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Martín Crespi es artista visual, escritor de literatura infantil y parte de Pachamamita Libros, un proyecto editorial autogestivo que trabaja la temática medioambiental. En diálogo con el programa A mí no me importa, habló acerca de los libros que realizan, que están enfocados hacia niños y niñas, e incluyen temas como los agrotóxicos, transgénicos y la megaminería, entre otros. Además, se refirió a las herramientas artísticas y de comunicación que utilizan para trabajar los contenidos vinculados a lo ambiental desde una mirada crítica. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier/Valentina Maccarone ✏ Redacción: Nicolás Rosales/Pedro Ramírez Otero 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: http://pachamamitalibros.com.ar/ En el 2015, el docente de historia, artista y escritor Martín Crespi creó la Editorial Pachamamita Libros. Un proyecto, autogestivo e independiente con la mirada puesta en libros infantiles de temáticas ambientales, con posibilidad de ser descargados desde la página web de forma gratuita, como herramienta de visibilización de estas problemáticas. Entre muchas particularidades, estos libros trabajan el concepto de accesibilidad, a partir de traducciones a braille, por ejemplo. “La asombrosa historia de la mega-minería y las mini-regalías”; “La fabulosa historia de la sojita traviesa”; y “La increíble historia de las perdices que comieron felices, ilustrado por Diana Chereau; son algunas de sus obras más importantes. “Desde hace aproximadamente 5 años que venimos trabajando junto a Diana Chereau, y en los primeros momentos con Ana Pascal que ilustró los primeros tres títulos. Son libros sobre la infancia que tienen que ver con el concepto de extractivismo. Nos vemos atravesados por esta cuestión: la extracción de recursos naturales a gran escala con el impacto social y ambiental que eso provoca. A partir de la producción de una muestra plástica se me ocurrió crear un espacio pensado para las infancias que problematice con esto”, expresó el docente. Una muestra particularLa muestra plástica a la que hacía referencia es “Naturaleza Humana”, una obra que tiene como eje el concepto de extractivismo.  “Lo voy analizando a través de una exposición que intenta hacer una síntesis visual y conceptual de las diversas problemáticas ambientales y de cómo se  manifiestan en los distintos territorios. El extractivismo se manifiesta, por ejemplo, en la Pampa húmeda a través de la soja transgénica. Se transforma en un commodity. Eso tiene un valor en el mercado y por lo tanto se imponen las reglas de juego sin importar las consecuencias sociales y ambientales que provoca. No solo es de Argentina, es un problema regional que afecta parte de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia”, explicó. Llegar a las infancias desde el medioambiente Desde Pachamamita Libros buscan adaptar la temática medioambiental para el público infantil. Crespi contó que hacen un trabajo de investigación para elegir el tema, donde es importante problematizar y, al mismo tiempo, plantear una alternativa. “Si no están esas alternativas habrá que inventarlas. Quedarán en nosotros, o en las generaciones futuras encontrarle la vuelta para que esto mejore, poder vivir con dignidad en ambientes saludables”, manifestó. Además, detalló cómo desarrollan cada edición: “Planteamos una historia, una fábula o un relato, y los libros libros tienen un glosario y distintas actividades didácticas que hacen referencia a esta problemática: trabalenguas, laberintos, crucigramas, espacios libres para que intervengan en el libro y no quede abandonado en la biblioteca. También está el espacio que permite la ilustración”. Los comienzos“Yo llegué a acercarme a las cuestiones ambientales a través de la radio. Escuchaba un programa que se llamaba “Horizonte”, en Radio Nacional, que después estuvo en distintas radios, dirigido por Jorge Rully y un equipo del “Grupo de Reflexión Rural”. Ahí empecé a escuchar las primeras denuncias y voces que se alzaban contra lo transgénico y lo que eso implicaba. Yo estaba trabajando en un proyecto de fotos adaptadas para personas con discapacidad visual que se podían tocar, tenían relieve, braille y sonido. Venía trabajando desde lo cultural pero no tan metido en las problemáticas ambientales. Y era una de las inquietudes que tenía, más que nada pensando en el futuro porque lo que sabemos son las proyecciones”, recordó el docente, y agregó que  el panorama dentro de 20 a 50 años no es para nada alentador. “Y si pensamos en las futuras generaciones que van  a venir, algo hay que hacer, por los que vendrán, por la continuidad de la vida”, enfatizó.El buen uso de las nuevas tecnologíasLa propuesta de estos libros apunta a los niños y niñas, teniendo en cuenta también