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Mes: junio 2017

Página: 3


Este jueves fue el quinto aniversario de la Masacre de Curuguaty, en la que murieron 17 personas y que desató el juicio político con el que se destituyó al presidente de Paraguay Fernando Lugo y, luego, un juicio irregular donde los mismos campesinos recibieron altas condenas. Ángel Fernández Schejtman, integrante de La Retaguardia, analizó en el Enredando las Mañanas de este jueves la causa y también la actualidad política de Paraguay. (Por RNMA) El lunes 29 de mayo, la Cámara de Apelaciones de Canindeyú ratificó las penas del juicio que se realizó el año pasado contra once campesinos y campesinas por la Masacre de hace cinco años atrás, con condenas de 4 a 30 años de prisión. Para Ángel Fernández Schejtman esto implica “avalar la barbarie jurídica”.El comunicador explicó que “esta masacre fue un punto de inflexión no solamente en la historia jurídica de Paraguay, sino también en la historia política y, por sobre toda las cosas, en la historia del campesinado pobre que todavía sigue corriendo por un pedacito de tierra y perseguido cada vez más”. A partir de esta sentencia de Curuguaty “se legitimó y se armó la metodología que se practicó en ese caso, esto es: una cantidad exorbitante de policías, algún fiscal que acompaña con la manga judicial y el desalojo de tierras fiscales de forma violentísima y volviendo a las prácticas de los años ‘70 que no solamente era desalojar a la gente, sino también destruirles los sembradíos, envenenar los pozos de agua, romper los cacharros de cocina y dejarlos a todos procesados judicialmente”.Según Fernández Schejtman “la ratificación de las condenas implica la confirmación de que antes de que se ejecutara la masacre en Curuguaty ya había una sentencia escrita, aún previo al hecho en sí” y que “la sentencia dice que los culpables son los campesinos, que los culpables de sus propios muertos también son sus propios compañeros, porque en este juicio amañado y tramposo solamente se juzgó a los campesinos por la muerte de seis policías y a su vez de once campesinos que eran sus propios compañeros, se los acusó por todo”.Contó que en la actualidad, después de esa sentencia que pretende ser aleccionadora, “hay organizaciones como la Federación Nacional Campesina que continúan con las ocupaciones y también hay muchas movilizaciones, pero el caso concreto es que en las localidades que están alejadas de Asunción del Paraguay o de los medios de comunicación, se llevan adelante este tipo de desalojos” y agregó que “hay una influencia política, económica y policial de Brasil sobre el norte de Paraguay”.“La ratificación de la Cámara de Apelaciones confirma condenas de 30, 20, 18 y 6 años para mujeres, madres de familia y campesinos” dijo y aseguró que “Rubén Villaba, Luis Olmedo, Arnaldo Quintana, Néstor Castro, Fanny Olmedo, Lucía Agüero y Dolores López, Alcides Ramírez, Felipe Benítez, Alberto Castro y Juan Carlos Tillería  son historias que están corporizadas en personas”.El comunicador aseguró que “si no hubiera sido por los medios alternativos de comunicación, la masacre de Curuguaty hubiera sido un caso más y nunca se hubiera conocido”.En una segunda parte de la entrevista, Ángel Fernández Schejtman se refirió a la situación macropolítica del Paraguay y dijo que ese país “tiene una condición de haber decidido ser una isla de Estados Unidos” y que “en esa inteligencia la política pasa sí o sí por la embajada de EE.UU.”.Contó que “hubo un intento de una movida re-eleccionaria de parte del actual presidente Horacio Cartes, quien comparte el poder con distintos sectores pero tiene un pecado de origen: él tenía una causa abierta en la DEA y en el FBI por el lavado de 600 millones de dólares proveniente del contrabando de tabaco y por narcotráfico”. Esa causa “era previa a que él fuera presidente, pero él consigue una anuencia para presentarse, se presenta, gana, y cuando intentó hace un par de meses presentarse de nuevo a las elecciones, directamente desde la embajada de EE.UU. mandaron un comunicado oficial con pedido de difusión donde le decían al presidente Cartes que se olvide de la reelección porque había que mantener el orden democrático estable”.  