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La Retaguardia

Nora, Verdú, Pimentel, Soares y Grande en un debate con formato de bar

Por LR oficial en CABA, CORREPI, Derechos Humanos, María del Carmen Verdú, Negro Soares, Nora Cortiñas, Pablo Pimentel, Trabajadores, Violencia institucional

María del Carmen Verdú, integrante de CORREPI; Pablo Pimentel, presidente de APDH La Matanza; el Negro Eduardo Soares, integrante de La Gremial de Abogados; y Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora, participaron de una emisión especial del programa radial Sueños Posibles, conducido por Alfredo Grande e Irene Antinori. En su emisión 300 convocaron al estudio a estos cuatro referentes sociales de derechos humanos. En una charla con ambiente de bar y mucho debate político, ntercambiaron opiniones acerca de la Marcha de la Resistencia, las responsabilidades de la llegada de Macri, la proclamada unidad que no para todos es igual y las estrategias para sortear la crisis. (Por La Retaguardia)

Foto: de izq a der. Soares, Cortiñas, Pimentel, Grande y Verdú.


Hoy, ¿a qué resistimos?

Esa fue la pregunta que Grande utilizó como disparador para iniciar el intercambio. En este sentido, Verdú señaló: “Quedó muy claro en la marcha de aquellas Madres que no suspendieron la actividad en estos últimos años -Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen, entre otras línea fundadora-, cómo caminaban a la par las imágenes de los 30.000 con las fotos de los pibes asesinados en los barrios por el gatillo fácil, las mujeres víctimas de femicidio, las pibas y pibes desaparecidos en las redes de trata, el reclamo contra la criminalización de la protesta, el pedido por la libertad de los presos políticos. En determinado momento, alguien dijo ‘qué vacío, no está Cachito’, y en realidad, esa conjunción de la pelea contra la represión e impunidad de ayer y de hoy es el gran legado de Cachito Fukman”, declaró. La abogada de CORREPI profundizó en términos emocionales: “Esta fue la primera marcha de la Resistencia que no estuvo, y así van pasando las fechas importantes sin él y la tenemos que pilotear. En esas columnas en la marcha se cruzaban las generaciones. Había una brecha que iba de pibitos, adolescentes, a las viejas imbatibles y todos los que estamos en el medio. Una de las cosas que más se cantó en esa conjunción fue ‘yo no marcho con Milani / yo no marcho con Monsanto / marcho con las Madres que resistieron tanto’. Agrego que son las que resisten, porque siguen bancando cada situación de represión, de injusticia en lo cotidiano”, destacó.
En el mismo sentido, Soares agregó a la intervención de Verdú: “La parte triste que es que nos encontramos con una Plaza con un sector de Madres que claramente vino a politizar esa marcha y a retrotraer esto a tiempos inmemoriales. Ver la consigna ‘Cristina Conducción’ con Madres de Plaza de Mayo nos daba muchísima bronca. Levantamos las consignas históricas de Madres y las reivindicaciones de ayer y de hoy, pero ninguna de las agrupaciones que marchamos con Nora, con Elia y con Mirta intentamos ni por asomo politizar partidariamente esa marcha como intentó Hebe, La Cámpora, Kolina y el resto de las organizaciones kirchneristas”, denunció y arremetió: “No tienen vergüenza y se los dijimos a muchos ahí. El kirchnerismo en retroceso, lo que está haciendo con la consigna ‘Cristina Conducción’ en una marcha de la Resistencia, de Madres, con semejante aparato. No es para enfrentarlo, es para reírse, es para llorar”, expresó.
Pablo Pimentel relató cómo se vivió la hegemonía del FpV en la marcha realizada por organismos kirchneristas: “Nos enteramos de esta campaña cuando volvíamos con Norita de la misa en la Iglesia Santa Cruz. Allí Norita le puso el pañuelo a la virgen, una virgen autóctona, embarazada, muy linda. Llegando, vimos los pasacalles. Yo lo había visto y le había avisado a Norita, porque iba a estar recaliente. Nosotros habíamos pasado antes precisamente para ver cómo venía el panorama. A la mañana estaban poniendo el escenario al lado de la pirámide. Fuimos a hablar con la gente del escenario, entonces se acercó el responsable de seguridad de Hebe, un tal Luis. Le dije ‘mirá, somos un grupo de organizaciones que estamos por hacer la marcha de la resistencia a partir de las 12, ¿cómo van a poner el escenario a la pirámide, si saben que las Madres dan la vuelta ahí?’. Nos pusimos de acuerdo y lo corrieron”, aclaró. Por otra parte, Pimentel explicó que la misma persona con la que dialogó le aseguró que la decisión de colocar los carteles de ‘Cristina conducción’ fue de Hebe. “La realidad, es que eran muy pocos. En un momento, Norita dijo ‘ahora va a llegar la tropa de Hebe’ y éramos muchos más nosotros. Esto, creo, responde a que la gente leyó bien que los grupos somos autogestivos e independientes y que no dependemos de ningún gobierno para sostener nuestras organizaciones, y empezó a acompañar. Desde La Matanza, a nosotros nos gustó que por primera vez vinieran seis villas a las que estamos acompañando en el proceso de urbanización y a las que las Madres habían visitado”, contó.
Pimentel, entonces, aportó su respuesta a la pregunta de Grande: “Me resisto a bajar la bandera de los 30.000. Resistimos para que todos los casos de impunidad que hay en la Argentina queden resueltos, por eso resistimos para que el genocidio del año 1947, el pergamino negro del peronismo, sea resuelto también. Que se vaya a juicio por esa masacre. Por suerte tenemos a un genocida que tiene 97 años y fue copiloto del avión del bautismo de fuego del 10 de octubre de 1947. Acompañamos a las Madres históricas que siempre acompañaron todos los casos que hay en Argentina, en Latinoamérica y el mundo. Resistimos a todo tipo de injusticia en cualquier parte del mundo”, sentenció en alusión a la Masacre de Rincón Bomba.

