Canción actual

Título

Artista


Masacre de Avellaneda


Lo dijo Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, en un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda. Como cada año, organizaciones sociales y familiares de las víctimas de la Masacre se reunieron en el Puente Pueyrredón para recordar aquella sangrienta jornada y reivindicar la lucha de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.   Redacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Natalia Bernades/La Retaguardia El 26 de junio de 2002, en medio de una profunda crisis social, se llevó adelante una gran movilización popular de organizaciones de trabajadoras y trabajadores desocupados en el Puente Pueyrredón que divide la localidad bonaerense de Avellaneda con la Ciudad de Buenos Aires. Darío Santillán y Maximiliano Kosteki eran por aquel entonces jóvenes militantes sociales comprometidos con las necesidades de los sectores populares.  Darío recibió un disparo por la espalda cuando socorrió a Maximiliano, quien también había sido herido de la misma manera. Hoy, el contexto político y social, con algunas diferencias con el 2002, encuentra algunos parecidos en relación a la criminalización de la protesta y la represión estatal como única respuesta. Basta recordar lo que ocurrió recientemente en la provincia de Jujuy.  “Seguimos luchando en la calle” Vanina Kosteki, hermana de Maximiliano, habló desde el Puente Pueyrredón. “Hoy 26 de junio nos encontramos nuevamente en la estación de Avellaneda para marchar, subir al puente y seguir reclamando el juicio y castigo a todos los responsables del asesinato de Maxi y Darío. La lucha que llevaron ellos hace 21 años atrás hoy sigue tan vigente como nunca, como lo fue aquel reclamo por vivienda, educación, trabajo, salud y basta de represión al pueblo. Hoy, los políticos de turno no aprenden de la historia, nosotros seguimos reivindicando aquella lucha y continuamos recordando. No nos olvidamos de toda la represión que comete el Estado y que nos sigue matando. Hoy, más que nunca seguimos luchando en la calle”, dijo. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de La Retaguardia (@laretaguardia) En un video publicado en las redes de La Retaguardia, Vanina había planteado similitudes entre el 2002 y la reciente represión en Jujuy. La hermana de Maximiliano repudió lo sucedido y responsabilizó al gobernador Gerardo Morales y al Gobierno nacional: “Queremos justicia, que liberen a los detenidos y que liberen a los luchadores”.  

