde sobresale el rostro del testigo desaparecido que fue pintado por el grupo de muralistas Chuño Padilla. La cocina permanece inalterable por decisión del grupo de Familiares y Amigos de Luciano Arruga, que realizaron una ronda de consultas con los “viejos” para escuchar opiniones acerca de qué hacer y qué no en ese tenebroso lugar. Los “viejos” son algunos militantes de derechos humanos a los que reconocen especialmente, entre ellos Nilda Eloy –presente en la jornada y participante de una de las mesas-, la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y Enrique “Cachito” Fukman, que falleció hace algunos meses y nos hace llorar su ausencia también este día. Es muy difícil permanecer allí en esa cocina-centro de torturas. Por suerte, y por decisión colectiva también, la jornada se desarrolla en el fondo: un gran espacio verde con una construcción que podría haberse convertido en los “nuevos calabozos” si el destacamento permaneciera abierto. Hoy es el corazón del proyecto del Espacio. Allí funcionará la radio que los Familiares y Amigos planean montar para que los pibes y pibas del barrio tengan un lugar donde hablar y ser escuchados. En esa construcción, un cartel dice Aire; está manuscrito pero dice mucho más que esas cuatro letras. Allí hay un sueño conviviendo con el dolor.Una consola de sonido amplifica las voces de Nilda Eloy, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos; Miguel Graziano, autor del libro En el cielo nos vemos, la historia de Jorge Julio López; y Julio Avinceto, de Hijos La Plata. Entre los tres recuperaron momentos del testigo desaparecido y pusieron en contexto adecuado qué implica su desaparición, pero Eloy, con el recuerdo preciso, conmovedor y reflexivo a la vez, consigue que sea imposible distraerse; solo cabe escucharla, aunque se tome su tiempo con largos silencios que dicen sin palabras.La jornada es extensa. Fue citada a las 12 y hubiese sido de comienzo puntual si el micro que llega desde La Plata no se hubiera retrasado. Pero no cuesta esperar, conseguirse algunas de las empanadas caseras y alguna gaseosa para seguir charlando mientras tanto. En el futuro estudio de radio, el sonido se convierte en transmisión especial de Radio Zona Libre y La Retaguardia. Olivera presenta a Ana López (centro) y a Verdú (detrás) La segunda mesa deja un debate abierto acerca de las palabras. Es que la socióloga Ana López decide compartir la incomodidad que le viene generando hablar de “violencia institucional”. “Es una suerte de categoría vedette que nos ha hecho olvidar de otra palabra también importante que es la de torturas. Y si vamos a perder una palabra que tiene un valor político trascendente en la historia argentina, como tortura, estamos perdiendo una batalla. En democracia se tortura, como se torturó durante el Terrorismo de Estado. Si dejamos que la remplace una palabra que tiene cierta laxitud, ambigüedad y corte en el tiempo, estaremos perdiendo una batalla. Si creemos que Luciano y Julio tienen algo que ver, habrá que ver más críticamente las palabras”. María del Carmen Verdú festeja que Correpi no sea la única organización que plantea esa crítica. “Le pusimos Institucional a Correpi porque fue la única manera que encontramos en aquel momento para decir que el problema policial no era un problema de la policía sino del sistema en que vivimos”, asegura a su turno. “La consigna violencia institucional desapareció de nuestros materiales hace mucho”, dice y explica un largo por qué que se lleva casi toda su exposición.Luego aparece la mesa de cierre, que si bien no estaba anunciada era esperable. Vanesa y Mónica toman su lugar, pero la palabra es de Laura Olivera, una de las integrantes del grupo que puso mano tras mano en ese espacio, como todos los demás. “Esta biblioteca va a tener una especialización en derechos humanos, no solo en las cuestiones de lesa humanidad, sino también otro tipo de violaciones a los derechos humanos. La idea es que sea un marco teórico que invite a quienes se quieran acercar a hacer consultas e investigaciones”, dice con tanta calma como entusiasmo. Y presenta a Vanesa, que con crudeza relata lo que significa ese lugar para ellas. Arranca con la esperanza por venir: “El objetivo

