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vuelos de la muerte


Carlos “Sueco” Lordkipanidse estuvo desaparecido en la ESMA y pidió al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que dicte una medida de no innovar sobre el campo de deportes, porque el lugar fue utilizado para incinerar cuerpos de personas secuestradas. Otro tribunal autorizó a la Agencia de Administración de Bienes del Estado que le otorgue el uso del terreno al Club Atlético River Plate para que construya una serie de instalaciones deportivas.   Texto: Paulo GiacobbeEdición: Pedro Ramírez Otero El Sueco Carlos Gregorio Lordkipanidse estuvo secuestrado en la ESMA desde noviembre de 1978 hasta principios de 1981. El 6 de septiembre de 2023 volvió a declarar en un tramo del megajuicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio.  En esta oportunidad, pidió al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5 de la Ciudad de Buenos Aires que dicte una medida de no innovar sobre el campo de deportes de la ESMA porque el lugar fue utilizado para incinerar cuerpos de personas secuestradas. El Sueco explicó que los miércoles los genocidas de la ESMA realizaban los traslados de detenidos y detenidas hacia el “destino final”: los vuelos de la muerte que salían del Aeroparque Jorge Newbery. Desde ahí eran arrojados con vida al mar.  Pero si las y los secuestrados eran asesinados antes del miércoles se modificaba el método para su desaparición. “Si una víctima llegaba muerta al centro clandestino un día viernes no iban a esperar hasta el miércoles. Lo mismo quienes fallecieron producto de la tortura y de los maltratos un día lejano al día de traslados”, detalló Lorkipanidse.  “La Escuela de Mecánica de la Armada nunca tuvo morgue por lo tanto (al cuerpo) nunca se lo pudo preservar más allá del espacio del edificio de oficiales y la solución era que se utilizaba el campo de deportes como lugar de cremación”, explicó el testigo con la sencillez de quien cuenta algo que ya se sabe. El Tribunal no lo ignoraba tampoco porque en la inspección ocular Ana María Soffiantini y Ricardo Coquet, sobrevivientes del genocidio, le relataron lo ocurrido en ese predio lindero a la ESMA y la importancia de recuperarlo como Sitio de Memoria.  La urgencia de este pedido radica en que el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°12 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del juez Ariel Lijo, autorizó a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a otorgar al “Club Atlético River Asociación Civil” un permiso de “uso precario y gratuito” del Campo de Deportes de la ESMA para que modifique el terreno y construya una serie de instalaciones deportivas.  Además de mancillar la memoria de las víctimas del último genocidio, entorpecerían a la Justicia ya que se trata de “un lugar de prueba” judicial.  Lordkipanidse dijo que al menos 12 personas podrían haber sido incineradas en ese lugar en el periodo que estuvo secuestrado. Recordó además que, al momento de los hechos, no era un campo de deportes. “En aquel entonces no había actividades deportivas, era un campo de entrenamiento. Se desarrollaban actividades de entrenamiento de combate”, explicó. El sobreviviente estuvo en una inspección ocular en el campo de deportes y pidió que se preste especial atención a dos lugares: “Una plancha de cemento de concreto, que nunca fue investigado lo que hay abajo y que las fotos de la época y el testimonio del conscripto (y sobreviviente) Aníbal Prado Marín dice que en ese lugar no estaba tal plataforma.  Y un garage, o galpón semicilíndrico, que tampoco fue investigado ahí abajo. Independientemente de estos dos lugares, pedimos que se declare la medida de no innovar en todo el predio”, aclaró. “Hago un pedido de que se promueva una medida de no innovar en todo el predio”, reiteró Lorkipanidse, porque existe la posibilidad de encontrar restos de personas secuestradas por el único imputado que tiene este tramo del juicio, el exteniente de navío del Servicio de Inteligencia Naval, Jorge Luis Guarrochena El pedido fue acompañado también por la Fiscalía y el Tribunal ahora deberá tomar una decisión.  Los 12 nombres de las víctimas:Daniel EchevarríaJorge Salvador GulloRaimundo VillaflorRicardo SáenzGuillermo AmarillaHugo PalmeiroGraciela AlbertiRicardo SoriaSilvia  DameriOrlando RuizAlcira MachiJulio Villar