El Tribunal Oral 3 de Lomas de Zamora desestimó un pedido de la querella para que el policía Juan José Ribelli, quien estuvo acusado en la causa AMIA preste declaración como testigo en el juicio por la Masacre de Wilde. Por Colectivo de Medios Populares*Redacción: Carlos Rodríguez El abogado querellante Ciro Annicchiarico señaló la “manifiesta utilidad” del testimonio de Ribelli, por lo surgido en el debate respecto de su condición de persona influyente en el manejo de la Brigada de Investigaciones de Lanús, a la que pertenecían los 11 policías que protagonizaron el suceso que terminó con un cuádruple homicidio. Pero el tribunal  desestimó el pedido. El planteo se hizo sobre la inteligencia de que Ribelli podría llegar a aclarar los puntos oscuros que subsisten sobre el porqué del salvaje ataque a los dos autos en los que iban las víctimas.  También fue desestimado el pedido de Annicchiarico de citar como testigo al subinspector Daniel Roque Cinquino, que al comienzo de la investigación, en 1994, estuvo en la nómina de imputados. De lo solicitado por la querella, sólo quedó la posibilidad remota de que declare Carlos Alberto Telleldín, señalado en la indagatoria del imputado Marcos Ariel Rodríguez. El cabo dijo que Telleldín le ofreció una fuerte suma de dinero para que se declare culpable de la Masacre de Wilde.  Sólo está confirmado que hoy declarará como testigo el ex árbitro de fútbol Pablo Lunati, dueño de la remisería en la que trabajaba Norberto Corbo, una de las víctimas. En su momento, Lunati declaró que había recibido amenazas luego de ocurrida la masacre.  La sombra de la SIDE La ex SIDE y los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, siempre han estado metiendo la nariz y colocando el velo de la impunidad en los aspectos oscuros de los casos más graves de lesa humanidad, gatillo fácil, corrupción y en atentados como el de la AMIA. La Masacre de Wilde no es la excepción, todo lo contrario.  Las partes, por decisión del Tribunal Oral 3 de Lomas de Zamora, tienen acceso a los informes de la ex SIDE sobre el caso Wilde, pero no podrán difundir su contenido. Algo similar ocurrió con la Masacre de Avellaneda, la sangrienta represión policial ocurrida el 26 de junio de 2002 en el Puente Pueyrredón, cuando la intromisión de la ex SIDE fue directa dando órdenes que jamás fueron admitidas ni reveladas por ningún gobierno. Allí fueron fusilados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.  En la Masacre de Wilde hay “informes secretos” de la ex SIDE. Esa información no puede ser revelada, porque está protegida por la Ley de Inteligencia. Por esa razón, la Fiscalía y los abogados de las partes podrán leer los informes de los espías, pero tendrán que hacer silencio obligatorio.  Desde hace meses, los jueces Marcelo Dellature, Claudio Fernández y Luis Miguel Galván, del Tribunal Oral 3, cuentan con los documentos que la SIDE reunió sobre el caso. La prueba había sido solicitada, hace dos años, por el abogado querellante Gustavo Romano Duffau, quien representa a Patricia de Angelis, viuda de Norberto Corbo, uno de los cuatro asesinados por los policías. Los informes fueron enviados por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que reemplazó a una SIDE envuelta en una multitud de escándalos. La AFI, durante el gobierno de Mauricio Macri, redobló los escándalos.  Lo que se sabe sobre Wilde es un misterio, y lo seguirá siendo. Muchas veces, la información de los espías tiene aspectos banales y hasta anecdóticos (varios periodistas que fueron “investigados” lo saben), pero cuando están involucrados miembros de las FFAA y de Seguridad, pueden aportar datos puntuales sobre cuestiones claves: cómo, quiénes y lo más importante en este caso, por qué.  Lo de Wilde tuvo “todas las características de una típica ratonera”, como le dijo al Colectivo de Medios Populares el otro abogado querellante, Ciro Annicchiarico, quien representa a Raquel Gazzanego, viuda del vendedor de libros Edgardo Cicutín, y del único sobreviviente, Claudio Díaz.   Las “ratoneras” se producen cuando los policías de las Brigadas tienen conocimiento de una posible “transa” entre delincuentes relacionados con la Policía, que pretenden “independizarse” y quedarse con el botín sin darle nada a sus mentores de uniforme.  Eso ocurrió en la Masacre de Andreani, en 1996, y en muchos otros casos silenciados. La mafia policial tampoco perdona, sigue las normas de Al Capone, y mata a todos los “traidores”.  En el caso Wilde hubo tres detenciones, con un breve intercambio de disparos. Los detenidos iban en un Dodge 1500 color mostaza o amarillo, similar al que ocupaban Cicutín y Díaz que, como se dijo, estaban “en el momento y el lugar equivocados”. No tenían nada que ver con la supuesta “transa”, de la que podrían haber participado los pasajeros del Peugeot 505 conducido por el remisero Corbo, también ajeno a todo lo que tuviera que ver con la “transa”. Dos de los tres autos quedaron como si fueran “coladores”.  Para tratar de aclarar el misterio, en el juicio oral se indaga sobre si uno de los pasajeros del Peugeot 505, Héctor Enrique Bielsa, era o no “informante de la policía”. Su hermana, Patricia Bielsa, dijo que “sea o no sea” informante, su familiar “no merecía algo así”, en referencia al fusilamiento que le quitó la vida.  El salvajismo policial es claro, indudable, por eso la causa llegó a juicio después de casi 29 años con una carátula lapidaria: cuádruple homicidio más un quinto en “grado de tentativa”, con la triple carga de haber sido cometido “en concurso premeditado de dos o más personas, con alevosía y utilizando un medio idóneo para crear un peligro común”. Ocurrió en una zona poblada del Gran Buenos Aires y pudieron haber sido asesinadas muchas otras personas.  El informe de la ex SIDE debe tener datos sobre los motivos que tuvieron los 11 policías, de los cuales sólo 7 llegaron a juicio: Roberto Mantel, Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Pablo Dudek, Marcelo Valenga, Julio Gatto y Marcos Ariel Rodríguez. Ya fallecieron Hugo Reyes, César