Nilda Eloy, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y querellante junto con López en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz, dialogó con La Retaguardia a 10 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López. En un clima cargado tanto de dolor como de reflexión, durante el diálogo con Paulo Giacobbe, Eloy recordó, casi sin preguntas de por medio, todos los detalles de la jornada en la que a López “lo chuparon”, reclamó justicia, valoró las condiciones personales del testigo y se refirió a su teoría principial “quisieron hacerle cambiar su declaración y no pudieron”. (Por La Retaguardia)Ilustración de Chelo Candia18 de Septiembre de 2006“Soy una de las tantas miles de personas que desde hace 10 años reclamamos la aparición con vida de Jorge Julio López y el juicio y castigo a los responsables de su segunda desaparición. Para ubicarnos tendríamos que volver a ese 18 de septiembre de 2006, día en que la querella que integrábamos Jorge Julio López, yo y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos iba a presentar su alegato. En él por primera vez se iba a pedir la condena por genocidio. Ese día a la mañana temprano yo tenía las entradas para la familia de él, el Tribunal había hecho unos cartoncitos para que pudieran entrar cada uno por la falta de lugar. Llegó el hijo, Gustavo, temprano junto con un sobrino y: ‘Mi viejo no está’. A partir de allí fue una locura. En el primer momento yo salí para adentro de la municipalidad que es donde estaba siendo el juicio porque dije ‘éste se vino más temprano’. Estaba tan ansioso. Y no, no estaba. Pero cuando Gustavo me dijo que la ropa había quedado preparada en la silla dije ‘lo chuparon’. Usé una expresión muy vieja y fue difícil. A medida que iba llegando gente, los mismos compañeros no lo podían creer, decían que no, que tuvo que haber pasado algo. Yo tuve esa convicción desde un primer momento de que lo habían secuestrado porque el viejo cabulero usó la misma ropa, desde los borceguíes hasta la gorra, en todo lo relacionado al juicio sin importar los cambios de temperatura. Por otro lado, era un tipo responsable y sabía que tenía que estar ahí presente porque ni él ni yo habíamos firmado poder para los abogados, por lo tanto para que ellos pudieran alegar nosotros teníamos que estar presentes en el juicio sí o sí. Además habíamos hablado durante el fin de semana varias veces y él quería verle la cara a Etchecolatz. A mí no me entraban en la cabeza esas cosas que se intentaron plantear en un principio de que se había escondido, que tenía miedo, que se podría haber perdido, que era un viejito gagá. No, por favor, Jorge no era nada de eso. Sí tenía un Parkinson que recién empezaba y le temblaban las manos pero no era ningún viejito gagá, mucho menos era un tipo que se podría haber escondido por miedo. Así empezó este recorrido de 10 años.Llegamos al día siguiente a la lectura del veredicto. Conseguimos un avance enorme en la justicia a nivel nacional e internacional como fue el reconocimiento del genocidio. No se lo condenó por ese delito pero sí se reconoció que los hechos ocurridos en este país entre 1976 y 1983 se enmarcaban en el delito internacional de genocidio. Nos costó la desaparición de Jorge Julio López. Cuando terminaron de leer el veredicto y todo el mundo gritaba y todo el salón estalló yo tenía una silla vacía al lado. Me faltaba el viejo que tendría que haber estado sentado al lado mío. Un precio muy alto.En las palabras finales de Etchecolatz en un momento pensábamos que hablaba de López: ‘Ustedes están condenando a un pobre viejo