De la cooptación y la hegemonía partidaria

“Cuando otros organismos decidieron parar la marcha de la Resistencia, nosotras, Mirta, Elia y yo, nos pusimos muy fuertes insistiendo en que no se podía hacer eso. Decían que no había que perturbar a la señora presidenta. Como si supiéramos dónde están nuestros hijos o todos los nietos hubieran recuperado su identidad. Como si estuviera todo bien. Eso hace el partidismo, anula los sentidos y anula el sentido político de las luchas”, consideró Nora Cortiñas. “Este año, tengo que reconocer que el jueves hubo mucho respeto por nuestra marcha y nosotros respetamos la otra. Gracias a Pablo y los chicos que estuvieron con él que fueron contemplando situaciones. Realmente no nos sentimos incómodas. Nosotras con nuestra independencia y el derecho de los otros a hacer el partidismo que quieran”, planteó.
Para Nora, la cooptación no fue sólo responsabilidad de la gestión kirchnerista sino de quienes se dejaron cooptar. “No es la culpa de un gobierno, el gobierno hace lo que le parece que le viene bien, lo que intentaron hacer todos los gobiernos y a ese le salió un poco mejor. Pero también había predisposición a querer estar en esos escenarios con el pañuelo nuestro. Es recíproco, ellos quieren y las Madres aceptan. Este año hubo un montón de actos, y yo me acuerdo de Yoyi Epelbaum cuando nos separamos las Madres y todo el mundo pensaba que nos íbamos a dispersar, y ella decía que si para clavar un clavo das dos golpes en lugar de uno, entra mejor”, graficó. “Una filosofía mágica, y yo creo en eso. Son muchos años. Hay un cansancio. A nosotras nos da pena, porque a veces hay actitudes en las que Madres se olvidan de los 30.000 desaparecidos y entran en ese juego que nos duele. Nosotras hubiéramos querido que el cartel de Plaza de Mayo dijera ‘Apertura de los archivos’, por ejemplo. Sin embargo, decía ‘Libertad a Milagro Sala’. También había lugar para hacer ese reclamo, estamos de acuerdo, pero hace cuarenta años estamos luchando por saber qué pasó con nuestras hijas e hijos detenidos desaparecidos”, consideró Nora. La activista por los derechos humanos planteó que hay que ser rígido en la investigación de la identidad de los nietos apropiados y que para eso es necesario “que los jueces abran sus archivos y digan a quién entregaron en falsa adopción a los bebés que se apropiaron con sus madres cautivas embarazadas y por fin puedan tener su verdadera identidad. Es muy bueno pedir muchas cosas, pero hay espacios que son inigualables, que no se pueden bajar”.
Para Verdú, “hay una cuestión que tiene que ver con la especificidad. Esto que vos señalás lo vemos muy a menudo. Yo siempre pongo un ejemplo chiquito pero significativo: hace 15 o 20 años se hizo una reunión multisectorial para organizar la movilización de abril en el aniversario de la detención y muerte de Walter Bulacio. Una marcha en torno a esta causa tiene un eje concreto que tiene que ver con detenciones arbitrarias, con torturas, con muertes en comisarías. Apareció uno de estos grupos que vos decís, era justo cuando se había producido una de las invasiones yankis en Irak a plantear ‘OTAN, gatillo fácil del mundo, fuera yankis de Irak’”, recordó. “Nosotros decíamos, marchemos por Irak en cualquier otro momento, para el 19 de abril, marchemos contra las detenciones arbitrarias. El 10 de diciembre no es el día de la libertad de los presos políticos, lo exigimos todos los años en Callao y Corrientes en el día internacional del preso político”, analogó.