Se cumplió un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda. Como cada año, pero un poco más, porque ya son 20. Los “números redondos”, a veces contribuyen a tomar dimensión de la realidad. Kosteki y Santillán no son mártires. Son dos pibes asesinados por las balas de la Policía Bonaerense. Son dos víctimas de la violencia con la que responde el Estado cuando se produce algún tipo de organización que asusta al poder. Pero son, sobre todo, dos vidas que quedaron cortadas por la violencia. Sus sueños y sus angustias continúan habitando corazones de millones de personas: las de quienes los recordamos de manera permanente; pero también de aquellas que apenas si oyeron hablar de ellos. Habrá menos impunidad cuando sean procesados los responsables políticos de sus muertes aquel 26 de junio de 2002; habrá un mundo mejor cuando sus sueños de cambios reales tomen forma en la vida cotidiana. Fotos: Natalia Bernades/La RetaguardiaTexto: Fernando TebeleEdición: María Eugenia Otero

En vivo desde la Estación Darío y Maxi, donde fueron asesinados durante la represión contra el movimiento piquetero el 26 de junio en 2002. Como cada año, se realizará una Jornada Político/Cultural, transmitida por medios comunitarios.

El próximo domingo 26 de junio se cumple un nuevo aniversario de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, ocurridos durante una represión a la protesta social en la que actuaron varias fuerzas policiales.  Los piqueteros fueron fusilados por miembros de la policía de la Provincia de Buenos Aires en la estación de tren que hoy lleva sus nombres. Mañana se realizará una jornada cultural y al día siguiente un acto en el Puente Pueyrredón exigiendo juicio y castigo a los responsables políticos de esos crímenes.  Paula Alvarado,  abogada de la familia Santillán, contó detalles de esa causa en diálogo con el programa radial La Retaguardia.  Redacción: Paulo GiacobbeEntrevistas: Fernando Tebele/Pedro Ramírez OteroEdición: Fernando Tebele/María Eugenia Otero En enero de 2006, el Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de Lomas de Zamora condenó al comisario de la Policía bonaerense, Alfredo Fanchiotti; y al cabo de la misma policía, Alejandro Acosta, a prisión perpetua por doble homicidio agravado. Otros policías sufrieron penas menores por encubrimiento. La represión fue una verdadera cacería que comenzó en el Puente Pueyrredón, se extendió por varias cuadras y duró horas. Los y las integrantes de los movimientos sociales ya estaban desconcentrados cuando la represión continuaba en la estación de tren de Gerli, que sigue hacia el sur de la que por entonces se llamaba Avellaneda.  Las personas detenidas y  heridas (algunas con bala de plomo) fueron casi un centenar, lo que también da cuenta de la saña. Las fuerzas que actuaron fueron: Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía Bonaerense (de uniforme y de civil). La coordinación de estas fuerzas es vital para entender las responsabilidades políticas de una represión planificada.  Azuzada en los días previos con declaraciones públicas de distintos funcionarios y del propio presidente,  Eduardo Duhalde, que veían a la protesta social como una declaración de guerra. El mismo 26 de junio, con los medios tradicionales a su lado, las declaraciones continuarán para encubrir lo ocurrido. “Los piqueteros se mataron entre ellos” o “fue un enfrentamiento entre piqueteros”, era la versión oficial.  El comisario y las abejas Fanchioti y Acosta realizaron hace unos meses al Tribunal de Lomas “un pedido de libertad condicional y salidas transitorias”,  contó a La Retaguardia Paula Alvarado, abogada de  la familia Santillán.  El comisario Fanchioti está estudiando apicultura y manifiesta que necesita salir para realizar las prácticas en terreno. Obviamente que los particulares damnificados no están de acuerdo.  