la evolución tecnológica y el contexto en el que están inmersos e inmersas generalmente, con interacción con celulares, tablets y computadoras como parte de lo cotidiano. Acerca de esto, el escritor profundizó: “Tenemos el orgullo y el mérito de ser de las primeras editoriales independientes en sacar libros con realidad aumentada. Se baja una aplicación al celular, toma las imágenes del libro con un código QR, y al mismo tiempo que lee esa imagen dispara distintas animaciones, relatos de audio, y genera movimientos que sólo se ven con el dispositivo electrónico. Es fundamental trabajar con las nuevas tecnologías”. Crespi citó como ejemplo en esta temática al filósofo argentino, docente de la UBA, Alejandro Piscitelli. Dijo que este filósofo, sacó un libro  llamado “Nativos digitales”, que habla de cómo las nuevas generaciones incorporan los hábitos de consumo a través de los teléfonos celulares, de los dispositivos electrónicos. “Alejandro  decía que ese libro ya estaba obsoleto, que los chicos no son más nativos y son cautivos digitales. La incorporación de las nuevas tecnologías viene a hacerle un guiño a estas nuevas generaciones. Es un puente de comunicación para llegar con los contenidos”, añadió. Una lucha social y cultural“Tomar conciencia de los que nos está pasando es parte de una batalla cultural para tener conciencia y una mirada crítica. Hay que reafirmar que las alternativas están”, aseguró el artista visual tras exponer un diagnóstico de la naturalización de un consumo poco consciente y las malas consecuencias de los procesos de producción que afectan al medioambiente.Crespi, continuó explicando el origen del nombre de la editorial:“Se fue armando de a poco, las primera

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desarrolló un insecticida biológico para combatir las larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. No afecta a las personas, a los animales o al medioambiente, y está destinado para fumigar grandes extensiones de agua. El bioquímico Diego Sauka, doctor de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA, habló en La Retaguardia y contó acerca de este nuevo biolarvicida. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✏ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: intainforma.inta.gob.ar El nuevo insecticida que generó el INTA para eliminar las larvas del mosquito que transmite el dengue es de origen biológico, no químico, por lo que no afecta al medio ambiente. Es un biolarvicida que no ataca a los mosquitos adultos y no está pensado para utilizarse de forma doméstica sino en grandes cuerpos de agua imposibles de descacharrar. El bioquímico Diego Sauka, trabajador del INTA, habló del descubrimiento y explicó la importancia de que no sea nocivo para las personas, los animales o el medioambiente. “Este desarrollo es lo que se conoce como un insecticida biológico que tiene como ingrediente activo una bacteria tóxica para larvas de Aedes aegypti, el mosquito vector del dengue y de otras enfermedades. Para controlar insectos lo más común es usar insecticidas del tipo químico que, en ciertas condiciones, pueden afectar al hombre y a otros animales. Los bioinsecticidas están formulados con un microorganismo. Este producto es especifico para larvas de mosquitos de Aedes aegypti, por lo que no afecta al hombre, no daña animales y no contamina el ambiente. Incluso no mata otros insectos que no sean larvas de mosquitos, lo que desde el punto de vista ambiental es muy importante porque no es un agroquímico, es un producto biológico”, destacó el investigador y agregó que el tampoco afecta a los mosquitos ya desarrollados: “Los insecticidas que generalmente se utilizan afectan al mosquito adulto, al volador. Este producto viene formulado en una suspensión líquida que se fumiga sobre los cuerpos de agua, donde no se pueda descacharrar o eliminar la fuente de agua y actúa sobre las larvas, no sobre el mosquito adulto”. La epidemia de dengue en Argentina cuenta con más de 70 mil casos —entre confirmados y sospechosos— tomando datos oficiales desde agosto de 2019 al día de hoy.  “Esto viene a ser una herramienta más que se tiene para poder luchar contra el mosquito vector del dengue. Sólo con ella o sólo con los insecticidas químicos no vamos a poder lograr vencerlo. Esto tiene que ir acompañado de programas de educación que nos informen cómo tenemos que deshacernos del mosquito”, explicó Sauka. Por último, el bioquímico aseguró que el uso de este larvicida no es para uso doméstico, sino que está pensado para desinfectar a gran escala.“Este producto no lo vende el INTA. No es para un uso hogareño. Es para aplicar en programas de manejo de vectores. Se va a aplicar en los cuerpos de agua de gran extensión donde están proliferando los mosquitos. No es para usar en los hogares”, cerró.