Una de las aeronaves que fue utilizada para arrojar personas vivas al mar en los Vuelos de la muerte de la ESMA estaba en actividad y realizaba prácticas de paracaidismo en Estados Unidos. El Gobierno nacional se propone traerla a Argentina, ya que fue una pieza clave del plan sistemático de exterminio. La palabra de la sobreviviente y periodista, Miriam Lewin, quien junto al fotógrafo Giancarlo Ceraudo halló el avión en 2010; y de la exfiscal en la Megacausa, Mercedes Soiza Reilly. Entrevistas: Fernando TebeleRedacción: Paulo GiacobbeEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Skyvan PA-51, uno de los aviones fotografiados por Giancarlo Ceraudo en el libro “Destino Final”. Por “Decisión Administrativa 54/2023” del 25 de enero de 2023, se modificó el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2023 y la Decisión Administrativa N°4 del 9 de enero de 2023. Entre otros considerandos se destaca: “Que resulta necesario reforzar los créditos del MINISTERIO DE ECONOMÍA destinados a la adquisición de la aeronave Short Skyvan N80GB, para su incorporación al MUSEO DE SITIO ESMA – EX-CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN, TORTURA Y DESAPARICIÓN, organismo desconcentrado actuante en el ámbito de la SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS del MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS”. Ese avión fue parte de los Vuelos de la muerte de la ESMA. Todo indica que se utilizó para arrojar con vida a las Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco, y a las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, entre otras víctimas. La escritora y sobreviviente del genocidio, Miriam Lewin, contó a La Retaguardia que la investigación comenzó en 2007 a raíz de una entrevista: “Me contacta un fotógrafo italiano a quien yo no conocía, Giancarlo Ceraudo, como sobreviviente de (los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio) ESMA y Virrey Cevallos. El fotógrafo viene solo. El periodista viene unos días después, era una nota para la República de Milán. Y después de hacerme las fotos, medio desganado, me pregunta si alguna vez había pensado donde estaban los aviones de los vuelos de la muerte”. —Nunca pensé en eso —contestó Lewin, quien reconoce que se sintió interpelada. “Tal vez en Argentina teníamos tantas deudas en cuanto encontrar a las personas, y a los bebés robados, que nunca lo había pensado, ¿pero además para qué podía servir?”, le dijo Lewin. —Puede servir para llegar a identificar los pilotos de los Vuelos de la Muerte —contestó Giancarlo. En ese momento Miriam pensó que “era un delirio”, pero se asoció con el fotógrafo que venía masticando la idea desde hace varios años. “Me agarró con la guardia baja”, justificó la escritora. “Empezamos a buscar primero a los aviones, con los datos que aparecían en un libro de (Adolfo) Scilingo, que había publicado él, además del testimonio que le había dado a Horacio Verbitsky”, recordó. Scilingo fue la parte humana, necesaria, para la concreción de los Vuelos de la muerte. Las máquinas no se manejan solas. El represor fue capitán de corbeta y exjefe de automotores de la ESMA. En 1995 encaró a Horacio Verbitsky en el subte: “Yo estuve en la ESMA, quiero hablar con usted”, le dijo. Así contó el periodista ese primer encuentro en su libro “El vuelo”, y en ese momento pensó que se trataba de un sobreviviente. Así dicha la frase, era lógica la confusión. Fue cuestión de dos diálogos más para aclarar la cosa. Scilingo estaba del otro lado. El informe anual del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de ese año dice: “Scilingo participa de los vuelos, al término de los cuales —dijo— los capellanes confortaban a los oficiales con citas de los Evangelios. No reivindica aquellos asesinatos, por los que se siente culpable: tampoco se considera arrepentido, sino alguien cuya perspectiva de los hechos cambió a raíz de la actitud vergonzante de sus superiores”. Scilingo, quien fue presentado como arrepentido en algunos canales de televisión pero no lo estaba, también dijo que entre “1.500 y 2000 mil detenidos fueron arrojados al Atlántico con vida, narcotizados y desnudos, desde aviones de la marina de guerra y de la prefectura naval, durante los años 1976 y 1977”. Ahí estuvo la aeronave Short Skyvan N80GB. El exjefe de automotores de la ESMA fue condenado en España por crímenes de lesa humanidad a una cantidad de años que supera el promedio de vida humana (más de mil) y en 2020 gozaba del beneficio de la libertad condicional. Aparentemente colabora en una parroquia. Miriam Lewin se refirió a la confesión de Scilingo a mediados de los 90: “Era la primera vez que quienes sobrevivimos a los campos de concentración, sobre todo a la ESMA, supimos que los Vuelos de la muerte habían tenido lugar, porque a nosotros nos decían ‘Los llevábamos a una prisión en el sur’, ‘Los llevamos a una estancia…’. A los prisioneros que estaban en Capucha les inyectaban una sustancia tranquilizante, después a un camión, después al área militar de aeroparque”. La investigación que realizaron Giancarlo Ceraudo y Lewin tomó forma en dos libros. “Destino Final”, el del fotógrafo; “Skyvan, aviones pilotos y archivos secretos”, el de la escritora. El trabajo le valió la condena a dos pilotos: Alejandro D´Agostino y Mario Arrú. Terminaba el tercer tramo del juicio ESMA y era el año 2017. Lewin contó que el piloto de aviones y excineasta, Enrique Piñeyro, “analizó documentación que nosotros encontramos en el seno de los Skyvan, de apariencia tenebrosa, que era utilizado por la marina, a pesar de que pertenecía a la prefectura. Analizando esa documentación y los vuelos sospechosos, se llegó a la conclusión de que uno de los vuelos era el que había llevado al grupo de la Santa Cruz”. El grupo de la Santa Cruz está compuesto por 12 personas que fueron secuestradas en diversos operativos entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977. Eran familiares y militantes de Derechos Humanos que reclamaban por las y los desaparecidos. Fueron llevadas a la ESMA y desaparecidas. Tenían en

