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Luciano Arruga

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(Por La Retaguardia) El Jurado de enjuiciamiento de magistrados postergó esta tarde la decisión acerca de si acepta el pedido de Roxana Castelli, la primera fiscal de la causa de Luciano Arruga. La funcionaria pidió el cierre del juicio en su contra alegando prescripción. Esta semana, Vanesa Orieta, la hermana del joven asesinado en 2009, grabó un video a modo de mensaje para los miembros del tribunal. La definición será la semana próxima. Durante la misma reunión citada para las 11 de hoy, el tribunal decidió rechazar las pruebas presentadas por los otros 2 funcionarios judiciales que actuaron en la causa mientras estuvo en el fuero provincial. El juez del Juzgado de Garantías Nº5, Gustavo Banco, y la fiscal que remplazó a Castelli, Celia Cejas, también están acusados por la familia ya que, entre otras decisiones reprochables, mantuvieron intervenidos sus teléfonos durante 1 año y medio, como si fueran sospechosos, no víctimas.“Agradecemos a todos los que solidariamente nos siguen acompañando para visibilizar nuestro derecho a saber ¿qué paso con Luciano?”, dice el comunicado que publicaron esta tarde en las redes sociales.“En una Desaparición Forzada son muchas las responsabilidades que deben ser investigadas: policiales,Judiciales y Políticas. No a la Nulidad ! Si a la investigación y sanción !!”, finalizan.Nuevamente los Familiares y Amigos de Luciano Arruga consiguieron que la justicia no actúe de modo corporativo. Aun con la escasa repercusión que consiguieron esta vez en los medios tradicionales de comunicación, el video que prepararon y la difusión a través de redes sociales y medios alternativos, comunitarios y populares, pudieron llegar adonde necesitaban. Los jueces del tribunal tienen una semana más para pensar si la justicia se aplica solo según lo escrito (con lo cual la prescripción podría ser lega), o se aplica desde el sentido común, que en este caso implicaría que la familia del joven no puede quedarse sin justicia porque la propia burocracia judicial demora demasiado.

Orieta durante la grabación del video(Foto: La Retaguardia) (Por La Retaguardia) La fiscal Roxana Castelli, que actuó en la causa por “averiguación de paradero” de Luciano Arruga durante los primeros 40 días de la desaparición del jove, solicitó al tribunal que la enjuicia por su mal desempeño que cierre la causa en su contra por prescripción. Los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, cuyo cuerpo apareció enterrado como N.N. el 17 de octubre de 2014, denunció una serie de hechos que sucedieron en aquel tiempo, como que la desaparición fuera investigada por la misma policía acusada, o que Castelli no haya recibido a los familiares. Aquí, el video que Vanesa Orieta, la hermana de Luciano, grabó hace algunas horas con el objetivo de enviar un mensaje sobre todo a los miembros del tribunal que debe tomar la decisión, compuesto por 3 jueces, 3 legisladores provinciales del Frente Para la Victoria y 2 del Frente Renovador.         

Orieta durante la grabación del video.(Foto La Retaguardia) (Por La Retaguardia) Vanesa Orieta, la hermana de Luciano Arruga grabó junto a sus compañeros un video que se conocerá en las próxima horas, como inicio de la campaña que llevarán a cabo Familiares y Amigos para impulsar los jury de enjuiciamiento a los funcionarios señalados como responsables de la impunidad en el caso de Luciano. El objetivo central es generar un marco de presión social para conseguir que el Honorable Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y funcionarios de la provincia de Buenos Aires le niegue a la denunciada Roxana Castelli, la primera fiscal de la causa, el pedido para declarar la nulidad del juicio por prescripción. El tribunal deberá decidir este jueves 13, a las 11 horas.“Es fundamental que se lleve adelante este proceso de investigación. Estamos hablando de un caso sumamente grave”, afirmó Orieta. Además, se refirió a la cuestión de derechos humanos: “Es un tema muy sensible y tiene que ver con la historia de nuestro país, no se puede bastardear”. La respuesta a la presentación tiene un plazo límite: deberá emitirse, como máximo, el 13 de agosto. En este jury, la familia Arruga denuncia puntualmente a tres magistrados del poder judicial. las fiscales Castelli y Cejas y el juez Banco.Roxana Castelli El 27 de marzo de 2015 pidió la nulidad de su juzgamiento lo que motivó el inicio de esta campaña. Fue la fiscal de la causa durante los primeros cuarenta días desde la desaparición. Fue responsable de no recibir a Vanesa Orieta a pesar de su explícito y reiterado pedido de una reunión, no dar lugar a la posibilidad de investigar la pista de la Bonaerense como sospechosa y permitir e impulsar la declaración de testigos en sede policial, cuando la familia señaló como responsables directos a los efectivos de la Fuerza. En palabras de Orieta: “ella omitió investigar la detención que sufrió Luciano el 22 de septiembre de 2008″, a la que caracterizó como el episodio “que puso de relieve los hostigamientos que él venía soportando”. La joven también aseguró que, durante el proceso en manos de Castelli, ” se dio lugar a que nos alejáramos de la verdad y de encontrar a Luciano”.El listado de cargos que se le hacen a Castelli es largo:1) Haber violado la resolución 1390 de la Procuración General, en función de la delegación de la investigación