Son dos policías que respondieron a una orden, y  no manifiestan a qué orden responden, coordinan con esa acción y forman parte de un crimen de estado. No aportaron al proceso, en la averiguación al derecho a la verdad”  “Fanchiotti  (en prisión) sigue manejando el mismo nivel, dando órdenes, en una posición de privilegio”,  denunció Alvarado, dando cuenta de la peligrosidad del asesino. En las últimas horas, desde la Comisión Independiente Justicia por Darío y Maxi, informaron que  “la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial Lomas de Zamora, Sala III”, denegó el pedido solicitado por “Alfredo Fanchiotti para acceder a la libertad condicional”, señaló.  Las responsabilidades políticas En junio de 2002, el presidente era Eduardo Duhalde;  Carlos Soria, titular de la SIDE (falleció); Oscar Rodríguez,  viceministro de Inteligencia de la Nación;  Jorge Matzkin, Ministro del Interior; Juan José Álvarez, Secretario de Seguridad; Alfredo Atanasoff, Jefe de Gabinete;  Jorge Vanossi, Ministro de Justicia;  Aníbal Fernández, Secretario General de la Presidencia;  Carlos Ruckauf, Ministro de Relaciones Exteriores;  Felipe Solá, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y Luis Genoud,  Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.  Todos ellos, desde distintos roles, son los señalados por las familias de Dario y Maxi, por las organizaciones que los acompañan en la búsqueda de justicia, como quienes planificaron y ejecutaron la represión asesina.  Las responsabilidades políticas tramitan en dos juzgados diferentes. “La causa federal en 2004 se desdobla en la Corte Suprema”, explicó la abogada.  En el Juzgado Federal N°4, a cargo del Juez Ariel Lijo; y de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal N°10, a cargo de la fiscal Paloma Ochoa, quedan “las responsabilidades políticas Federal y se deriva a provincia para Felipe Sola y Luis Genoud, al Juzgado N°5 de Lomas de Zamora y Fiscalía N°8. Esa causa está con un pedido de pre archivo y  es bastante grotesca: en un momento le hacen acreditar a Alberto la partida de nacimiento de Darío”, agregó. La causa que sigue Lijo e investiga Paloma Ochoa está en etapa de instrucción y tiene desde hace unos años una serie de testimonios de gran relevancia. Los últimos ocurrieron la semana pasada: el periodista  Alejandro Bercovich y el documentalista Patricio Escobar. “Ellos presentaron un documental que se llama Diciembre donde le hacen una entrevista a Duhalde, donde dice que mandó la apertura al puente y hace otras manifestaciones referidas al 26, él dice que no tiene nada que ver pero que si (los piqueteros) cruzaban era una manifestación de guerra”, relató Paula Alvarado.   La abogada contó que Escobar “comentó que existió una llamada entre Oscar Rodriguez y Alfredo Fanchioti, y que las fuerzas federales” estaban también en la Provincia de Buenos Aires. “La declaración testimonial de Patricio Escobar acompañó un montón de datos. Tranquilamente ya podríamos tener una imputación, pero para la fiscala se necesita aportar más pruebas”, analizó la abogada.   Patricio Escobar presentará en la jornada cultural del 25, en  la Estación Dario y Maxi, un fragmento de la segunda parte del documental “La crisis causó 2 nuevas muertes”, donde realizó entrevistas a Duhalde, Sola, Juan José Álvarez y Jorge Matzkin. Otras testimoniales en Comodoro Py El 9 de octubre de 2015, declaró el intendente de Avellaneda en el momento de los crímenes, Oscar Laborde: “No me quedan dudas de que fue una orden y que tuvo que ver con el gobierno nacional y con el gobierno provincial. No tengo elementos para decir si se mandó a matar o no, pero por lo que recuerdo de aquellas horas y lo que supe posteriormente, había una sincronización”. También recordó