Hace algunas semanas, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca anunció la creación de una Dirección de Agroecología. El responsable de este sector será el ingeniero agrónomo Eduardo Cerdá, fundador de RENAMA (Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología). Acerca de esta Dirección, aún no oficializada, el programa A mi no me importa de Radio La Retaguardia dialogó con el periodista Patricio Eleisegui, quien también reflexionó sobre la situación actual de los agrotóxicos en nuestro país. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier✍ Redacción 👉 Pedro Ramírez Otero💻 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Foto de Portada 👉 Natalia Bernades“Falta todavía la oficialización, que sea establecido vía decreto, alguna resolución del boletín oficial. Pero está la decisión de hacerla, junto con otros nombramientos que todavía restan. Más que nada se ha demorado todo por cuestiones económicas, no hay presupuesto para andar generando más dependencias, por lo visto”, comenzó a contar el periodista Patricio Eleisegui acerca de la nueva Dirección que anunció el Ministerio de Agricultura, y continuó: “Así que están tratando de resolver eso pero, según lo que me comentó Eduardo Cerdá, que va a ser el titular de la Dirección de Agroecología, es un poco lo que está haciendo ya la organización RENAMA (Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología) promoviendo este sistema: articularlo con esta dependencia para desarrollar políticas públicas de difusión, de acompañamiento; de capacitación de productores, de municipios, de provincias; de todos aquellos actores que muestren un interés en esta alternativa como una opción para empezar a nivelar las cosas y que no tengamos un agronegocio como el vigente que domina y que todo lo contamina”.En relación al nuevo gobierno, Eleisegui opinó: “Todavía sigo siendo muy crítico, esa es la realidad. Me entusiasmó mucho esta decisión de avanzar con una Dirección de Agroecología. Me sorprendió cuando el mismo Cerdá me lo contó. Pero al mismo tiempo está el discurso de hace unos días de Alberto Fernández dando cuenta de una decisión política de concientizar el extractivismo a través de la explotación petrolera en la plataforma marina. Esto de mantener ciertas facilidades a los productores, como dijo, como una suerte de acompañamiento al modelo vigente. Eso me generó bastante desazón. Porque uno sabe que hay alianzas y grupos detrás de todas las gestiones, pero el indicador de la Dirección de Agroecología era una buena señal. Ahora, con todo esto que se anuncia, la decisión de promover una nueva ley de hidrocarburos para apuntalar Vaca Muerta me parece que nos van a dar una y nos van a sacar diez, esa es la sensación con la que me quedé y eso lamentablemente no es una mejora para todos”.Este nuevo gobierno eligió como Canciller a Felipe Solá, responsable de la entrada de Monsanto al país en 1996 y promueve un busto en homenaje a Carlos Saúl Menem, presidente en ese momento. “No sé qué quiere establecer Alberto Fernández, no sé si la palabra es ‘reconciliación’, me parece una palabra que no está bien para este momento. Pero también tuvo su gesto amigable con las fuerzas armadas hace muy poco. Debe creer en su cabeza que es una persona que viene a unirnos. No sé en qué cosas. Pero en los temas de ambiente claramente lo que está marcando es un retroceso y una profundización de lo que ya dejó el macrismo, que fue mucho más grave que lo que dejó el cristinismo, que fue mucho más grave que el primer kirchnerismo. Me parece que vamos a tener que seguir dando malas noticias, lamentablemente, y también tratando de generar resistencia a través de los lugares que ocupamos”, reflexionó Eleisegui . La soja, se mira y no se toca Acerca del anuncio de la suba de retenciones a la soja del 30% al 33%, el periodista expresó: “Me parece que se retoma un poco el conflicto con el campo que ya tuvo la gestión de Cristina Fernández. El hecho de que se suba la retención a la soja no me parece un desafío al campo sino más bien la intención recaudatoria en sí misma que tiene el impuesto. Creo que ellos entienden que lo que va a generar caja va a ser la soja. Y en la etapa anterior básicamente a los productores se los orientó hacia el monocultivo de soja a través de establecer las pautas en lo que era la exportación. El problema es que perpetúa el sistema de producción que venimos discutiendo. No me parece que esta sea una medida para desalentar a que los productores hagan soja, sino más bien para consolidar el cultivo como el único que no va a tener más complicaciones que pagar unos puntos por encima, pero al mismo tiempo el que más va a generar regalías para el Estado. Entonces continuamos siendo un país sojadependiente, con un paquete tecnológico que ya lo conocemos, que es el del glifosato, la semilla transgénica, el de la siembra directa, sin poner nunca en discusión real el modelo”, denunció.La Dirección de Agroecología será un logro obtenido a través de la lucha de todas las personas que día a día denuncian al agronegocio promoviendo un modelo alternativo de producción. Eleisegui explicó que “Lo más importante es definir cuánto presupuesto va a tener. A partir de ahí podríamos empezar a discutir qué margen de maniobra va a tener porque sino va a quedar como un cargo prácticamente simbólico. Lo ideal sería haber avanzado con una secretaría, con un presupuesto bastante importante y al mismo tiempo con la decisión de promover una política nacional de agroecología a través de una secretaría fuerte”. Además agregó: “Yo lo que veo en la cuestión de la agroecología es que muchos de los referentes no quieren ir al cruce con el agronegocio, sino que tratan de convivir. Y la realidad es que no podemos hoy por hoy a partir del desastre sanitario que venimos comentando, de las tasas de malformaciones de abortos espontáneos, de cáncer, seguir diciendo que la agroecología tiene que tener un espacio que se tiene