El abogado querellante opinó acerca de la rectificación que deberá hacer el diario Clarín sobre una noticia falsa publicada al momento de los crímenes del juicio por los Vuelos de la Muerte que culminó la semana pasada. El TOF N°2 de San Martín ordenó que se le haga llegar al medio la resolución judicial para la modificación. Habían publicado que dos niños habían sido abandonados; en realidad, sus padres habían sido secuestrados. “Me gustaría ver ahora qué sale en el diario”, le dijo a La Retaguardia Martín Arancibia, uno de aquellos niños, después del fallo. “Es un hecho histórico”, señaló Mercedes Soiza Reilly, parte del equipo de la fiscalía. Clarín publicó la noticia de las condenas, pero hasta ahora no hizo mención alguna a la rectificación que deberá realizar. Entrevistas: Lucrecia Raimondi/Paulo Giacobbe/Fernando TebeleRedacción: Paulo GiacobbeEdición: Fernando TebeleFoto: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia El 24 de noviembre de 1977 el diario Clarín publicaba: “Buscan a familiares de dos niños abandonados”. Las fotos de Adriana y Martín Arancibia acompañaban la noticia. Pero no era eso lo que estaba pasando.Su madre y su padre, María Eugenia Zago y Ramón Arancibia, no los habían abandonado. Habían sido secuestrados por el Ejército. El cuerpo de Ramón apareció en la costa, como ya se dijo. María Eugenia Zago continúa desaparecida. El TOF N°2 de San Martín ordenó comunicar la sentencia al Grupo Clarín para que rectifique la información publicada. “Es un avance tremendo en el sentido de la reparación. Siempre pedimos penas pero también pedimos medidas de reparación y esta para la familia Arancibia representa mucho”, definió el abogado querellante Pablo Llonto en diálogo con La Retaguardia.Los medios son la primera versión de la historia y no es lo mismo si en las hemerotecas figura en los propios diarios que esa historia que contaron no fue así. El caso Arancibia no es el único ni Clarín el único medio. No eran dos niños perdidos. Eran dos niños víctimas de delitos cuyos padres habían sido secuestrados, esto también es la pelea por la verdad. Ojalá se puedan conseguir en todo el país rectificaciones ordenadas por los tribunales, para que los medios hegemónicos y sobre todo Clarín y La Nación, que fueron los dos diarios que más apoyaron a la dictadura, tengan también que hacer lo que debieron hacer en aquel momento: publicar la verdad”, dijo Llonto. El día del veredicto, tanto antes como después de la lectura del tribunal, Martín Arancibia dialogó con La Retaguardia. “Me encantaría ver qué rectifiquen y ver qué dicen ahora. No esperaba que dijeran ésto en el fallo”. Sobre el fallo en general dijo: “Campo de Mayo no fue una casualidad, fue un plan. Y que ahora tengan nombre y apellido abre que se hagan más juicios”. Martín estuvo acompañado por su hija, la nieta de Roberto Ramón Arancibia. “Un hecho histórico” Mercedes Soiza Reilly fue parte del equipo del Fiscal General Marcelo García Berro, quien actuó en este juicio. Mecha, como le dicen quienes la conocen, fue auxiliar fiscal en el tramo de la Megacausa ESMA en la que se condenó por primera vez por los Vuelos de la muerte. Toda aquella experiencia seguramente le resultó valiosa en este proceso judicial. También trae experiencia en lo que tiene que ver con los pedidos de rectificación a los medios de comunicación por las noticias falsas publicadas durante la dictadura. Por eso no dudó en calificar como histórico el fallo en ese sentido: “En realidad es un hecho histórico, porque varias veces hemos pedido la rectificación de las noticias falsas de los medios de comunicación pero nunca habíamos logrado que un tribunal recepte el pedido”, indicó Soiza Reilly. “En el juicio ESMA III presentamos una docena de noticias falsas publicadas en medios de comunicación, no solo en Clarín, pero el tribunal no respondió. El Tribunal en ese sentido demostró que tiene también un interés histórico en que esto sea rectificado”, señaló, y agradeció por eso a los jueces. El Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín, conformado por los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini, condenó la semana pasada a prisión perpetua en cárcel común a 4 militares en el juicio por los Vuelos de la Muerte de Campo de Mayo: Santiago Omar Riveros, ex jefe de Institutos Militares; Luis del Valle Arce, ex comandante del Batallón de Aviación 601; Delsis Ángel Malacalza, ex segundo comandante y piloto de aviones Twin Otter y Fiat, utilizados en los vuelos de la muerte; y el ex oficial de operaciones de esa dependencia, Eduardo María Lance. Se les realizarán a tres de ellos pericias para constatar su estado de salud y determinar si pueden ser alojados en dependencias del Servicio Penitenciario Federal; no currirá lo mismo con Riveros, porque sus dolencias no pueden ser atendidas en una cárcel. Actualmente todos gozan del beneficio de la prisión domiciliaria. Llonto repasó con La Retaguardia el fallo. “Salió lo que se pidió”, fue lo primero que dijo sobre el veredicto, y resumió una sensación generalizada. Llonto no es afecto a celebrar las sentencias pero reconoció que “siempre pasan por el cuerpo sensaciones muy particulares porque uno recuerda sobre todo a quienes no están. Recién estaba abrazado a Rodolfo Novillo (hermano de Rosa Eugenia Novillo Corvalán, una de las víctimas de este juicio) porque su hermano hizo muchísimo por esta causa, y hoy no está, falleció hace unos años, y uno lo primero que se acuerda es de ellos”. De este modo el abogado querellante da cuenta de algo que ocurre en muchas casos: son las propias familias las que llevan adelante los primeros pasos en la investigación de los crímenes de lesa humanidad.Sobre el valioso veredicto agregó: “Es la primera vez que los Vuelos de la Muerte del Ejército tienen nombre y apellido de sus responsables y reciben condenas. Este fue el método de exterminio que caracterizó vergonzosamente al país y sus autores estaban paseando tranquilos durante décadas en la Argentina. Hoy Malacalza, del Valle Arce, Lance y otros más que hay que seguir buscando