en la Policía Bonaerense, cuyos integrantes eran señalados desde el primer momento de la investigación como sospechosos de la probable comisión de un hecho delictivo.2) Haber omitido la producción de prueba relevante.3) Haber ignorado las denuncias de hostigamiento policial sobre Luciano Arruga.4) Haber omitido la correcta identificación de testigos en el lugar donde vivía Luciano Arruga.5) Haber realizado sin la debida diligencia diversos estudios periciales sobre las dependencias policiales y/o los móviles;6) Haber omitido la investigación de innumerables irregularidades policiales.7) Haber omitido investigar las torturas sufridas por Luciano en septiembre de 2008  y por otros testigos, a pesar de haber tomado conocimiento de ellas.8) Haber omitido la realización de medidas de prueba conducentes para determinar lo ocurrido (utilizando las huellas dactiloscópicas del joven Luciano Arruga) Cejas y BancoCelia Cejas, como segunda fiscal durante los siguientes tres años, abrió un expediente secreto dentro de la causa en el que se sistematizó el registro de escuchas telefónicas a la familia Arruga. Las justificó afirmando que su entorno podía tener información sobre la desaparición que no estuviera dando a conocer. La cantidad de pedidos renovados para sostener las escuchas en el tiempo, son claramente ilegales, ya que no es común que se extiendan tanto, y mucho menos cuando los sujetos a escuchar son los familiares de la víctima…Para pinchar los teléfonos, Cejas contó con el apoyo total de Gustavo Banco, el tercer denunciado, primer juez a cargo de la investigación. Él permitió las escuchas sin ningún tipo de objeción y, además, dio lugar a quince prórrogas para extenderlas durante un año y medio. El juez Banco es conocido en La Matanza por garantizar la impunidad en otros casos de gatillo fácil y, en el caso Arruga, por haberse negado inicialmente a que la causa dejara de estar caratulada como “Averiguación de paradero”. Como siempre, intentando correr los márgenes de la comunicación tradicional, los Familiares y Amigos de Luciano Arruga apostaron a que Vanesa filmara un video explicando resumidamente la situación. Ese video, que se conocerá en algunas horas, será publicado a través de las redes sociales.Orieta aprovechó para explicar en qué situaciones se encuentran el resto de las instancias de la causa: “Hay un policía condenado por la detención de septiembre de 2008 y la causa principal por la desaparición continúa en una etapa de instrucción”. Se refirió, específicamente, a los que identifica como responsables: “No queremos que esto termine en una condena a los culpables materiales sino que exigimos acceder a la verdad y a responsabilizar a los funcionarios judiciales y políticos”.Con la intención de dirigirse a ellos de forma directa y sin medias tintas, la hermana de Luciano Arruga mencionó con nombre y apellido a todos los integrantes del Honorable Jurado, entre los que hay jueces y legisladores.Presidente: Juan Carlos Hitters (actual presidente de la suprema Corte de justicia de Buenos Aires)Carlos Alberto Alvarez (conjuez)Diana Graciela Fiorini (conjueza)Guillermo Alejandro Britos (diputado Frente Renovador)Maria Elena Torresi (diputada Frente Renovador)Ruben Gustavo Oliva (senador Frente Para la Victoria)Luciano Martini (senador Frente Para la Victoria)Guido Martin Lorenzino Matta (diputado Frente Para la Victoria)

El auto consumido por las llamas. (Por La Retaguardia) Apenas 2 días después de haber denunciado el incendio de su auto, Vanesa Orieta participó del programa Desde Afuera que los Familiares y Amigos de Luciano Arruga realizan en Radio La Retaguardia y Radio Zona Libre, en el que repasó lo sucedido en la madrugada de aquel sábado 7 de junio, poniéndolo en contexto junto a otros hechos similares sufridos por familiares y testigos de la causa de la desaparición de su hermano. Además, habló de las responsabilidades judiciales y agradeció el apoyo y solidaridad de sus compañeros. “En este caso es la pérdida de un objeto material, que si bien es importante y es grave que esto suceda, creemos que habría que ajustarlo dentro de una lógica que se viene dando desde que empezamos a denunciar la desaparición de Luciano. Han ocurrido hechos muchos más graves que tienen que ver con detenciones a testigos, armado de causas, en algún momento intentaron incendiar la casa de mi mamá, intentaron incendiar instalaciones de la APDH La Matanza, que en este último tiempo además fue muy perseguida e incluso los familiares de Pablo Pimentel han sufrido algún tipo de persecución. Lo del auto sencillamente fue levantarnos una madrugada con el auto ya en llamas, la presencia de los bomberos inmediatamente para poder apagar el incendio, y lo que nos llamó la atención fue encontrar cosas que estaban dentro del auto afuera y algunas incluso cerca del domicilio. En el contexto en el que vivimos, lamentablemente no podemos dejar pasar ninguna de estas situaciones, y la realidad es que la justicia al no avanzar en los procesos de investigación lo que hace es que nuestra duda se agrande aún más y que ante esto tengamos que difundir cada uno de los hechos tratando de ponerlo en contexto”, afirmó Vanesa Orieta al referirse al incendio de su auto ocurrido el 7 de junio pasado. Orieta charló con su familiares y amigos en su programa radial. En la última emisión de su programa Desde Afuera, que se emite por Radio La Retaguardia y Radio Zona Libre, los Familiares y Amigos de Luciano Arruga repasaron las distintas amenazas y hostigamientos sufridos, que fueron repasados en el comunicado difundido hace pocos días. Además, mencionaron otros hechos que no fueron incluidos en el escrito, como lo sucedido tras una actividad realizada en 2011 en San Martín y Mosconi. Al finalizar estaban sacando los carteles y materiales utilizados cuando pasó una camioneta de la Policía Bonaerense que se detuvo a sacarles fotos. Al día siguiente fueron a presentar la denuncia ante la fiscalía, incluyendo el dato del número de la patente de la camioneta. La nota no prosperó y esa misma camioneta fue vista luego en el destacamento policial de Lomas del Mirador.