El 31 de Marzo comienza la segunda etapa del denominado “Juicio Ituzaingó”, o “Causa Madre”. Un juicio iniciado en el 2004, en contra de Monsanto. Será una oportunidad para poner en discusión las consecuencias socioambientales y sanitarias del agronegocio. Desde Tengo una Idea entrevistaron a Darío Ávila, abogado ambientalista y parte de la querella quien brindó más detalles. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Carlos Morchio, Graciela Carballo, Nicolás Rosales 📝 Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición 👉 Rosaura Barletta 📷 Foto 👉 La Vanguardia Digital “Con la dignidad y el coraje como bandera” es una de las frases emblemáticas y que bien cierra la idea de la lucha de las Madres de Ituzaingó (de la provincia de Córdoba) prontas a afrontar la segunda etapa de un juicio, extenso en el tiempo y de magnitud por cierto. Porque del otro lado está Monsanto. En 2004, la militante ambientalista Sofía Gatica y otras madres del Barrio Ituzaingó denunciaron cómo niños y niñas comenzaban a enfermarse,  cómo aparecían abortos espontáneos, leucemia, por la contaminación de los agrotóxicos que utilizaba para fumigar la multinacional Monsanto. En el 2012 se consigue, con ciertas dificultades, una sentencia que determinó un delito fumigar en las condiciones en que lo hacían. Fueron 114 personas contaminadas con veneno en sangre, sobre una población barrial de 140.El juicio será oral y público. El abogado Darío Ávila dio detalles: “A fines del año pasado, fuimos notificados de una resolución que tomó la Cámara 12 confirmando que el 31 de marzo arranca el juicio. En principios serían dos audiencias por semana, los martes y jueves y el tribunal ha estipulado un máximo de 15 a 20 audiencias”.Por otro lado dijo, “Es importante aclarar que en este juicio se van a investigar la responsabilidad penal de dos hechos distintos, el que ocurrió concretamente el 2 de marzo del 2004, nosotros vamos a intervenir como querellante particular junto al colega Chuzo González Quintana en el cual estamos patrocinando a un grupo de madres del Barrio Ituzaingó encabezado principalmente por Sofía Gatica, María Godoy y cinco madres más, Carolina Cabrera, Susana Cortés Vaca, etc. Se trata de ese hecho de una fumigación, allí está imputado un productor agropecuario que es Francisco Miguel Parra que ya fue condenado en el primer juicio. También se la atribuye haber fumigado en campos propios que están a unos 400 metros de la última calle del Barrio Ituzaingó,  violando dos ordenanzas municipales muy importantes, una declarada en el 2002 que había declarado la emergencia sanitaria en todo el barrio y una segunda ordenanza que es del 2003 que es la 10590 que prohibía cualquier tipo de fumigación, ya sea terrestre o aérea hasta una distancia de 2500 metros del barrio. El fiscal ha entendido que esta violación a esas ordenanzas cae dentro la órbita de la ley de residuos peligrosos la 24051. El otro hecho en el cual nosotros no tenemos participación, es aquel en el que aparece implicado Edgardo Panchelo que es precisamente el empresario de la empresa ‘Aerofumigadora’ que fue condenado en el primer juicio. Fue en otro barrio en las afueras de Córdoba, que se llama ‘Las Quintas’. Y otro  pueblito muy chiquito que se llama ‘Los Cedros’ donde están implicados dos empresarios muy reconocidos y poderosos del agronegocio en la provincia que son los hermanos Amuchastegui titulares de la empresa ‘Tecnocampo’. Ambos ingenieros agrónomos, y una ingeniera más de apellido Mendizábal”.Hay una cuota de esperanza por parte del equipo de abogados querellantes de que el fallo salga favorable para las madres y muchas otras organizaciones socioambientales que viene padeciendo las consecuencias de un sistema productivo que contamina, “en 2008 hubo otro juicio que puso en discusión el  modelo, demostrando que estos productos utilizados son tóxicos produciendo un impacto en el ambiente y después en la salud de la población. Los jueces tuvieron la convicción que este tipo de actividad es riesgosa y dudosa. Este en segundo proceso se va avanzar en el debate demostrando que todos estos casos no se debieron a otras fuentes de contaminación sino por el uso de agrotóxicos. El reto va a ser interesante, tenemos en nuestro poder una pericia médica interdisciplinaria identificando a 142 personas que murieron de cáncer en una población 4900 habitantes diciendo también que existe una probabilidad de asociación positiva para poder establecer que esos casos de enfermedad y muerte se deben por el uso de agrotóxicos y no por otro efecto contaminante”.“Antes de todo esto, no había antecedentes, es decir no había en toda la argentina un solo hecho que hablara de la contaminación de los agrotóxicos. Antes era un problema solo de la gente que vivía en el campo, sino que hoy llega a las ciudades en los alimentos que nos llegan a las ciudades. Hoy es un problema de todos”, cerró.