Dispositivos del Estado para disolver luchas

“En esto me va a acompañar Carmen –arriesgó Soares-. Durante los últimos 10 o 12 años, muchos de los casos de gatillo fácil, torturas en las comisarías, detenciones arbitrarias, cuando caíamos nosotros, los abogados de CORREPI o nosotros, en muchos casos, sobre todo en las provincias, ¿quién aparecía antes que nosotros? Las secretarías de Derechos Humanos de esa provincia. Es decir, la secretaría de Derechos Humanos a la que le paga el mismo Estado que le paga al tipo que ahorcó al pibe, que lo desapareció, es la que nos quiso primerear durante mucho tiempo para tomar ellos las causas, por supuesto llevándolas a una vía muerta o a un callejón sin salida o a un precipicio, licuando el activismo por completo y quitarnos de esas causas”, aseguró. “Los informes que nos traían los colegas eran esos: ‘Caí porque se suicidó fulanito, suicidaron a menganito, cayó la secretaría de Derechos Humanos que ya se conectó con la familia’ ¿Y qué hacen? Licúan el reclamo”, consideró.
“La línea política de las intervenciones de las Secretarías, Programa Nacional Antiimpunidad y todas las cosas que se inventaron durante esta última década era convertir protesta en propuesta. Ese era el lema con el que salían, y nosotros decíamos, traduzcamos. Lo que están diciendo es ‘largá la calle, dejá de salir a protestar y tomá el subsidio, el viático’. Así hemos visto familiares de pibes asesinados por la policía cobrando una limosna”, agregó Verdú.
Pimentel señaló: “Eso te quiebra la organización popular. Por eso es muy importante la palabra independiente y autogestivo. A esto nos lo planteamos siempre en los barrios y les puedo asegurar que cuando hay una pobreza estructural es muy difícil si no hay una moneda. Ayer en nuestra asamblea anual le entregamos un diploma a la gente de Villa Palito. Estos pibes, en el año 1999 cuando empezamos la urbanización, querían ser cooptados por Luis D’elía. Un pibe me contó que le fueron a ofrecer un sueldo y yo le dije ‘mirá, nosotros no te podemos dar un sueldo como APDH. Aceptalo, vas a tener un sueldo, pero perdés la libertad, elegí’”, recordó. “Y él eligió vender diarios y facturas y mantener su libertad. Hoy está dirigiendo una corriente política dentro del peronismo en La Matanza. No es sencillo oponerse a un Fernando Espinoza o a una Verónica Magario. Si se dejaba cooptar, eso no lo iba a poder hacer. El Estado no se puede controlar ¿Quién lo controla? Las organizaciones autogestivas e independientes. Las secretarías de Derechos Humanos, en todo caso, tienen que estar a disposición del pueblo para facilitar ciertas cosas”, planteó sobre el rol de los organismos del Estado.
Para Cortiñas, “las Secretarías tienen que tener un programa de búsqueda. Cuando una familia llama y dice ‘mi hijo no vino, no sé dónde está’, en seguida tienen que movilizarse. No hay un programa de búsqueda de las personas que desaparecen hoy por hoy. Las Secretarías tienen que evitar que sigan sucediendo violaciones a los derechos humanos”.

¿De qué hablamos cuando hablamos de unidad?