“Nosotros estamos denunciando una desaparición forzada –continuó Vanesa–, si bien hemos encontrado a Luciano, lo encontramos enterrado en el Cementerio de la Chacarita después de muchos años. Acá intervinieron centros de salud, otras fuerzas de seguridad, morgues y cementerios y esto la verdad que lo que hace es agrandar aún más el panorama de preocupación para todos como conjunto social. Creo que esto que estamos denunciando, que habla de violencia institucional pero que al mismo tiempo compromete a diferentes instituciones del Estado, lo que hace es comprometer a sectores muy poderosos, esto los pone en alarma y creo que estas formas que usan de amedrentarnos es simplemente para que nosotros retrocedamos en nuestras denuncias y nuestras exigencias con relación a obtener la total verdad con relación a lo que pasó con Luciano, pero por otro lado ellos también saben que nosotros no reducimos esta cuestión solamente a la causa de Luciano, sino que hemos levantado una bandera hablando de la problemática de violencia institucional. Hablamos por todos los pibes asesinados por el gatillo fácil y hablamos por los pibes que no están y han sido desaparecidos por diferentes fuerzas de seguridad en complicidad con diferentes instituciones del Estado”. Responsabilidades judicialesResulta inevitable relacionar este último hecho con la reciente condena al policía Diego Torales por las torturas cometidas a Luciano Arruga durante su detención de setiembre de 2009. A su vez, los Familiares y Amigos del joven mantienen su exigencia para que se inicien los jurys de enjuiciamiento contra el juez Gustavo Banco, y las fiscales Celia Cejas y Roxana Castelli; como así también el reclamo porque se concrete la firma de la ley de expropiación del espacio para la memoria, que funcionará en el ex Destacamento policial de Lomas del Mirador. Al respecto, Orieta reflexionó: “el juicio en el que se ha condenado al teniente primero Diego Torales es histórico: se ha condenado a un policía de la Bonaerense por torturas psicológicas efectuadas sobre un adolescente de 16 años. Este es un hecho inédito que marca un antes y un después en lo que tiene que ver con la justicia, y va a sentar un precedente, va a ayudar a que muchas familias puedan avanzar en establecer las responsabilidades de otros agentes policiales que cometen las mismas violaciones a los derechos humanos sobre otros jóvenes; es también poner sobre la mesa la cuestión esta que tiene que ver con los niños, las niñas, los jóvenes que sufren a diario la persecución producto de la discriminación y la criminalización, y que por supuesto desemboca en cosas terribles. Acá estamos hablando de tortura psicológica, tendríamos que hablar también de torturas físicas, esto deja secuelas irreparables en este sector de la sociedad. Los jury de enjuiciamiento que deben realizarse a los 3 funcionarios judiciales es algo que también es importante, eso está trabado, es algo que nosotros tenemos que empezar a pensar fuertemente de qué forma reactivarlo para que se ponga una fecha firme y podamos presenciar un hecho que también va a ser histórico a mí entender y ojalá pueda arrojar como resultado la condena a los responsables judiciales”.La hermana de Luciano se refirió especialmente al accionar de la fiscal Roxana Castelli: “fue quien entregó la causa a la misma policía

El auto estaba estacionado frente a lacasa de Orieta. (Foto: Richard) (Por La Retaguardia) El hecho ocurrió en la madrugada del 7 de junio pasado en la puerta de la casa de la hermana de Luciano Arruga. El siniestro se produjo pocas semanas después de la condena a 10 años de prisión para el policía bonaerense Diego Torales por las torturas cometidas contra el joven durante una detención en setiembre de 2008, meses antes de su secuestro, desaparición y muerte. Orieta y su compañero realizaron la denuncia y exigen que se esclarezca el hecho. En el comunicado donde denuncian el hecho, repasaron todos los actos intimidatorios que sufrieron desde que Luciano desapareció.  