Valeria Tucci, directora de la película documental dialogó con el programa Tengo una idea para hablar de cómo se forjó el proyecto de documentar un tema necesario como el del daño de los agrotóxicos en la salud humana y animal, a través de un relato claro y  generador de conciencia. Además, detalló porque eligió a Carrasco como figura de otro tipo de ciencia, aquella que incomodó y que vino a romper con ciertas rigideces para hablar de lo que no se hablaba, dandole la voz a los y las protagonistas que antes no la tenían. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás Rosales📝 Texto 👉 Nicolás Rosales💻 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Foto 👉 Imagen de la película Se ha hablado muchas veces del agronegocio o del ecocidio al hacer referencia a productos que contaminan, enferman y matan. El documental de Valeria Tucci -prrmiado por la crítica del público en el 18° Festival Internacional de Derechos Humanos de Buenos Aires, retoma la temática a través de un repaso por la vida del científico Andrés Carrasco. En diálogo con su directora, antes de haber pasado de forma efímera, la semana pasada, por el cine Gaumont con salas llenas, Valeria Tucci dio su mirada para saber de qué va la película. “El género documental es complicado, más en este tema que no suele ser fácil y que uno no se va contento del cine cuando va de ver estas películas. Entonces, nuestra idea era encararlo de otra manera. No es una película de dato duro, cuenta la historia de Carrasco y de otras personas que son los afectados directos. La película es como muy humana en ese sentido, te va mostrando las historias que están atravesadas por esta problemática”, aclaró.En referencia a su llegada al protagonista del documental afirmó: “Estaba preparando otro documental que hablaba sobre la industria alimenticia y me topé con el estudio de Carrasco. Me empecé a interesar un montón. Empecé a ir a los Encuentros de Pueblos Fumigados, a meterme más en el tema. La figura de Carrasco es muy fuerte, muy potente. Y hablar de él permitía hablar de un montón de cosas: desde modelos económicos, salud y educación pública, luchas socio ambientales, así que era todo una película básicamente”.Cabe recordar, que en el momento en que Carrasco denuncia los efectos letales del glifosato en el desarrollo de los vertebrados, hubo una repercusión desigual en la comunidad científica, que en general lo marginó. Pero Carrasco no era un médico alternativo ni mucho menos, era el director del Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA (Universidad de Buenos Aires) . Incluso había sido presidente del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). En definitiva, fue un médico militante que cometió el “pecado” de escuchar a los afectados, hablar con las víctimas, y difundir su trabajo entre ellas. Esto le costó caro.“Él difunde su trabajo en un momento bastante candente, cuando estaba el conflicto con el campo, donde surge la famosa grieta. No tomó una postura sencilla, realmente se jugó por lo que creía. Mostraba los resultados que obtenía, se los llevaba a las víctimas, y las primeras personas a quienes  se los llevó fue a las Madres de Ituzaingó, que estaban denunciando esto. Fue una manera completamente distinta de hacer ciencia, ponerla al servicio del pueblo, y que creo que eso fue lo más disruptivo, y de ahí el título de la película.  Ir contra la corriente, que en realidad si uno lo piensa es lo más lógico, que la ciencia tiene que estar para el pueblo y no para las corporaciones. Eso es una construcción que se tiene que hacer entre todos, y no sólo la comunidad científica”.Tucci comentó una anécdota de la proyección en el exterior. “La película se vió en Barcelona, en Turquía, en Rusia, etc. Estamos muy contentos del recorrido que está haciendo la peli afuera. La verdad es que llama la atención, tuve la suerte de ir a estrenarla a Barcelona y después de la función lo primero que me preguntó el público fue: bueno, ¿ahora el glifosato está prohibido?, y había que explicarles mucho que no, y creo que eso también es llamativo porque lo que pasa acá no pasa en ningún otro país del mundo. Y es muy fuerte, nosotros no nos damos cuenta y la peli viene a aportar un granito de arena más en la concientización conociendo adonde estamos metidos, en qué contexto, que es lo que nos está pasando, qué estamos consumiendo y qué