enfermo, sin poder…’. En este momento por supuesto que estoy absolutamente segura de que estaba hablando de Jorge Julio López. Por eso genera tanta bronca, tanta indignación que un sujeto como Etchecolatz esté al borde de que lo manden a su casa. Se cumplen 10 años de la desaparición de Jorge Julio López y 40 años de lo que se conoció como La Noche de los Lápices, Etchecolatz es responsable de los dos hechos. Que este tipo pueda mirar desde su cama por televisión las marchas es absolutamente indignante.Entendemos que sabe dónde está Clara Anahí y un montón de cosas más pero es un tipo como ellos se consideran a sí mismos, un duro. Un tipo que llegó a decir en un juicio que él volvería a hacer cada una de las cosas que hizo. O sea, es un ejecutor con convencimiento. Seguro que tiene mucha información que jamás va a dar porque su forma de seguir haciendo daño es no dándola. El valor del testimonio de LópezTodos los testimonios son distintos. La gente a veces piensa que cuando vos declarás varias veces es como que te sentás y te ponés una especie de casete, pero cuando vos te sentás en esa sillita a declarar no declarás desde esa silla: tenés que volver al campo para hablar. El viejo era un tipo que no se permitió olvidar, no se lo permitió a sí mismo, por eso los escritos. Cuando no podía hablar por una decisión de su entorno familiar u otras circunstancias, él escribió una y otra vez qué había vivido. Por eso tal vez sus testimonios parecen tan vivos. Me acuerdo que cuando declaró por primera vez en los juicios por la verdad y ahí lo conocí y él estaba siempre viendo si podía sacar alguna otra información, ubicar a alguien. Había compañeros que en base al testimonio de López decían ‘el viejo está loco’. El viejo hablaba de la construcción de la época de Rosas y qué sé yo, y los ladrillos no sé qué. Ahora, cuando años después de su declaración nosotros conocimos a quien fue la última dueña civil de la casona de la Estancia La Armonía donde funcionó el Pozo de Arana, con ella vimos fotos y planos

Los abogados Aníbal Hnatiuk y Guadalupe Godoy, dieron indicios de cuáles son las principales teorías acerca de qué pasó con el testigo contra el genocida Miguel Etchecolatz. Fue en el programa Oral y Público, que se emite por Radio La Retaguardia, a partir de entrevistas realizadas por Paulo Giacobbe. Los prácticamente nulos avances en la investigación y las pistas que remiten a la Policía Bonaerense. Esta nota es parte de una serie a 10 años de la desaparición de López, que contará con otras entrevistas en este portal y un programa especial que emitirá Radio La Retaguardia esta semana. (Por La Retaguardia)Foto: Las manos de López (captura de video de Últimas imágenes) Aníbal Hnatiuk es el abogado de la causa por la segunda desaparición de Jorge Julio López, ocurrida el 18 de septiembre de 2006, una causa que –según sus propias palabras– a pesar de tener muchas líneas de investigación abiertas, se encuentra semi-paralizada: “en esas líneas (de investigación) incluyo por ejemplo una llamada al 911 diciendo que López está en tal o cual lugar, eso es una pista. Muchas de esas líneas de investigación así como se abrieron se cerraron, pero de todas maneras hay un montón de pistas que tienen que ver con lo que nosotros creemos que hay que darle importancia que son las que tienen que ver con algún grupo de represores, personas cercanas a represores, ya sea que estén presos por una causa de lesa humanidad o libres, y son las personas que para nosotros había que investigar. Todas esas pistas se empezaron muy tarde, no quiere decir que no haya habido ninguna pista en ese sentido, las hubo y son unas cuantas las que se abrieron pero todas se empezaron muy tarde. Hay que tener en cuenta que en un delito como este, un secuestro, una desaparición forzada de persona, son importantes las primeras horas, los primeros días, las primeras semanas y después con el tiempo