Los Familiares y Amigos de Luciano Arruga difundieron un comunicado en el que manifestaron su preocupación por lo sucedido en la madrugada del 7 de junio frente a la casa de Vanesa Orieta.En el escrito explicaron que no se trata del primer hecho de hostigamiento del que son víctimas: “somos una familia que lucha por justicia para Luciano Arruga y todos los jóvenes que la policía secuestra, tortura, mata y desaparece,  y estos años nos han permitido dimensionar los alcances de esta mafia estatal organizada y protegida por los poderes más grandes. Nosotros sabemos a qué nos enfrentamos, y cada día lo sabemos más. Empezamos a buscar a Luciano con la certeza de que fueron ellos y con la seguridad de que iba a ser muy difícil: ellos lo asesinaron y desaparecieron, pero un sistema organizado los protege desde todos los frentes. El peligro que corremos se convirtió en cotidiano, y también las amenazas a nuestra integridad. Estamos una vez más en la penosa situación de tener que volver a denunciar que todas nuestras vidas corren peligro. El hostigamiento no se detiene”. Otros hechos intimidatorios Como puede verse, la destrucción fuetotal. (Foto: Richard) Luego, enumeraron algunos de los hechos de los que fueron víctimas. Por ejemplo, en febrero de 2009, cuando Orieta y su amiga fueron al destacamento de Lomas del Mirador a exigir información sobre el paradero de Luciano, el policía que las atendió apoyó un arma arriba de la mesa. “Se hicieron costumbre los amedrentamientos a toda la militancia que sostenía la causa: autos de civil, patrulleros, personas desconocidas que caminaban cuadras detrás de nosotros y llamadas telefónicas con amenazas de muerte explícitas”, agregaron.“‘¿Tu hija está bien?’, le preguntó un hombre desde un auto de último modelo a Mónica Alegre (mamá de Luciano) cuando cruzaba la calle para ir a hacer compras a pocos meses sin Luciano. Vanesa Orieta fue recibida por la fiscal Roxana Castelli –primera a cargo de la causa– en presencia de uno de los 8 policías implicados en la desaparición de Luciano”, enumeraron en el comunicado.Los Familiares y Amigos de Luciano recordaron además la amenaza recibida por un testigo que declaró haber estado detenido con Luciano en la Comisaría 8º. “No hablés porque te vamos a matar”, le dijo personal del Servicio Penitenciario cuando iba al baño en la fiscalía en la que prestó testimonio.Entre los hechos relatados en el comunicado figura la detención de una integrante de Familiares y Amigos, ocurrida a mediados de 2009. La joven estuvo detenida ilegalmente durante horas en la Comisaría 13º de La Tablada, donde fue víctima de torturas y abusos.En abril de 2011, la mamá de Luciano, Mónica Alegre, y sus dos hijos se despertaron a las 6 de la mañana con la casa llena de humo: “tardaron en comprender lo que había pasado: alguien les había metido una madera en brasa adentro de una pila de frazadas junto a la ventana. Les querían prender fuego la casa. Esa misma semana, un compañero recibió en su casa a un patrullero del que bajó uno de los 8 implicados en el secuestro de Luciano: ‘desaparecé porque te vamos a matar’. Fue interceptado, a los pocos días, por un patrullero de la comisaría de Lomas del Millón cuando repartía cuadernos en el Barrio 12 de Octubre. Un efectivo le preguntó nombre, documento, domicilio e intentaron subirlo a la fuerza. Nuestro compañero se negó y por eso el policía lo empujó violentamente contra el móvil y cargó su arma a la vista de todo el barrio. La impunidad siguió: como él no fue llevado gracias a la intervención de varios vecinos, después fueron amedrentados aquellos que lo defendieron”, expresaron en el comunicado.Además, afirmaron que saben que en comisarías del conurbano bonaerense se guardan fotos de familiares y allegados a la familia de Luciano. Cabe recordar que en agosto de 2012, el hermano menor de Luciano, con 16 años, fue interceptado y amenazado en la calle por un policía de civil y un uniformado, ambos sin identificación, que circulaban en un auto sin patente que lo venía siguiendo.En enero de 2013, una noche a pocos días de cumplirse 4 años de la desaparición de Luciano, después de una reunión en la casa de un integrante del grupo, un compañero fue secuestrado por una camioneta en la parada del colectivo y paseado por una decena de barrios del Conurbano. No le robaron y lo largaron después de horas en la casa de la reunión, a cuadras del punto de partida. Durante el viaje lo amenazaron de muerte todo el tiempo, lo tabicaron en su propia casa para registrarla y llamaron a otros integrantes del grupo sin dejar en claro nunca qué querían.Hace menos de un año, en setiembre de 2014, 2 testigos de la causa por la desaparición forzada fueron detenidos ilegalmente por personal del destacamento de Lomas del Mirador, el mismo donde estuvo detenido Luciano en enero de 2009. “Los policías intentaron requisarlos contra la pared sin identificarse ni justificarse, uno de los jóvenes se defendió y entró a su casa, pero lo siguieron y le dieron una golpiza que le abrió la cabeza. Terminaron en la Comisaría 8º, responsable del destacamento, hasta que la familia de Luciano con sus abogados fueron a buscarlo”, relataron.A menos de una semana del hallazgo del cuerpo de Luciano, ocurrido el 17

(Por RNMA) Lo dijo Angélica Urquiza, la mamá de Kiki Lezcano, tras el fallo de Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal que determinó que sea llevado a juicio el policía Daniel Santiago Veyga, que asesinó a balazos a Jonatan Lezcano y Ezequiel Blanco en julio del 2009 y luego alegó que lo había hecho defendiéndose de un supuesto ataque. Adriano Agreda y Angélica Urquiza, uno de los abogados de la causa y la mamá de Kiki respectivamente, dialogaron sobre este cambio de rumbo en la investigación con Enredando Las Mañanas, el programa de la Red Nacional de Medios Alternativos. “Esta causa es un manual de cómo investigar mal, de principio a fin” Adriano Agreda junto a Juan Manuel Combi representan a la familia de Kiki Lezcano en la causa que investiga su asesinato policial junto al de Ezequiel Blanco. Ambos fueron baleados en Parque Chacabuco por el policía Daniel Santiago Veyga, quien fue sobreseído ya en dos oportunidades por la justicia, pero esos fallos fueron anulados en ambas instancias. Según él actuó en legítima defensa, pero nunca se pudo probar la supuesta situación de la que se habría defendido. Es más: existe un video que lo muestra riéndose del crimen mientras Kiki agoniza.