Se cumplió un nuevo aniversario de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Sus familiares y diversas organizaciones sociales y políticas movilizaron hacia el Puente Pueyrredón para realizar un acto en memoria de los piqueteros asesinados. Centraron el pedido de justicia en resaltar las responsabilidades políticas de la masacre, y señalaron al ex presidente Eduardo Duhalde como máximo responsable. También apuntaron contra Felipe Solá y Anibal Fernández, ambos funcionarios del gobierno.  (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Agustina Salinas

A 17 años de la Masacre de Avellaneda y en el marco de la jornada cultural que se llevó a cabo en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, se presentó el fanzine ’26 de junio: Fuego en el Puente Pueyrredón’, una obra colaborativa que reúne fotografías y textos que buscan acompañar el pedido de justicia de las familias y retratar sus luchas. Alejandro Carmona, quien formó parte del equipo realizador del fanzine, habló con Agustina Sandoval Lerner y con Pedro Ramírez Otero en Radio La Retaguardia y contó sus sensaciones por haber concretado este proyecto. (Por La Retaguardia)Foto: Mecha Corta Pasaron 17 años de los asesinatos de Darío Santillán y de Maximiliano Kosteki. Sus familias, compañeros y compañeras continúan reclamando justicia y manifestándose cada 26 de junio en el Puente Pueyrredón. La idea de recopilar imágenes y textos que acompañaran el dolor de las familias y sus luchas para conseguir justicia y convertirlos en un fanzine fue de Agustina Salinas, fotógrafa de La Retaguardia. Inmediatamente, el proyecto fue sumando gente y convirtiéndose en un trabajo colectivo donde cada persona, desde su lugar, aportaba algo para que la idea fuera concretándose. Ale Carmona es diseñador y fue uno de los que se involucró de lleno en el proyecto que hoy es un fanzine y se consigue mediante redes sociales: “El fanzine ya está en la calle. Nos pueden contactar por Facebook o a través del boca en boca, siempre nos arreglamos para entregarlo. Es un laburo colectivo que llevó mucho trabajo y corridas. Nos pudimos dar el gusto y estamos muy contentos de hacer este aporte a la memoria colectiva para que esto no se pierda”, expresó Carmona y destacó, justamente, la cantidad de gente que participó de la revista: “Lo más hermoso de todo este proyecto fue el componente colaborativo. Los que llevamos adelante la edición y la materialización del fanzine fuimos Agustina Salinas, fotógrafa; Gala Abramovich, también fotógrafa; Germán Romeo, fotógrafo; y yo, diseñador. Yo le adjudico esta movida a la manija incansable de Agustina. Ella estuvo trabajando en esto, quería hacer su aporte y regalarles esta expresión a Leo y a Alberto Santillán. Lo publicó en sus redes y convocó a las personas que le fueron dando ‘Me Gusta’ a la publicación para hacer el fanzine entre todas. Fue muy emotivo. Abrimos una convocatoria y cada uno aportaba desde donde quería, podía y sabía. Así le fuimos dando forma”, contó.La presentación del fanzine fue en el marco de la jornada cultural que se realizó el último 25 de junio en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, en la previa del corte del puente, en conjunto con distintas actividades artísticas, paneles y bandas que estuvieron ese día: “Lo presentamos en la jornada en la estación. Llevamos los fanzines a la calle y los expusimos ahí. Fue muy lindo. Se acercaban compañeros y compañeras de los que habían participado y los que no, los que lo veían por primera vez. Fue súper gratificante el hecho de la apropiación de los compañeros y compañeras que estaban ahí, porque en definitiva fue un laburo colectivo. Se generó algo muy lindo. La gente pasaba y colaboraba con lo que podía. Fue una jornada muy hermosa  por lo emotivo de la fecha. Poder hacer ese aporte, ese día y con todas las personas que nos rodearon, nos llenó el pecho de amor y lucha. El acto pudo llevarse a cabo, compañeros y compañeras pudieron hablar y Leo Santillán leyó la contratapa del fanzine que le habíamos entregado. Eso fue muy emotivo. Hay una parte que está en el corazón y son las ganas de romper todo cuando vemos las fuerzas represivas en la calle contra el pueblo”, expresó Carmona en La Retaguardia.Por último, agradeció el apoyo de las personas que pudieron aportar dinero para concretar el proyecto: “Para poder materializar la idea del fanzine hizo falta poner plata. Cuando lanzamos la preventa para poder costear este proyecto, muchos compañeros y compañeras decidieron aportar y eso fue fundamental para poder concretarlo”.El fanzine puede solicitarse a través del Facebook: Fanzine 26 de junio, mediante un mensaje y la entrega se pacta con los autores de esta obra que retrata una de las luchas más intensas y fervorosas que se siguen dando en el país. DESCARGAR