Fernando Tebele, que acompañó la conducción del programa en esta oportunidad, intervino: “Pablo dijo en el Espacio para la Memoria Luciano Arruga que hay una necesidad imperiosa de juntar fuerzas y organizarse, Carmen terminó el otro día el acto del informe de la CORREPI diciendo que no tenemos que preguntarles a los compañeros que están en la calle a quién votaron en noviembre del año pasado, Nora cierra los jueves diciendo ‘juntos, pero no revueltos’, el Negro Soáres dice ‘Milagro Sala está entre los que nos cagaban a palos’. Cuando decimos qué hay que juntarse, ¿decimos todos lo mismo o tenemos límites distintos?”
Para Verdú, en materia de unidad, “lo primero que hay que tener claro es que hay distintos niveles y distintas urgencias. Una cosa es la unidad de acción en la calle que apunta un poco a lo que mencionaba Fernando sobre mi cierre el 2 de diciembre en Plaza de Mayo donde indudablemente el único requisito es estar de acuerdo en que tenemos que luchar. Por la libertad de los presos políticos, contra el tarifazo, contra los despidos, contra el gatillo fácil, la represión. Si nos ponemos de acuerdo en esas pocas cosas centrales, la apertura de los archivos, los 30.000, es un nivel de unidad”, planteó. Pero, para la dirigente de CORREPI, puede haber otras instancias de unidad: “Una un poco más profunda requiere de más discusiones y acuerdos hacia lo que podríamos llamar una corriente de izquierda, un frente político social, reunir organizaciones que tenemos acuerdo en algunos aspectos centrales en la realidad cotidiana. Por último está, claro, la unidad de los revolucionarios, la unidad en lo estratégico, ya estamos hablando de otro proceso distinto. Estos niveles no son tres pasos sucesivos. Son tres cosas que se tienen que hacer a la vez y construir a la vez”, propuso. “Con algunos podremos solamente llegar a estar en la calle y con otros podremos llegar a armar una campaña como fue la campaña contra las detenciones arbitrarias y con otros podremos pensar en construir organización política o generar una herramienta política para los trabajadores, pero hay que hacer las tres cosas a la vez y tratando siempre de ir un poquito más allá”, aseguró.
Pimentel también expuso ante el interrogante de Tebele: “En el segundo aniversario del hallazgo de Luciano, yo planteé que el 17 de octubre se convirtió en el día de la deslealtad del Estado con el pueblo. Yo planteé lo siguiente: somos bomberos nosotros. Estamos permanentemente apagando incendios. Se puede estar en contra de la partidocracia, se puede estar en contra de los partidos del sistema, pero los pibes también lo reclaman ¿Qué proponemos? Planteo que a la vez que atendemos todos los casos de la coyuntura desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, de impunidad, gatillo fácil, desapariciones, trata de personas, tomas de tierras, desalojo, causas armadas, tenemos que empezar a producir un espacio de jóvenes. Entusiasmándolos con distintas vertientes que vienen en muchos casos vírgenes de tanto quilombo como nosotros, empezar a discutir un plan estratégico, un proyecto de Latinoamérica unida, integrada desde lo económico y lo social y después discutir qué instrumentos utilizamos”, consideró. “Porque siempre, si no, nos ganan la parada los partidos del sistema. El PJ, el FpV, el FR, Mongo Aurelio. Yo a la izquierda la quiero mucho y la voto, pero no dejamos de ser testimoniales. Fíjense que este muchacho Del Caño en Mendoza sacó un porcentaje que acá no, entonces algo está pasando. Sin embargo yo escucho en todos lados que hay que hacer algo. Yo les propuse que armen un cronograma de coincidencias. Si nos sentamos a hablar de las diferencias, nos sentamos cinco minutos y nos vamos, y esto es lo que le pasa a la izquierda”, diagnosticó Pimentel. En este sentido, apuntó: “Quizás, como adultos, tenemos que darles el lugar a los pibes para que armen un movimiento asambleario, que le pongan el nombre que quieran y que discutan un modelo de país basado en la filosofía de la igualdad luchando contra todo hecho de injusticia. Tenemos que redoblar el esfuerzo. Hay que ampliar nuestra base militante, es la forma de resistir a un sistema que nos viene cagando permanentemente”.
Grande planteó algunas diferencias: “Creo que hay que diferenciar lo diferente que llama a la unión de lo incompatible que es poner el caballo de Troya en medio de la sala. Creo que hemos tenido muchos caballos de Troya y creo realmente como defensor de los derechos humanos y persona de izquierda que todavía no hay un análisis crítico acerca de cómo llegamos a esto. Me refiero, por supuesto, a la presidencia de Macri”.