aparentemente va decayendo la posibilidad de encontrar la verdad. Justamente fue durante esas primeras horas y días donde no se investigó nada a estos represores o nada fuertemente, en serio, en profundidad, y con el tiempo a partir de una actividad probatoria de pedido de pruebas hecho por nosotros, por Guadalupe Godoy y algunos compañeros que han aportado en esto, se iniciaron varias líneas de investigación que tenían todas que ver con represores que centralmente tuvieran algo que ver con los centros clandestinos de detención en los que estuvo López desaparecido en 1976, o en el circuito represivo de La Plata que estuvo centralmente a cargo de la Policía Bonaerense, más allá de que también actuó el Ejército y otras fuerzas”.En la charla con Giacobbe, Hnatiuk remarcó la idea de que tras aquel 18 de septiembre de 2006 pasaron varios meses hasta que se empezó a investigar fuertemente: “se recabaron datos sobre las personas que López nombró en su testimonio, eso se hizo relativamente a los pocos meses, al poco tiempo de su desaparición, pero eso es un inicio de entender que se podía investigar algo por ahí, lo que no quiere decir que se haya investigado a esas personas. Es muy difícil establecer a partir de cuándo pero podría decir que por lo menos se tardó 6 meses en buscar fuertemente sobre los grupos de represores que se podían estar juntando. Medio año en cuanto a producirse pruebas de envergadura, de contenido de mediana calidad en cuanto a búsqueda concreta, no de que una persona llamó y dijo que los que lo tienen preso son los policías de la comisaría quinta; que haya una tarea investigativa de la justicia y las fuerzas de seguridad fuerte por lo menos (pasaron) 6 meses”. La maldita bonaerenseGuadalupe Godoy era la abogada de López al momento de su desaparición, día en que además la letrada debía alegar en el juicio contra Etchecolatz. En diálogo con Paulo Giacobbe para La Retaguardia, Godoy recordó una reunión mantenida junto a integrantes de organismos de derechos humanos con el por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, su ministro de Seguridad León Arslanian, y su secretario de Derechos Humanos, Edgardo Binstock: “(Fue) a los 5 días de la desaparición de López después de la primera marcha que hicimos bajo la lluvia en La Plata, todo ese primer año de marchas por López estuvo signado por la lluvia. Adriana Calvo (de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos) no preguntó sino que afirmó: ‘Solá, fue la Bonaerense’, y Solá dijo que sí. No había que usar mucho la imaginación tampoco, en ese momento Solá y Arslanian estaban encarando el enésimo intento de reforma de la policía de la provincia, había una resistencia muy fuerte, que era palpable, clara, había habido hechos y hubo hechos posteriores que marcaban ese enfrentamiento con la Bonaerense, quien vive en este ciudad (La Plata) después de un tiempo ya sabe cuáles son los gestos y un tiempito antes habían robado el kiosco de la Gobernación, esas pequeñas cosas donde la Bonaerense indica su malestar, y para nosotros, y creo que al principio Solá no tenía inconveniente en reconocerlo, desde el primer momento la desaparición de López se enmarcaba en ese conflicto y seguramente con sectores interesados en detener la continuidad de los juicios. Creo que después hubo situaciones a nivel nacional que hicieron cambiar esa afirmación y ese discurso inicial, y eso se nota más cuando uno ve el contraste en diciembre cuando fue el secuestro de (Luis) Gerez (albañil secuestrado durante 48 horas en diciembre de 2006, el gobierno señaló por entonces al ex subcomisario y represor Luis Patti como responsable del hecho), ahí se ve cómo sale Néstor Kirchner y afirma que pase lo que pase la política de los juicios va a continuar y demás y hace pensar que ahí hubo una autocrítica de cómo se había tomado la desaparición de López, o bien que por algún motivo en ese momento retrocedieron en aceptar que estábamos ante una desaparición con las características propias de las desapariciones