es lo que le estamos haciendo al medio ambiente. Y esto tiene que ver con todo, con el cambio climático que es una cosa que la peli también trata”.Por último aseguró, “hay algo que quería que quede claro, que es el modelo que no funciona. Es un tema de la sociedad también que tiene que tomar conciencia, teniendo las herramientas para poder exigir y pensar en otro tipo de producción. Del lado de los políticos no va a venir el cambio, tiene que venir de nosotros. Siento que estamos en un mejor momento, es un camino lento”.Luego de su paso corto y exitoso por el Gaumont, la película comenzará a verse en salas alternativas y también en cines del circuito INCAA fuera de la CABA.  DESCARGAR

A partir de la decisión de Alberto Fernández de retrotraer las retenciones al punto de partida del gobierno de Macri, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) se pronunció sobre este impuesto. Además, de cara a las fiestas, la organización realizó Verdurazos el 23 y 30 de diciembre en Plaza Miserere y Constitución. Julián Bouvier y Pedro Tato cubrieron la primera jornada. (Por La Retaguardia)Fotos: Pedro TatoLas verduras agroecológicas coparon la Plaza Miserere, en el barrio porteño de Once. Mientras los mismos productores y productoras, las personas que se encargan de cuidar y de cosechar esas verduras, bajaban sus cajones, se inventan unos precios irrisoriamente baratos. “Dos kilos de papa, treinta pesos”. “Tres berenjenas grandes, 20”. “El cuarto de tomate cherry a 20 también”, se oye. “El paquete de remolachas, a 20”. En un momento, todo estaba a veinte pesos. Como hace un buen tiempo atrás…Hasta el kale, que solo se puede pedir en una verdulería si recién cobrás el aguinaldo.“Nosotros como productores tenemos los pies en la tierra, estamos en contacto con la realidad, no somos el campo concentrado. Somos el campo solidario, el de las cooperativas, el de los pequeños productores”, decía Lucas Tedesco, integrante de la UTT.En diálogo con Fernando Tebele y Pedro Ramírez Otero en La Retaguardia, Lucas se pronunció sobre las primeras medidas económicas de Alberto Fernández: “Estamos de acuerdo con las retenciones. Nos hubiera parecido lo más justo que se hubiera discutido esto con las organizaciones que representan a los pequeños y medianos productores y cooperativas. Apuntamos a retenciones segmentadas. Para nosotros, lo más justo, es distinguir. No es lo mismo Grobocopatel que tiene cientos de miles de hectáreas que un ganadero que puede llegar a tener mil hectáreas. Decimos que tiene que haber esa diferenciación. Nos parece que es lo más justo. Tenemos una diversidad de productores muy grande. Personajes como (Eduardo) Buzzi, que hoy son dueños de la mayoría de las tierras de nuestro país y salen a hablar por el campo. Nosotros decimos que hay otro campo, el que produce alimentos, y hoy planteamos nuestra posición”, aseguró sobre el comunicado que emitió la UTT. En el verdurazo, las filas de personas que se acercaban hacían cuentas hacia sus adentros y otras lo exteriorizaban: “más barato que en el mercado central”, afirmaba una señora con su chango de compras en mano y su sombrero para cuidarse del mucho sol. Las fiestas llegan y las verduras son accesibles para quien quiera. Y, un detalle no menor, están libres de veneno. Son las zanahorias, los morrones, los zapallos, las lechugas que vienen de los quintales de las diferentes puntas de la Provincia de Buenos Aires, producidas por familias que trabajan la tierra, por cooperativas que se organizan para juntarlas y ayudarles a llevar en algunos camiones las verduras. No están los muchos intermediarios que existen de la cosecha a la verdulería. Esto hace entonces que, aunque a muchos sectores de poder no les guste ni un poquito, esta forma de producir y comercializar sea realmente sustentable y posible de generalizar en la Argentina.