La gesta del nuevo gobierno

Grande continuó: “El nivel de bastardeo de los derechos humanos ha sido mucho más letal que una política como la menemista o la macrista que te permite una lucha, una pelea, esto ha sido insidioso, como una intoxicación por plomo, cuando te das cuenta, ya está. No es lo mismo la oportunidad histórica que el oportunismo. Todavía falta mucho dentro nuestro para entender cómo fue que llegamos a esto”.
Nora Cortiñas fue contundente: “Llegamos a esto porque fue muy preparado. Esto no surgió de forma espontánea. Fue amasado durante varios años. Hubo mucha obsecuencia. La juventud se dejó atrapar por el entusiasmo de propuestas creyendo que esto era lo mejor. Resulta que después, cuando esto se saturó, estaban todos inmersos en una obcecación de aplaudir todo”.
Nora pensó en una metáfora: “Mi abuela siempre contaba el cuento El Rey está desnudo. Aquel cuento en el que el Rey quería el mejor traje del mundo y el sastrecillo se dio cuenta de que podía hacerse millonario y le hizo creer que le iba a poner el mejor vestido y lo mandó desnudo y todo el pueblo tenía que aplaudir al rey que estaba desnudo hasta que una persona lo dijo, y le fue mal. Todo era aplaudir, alguna cosa estaría bien, pero había muchas cosas mal. La militancia creía que no tenía que perturbar ese aplauso y agradecimiento. Llegamos a esto. No fue casualidad. Se eligió un candidato que no lo quería nadie, se lo puso ahí”, señaló. “’Tenés que votar esto’, todos agacharon la cabeza y aplaudieron. Todos decían: ‘Yo voy a votar tapándome la nariz’, ‘y yo voy a mirar para otro lado’. Negación. Yo separo a los organismos de derechos humanos de lo que son los partidos políticos. Los partidos políticos tienen un margen que es la política. Los organismos, si queremos defender a la gente a la que le violan los derechos humanos, tenemos que tener claro que hay que ser independientes para no dejarse llevar y querer participar en la procesión y en la misa. No se puede”, aseguró Nora. Para la militante, eso fue lo que pasó en los últimos años. Cortiñas agregó una postal del presente: “El otro día se reunieron catorce organismos con sindicatos y tenían un fin determinado. Se pidieron varias cosas, no al ajuste, no a la pobreza, no a los desalojos y los despidos, pero el final al que querían llegar era todos envueltos en esa bandera. Milagro Sala está inconstitucionalmente detenida, yo fui la primera que salí a la calle cuando la detuvieron y lo dije bien clarito, pero todo lo demás que tenemos, cuarenta años esperando que se abran los archivos ¿Es que no le importa a nadie?”, interrogó.
“Las madres y los padres nos vamos muriendo sin saber qué pasó con nuestros hijos e hijas. El repudio al ajuste está bien, pero también tenemos que repudiar una ley antiterrorista que no la quisimos nunca y ahora está ampliada con el protocolo antipiquete. Esa ley está ahí, para ser aplicada a mapuches. Porque eligen a quién se la van a aplicar”, denunció. “Estoy hablando como madre, pero sé que hago política desde hace cuarenta años, nunca de forma partidaria porque pertenezco a un organismo de derechos humanos. Sencillo. Aplaudo a todos los partidos, tengo amigos en ellos, los respeto y los quiero”, aclaró. En este sentido, se refirió a quienes no respetan ese principio: “La marcha de la Resistencia fue aprobada adentro de mi organismo en una reunión de Madres. No es que se nos ocurrió a dos o tres. Fuimos desvalorizadas en algunas reuniones como que esa marcha no tenía que existir porque había que volcar todo para el sábado 10”, reveló.