En el primer juicio por los Vuelos desde Campo de Mayo, el TOF N°2 de San Martín condenó a Santiago Riveros, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Luis del Valle Arce a prisión perpetua. Serán sometidos a pericias y si están en condiciones irán a cárcel común, a excepción de Riveros, por su estado de salud. Si bien fue un juicio por 4 casos, es histórico porque abre la puerta a nuevos procesos que juzguen la metodología de exterminio más utilizada en el campo de concentración más grande de la dictadura. Redacción: Paulo Giacobbe/Camila CataneoCobertura en juicio: Fernando Tebele/Lucrecia Raimondi/Diego Adur/Valentina Maccarone/Noelia Laudisi de Sá/Agustina Sandoval/Paulo Giacobbe/Camila CataneoEdición: María Eugenia Otero El Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín, conformado por los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini, condenó a prisión perpetua a cuatro militares en el juicio por los vuelos de la muerte de Campo de Mayo. Después de una revisión médica, se evaluará si pueden ir a cárcel común del Valle Arce, Malacalza y Lance. En el caso de Riveros, por sus complicaciones de salud, permanecerá con arresto domiciliario. Se trata del multicondenado por crímenes de Lesa Humanidad, Santiago Omar Riveros, ex jefe de Institutos Militares; Luis del Valle Arce, ex comandante del Batallón de Aviación 601; Delsis Ángel Malacalza, ex segundo comandante y piloto de aviones Twin Otter y Fiat, utilizados en los vuelos de la muerte; y el ex oficial de operaciones de esa dependencia, Eduardo María Lance.  Horacio Alberto Conditi, ex oficial de personal fue apartado por incapacidad durante el debate. De ese modo siguió los pasos de Alberto Luis Devoto, integrante de la Plana Mayor en Campo de Mayo, funcionario y asesor del fallecido gobernador cordobés José Manuel de la Sota, apartado por incapacidad antes de comenzar el juicio. Otros de los hoy condenados realizaron la misma intentona, pero los estudios médicos demostraron que podían continuar siendo juzgados.  Las víctimas  Las víctimas de este juicio fueron: Rosa Eugenia Novillo Corvalán, Roberto Ramón Arancibia, Juan Carlos Rosace y Adrián Enrique Accrescimbeni. Durante el juicio se demostró que las 4 personas estuvieron secuestradas en el centro clandestino de detención tortura y exterminio montado en Campo de Mayo por el Ejército Argentino. Sus cuerpos aparecieron en la costa argentina entre los años 1976 y 1977, fueron enterrados como NN e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que certificó que fueron arrojados desde gran altura al agua.   Son 4 víctimas y 4 condenados. Esos números están muy alejados de la cantidad total de víctimas y de la cantidad de eslabones que fueron necesarios para activar la maquinaria de exterminio que funcionó en Campo de Mayo.  