“Todos los planteos que inicialmente se hicieron al momento de presentar el recurso de casación fueron tenidos en cuenta por la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, y eso es importantísimo para nosotros porque más allá de que podíamos o no tener razón, lo cierto es que el planteo tuvo un eje único que es la imposibilidad de saber la verdad por parte de la familia, pero en términos de verdad jurídica, no tanto en la verdad de lo que pudo haber sucedido aquel fatídico día”, relató Agreda, quien explicó que diferencia la verdad jurídica de la verdad sobre la realidad del hecho porque “el procedimiento y la investigación que se llevaron a cabo en esos primeros tres meses por parte del Juzgado Nacional de Primera Instancia Nº 49 a cargo del doctor Cubas  fue totalmente ineficiente; hubo una serie de delegaciones de facultades hacia los miembros de la policía federal, que eran los que tenían que proveer la prueba y cosas que no han hecho y terminó perjudicando la posibilidad de acceder a una verdad”.“El poder judicial no colaboró en la primera etapa para acceder a una verdad, hasta pareciera ser que había dejado librada la suerte de esa investigación a miembros de las fuerzas”, dijo el abogado. “Al haber tantas dudas y al haberse manipulado tanto las pruebas que se debían rendir en autos y las contradicciones que surgen de lo que han dicho los testigos y de lo que se pudo cotejar en realidad y lo que pudo haber sucedido con la pérdida de material, implica que en esta instancia es imposible acceder a una certeza a los fines de decir si hay un sobreseimiento”, remarcó en relación a los dos fallos que separaban a Veyga de la causa.“El tribunal por unanimidad coincidió que el fallo de segunda instancia de la Sala I de la Cámara Criminal es nulo por falta de motivación, porque estuvo mal fundado ese fallo”, explicó el letrado: “no es un tema menor, cuando se consideró que debían haberse dado los elementos para lo que ellos entendieron como legítima defensa, se logró demostrar que eso no es así”.El abogado sintetizó que “en un lapso de casi 6 años se han obtenido dos fallos nulificantes de las instancias anteriores porque no cumplían con los requisitos necesarios para ser considerados válidos” y explicó que  “para poder acreditar la legítima defensa se trató de establecer previo al hecho una serie de elementos que no se han podido probar” y remarcó: “sostenemos al día de la fecha que los chicos no portaban armas, lo único que hay es la versión del imputado”.Sobre el video que muestra a los policías dejando morir a Kiki y Ezequiel dijo que “hace al contexto de cómo se dio toda esta agresión”.“Ahora hay que esperar que la causa llegue a primera instancia, que se dicte un nuevo fallo para que se eleve a juicio, hay que ver si la defensa se opone o no a la elevación a juicio, que se sortee un tribunal, la disponibilidad de fechas del tribunal, ver si hace falta instrucción suplementaria”, concluyó estimando que por lo menos pasará un año para que se concrete la instancia oral. “Hay un Estado que mata, asesina y hace desaparecer a nuestros hijos enterrándolos como NN”“Estoy feliz”, comenzó diciendo Angélica Urquiza, y eso se le notaba en la voz. “Moni (Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga) y yo tenemos algo en particular, que es que cuando nos vemos y nos abrazamos, con Vane (Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga) y con toda la gente que está trabajando por el caso de Luciano, hay algo muy particular; en 2009 Moni me vio a mí con un cartelito porque hacía un mes que había desaparecido Kiki, y ella me miró y me dijo que así como yo estaba buscando a mi negrito ella también estaba buscando al suyo; ´los vamos a encontrar´, me dijo”.“A los dos meses y medio apareció el cuerpo de Kiki, después de cinco años el de Luciano”, recordó Angélica: “Kiki estaba en Chacarita y Luciano también; hoy, antes de cumplirse los seis años, pasa lo mismo con Kiki; hay algo en ellos dos, ese pedido de justicia, la lucha”.“Vamos a luchar, dijimos con Moni, a ser las voces de nuestros hijos”, y no fallaron.Angélica Urquiza dijo que lo que hace el Estado “es aberrante, usan las mismas herramientas con los mismos pibes, andá a saber cuántos Kikis y cuántos Lucianos hay” y lamentó que “esa unión (con familiares de otras víctimas) sea porque hay un Estado que mata, asesina y hace desaparecer a nuestros hijos enterrándolos como NN”.“Como mamá se me revuelve el estómago, desde lo más profundo de mis entrañas algo me decía que tenía que haber justicia, que tenían