Soares expresó su posición acerca de la unidad: “Es una necesidad pero en términos concretos es una utopía. Muchísimas veces es imposible que se dé. Para eso, voy a dar algunos ejemplos. Durante estos doce años fue imposible hacerlo con los que tenían un proyecto que tiró la ideología a la edad de piedra. No solamente se abrazaron con Monsanto, con Milani, sino que además, la ideología y la conciencia que costó tantos años de pelea la redujeron a nada. Con los tipos que durante doce años, con los dirigentes de segundas, terceras o cuartas líneas, con los tipos que se enriquecieron, que chorearon, que generaron estructuras para jodernos, ¿qué tipo de unidad con esa gente?”, se preguntó. “Lo tenemos que hacer con los jóvenes. Todos tenemos jóvenes en nuestras organizaciones. Creo que las unidades en el mundo en los últimos cien años, hablando de aquellos que tomaron el poder y construyeron una sociedad sin clases, no los que lo hicieron para construir el capitalismo en cualquiera de sus variantes, las unidades en China, en Corea, en Vietnam, en Cuba, se hicieron a través de organizaciones que definieron proyectos”, planteó. “No existe esa posibilidad de rejunte, los proyectos estratégicos requieren que las organizaciones se desarrollen. Cuando las organizaciones somos cinco, ¿qué unidad voy a pretender? Hay que definir que está por delante un proyecto político. Una vez que esas decisiones se toman, son inamovibles. Ese proceso es largo. Hay que empezar, pero una de las maneras es el desarrollo de la propia fuerza”, señaló.
Verdú le respondió a Soares: “Ese proceso también es dialéctico. Muchas veces los caminos para el fortalecimiento y el desarrollo de las organizaciones pasa también por empezar a caminar con seriedad ese camino de confluir con otros y otras. Izquierda Revolucionaria es una organización que todavía no tiene un año y medio, vamos a cumplir dos años dentro de unos meses y somos fruto de la confluencia de tres grupos preexistentes que inmediatamente, sin que se hubiera secado la tinta de la primera bandera que estrenamos el 24 de marzo del año pasado y ya estábamos pensando con quién más nos podíamos sentar a discutir”, contó sobre la conformación de su espacio. “En el nivel que sea, para desarrollar un proyecto frentista, un desarrollo territorial en un barrio, para organizar intervención en algún sindicato o discutir a nivel estratégico el proyecto revolucionario al que adscribimos. Hoy vemos los frutos porque adquirimos un desarrollo que nos ha permitido confluir hacia un frente único con otras dos organizaciones lanzando este mismo sábado 17 a las 17. Izquierda Revolucionaria, la Organización Política Hombre Nuevo y Marcha Guevarista salimos a convocar la construcción de una Corriente de Izquierda por el Poder Popular”, convocó. Verdú explicó objetivos: “La idea no es dividir a la izquierda inventando otra iglesia sino desde ahí salir a confluir y discutir, por ejemplo, en el ámbito del año electoral con el FIT para tratar de cambiar ciertas cosas con las que tenemos grandes críticas pero por el otro lado nos pasa lo mismo que a Pablo: ¿A quién vas a votar? Pero queremos discutir la apertura, contenidos, un nivel de participación diferente y no un contrato de adhesión y en ese sentido hay experiencias que se están desarrollando”.