Fueron los exconscriptos que cumplieron el Servicio Militar Obligatorio en esa guarnición militar quienes aportaron más datos sobre el funcionamiento y dinámica de los Vuelos de la muerte. El ingreso de una caravana de autos con personas fuertemente armadas, custodiando un camión frigorífico cerrado, con personas secuestradas y en muchos casos en mal estado físico; la apertura de barreras y controles para que el camión entre hasta la pista de aterrizaje, donde en algunas oportunidades ya estaba el avión esperando; la iluminación de la pista por parte del camión de bomberos; la droga que utilizaban para adormecer a los y las secuestradas que eran subidas a los aviones. Minutos después despegaban. También dieron cuenta de las torturas que sufrían ellos mismos durante la instrucción militar y el miedo que tenían de estar en ese lugar, donde en ocasiones, durante las guardias, escuchaban gritos de dolor. Uno de los datos más interesantes que aportaron fue la existencia de un oceanógrafo que estudiaba las mareas y actuaba en la torre de control. Hasta este juicio la creencia generalizada era que los Vuelos de la Muerte partían solo de la ESMA, pero ahora se puede tener otra dimensión de lo que fue el plan de exterminio durante el genocidio.  Otro dato interesante lo presentó la propia defensa de los acusados. Fue cuando convocó como testigos a militares que fueron pilotos de aviones en Campo de Mayo y podrían quedar imputados en un segundo tramo de esta causa por los Vuelos de la Muerte. El Coronel retirado Juan Carlos De Marco, el Teniente Coronel Juan José Capella y Carlos Martínez Junor. Capella fue condenado en 2021 por crímenes de lesa humanidad en el juicio Escuelita VII, de Neuquén. De Marco, Martínez Junor y el condenado en esta causa Delsis Malacalza, fueron tres de los pilotos que integraron la comisión que viajó a Italia para realizar un curso teórico de vuelo y retirar los primeros aviones Aeritalia Fiat G-222. Con ellos viajó un grupo de mecánicos. Por la mañana se realizó la ultima audiencia antes del veredicto. Los imputados tuvieron la posibilidad de dar las ultimas palabras antes de conocer la decisión de los jueces. Comenzó Eduardo Lance quien afirmó: “Yo solo comunicaba las órdenes que imponía la cadena de mando” y que “fueron obedecidas y respetadas, solo cuando fuere el bien del servicio”. También manifestó que “dos o tres declarantes han tratado de contaminar la causa” y que “siempre he dicho la verdad porque la verdad solo triunfa sobre sí misma”. Luego de una hora de declaración llena de repeticiones y sin aportes concretos, Walter Venditti le consultó cuánto tiempo más le quedaba de declaración. “Me queda una hora más”, aseguró Lance. Realizaron un cuarto intermedio para seguir con sus últimas palabras antes de veredicto. Tal como prometió, se extendió casi una hora más. Continuaron Luis del Valle Arce y Santiago Omar Riveros, quienes prefirieron no hacer uso del derecho a las últimas palabras, solo agradecieron. El último de los imputados en tomar la palabra fue Angel Delsis Malacalza, muy enojado por algunos problemas técnicos que demoraron su cierre. Negó haber participado de los Vuelos de la Muerte, pero su suerte, como la de los demás imputados, ya estaba echada.

Las partes defensoras responderán a las nuevas cuestiones surgidas de las réplicas de las acusadoras.

Las partes acusadoras responderán a las nuevas cuestiones surgidas de los alegatos de las defensas.

Cierre del alegato de la defensa del imputado Eduardo Lance, a cargo de Eduardo San Emeterio.

Tercera jornada del alegato de las defensas.

Segunda jornada del alegato de las defensas.

Comienzan los alegatos de las defensas.