Hoy recibió ese beneficio en dos causas. Quedan otras dos por resolver, pero según Guadalupe Godoy, una de las abogadas que consiguió sus condenas “está cada vez más afuera”. La semana pasada se había generado una confusión acerca de qué tribunal debía intervenir en esa decisión; incluso algunos medios publicaron que le habían denegado el beneficio. Carlos Zaidman, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), dialogó con el programa Oral y Público en Radio La Retaguardia para aclarar la competencia de cada órgano y explicó anoche que la decisión definitiva se tomaría hoy y lo haría el Tribunal Oral Federal Nº1, que es el mismo que lo juzgó, pero sin la integración del juez Rozanski, que se excusó tras denunciar amenazas en las que todas las miradas -cuando no- apuntan al genocida que Jorge Julio López, en su declaración, denominó “un chacal, un asesino serial”. (Por La Retaguardia) Acerca de las versiones  Etchecolatz está cada vez más cerca de regresar a su domicilio en el bosque Peralta Ramos de Mar del Plata. Los fallos de hoy no efectivizan el beneficio, ya que faltan otras dos causas en las que definir su situación, pero la semana pasada varios medios publicaron que su pedido había sido denegado. En realidad, un juez lo mandó al hospital para que lo asistieran por la huelga de hambre que lleva adelante, pero esa medida tampoco se efectivizó. Así lo explicó Carlos Zaidman: “Hubo una confusión medio inducida con los tribunales que intervienen, finalmente el que tiene la facultad de aceptar o no la domiciliaria es el que lo juzgó pero ya sin la presencia de Carlos Rozanski. Pienso que había una intención clara de movilizar. Lo que se trata la posible libertad de irse a la casa de este genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, un chacal, como había adjetivado perfectamente Jorge Julio López”, dijo y luego aclaró: “Todavía no está en un hospital, hay verdades y mentiras. La negativa a la domiciliaria se la da (Enrique) Kreplac que es juez de un tribunal de instrucción. Lo manda al hospital porque ya hace doce días que está en huelga de hambre pero lo manda extramuros, es decir, fuera de la cárcel. Etchecolatz eligió un lugar cerca de Montegrande que pagaba él”, contó Zaidman. Esa denegatoria será clave el lunes, ya que si le conceden la domiciliaria en la tercera causa que tiene el TOF 1, la de Kreplac sería la que garantice que continúe preso. El militante de derechos humanos explicó cómo fue su recorrido por la institución de salud: “Entró a la guardia, lo revisaron, le hicieron todas las comprobaciones de un caso así e informan que está perfecto, que no necesita ser internado, y lo mandan de nuevo a Ezeiza. El informe dice que empezó con 73 kilos y ahora estaría pesando 67, pero las compañeras, buscando unos documentos viejos, encontraron un informe viejo de abril de este año, donde figuraba su peso y era exactamente el mismo. Es decir que ahora, doce días después de esta huelga, pesa lo mismo que en abril. Es un intento más de hacer creer que este hombre está enfermo, que es un pobre viejo inocente e incapaz de hacer algo malo”.Zaidman explicó quién es Etchecolatz: “Este hombre tiene seis condenas efectivas, tres a perpetua. No está preso por haber robado un kilo de pan, sino por haber asesinado a cientos de compañeros, haber torturado a miles, desaparecido a otros tantos y robado bebés, entre ellos la nieta de Chicha Mariani, Clara Anahí Mariani Teruggi. En la primera sentencia luego de caídas las leyes de obediencia debida y punto final, el primer juicio que logramos es el de Etchecolatz. Ya el dictamen fue claro, el tribunal dijo que la peligrosidad de esta persona es tal que no puede permanecer un día más fuera de la cárcel. No nos olvidemos que a ese juicio el genocida llegó con el beneficio de la prisión domiciliaria”. El ex detenido explicó por qué eso se revirtió: “Cuando se hizo el allanamiento en la casa y se encontró una pistola de grueso calibre con una cantidad grande de municiones, una pistola lista para ser usada, se le revocó esa domiciliaria y se lo mandó a Marcos Paz. Los defensores, en ese momento, volvieron a solicitar la domiciliaria diciendo que Etchecolatz tenía una enfermedad terminal. Esto fue en el año 2006, hace diez años que nos mintieron y nos vuelven a mentir”.