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La Retaguardia

“Le quieren echar la culpa al muerto”

Por LR oficial en bocha rego, CABA, gatillo fácil, Justicia, marcha nacional contra el gatillo fácil, represión estatal, Violencia institucional

Desde el 2 de marzo se desarrolla el juicio oral por el homicidio doblemente agravado de Cristopher “Bocha” Rego. Por el hecho se está juzgando a siete ex integrantes de la Prefectura Naval Argentina, exonerados de la fuerza y procesados por los delitos de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por ser integrante de una fuerza de seguridad; abandono de persona seguido de muerte y encubrimiento y encubrimiento doblemente agravado. En la última jornada declaró Jorge Rego, papá del Bocha. Dialogamos con él sobre cómo está viviendo el juicio, qué implica declarar para un familiar y las expectativas de la resolución del proceso judicial. La próxima audiencia será el martes 20 de abril y se espera la declaración del ex prefecto Pablo Brites. (Por Colectivo de Medios Populares)

—¿Cómo estás viviendo el proceso del juicio? 
—Jorge Rego: Por momentos muy nervioso y por momentos tranquilo, esa es la realidad de como estoy atravesando el juicio del Bocha. 
—El martes pasado declaraste, como testigo “de concepto”, porque no estuviste en el hecho, pero sos el padre de la víctima. ¿Por qué quisiste declarar? ¿Qué implica para vos, como papá, el hecho en sí de declarar? 
—JR: Insistí en declarar para que los jueces, los fiscales y todos los abogados que están ahí sepan quién era el Bocha. Porque en ningún momento hablaron de quién era mi hijo, entonces sentía la necesidad de declarar. Entre algunas cosas comenté que al Bocha le quitaron la vida con 26 años recién cumplidos por no parar un control vehicular. Él no murió, lo mataron a los veintiséis años, sin saber lo que era un arma, jamás tuvo un arma, nunca, jamás. Nunca conoció una comisaría el Bocha, nunca lo arrestaron. Jamás estuvo preso. Y lo mataron por matar. Por no parar en un control vehicular, solamente por eso.
Soy el padre pero estoy diciendo la verdad. Yo tengo cuatro hijos varones, contando al Bocha que era el más chiquito. Y viste, la gente te pregunta “¿qué te gustaría que sean cuando sean grandes?” ¿Qué sé yo?, médico, abogado, juez, veterinario dice la gente… Y yo a toda la gente le respondía “que sea buena gente” y con el Bocha lo logré. Eso también lo dije. Al entierro de Bocha fueron aproximadamente unas 500 personas a despedirlo. Para un pibe común, de barrio cómo era Bocha, me parece demasiado. Yo jamás ví tanta cantidad de gente en un velorio como el de mi hijo Bocha. También dije que le hicieron cinco murales, le dedicaron una canción del grupo Mandale Cumbia, sobre el gatillo fácil, lo nombran a Bocha, a la familia Rego. Que era hincha de Huracán, como todos nosotros, yo lo hice hincha llevándolo de la manito a la cancha y haciendo que juegue en las inferiores, en el baby, jugó en cancha grande y le hicieron una bandera que cada vez que juega Huracán la ponen en la cancha.

—Distintxs familiares de otros casos de violencia policial les estuvieron acompañando, ¿cómo se siente ese acompañamiento y todo el proceso de lucha por justicia? 
—JR: Siento que las Madres del Dolor, de la Marcha Nacional contra el gatillo fácil, que la mayoría son mujeres, son mi segunda familia. Lo digo y lo siento así, nos apoyamos en todo. Yo siempre digo que después de que mataron al Bocha yo no tenía idea que en el país pasaban estas cosas con las fuerzas de seguridad. No tenía idea que mataban a los pibes. Me enteré porque hicimos una marcha de la puerta de mi casa hasta Caseros y La Rioja, el corazón de Parque Patricios, la familia salió a la calle, vino muchísima gente, y ahí se presentó Emilia Vasallo, con Roxana Cainzos y Alfredo Cuellar, y me comentaron las cosas que pasaban y que nos venían a apoyar. A través del tiempo las conocí bien conocidas -no solo a ellas sino a muchas madres más, imaginate hay 7100 casos registrados de gatillo fácil- y son mi segunda familia. Me dieron total apoyo de entrada. Salimos a marchar por la muerte de nuestros hijos y para que de una vez por todas terminen de asesinar a chicos como el Bocha, Paly Alcorta, Nehuén Rodríguez.