Vanesa Orieta, un ícono en la lucha con la violencia institucional (Por RNMA) “Es importante este fallo, los abogados han dicho que es el único fallo donde se condena por torturas psicológicas efectuadas sobre un joven de 16 años, un niño para la ley, esto marca un precedente para muchas otras causas. Es también poder darles esperanzas a otros familiares a la hora de denunciar y a la hora de exigir justicia, creo que también marca el sufrimiento que hoy padecen nuestros jóvenes producto de la criminalización y la discriminación”, afirmó Vanesa Orieta, hermana de Luciano, pocos minutos después de conocerse la condena a 10 años de prisión para el policía Julio Diego Torales por las torturas cometidas al joven de 16 años en setiembre de 2008 en el destacamento de Lomas del Mirador. “Esto no cambia para nada la situación que viven los jóvenes en los barrios, pero creo que vamos a poder marcar pequeños precedentes que ayudarán a que en algún momento podamos escribir un Nunca Más y que los jóvenes no sufran más esta situación”, agregó Vanesa.La hermana de Luciano destacó tanto el rol del fiscal José Luis Longobardi como el de los abogados querellantes: “creo que hay que valorar el rol que cumplió el fiscal cuando quisieron poner en el banquillo de los acusados a Luciano, dijo que era algo canallesco y que Luciano no estaba para hacer una defensa de lo que se lo está acusando, y dejó en claro que estaban sus familiares hablando a través de Luciano, contando el sufrimiento que a él le tocó padecer. Y nosotras con mucha tranquilidad vivimos todo este proceso porque lo que hicimos fue por supuesto exponer el enorme sufrimiento pero no hubo contradicciones en cada uno de los relatos, fue muy sincero todo lo que ocurrió aquí, por eso consideramos que este fallo es importantísimo”.En cuanto al accionar de las querellas, subrayó: “me parece que acá se hizo un trabajo en equipo muy respetuoso, porque se encontraba la APDH La Matanza, un organismo del lugar, un organismo nuestro, del barrio, de San Justo, del partido de La Matanza, junto con el CELS que tiene por supuesto un grupo de profesionales con herramientas muy importantes para poder lograr procesos como este, en el que encontramos condenas; pero también el rol de la familia fue muy importante acá, nosotros fuimos una familia muy activa que intervino en cada una de las reuniones, que pudo opinar y discutir cuando algo no estaba claro, acá se dio un trabajo en equipo en el que los actores cumplieron con cada uno de sus objetivos de una forma muy respetuosa. Y creo que eso habla también de que se puede construir aun teniendo algunas diferencias pero respetándonos y sobre todo escuchando a la familia, porque tuvieron una atención muy grande a todo lo que la familia estaba pasando y lo que la familia quería expresar”.En relación a la APDH La Matanza, Vanesa recordó la causa armada contra el organismo, impulsada por los abogados defensores de los policías detenidos acusados del crimen de Gabriel Blanco, asesinado en una comisaría de Isidro Casanova. Este lunes 18 de mayo por la tarde, se realizará una movilización en rechazo a la persecución contra la APDH y su referente Pablo Pimentel (acusado de extorsión) y para exigir justicia por Gabriel. Al respecto, Orieta remarcó: “a la APDH se le ha armado una causa armada, que pone en riesgo el desarrollo de cada uno de los laburantes que defienden los derechos humanos. Acá se ha denunciado a un organismo por el armado de una situación judicial, nosotros lo que queremos es que la justicia se expida rápidamente y que por supuesto la APDH quede librada de esa situación y entendemos que este es un accionar que obedece al trabajo de abogados, policías, familiares de policías que lo que quieren hacer es tapar la causa principal que es la de Gabriel Blanco, un pibe que ha quedado comprobado que fue asesinado dentro de una comisaría, porque se han hecho peritajes. Este es un caso que ocurre con anterioridad al caso de Luciano, que tendrá juicio y me parece que estos atropellos, estas amenazas tienen que ver con la activa participación de la APDH en causas relacionadas con la defensa de los derechos humanos”.Al ser consultada acerca de cómo seguirá ahora sus vidas, Vanesa respondió: “ahora lo próximo es ir por el resto de los responsables; los que participaron de las audiencias escucharon que hubo otros funcionarios policiales que reconocieron la situación de encierro de Luciano, que se ubicaron en el lugar donde estaba Luciano, que reconocieron el estado de alteración de la familia producto de que estaba encerrado padeciendo golpizas, ellos lo atribuían a algo normal que ocurre en las comisarías que las familias se pongan nerviosas, pero creo que nuestro testimonio dio lugar a que la justicia entendiera que esos gritos tenían que ver con el sufrimiento de Luciano, eso quedó bien expresado y ahora sí vamos por el resto de las responsabilidades y esto claramente va a marcar un antecedente en la causa principal, una causa que sigue investigándose, donde recordemos que se intentó desviar la información como que se trató simplemente de un accidente de tránsito, esta sentencia vuelve a poner el caso de Luciano en el mismo lugar donde nosotros siempre quisimos que esté, investigándose las responsabilidades policiales y este antecedente realmente es valioso para ese proceso”.Apenas una semana antes, los familiares y amigos de Luciano se habían ido de la audiencia de alegatos con el peso del pedido de la defensa de iniciarles una causa por falso testimonio a Vanesa y a Gabriel Apud (amigo de Luciano). En su sentencia, el Tribunal Oral Nº3 de La Matanza, integrado por Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño, desestimó la solicitud de los abogados de Torales y condenó al imputado a 10 años por las torturas a Luciano, teniendo en cuenta no solo las físicas sino también las torturas psicológicas.Una sentencia que a Vanesa la sorprendió: “no