“Nosotros debemos coincidir esta vez con lo que dijo el ministro Avruj, que el 50% de los genocidas -aunque él no los llamó genocidas- está con domiciliaria, hayan sido hallados culpables o estén esperando una sentencia. De ese 50%, el 90% fue otorgada durante el gobierno kirchnerista, y esto ya es grave e implica un grado de impunidad muy grande. Ahora, que le den la domiciliaria a este tipo que emblemáticamente es la represión, el más alto funcionario oficial viviente de la época de la dictadura en la provincia de Buenos Aires. Fue la mano derecha del general Camps”, denunció.Para Zaidman, hay que considerar dos circunstancias: “Por un lado pesa la carga simbólica por la impunidad y por otro lado sabemos que esto significaría un aluvión de pedidos de domiciliaria porque si se la dan a este tipo con tres perpetuas y unas cuantas más van a pedirlo todos. Es lo que tenemos y es a lo que nos estamos oponiendo. Ya hicimos dos concentraciones y manifestaciones exigiendo que no le den la domiciliaria”. La última concentración se realizó hoy a las 9 de la mañana donde está el Tribunal Oral Federal 1, en 4 y 51. Pero cerca del mediodía parecía que la noticia se postergaría una vez. Sin embargo, hace apenas minutos, los abogados fueron notificados de las malas nuevas: Etchecolatz accedió al beneficio en dos de las causas. Los jueces Germán Castelli (por motivos humanitarios) y Daniel Alejandro Esmoris (por el mero cumplimiento del requisito etario); en cambio el juez Lemos votó en contra. La abogada Guadalupe Godoy, que actuó en los

María Soledad Escobar, administradora de elrevelador.com.ar, se encontraba hasta hace días dentro del programa de protección a testigos. Dialogó con Paulo Giacobbe para La Retaguardia sobre las razones políticas de su expulsión, los motivos por los que se había incorporado a partir de publicaciones sobre irregularidades en la morgue de La Plata e investigaciones y presunciones con respecto a las desapariciones en democracia. Escobar es amicus curiae en la causa por las inundaciones de La Plata por haber investigado a los procedimientos de la morgue en aquella oportunidad. Escribió, además, el libro Inundados La Plata: lo que el agua no encubrió, junto a Gabriel Prósperi. (Por La Retaguardia) “En septiembre de 2014 me citó Alak al ministerio de Justicia y Derechos Humanos cuando le mostré todo lo que había pasado en la investigación de la morgue. Le comenté que me había amenazado varias veces la policía y me llevó con quien era entonces el director del Programa de protección a testigos y me metí. No entendía mucho de qué se trataba pero calculé que si consideraban que debía ingresar, no me iba a negar. Estuve en el Programa hasta el martes 7 de junio, cuando me notificaron que quedaba afuera. Firmé en disconformidad haciendo responsable, por supuesto, al Estado nacional por mi integridad física y la de mi familia”, se plantó Escobar. Asegura que no hay ningún criterio esclarecido para incorporar ni correr personas del Programa: “Mi retiro se da luego de dos eventos: uno es la publicación de Verbitsky en Página/12 de la investigación, que citó como fuente a una página que hice sobre periodismo de datos pegándole claramente al gobierno actual. La difusión que ha tenido la web ha generado cierta molestia. A la persona que vino a retirarme del programa le dije que no me parecía que fuera de esa manera y a él se lo veía un tanto avergonzado. Le dije: ‘¿Será porque soy kirchnerista?’ y él respondió ‘todo puede ser’”, denunció. “Lo lógico hubiera sido que me citaran y evaluaran la situación. Luego, si tomaban la decisión, uno no lo puede desacatar, es lo que la ley manda y tienen el derecho de hacerlo. El juez Arias lo hizo público. Es una señal para intimidar, uno no sabe cómo leerlo. Es preocupante el hecho de saber que hoy la Policía Bonaerense no tiene control político. De alguna manera lo hemos visto en el permiso de solicitar a las personas que se identifiquen”, señaló Escobar sobre las modificaciones en las políticas que se evidencian con el cambio de gestión. “Mostrar el documento está mal, pero en lugar de eso los ponen contra la pared, los revisan, los tocan, según la portación de cara. Sabemos que se desbocan fácilmente y más sin control político. Hay mucha gente que seguramente quedó muy enojada con el hecho de que hubiéramos llevado a la Gendarmería dentro de una morgue de la Policía de la Provincia”, aseguró.Riesgos “Al juez Arias le han hecho de todo. En un operativo le pegaron, en otra oportunidad venía por la ruta a las 12 de la noche y lo rodearon un montón de patrulleros con la excusa de que habían robado una camioneta como esa y era todo mentira. El juez lo comprobó y lo tuvieron dos horas con la familia en el medio de la ruta. Sabemos que con el juez están muy disgustados y conmigo naturalmente también. Estoy tranquila igualmente, con las cosas que están pasando en el país, hay gente que se está muriendo de hambre y de frío y eso me tiene bastante más preocupada”, aclaró. El caso de Jorge Julio López El peritaje en la morgue luego de la inundación de La Plata arrojó que “había allí 62 cuerpos entre adultos, bebés, perros, cuerpos pegados literalmente pudriéndose a temperatura ambiente. Había cuerpos que no tenían rótulo, es decir que no te podías remitir a ningún papel. Otros estaban mal rotulados, por ejemplo, el cuerpo de un adulto tenía un rótulo pero cuando íbamos a los papeles pertenecía a una criatura de 4 años carbonizada. En uno de los cadáveres, que se notaba que estaba totalmente esqueletizado, era de larga data que tenía fecha del 26 de septiembre de 2006, unos días después de la desaparición de López, había un rótulo que era el 13520 y decía ‘Fernández’”, explicó Escobar, que luego aclaró la referencia posterior: “Cuando vamos a los libros, ese rótulo correspondía a un tal Matías Cañedo que había sido entregado al día siguiente, es decir que no era él. Si avanzábamos en el libro, el 13528 era Enrique Fernández, enterrado ya en estos procedimientos de inscripciones falsas o irregulares donde se presenta la policía como testigo, inscribe la defunción y entierra. No era ni Cañedo ni Fernández. Nos sobra un cadáver de esos días. Si nos ponemos a pensar que en el caso, por ejemplo, de Luciano Arruga, tanto Arias como yo dijimos que para nosotros estaba en un cementerio, y era bastante jugado decirlo, y a los pocos meses apareció así”, contó. Para Escobar, lo de López es más que evidente: “Crucemos Etchecolatz, Policía Bonaerense, morgue policial de La Plata, no es descabellado pensar que fue enterrado con otra identidad o que era el cuerpo que estaba en la morgue. La pericia sobre ese cuerpo no dio resultado, yo pedí otras medidas pero la causa quedó trabada por todas las apelaciones de fiscalía de Estado. Entre otras cosas, me acerqué al CELS para pedir ayuda legal, que se involucre en la causa y de esa manera poder avanzar. En la pericia hecha no salió el ADN, entonces no se puede contrastar, hay que tomar una nueva muestra. Cuando son cuerpos muy degradados o viejos se toma una muestra y a veces ésta se consume y no se obtiene un perfil genético, por lo que es necesario tomar una nueva y que se haga el trabajo de nuevo. Eso pasó con diez cuerpos, entre ellos este”, relató.En síntesis: “Había un cuerpo que tenía un número que decía 13520-Fernández, ibas