Las diferencias y las propuestas

-Pablo Pimentel: Las cosas son difíciles, pero no imposibles. Con esperanza. Lo digo como cristiano socialista, ustedes pensarán qué mezcla, pero me hago cargo. Al único que respeto es al flaco, del flaco para abajo le discuto a todo el mundo. Una de las cosas que les digo a los pibes, que son los que militan. Los que boludean, por ahí, en algún momento salen y militan. Somos todos iguales, partamos de esa base.
-Alfredo Grande: ¿Quiénes?
-PP: Todos los miembros de la especie humana.
-AG: ¿Te acordás del final de Rebelión en la Granja? Todos los animales son iguales
-PP: Yo tengo más amigos y amigas marxistas que son más cristianos que los cristianos que van todos los domingos a misa. Yo voy a misa cuando lo siento con el cura que siento. Lo que digo es que quienes formamos parte de estructuras tenemos que a veces empezar a dejar de mirar el ombligo, empezar el sectarismo y el personalismo para discutir qué proyecto nos libera de la partidocracia tradicional, señores. Siempre vamos de perdedores. La izquierda siempre va con el 4 o 5 % a sacar dos diputados testimoniales. Lo que hay que generar es un espacio que pelee el poder de verdad. Los pibes nos preguntan ‘¿y qué van a hacer? ¿Algún día se van a presentar para algo?’
-María del Carmen Verdú: Precisamente por eso es que a los casi 60 años, yo di ese salto de empezar a construir en una organización política en Izquierda Revolucionaria. CORREPI es la organización frentista antirrepresiva que, ojo, nosotros nos enojamos mucho cuando nos dicen los bomberos.
-PP: Yo digo eso porque vamos a tapar las cagadas que hace el Estado.
-MCV: No, no las tapamos, tratamos de mostrarlas muy bien.
-PP: ¿Y vos (a Soares) que hiciste con Luz y Diego?
-Eduardo Soares: ¡Hiciste más vos que yo por Luz y Diego!
-MCV: No es una tarea de asistencialismo de bomberos. Por el mejor alegato que hubiera podido hacer, y mirá que conozco la calidad profesional del compañero, si vos no le plantabas 500 tipos en la puerta todavía estaban presos. También ahí hacen falta las dos cosas.
-PP: Hay que juntarse, hay que empezar a ver cada uno qué puede aportar mejor.
-MCV: Seguro. Yo insisto con reconocer los distintos niveles igual. Es decir, no es lo mismo la relación de CORREPI con Familiares y Amigos de Luciano Arruga, dos organizaciones de base, antirrepresivas, o la relación de CORREPI con La Gremial, que la relación política que puede tener Confluencia con IR por ejemplo
-Nora Cortiñas: Si no hay calle ni organización, no se consigue nada. Los abogados hacen su parte muy bien, los militantes como Pablo hacen esa parte muy bien, pero el pueblo en la calle es el que moviliza las conciencias.
-AG: Los partidos mayoritarios tienen una matriz macartista hace décadas y no es denunciada como matriz. Sólo es denunciada en su esencia más mostruosa.

La matriz del peronismo

Tomando la intervención de Grande sobre el macartismo peronista, Soares consideró: “El peronismo es lo que venga, es Gioja, es Massa, ese es el peronismo igual de macartista que ls CNU. Hoy el peronismo en cualquiera de sus variantes, desde Massa hasta psicobolcheprogres kirchneristas, es un partido de las clases dominantes. Se está preparando para gobernar cuando caigan estos y es el partido al que los gringos apuestan para seguir gobernando a la Argentina. Desde el PJ oficial hasta todos los que andan dando vueltas, son el partido de la burguesía y el imperialismo y por supuesto van a ser macartistas”, aseguró Soares. “Conociéndolos, sabemos que no les tiembla la mano a la hora de reprimirnos. Por izquierda o por derecha. Porque privatizan la represión o porque vienen a darnos ellos mismos. Así lo hizo el kirchnerismo en estos últimos años. Es el gobierno que más presos políticos tuvo, que más desaparecidos tuvo, que más muertos tuvo en acciones de represión política, más que Menem, más de 25 muertos”, recordó.
Pimentel señaló, en ese punto, que a pesar de todo, Cristina tiene un enorme poder de convencimiento y que ganaría si hubiera elecciones hoy. A esa afirmación, Soares le añadió: “Pero ganó Bussi en Tucumán, ganó Palito Ortega…”.
“Y ganó Menem en los 90 dos veces. En las barriadas nosotros proponemos lo autogestivo y que todos los planes sociales se destinen a producir cosas que hoy se tienen que importar para la industria nacional. Hay que reemplazar todos los planes por producción, la producción genera plusvalía y esa es la dignidad del obrero y la obrera cuando vuelve a su casa. Una vez en 2009, cerca de acá está Desarrollo Social, vino la asesora de Santa Cruz de Alicia Kirchner y nos preguntó a los militantes sociales y de derechos humanos de La Matanza y nos preguntó qué nos parecía que le faltaba a eso. En 2008, le dijimos que terminen con los planes. Todo lo que frena Moreno y está bien que lo frene. Hay que generar mano de obra. Me pidió que se lo mande por mail. Lo hicimos con el Negro Alexis porque yo sé hablar pero no escribir, aclaro, y lo mandamos. No pasó nada después de eso”, propuso Pimentel. Para Soares y Verdú, no pasó nada porque “los partidos de la burguesía nunca harían eso”.