—¿Qué expectativa tenés para la resolución del juicio?
—JR: Las expectativas para la resolución del juicio, por lo que yo presiento y veo, son muy buenas. Me da la impresión que los jueces son imparciales y el negro Soares y Rosario son nuestros abogados que son muy buenos, los fiscales también. Y hay pruebas muy contundentes, hay videos muy contundentes, contra eso va a ser muy difícil que alguno zafe. Pablo Miguel Brites fue el asesino de mi hijo y creo que sería imposible que zafe. López y Carrizo están involucrados por encubrimiento seguido de muerte. Lucila Carrizo fue con López y Brites, se tomaron un Uber hasta el lugar donde el Bocha choca. Al Bocha le  pegaron dos balazos en Ancasta e Iguazú, el que lo mató fue por la espalda, así que además de asesino, cobarde. Sin ninguna necesidad, por evadir un control vehicular solamente. A las 3 cuadras, el Bocha choca. Se toman un Uber hasta ese lugar, miran y Britez les dice “vámonos”. No asistieron al Bocha, no llamaron al Same… así que no solo lo mataron sino que lo dejaron morir. Después declaró un testigo, que lo encontró uno de mis hijos. Y también declaró uno de los jefes máximos de Prefectura, dijo que estaban asignados para estar en el Pabellón 70, dentro de la Villa Zavaleta, pero estaban donde querían, en Alcorta e Iguazú, que no era el lugar que les correspondía, estaban fuera de jurisdicción. Dijo que no estaban asignados para hacer control vehicular. O sea,estaban haciendo lo que querían. Que tenían la obligación de informarle a él. Pero lo mataron al Bocha y no le dijeron nada, incluso le dijeron que había sido una noche normal. Al otro día por la tarde noche se entera el jefe del operativo porque fueron a verlo gente de Homicidios, averiguó quiénes estaban en esa zona y ahí dio los datos y las direcciones y fueron a detenerlos. Al Bocha lo mataron el domingo a la madrugada y el martes al mediodía ya estaban todos presos. 
Y después, como es evidente de parte de los abogados defensores, dicen que el Bocha quiso atropellar a Brites. En realidad, como Bocha esquiva a Brites, su última decisión lo llevó a la muerte. Brites le dispara dos balazos. O sea le quieren echar la culpa al muerto. No tienen vergüenza. Después también dijeron que el Bocha podía haber muerto por el choque a las tres cuadras. El médico forense dejó bien en claro que había muerto por el disparo por la espalda que le había arruinado todos los órganos. Decían que la 9 milímetros era un arma repetitiva. Qué querés disparar un solo balazo y salen dos, por ejemplo, insinuando que a Brites se le escapó el segundo balazo. El perito balístico dejó en claro que fue un balazo y a los segundos disparó un segundo y que lo hizo con toda la intención.
En definitiva, me lo mataron por evadir un control vehicular. Había comprado una camioneta hacía una semana, o dos a lo sumo, y le faltaban papeles, le debía 20 lucas al suegro, diez a un amigo mío al que le compró la camioneta que terminó siendo su ataúd, y por eso no para. Estaba yendo a buscar a su mujer y a su hijo a un cumpleaños, no estaba haciendo nada raro. Lo mataron, encubrieron el caso, y encima le quieren echar la culpa al muerto. Pero estoy tranquilo, yo creo que va a salir todo bien, tengo mucha fe.
*FM Riachuelo / Revista Resistencias / La Retaguardia / Revoluciones / Sur Capitalino