A 17 años de la Masacre de Avellaneda se realizó, como todos los años, la jornada cultural en la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. A lo largo del día, diversas intervenciones artísticas, paneles y bandas fueron parte de la jornada que no pudo finalizar en el Puente Pueyrredón por órdenes del ministerio de Seguridad que montó un operativo que impidió el paso. Con la valla desplegada sobre la Avenida, el miércoles 26 tampoco se pudo realizar el acto arriba del Puente Pueyrredón, tal como se hizo durante 16 años. La policía federal estuvo a cargo del cordón que impidió el ingreso y además amenazó con reprimir a familiares que intentaban pasar a realizar la jornada en memoria de Darío y Maxi. A continuación, un fotoinforme de ambos días de lucha, emociones, abrazos y exigencias de justicia (por Agustina Salinas para La Retaguardia.)

Fue el lunes pasado y se recordó la masacre de Avellaneda. El 26 de noviembre se cumplieron 16 años y medio de la represión en el Puente Pueyrredón y se exigió la condena a los responsables políticos de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Además, se conmemoró un año del asesinato de Rafael Nahuel y se pidió justicia por los asesinatos de la semana pasada de los militantes de la CTEP, Rodolfo Orellana y Marcos Soria. Durante el acto se conoció la noticia de la represión en Bariloche con 10 detenidos. Ninguno de los oradores se olvidó del repudio al G20 que se celebra este fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires. Paulo Giacobbe estuvo en el lugar y recopiló los siguientes testimonios. (Por Paulo Giacobbe y Diego Adur para La Retaguardia)Fotos: Agustina Salinas Nora Cortiñas “Pedimos toda la verdad y toda la justicia por Darío y Maxi. El gobierno vuelve a repetir lo mismo que ese 26 de junio. En ese momento, Solá me dijo que no me preocupara que era un enfrentamiento entre pobres. Hoy volvemos a escuchar lo mismo en la época del fascismo. No para la represión ni las muertes institucionales, todos los días tenemos una”, expresó Norita quien también se refirió a la cumbre que se realizará el fin de semana: “Estos días tenemos que estar atentos. Todo lo que pasa es orden del FMI, del Banco Mundial. A que vienen los 20? A querer sacar nuestras riquezas y a violar la soberanía nacional, pero con la anuencia del propio gobierno. No vienen tirando la puerta abajo. Les abren la puerta. Este pueblo tiene resistencia. Estamos acá porque no les tenemos miedo. Ellos nos tienen miedo. La Bullrich, esa maquiavélica, esa mujer infame e inhumana, ella nos tiene miedo. Quiere rodearse de uniformados, día por día, para dar las órdenes de matar. Nosotros tenemos que salir todos los días a la calle y decir basta de muerte. Vamos a seguir y no vamos a bajar los brazos. Estamos preparados para resistir. Este pueblo tiene el compromiso de resistir”, animó la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora y le volvió a apuntar a Felipe Solá: “Repudiamos las muertes de estos días, como repudiamos las muertes de Darío y Maxi. El señor Solá no puede seguir haciendo campaña para ser presidente. Es un asesino”, sentenció.Concluido el acto en homenaje a Darío y Maxi, Paulo Giacobbe entrevistó a personas de distintas organizaciones de derechos humanos. Con ellas conversó del significado de este homenaje, de las muertes que se siguen acumulando en el gobierno macrista y de lo que se espera para cuando la Ciudad de Buenos Aires reciba a los líderes mundiales al fin de la semana Alberto Santillán, padre de Darío “Hoy hace 16 años y 5 meses que venimos luchando por Maxi y por