“En la Argentina hay hambre no porque no hay alimento. Hay hambre porque hay una estructura de producción y comercialización carterizada hace muchísimos años”, concluía Lucas. En este sentido, el integrante de la UTT planteó algunas cuestiones a tener en cuenta a futuro respecto de la política económica y la situación de hambre en Argentina: “Entendemos que el gobierno tiene sus urgencias, que hay que salir de la situación en la que estamos. En un país donde hay emergencia alimentaria y crisis económica generada por el gobierno neoliberal del macrismo. Entendemos que hay una emergencia, sabemos que se necesita que entren dólares para salir a paliar la situación en la que estamos. Están pensando en cómo pagar la deuda que generó el gobierno anterior. Lo entendemos, pero creemos que tiene que haber un espacio para las organizaciones. Las organizaciones campesinas representamos a la mayor cantidad de productores de la Argentina. Los otros son los poderosos. La construcción desde la Campaña del Desierto hasta acá, junto con gobiernos neoliberales y dictaduras, es la estructura productiva que tenemos hoy, de terratenientes y muchísimas empresas trasnacionales que se quedan con la tierra a través de testaferros y producen en Argentina de una forma muy injusta. Nosotros producimos alimentos, si hay una crisis alimentaria queremos estar. Estuvimos en la mesa contra el hambre, nos invitaron”, destacó. “En esa mesa se charló cómo salir adelante. Entendemos que tiene que haber una continuidad en la construcción. Las organizaciones que representamos a pequeños productores y cooperativas tenemos mucho para decir, no es sólo el tema de las retenciones. También está el problema de las patentes de las semillas, el modelo productivo agroindustrial que está envenenando los ríos, la tierra y a nosotros. También está el sistema de comercialización en Argentina con una concentración injusta dentro de los grandes mercados, los supermercados, que fijan los precios. Nosotros como productores y los consumidores no somos generadores de precios. Toda la estructura que viene desde hace muchísimos años va a haber que empezar a discutirla. Este gobierno nos dio un principio para pensar estas cuestiones. Entendemos la urgencia pero decimos con respecto a las retenciones que lo más justo es que sean segmentadas”, insistió Lucas. Está claro que sin políticas públicas al respecto (e incluso si las que existen son en desmedro de) será difícil ganar la batalla contra los monopolios de las frutas y verduras, que no son más que monopolios del veneno. En este sentido, Lucas profundizó el análisis: “Si no segmentamos, nos empezamos a pelear con quien no tenemos que pelear. Hay que empezar a dividir quiénes son los dueños de la tierra. Sos extranjero, pagá más. Sos nacional pero tenés cientos de miles de hectáreas, pagá más. Sos un chacarero, que tenés dos mil hectáreas, pagá menos. Si no empezamos a evaluar eso, empezamos a generar un malestar y una división del campo. Lo que podemos analizar como organización campesina, es que no estamos en

“La frutilla del postre: el caso de Arroyo Leyes” es el título que se eligió para el documental en el que participa el periodista Patricio Eleisegui. Allí se denuncia un ecocidio en la localidad santafecina. Facundo Viola, periodista y activo defensor del medio ambiente, dialogó con Graciela Carballo, Carlos Morchio y Nicolás Rosales en el programa Tengo una Idea y brindó más detalles sobre el caso. (Por La Retaguardia)Contaminación a mansalva con agrotóxicos. Connivencia política. Zona liberada para ejercer la violencia y la amenaza. La frutilla siembra desgracia en Arroyo Leyes.En una extensa charla con el periodista oriundo de la localidad, se conoció cuántas frutillas se producen, cuánta contaminación genera, y qué casos que afectan a la salud siguen apareciendo. “Nosotros tenemos desde hace 20 años fumigaciones sin control en la localidad de Arroyo Leyes, que es un población costera, que está rodeada de lagunas y ríos entre los que son humedales del río Paraná. Estamos a 20 km al norte de la capital de Santa Fé. Las fumigaciones son para producir frutillas. Antes era una zona poco poblada y también se usaban agrotóxicos, en este caso para producir flores. El modelo productivo fue mutando hacia el monocultivo de frutillas, y hemos detectado el uso de hasta 40 agrotóxicos diferentes”, comenzó el periodista Facundo Viola. Salud y muerteAl mencionar las consecuencias sobre la salud de la población, dijo: “Esto para nosotros es una fuente contaminante muy importante, porque vemos lo que pasa con los vecinos después de las fumigaciones con las probables consecuencias agudas como son fiebres altas sostenidas, irritaciones oculares, en la piel, en mucosas nasales. Sobre todo en los niños. Y también efectos en el ambiente como son mortandad de pájaros, la tierra que se seca, los árboles que terminan