(Por RNMA) Quienes transitamos por convicción el camino de los medios alternativos, comunitarios y populares, intentamos no abusar de la adjetivación. Hoy pedimos que se nos permita contrariar esa máxima. El fallo que condenó al Teniente 1º Julio Diego Torales a 10 años de prisión por torturas contra Luciano Nahuel Arruga es histórico, inesperado, increíble. ¿Cómo podría creer en la justicia una familia que vio como el Estado torturó (ya el propio Estado lo admite), secuestró y desapareció (aunque todavía no lo admita) a un niño de 16 años? No pueden. Sin embargo, pusieron sus fichas ahí. Con la consigna clara de otro Nunca Más, esta vez real, apostaron fuerte. Y ganaron tan solo una primera partida, pero metieron un batacazo gigante. La mañana empezó demasiado temprano porque se mezcló sin solución de continuidad con la noche. Nadie que esperara el día de hoy como una jornada especial habrá podido dormir. Por una cuestión logística tuvimos que pasar primero por el ex destacamento policial donde ocurrieron los hechos aquel fatídico 22 de septiembre de 2008. Logística y algo de primer sabor a triunfo también. Porque ese lugar, muy de a poco, como todo lo que hacen los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, se está transformando en un Espacio para la Memoria que lleva su nombre. Había que buscar unas banderas, cables para la radio abierta y pinturas para dejar marcado en las paredes que bordean los tribunales de San Justo el rostro emblemático de ese chico que ya es tantos otros. Déjennos pensar también que fuimos a buscar a Luciano para llevarlo al juicio; permítannos, solo por hoy, semejante absurdo. Sabemos que Luciano no está. Lo advertimos no en su ausencia, porque no lo conocimos, sino en los rostros de Vanesa, de Mónica, de su abuela, de aquellos que lo perdieron inexplicablemente y lo sienten cada mañana al levantarse y cada noche en sus sueños. Es difícil pasar por allí, andar por esa cocina que ofició de sitio de torturas. Ojalá siempre sea difícil pasar por ese lugar, aunque se convierta en un espacio para que los pibes del barrio intenten esquivar el futuro que les impone este sistema perverso. La casa baja, típica de familia de barrio clase media como Lomas del Mirador, supo ser convertido en un lugar de encierro para tranquilizar las almas de aquellos que todavía creen que deben temerle a los pibes de gorrita, campera deportiva y jeans gastados, antes que a las mafias que los regentean. Algún día, quizá, logren entender que su sujeto de temor debe ser otro. Tal vez lleguen a pensar que lo que le pasó a Luciano podría haberle pasado a alguno de sus hijos. Por ahora no es así. Por ahora impera el “algo habrá hecho” que lleva encadenado un “a mí no me va a pasar”. El no móvil Para Vanesa Orieta la mañana fue dura, más que otras veces. Se le nota en la cara. Arrancó bien temprano, porque sus compañeros le habían arreglado una entrevista en vivo en un canal de TV abierta para la primera mañana. Fue a la plaza de la cita, pero se cansó de esperar: el móvil nunca llegó. Cuando llamaron al productor, les comentó que la agenda había cambiado. Boca-River, el gas pimienta… se olvidaron de avisar. Así funciona cuando la noticia está antes que las personas. Eso nos diferencia también. Para nosotros las noticias, las historias que contamos, son primero personas que sienten, que en general sufren, porque elegimos esas historias para contar.Ya frente a los tribunales, la humedad se vuelve calor y el calor se vuelve gente. Personas y más personas que llegan, sabiendo que no podrán entrar, que el lugar es tan pequeño como histórico será el fallo. Hace falta electricidad para que suene la radio abierta. Solo la verdulería de la esquina puede ayudarnos. Fermín se acerca, les explica, les pide, y se hace el sonido. La gente no para de llegar. Además de la familia de Luciano y la de Torales, solo habrá lugar para 16 personas. Sin contar a los periodistas, que en general hacemos lo imposible para no parecer personas. 16 personas y el periodismo, vale decirlo así. Unas 600 personas esperan afuera. Confían en que les podremos alcanzar los sonidos de ese adentro justiciero.Tras una espera larga, conseguimos entrar. La sala es pequeña. El estrado se levanta en el fondo. A los costados apenas habrá lugar para los abogados de ambas partes. Una división de madera se nos interpone. Corremos a abrazar la primera fila, como los jóvenes fanáticos que se agolpan contra el escenario de su banda favorita. Claramente la justicia no es nuestra banda favorita, pero hoy dará un concierto asombroso. Dos objetivos tenemos para al estar allí: llevar el audio hacia afuera y emitir sonido para que aquellos que no pudieron llegar escuchen a través de la radio. Ambas cosas pudimos hacer. La sala desborda de gente y de sudor. Estamos pegados unos con otros como en una tribuna futbolera. Del otro lado, quedan los abogados del CELS y la APDH La Matanza con tres familiares de Luciano: la mamá Mónica, la hermana Vanesa y la abuela Marta. Moni llora, no puede más. Vanesa y Marta están duras, casi inmóviles, apretando sus espaldas rectas contra la madera que acorrala. La mirada de Vane se pierde en algún recuerdo que solo ella sabrá. Así será durante toda la lectura. Larga espera Falta Torales, faltan los jueces del Tribunal Oral Nº3 de La Matanza, integrando por Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño. Navarrine, al llegar, pasó entre la gente, saludó sonriente a quienes lo reconocimos. Fue un buen síntoma de lo que estaba por venir. Alcanzamos a decirlo a través de la radio, quizá buscando una esperanza entre tanta desazón.Pero ahora se hacen esperar. Nos cierran la puerta de atrás. Quedamos más enlatados que antes. Ese no es un buen síntoma. ¿No advirtieron que iría más gente que en las otras audiencias del juicio? Sin dudas lo sabían. La