Darío. Venimos con un panorama mucho más cruento. Con todas las fuerzas preparadas para reprimir y para matar. Lo venimos sufriendo desde antes. Lo vimos con Rafael Nahuel, lo vimos con Santiago. Ahora lo estamos viendo con los compañeros Orellana y el compañero Ruiz. Nos quieren meter miedo en las venas, pero no van a poder. Nuestras venas hierven en la búsqueda de justicia. Hierven con la lucha, por buscar trabajo y dignidad social. Hierven para que alguna vez tengamos el poder popular. Es muy difícil que la justicia haga algo. Teniendo poder popular la justicia la vamos a hacer nosotros. Tenemos que agradecer por haber vencido el miedo. Aquel 26 de junio Dari perdió el miedo. Sabiendo lo que le podía pasar, se quedó, levantó la mano, ‘loco el pibe se está muriendo, compañeros se van porque nos van a matar a todos’ y él se quedó. Se quedó por algo. Él sabía lo que le iba a pasar. Dejó una historia distinta. Una idea y un pensamiento distintos. Una familia distinta que está impregnada en esta juventud comprometida. Esta juventud comprometida, solidaria, que no nos deja solos y nos acompaña hace 16 años. Esos pibes que jugaban a ser piqueteros están encolumnados en otros movimientos, acompañándolos permanentemente. Tenemos memoria de los que estuvieron, de los que se fueron. También tenemos memoria de los miles y miles de compañeros que mataron por no traicionar al compañero. Entre esos miles y miles están Darío y Maxi. Honro a mi hijo, honro a Darío. No vamos a dejarnos vencer. Por el amor que tenía Darío. Desde algún lugar nos debe estar sonriendo y agradeciendo por no dejarlos solos. No nos olvidamos de Solá, ni de Duhalde, ni de Bullrich, ni de Macri”, recordó a los responsables políticos de ayer y de hoy, y agradeció a los presentes: “Gracias por sostener a Darío y a Maxi. Gracias por no dejarlos caer”, cerró. En su relato se acordó de quienes traicionaron la lucha y cambiaron de vereda, que ahora están aprovechando el “calor del poder” y se sacan fotos. Leo Santillán, hermano de Darío“No es una pelea fácil la que venimos dando hace 16 años. Hemos conseguido varias cosas. Allá por el 2002, conseguimos meter en cana por primera vez a un comisario como fue Fanchiotti, el principal verdugo de la masacre de Avellaneda. A Fanchiotti y a Acosta. En el año 2005 logramos sentarlos en el banquillo y que se los condene. Desde aquel entonces venimos señalando a los responsables políticos. Le hemos hecho escraches a Eduardo Duhalde, a Felipe Solá, a Juan José Álvarez, a Aníbal Fernández. Tuvimos a uno de ellos ocupando el gobierno de los derechos humanos, el gobierno de Néstor Kirchner y luego el gobierno de Cristina Kirchner. Se vanagloriaban que eran el gobierno de los derechos humanos cuando cobijaban asesinos como Aníbal Fernández, pero también cuando sostenían a un personaje como Scioli, que es responsable intelectual de la desaparición forzada de Luciano Arruga, del encubrimiento. A Darío lo honramos en la lucha. El acompañamiento de cada compañero y compañera en cada 26 de junio y en cada movilización que hemos hecho nos ha permitido

“Darío y Maxi ¡Presentes!” Gritan con el puño en alto. A 16 años de la Masacre de Avellaneda, cientos de personas se concentraron en la Estación que lleva el nombre de los piqueteros asesinados en 2002. A pesar del cordón policial que en principio prohibió el acceso al Puente Pueyrredón, se logró subir y hacer el acto donde Alberto Santillán, hizo un cierre recordando la lucha de Darío y exigiendo que los responsables políticos de los asesinatos sean condenados. (Por Agustina Salinas para La Retaguardia).