abortando la fruta. Luego nos fuimos dando cuenta que los vecinos se morían de cáncer, de leucemia. Hay unos cuantos niños que se murieron de cáncer en la zona. Empezamos a tener algunas evaluaciones que fueron realizando la Universidad del Litoral y distintas facultades como la de Ciencias Médicas, de Ciencias Bioquímicas, y la de Arquitectura y Urbanismo. Y fueron detectando alto índice de discapacidad de los vecinos en promedio en el año 2010. Detectaron patologías pocos frecuentes en niños como son los ‘niños azules’ probablemente relacionada con la contaminación de los fertilizantes que se usan en estos monocultivos. El agua contaminada por nitritos, nitratos y amonios. Y también hay un estudio de referencia a esta cuestión que es el que hizo desde la Facultad de Bioquímica de la Universidad del Litoral que en el cinturón frutihortícola santafesino, que es donde nosotros nos encontramos, detectó que quienes estaban expuestos de manera involuntaria o voluntaria -como los fumigadores- respecto a los que no están expuestos, tienen doble probabilidad de contraer daño genético. También pueden contraer cáncer, leucemia, y contagiar y trasladar estas consecuencias en la salud a las futuras generaciones”. Complicidad políticaViola continuó la charla haciendo hincapié en su actividad en defensa del medio ambiente y la complicidad política que existe hasta el día de hoy en Arroyo Leyes: “Nosotros venimos luchando hace 6 años tratando de erradicar las fumigaciones, visibilizar la situación y concientizar al vecino del riesgo que implican estas fumigaciones entre la población. Creemos que hay una complicidad desde el poder político. Hay un negocio que es la venta de frutillas y hay un negocio que es la venta de agrotóxicos que llevan adelante los mismos ingenieros del INTA, del SENASA, incluso ligados a la Universidad que son los que deberían asesorar sobre las supuestas buenas prácticas agrícolas. Sobre métodos adecuados a la legislación vigente que no permite fumigaciones a menos de 500 metros de zonas densamente pobladas en la provincia de Santa Fé y que por supuesto esto no se cumple acá. Así que, hay toda una cadena de complicidades donde también a veces las organizaciones intermedias, donde están muchas veces los mismos productores, son parte de estas instituciones y conforman por ejemplo las cooperadoras de las escuelas. Entonces se van generando una serie de complicidades y de maneras de seguir manteniendo el estatus de que no pasa nada”. Y continuó: “En todo el país para introducir el modelo transgénico, asociado en el paquete tecnológico con los agrotóxicos, se dijo que el glifosato era una agüita, acá se dice que son remedios, que están curando las plantas cuando fumigan. Es toda una instalación de un modelo y un lenguaje, y por supuesto con la cara de piedra del egoísmo. Tiene el interés monetario de unos pocos para obtener rédito a costa de la salud de toda la población”. Militando por la vida“En mi caso yo tengo una hija con discapacidad de 7 años, estuve afectado por cáncer de piel, también mi hermana; mi vecino se murió de leucemia, le colapsaron los riñones a los cuarenta y pico de años. Niños muertos de cáncer muy cerca, amigos que les murieron los hijos de muerte súbita de 2 o 3 meses. Toda esta situación nos hace involucrar en esto por necesidad. A veces la gente piensa que los militantes somos idealistas y no, estamos luchando por nuestra propia vida”Facundo y su compañera sufrieron reiteradas amenazas. Desde octubre del año pasado a mayo de este año fueron cinco. “Es una situación sumamente delicada, pero venimos resistiendo con la conciencia de que si no se erradican las fumigaciones no hay posibilidad de supervivencia. Nos sentimos como vecinos directamente afectados en la posibilidad de dar testimonio para que se pueda visibilizar y concientizar a la población acerca de las consecuencias de las fumigaciones”, expresó.También comentó que gracias a la lucha y resistencia han logrado algunos avances. “Cuando nosotros empezamos fumigaban a dos metros de la ventana de la escuela cuando nuestros niños estaban dentro en clases. Hoy las fumigaciones están a 400 metros más o menos. En algunos de esos campos se hace pastura, y en otros esa producción se está convirtiendo en cultivos hacia la agroecología. Vamos avanzando. Este año tuvimos también una ordenanza que obliga en un plazo