(Por La Retaguardia) Pablo Pimentel y la APDH La Matanza están acusados de extorsión por el supuesto armado de una causa en la muerte de Gabriel Blanco, ocurrida en una comisaría de San Carlos en marzo de 2007. Hablamos con el papá de Gabriel, Teófilo, quien nos contó que su hijo de 21 años había sido presionado por la policía para robar para ellos… como Luciano Arruga. Dicen que se suicidó en la comisaría, pero le faltaban piezas dentales y estaba muy golpeado. El lunes 18 de mayo se hará una movilización, a partir de las 17, que partirá de la Rotonda de San Justo (Ruta 3 y Camino de Cintura) y se dirigirá hasta los Tribunales de San Justo (Monseñor Marcon -ex Pichincha- y Varela). Será contra la impunidad, para denunciar la causa armada contra el organismo y exigir Justicia para Gabriel. “Esto empezó un año y pico antes de la muerte de mi hijo, cuando él andaba un poco… se drogaba, pero después quería salir y justo en eso aparecieron en el barrio Alexis y Marcelo, que trabajan para la APDH, y empezaron a trabajar con los chicos para salir de la adicción. Mi hijo estaba con ellos. Le iba bastante bien, ya había empezado a trabajar, tenía un chiquito, así que estaba contento. Estaba trabajando en San Justo. Ellos lo perseguían, no lo dejaban tranquilo, cuando salía de la casa para ir a trabajar lo esperaban en una calle que era de tierra, él llevaba la mochila, la ropa de trabajo y algo para comer en el trabajo y ellos le tiraban todo al piso, le decían que si no trabajaba para ellos él iba a desaparecer”, relató Teófilo Blanco, el papá de Gabriel.Ellos a los que hace referencia Teófilo son policías bonaerenses. “Ellos prometieron que lo iban a desaparecer y cumplieron”, será una frase que Teófilo repetirá varias veces durante la entrevista con La Retaguardia.“La policía lo maltrataba, donde lo encontraba le tiraba todas las cosas que llevaba, porque siempre lo esperaban a la hora en que él iba a trabajar. Hasta que le dijeron que la próxima vez que lo agarraran lo iban a hacer desaparecer. Él (Gabriel) me dijo que la policía le pidió que trabaje para ellos, y yo le dije ‘mirá, mi hijo, cualquier cosa menos trabajar para la policía, porque el día que vos no le sirvas más a ellos, te van a meter un tiro y vas a aparecer muerto’, eso fue lo que le dije. Él me dijo ‘pa, ellos me van a hacer desaparecer’. Yo pensé que no iban a llegar a tanto, pero hicieron lo que prometieron”, continuó el papá de Gabriel.Su hijo al igual que muchos jóvenes humildes era hostigado permanentemente por la policía para que robara para ellos. Negarse podía equivaler a la muerte, tal como le pasó a Luciano Arruga. Es imposible escuchar el relato de Teófilo sin asociarlo con el de los familiares de Luciano. “Yo estoy siguiendo el caso de Luciano Arruga, estuvimos presentes en el juicio en apoyo a la familia, la hermana, la madre, yo sé lo que duele perder un hijo de esa forma, por la policía”, aseguró Blanco. Hacer desaparecer En diálogo con La Retaguardia, con una voz suave, segura y triste, Teófilo contó detalladamente cómo fue el último día en que vio con vida a su hijo: “mi hija estaba en el (Hospital) Durand y llegaba como a las 5 de la tarde a la casa, a eso de las 3 él me dice que salía a comprar algo, con su señora y el chiquito, entonces yo le di 30 pesos, no tenía más, y le dije que le trajera algo a la hermana y le pedí que pasara por la casa de mi otra hija y trajera a mi nieta, que tenía en ese momento unos 15 años. Hicieron la compra y venían de vuelta por Marconi, y en Juan B. Justo quedó la señora y el chiquito, y él se fue esas 3 cuadras hasta la casa de la hermana. Cuando llegó a la casa de mi nieta la policía le cruzó la camioneta, lo detuvieron ahí, lo pusieron contra la camioneta y le empezaron a golpear. Lo golpearon tanto que mi nieta salió y les pidió por favor que pararan, lo levantaron, lo esposaron, lo llevaron, según ellos, a la Rotonda de San Justo donde está la policía científica. Mi nieta corrió a casa, le avisó a mi nuera que habían detenido a Gabi, y que lo llevaron preso y entonces ella se fue a la comisaría de San Carlos y ahí estuvo esperando. A las 7 y algo lo trajeron, y ya le habían envuelto la cara con la camiseta de River que él tenía. Él pidió hablar con la mujer y quería ver al chiquito porque él sabía que lo iban a matar, porque ellos le prometieron que si lo agarraban lo iban a hacer desaparecer. Él gritaba en el calabozo que quería ver a la mujer y al chiquito, y mi nuera le pidió a la mujer policía que estaba en la guardia que la dejara pasar para hablar con él, para que se tranquilice. Pero le dijeron que se vaya a su casa, que ellos sabían cómo controlarlo. Entonces mi nuera vino y él se quedó a los gritos ahí”.Alrededor de las 4 de la mañana, un patrullero fue hasta la vivienda de la familia Blanco, ubicada en el Barrio “La Borward” de Isidro Casanova. Los efectivos les informaron que Gabriel se había suicidado en su calabozo: “yo no estaba, en esa época estaba trabajando de remisero a la noche. Cuando yo me entero me voy directamente a la comisaría, y le dije al comisario que me atendió que habían matado a mi hijo, porque ellos prometieron que le iban a hacer desaparecer, y cumplieron. Esa mañana fui a la fiscalía, a las 8 de la mañana la doctora Ochoa me toma la declaración y después me pregunta qué