Mensaje para el gobierno

“Le mando un mensaje a este gobierno, a Avruj, que duda de los 30.000 desaparecidos: yo estoy dudando del Holocausto ¿Mataron seis millones de judíos? ¿Dónde está la lista? ¿Eran todos judíos? No, no eran ¿Por qué nos engañaron? ¿Que arrojaron al mar un millón de armenios? ¿Quién tiene la lista? Quizás fueron un millón y medio. Que se dejen querer humillarnos. No lo van a lograr. No van a borrar la historia, aunque cambien el asueto del 24 de marzo, como si pudieran correr el número 24. Vamos a estar en la calle, sea asueto o no ¿Cuántas décadas marchamos sin que fuera asueto? Eso querría decir”, planteó enfurecida Nora, sobre el cierre de la increíble mesa.
Recordó, luego, la definición del feriado: “Yo lo discutí cuando se quiso hacer asueto. Yo planteaba que en vez de un día colorado en el almanaque sigamos yendo a los colegios, a las fábricas, a las universidades, a decir que el 24 de marzo se recuerda uno de los peores días de nuestra historia porque antes de esa fecha había empezado la represión, teníamos presos políticos, torturados, desaparecidos. Le digo al gobierno que la historia no se cambia ni por decreto, ni por ley ni por capricho de funcionarios”, sentenció. “Que tengan eso presente, que empiecen a ser sensatos con ellos mismo porque el triste papel que están haciendo no se lo quitan jamás. Acá hubo un ejército de ocupación que violó todos los derechos de este pueblo. No hubo guerra sucia, no hubo dos demonios. No quiero hablar de otra cosa, no me interesa lo ecónomico, me interesan las cosas reales de nuestra historia”, focalizó.
Con respecto a la acusación del grupo de Madres de Hebe de que las Madres que estaban con Nora se prostituyeron en su momento por aceptar reparaciones económicas, Soares reflexionó: “Con esta miserabilidad que se ha dicho sobre Nora y las Madres hace treinta y pico de años, tuve la suerte de estar cerca de Nora cuando empezó a correr eso. Después se la tuvieron que meter, ¿sabés dónde? Además, los que inventaron esas mentiras hicieron cosas muchísimo peores. Por ejemplo, eso que me reconocieron la Negra y Pimentel sobre mis características como abogado en el caso Luz y Diego, jamás hubiera podido ser abogado si no fuera por Nora. Es mentira eso que dicen. La claridad política que tuvo Nora en ese momento, claridad política -iba a decir ‘huevos’, pero Nora me va a meter un cachetazo-, ovarios, para en ese momento poder saltar como saltaron ellas”, aseguró.

Octubre Pilagá

“Se presentó libro sobre esa historia –contó Pimentel- que es el pergamino negro del peronismo y acá no hay ningún gorila, no tengo ningún problema con Evita, si el peronismo fue lo que fue es por Evita. Vivo en Ciudad Evita y vi lo que fue reivindicar a la clase pobre. A los pobres de la Capital nos dieron un chalet con agua potable, cloacas, gas, luz, asfalto, colegio, comercio, club y más. Y en este sentido, el otro día me llamó un amigo montonero que vio la convocatoria a la presentación del libro y se puso muy contento. Me sentí muy tranquilo de que pensara, como yo, que el bautismo de fuego no fue con los bombardeos del 55 sino en 1947 con esa matanza, y yendo más lejos, fue en 1924 con Yrigoyen, cuando mataron a los wichí que estaban reclamando que el algodón se los paguen igual que a los blancos. Les pagaban a los blanco el 100 % y a los aborígenes les descontaban el 40 %”, recordó. “En octubre de 1947 salió un avión con la firma del ministro de Guerra. En marzo puede que tengamos un juicio y el copiloto de ese avión, que está vivo, se sentará en el banquillo de los acusados. Por lo menos va a ser algo simbólico y ese tema no quedará impune. Los derechos humanos se respetan o se violan, no hay términos medios”, sentenció.
Nora tuvo la última palabra: “Hay que seguir luchando, no bajar los brazos y mantener los principios. Ese es el mejor homenaje que les hacemos a los detenidos desaparecidos nuestros, a los que fueron torturados en cárceles, a los asesinados y a los que tuvieron que irse a un exilio no querido”.

Una charla maravillosa. Con micrófono encendido, pero como en un bar.