Reflexionó que “el espejo en el que debería mirarse Horacio Cartes es en el de Noriega, el panameño que fue agente de la CIA, entregó su país y finalmente terminó en la cárcel por narcotráfico”.El comunicador detalló que “lo que sería el stronismo ya eligió un candidato para que suceda a Cartes, que también tiene lazos sanguíneos con la familia de Stroessner” y que “por otro lado aparece Fernando Lugo con el Frente Guasú, que realmente en el intento de querer volver a ser presidente está tirando por la borda la imagen que había construido de ser un líder de centro izquierda humanista; hoy día ocupa una banca en el senado y está a punto de ser nombrado presidente del senado, lo cual significa que sí o sí arregló con los sectores de poder en el Paraguay, lo que quita una esperanza al campesinado que empezó a ver con buenos ojos su vuelta y ahora se encuentra nuevamente desesperanzado y huérfano”.Fernández Schejtman se despidió resaltando que “no hay cuestiones aisladas, hay un algo que nos une y es el garrote del totalitarismo que viene sobre los logros que conseguimos”. 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El lunes pasado Higui fue liberada de la prisión preventiva a través de una excarcelación extraordinaria conseguida por su abogada Raquel Hermida Leyenda, que dejó la frase del título, en referencia al audio que se viralizó con su alegría tras haber conseguido la libertad. Higui fue acusada por homicidio cuando en realidad se defendió de una patota que abusó de ella. La abogada Hermida Leyenda explicó cómo se desarrolló el proceso legal que permitió su liberación. Fue en el programa Otras Voces Otras Propuestas, que conducen Luis Angió y Rosaura Barletta. (Por La Retaguardia) “Yo asumí la defensa el 7 de febrero. Después de haberme entrevistado y estudiado la causa, vi que había un montón de pruebas que no estaban y que todo lo que había declarado Higui a través de la indagatoria era cierto. Todo lo que ella decía se estaba comprobando con las pruebas que iban apareciendo en la causa. A raíz de eso, en primer término me ocupé de tener una pericial psicológica porque sin eso no te pueden dar jamás una excarcelación extraordinaria y también una pericial psiquiátrica. Paralelamente, fui a testimoniales y empecé con todo lo que es el trabajo de una defensa. Yo pedí la excarcelación extraordinaria y la atenuación de la coerción, que significa que Higui se vaya a su casa hasta el juicio y que tenga una detención domiciliaria”, comenzó su relato Hermida Leyenda.La abogada de Higui, a pesar de lo que le aconsejaban sus colegas y de una estadística en contra, siguió insistiendo en su pedido de excarcelación y llevó la apelación a otra instancia: “El juez de primera instancia me negó la excarcelación extraordinaria -la jueza estaba de vacaciones, me lo negó un juez suplente-. Las chicas me decían que seguramente no me iban a dar la domiciliaria, que no insista. Yo les respondí que no, que había que insistir. Si nosotros googleamos lo que es una excarcelación extraordinaria vamos a encontrar un montón de hombres a los que se las otorgaron. A hombres como el carnicero, como el cirujano (ambos casos con muertes tras intentos de robo), como (José) Arce, un montón de gente que la tiene otorgada y no tiene nombre de mujer. Yo digo, ¿por qué siempre a las mujeres nos mandan a casa? ¿Somos más peligrosas hasta el debate oral? Además, tenés que ser madre de un menor de 5 años, si no tenés que pasar en prisión todo el tiempo. Entonces yo dije que iba a seguir insistiendo. Apelé. Así llegamos a la Cámara I de Apelaciones de San Martín, que de algún modo es el Tribunal Superior de estos que me decían que no. Apelé y pedí por favor una entrevista para hablar directamente con ellos y para fundamentar en la jurisprudencia argentina y extranjera toda la temática de la excarcelación hasta el debate oral. Me sorprendieron. El presidente de la Sala I me sorprendió. Me dijo, ‘Mire doctora, yo ya sé que usted sabe toda la temática técnica, cuénteme cómo es Higui, cuénteme como usted conoció a Higui y por qué se ofreció como garante de un cliente’. Me preguntó cuántas veces me había ofrecido y le dije que nunca. Me recibí a los 23 años, soy demasiado vieja y es la primera vez que tengo plena confianza en que Higui no se va a fugar. Además, una persona que solo cuenta con el título primario tampoco puede entorpecer un proceso que manejan grandes sabios que nosotros abonamos todos los meses, que es el Poder Judicial”, ironizó la doctora en dialogo con Rosaura Barletta en Otras Voces, Otras Propuestas por Radio La Retaguardia.Finalmente, Higui fue citada por la Cámara de Apelaciones y, al constatar su relato, se le concedió la excarcelación extraordinaria. Hermida Leyenda agregó que Higui desconocía que una violacion colectiva le daba lugar a argumentar una defensa propia, por lo que no pudo haber inventado el hecho: “Este lunes, la citó a Higui y le hizo las mismas preguntas que a mí, para ver si alguna de las dos mentía. Lo que encontró fueron dos personas que se basaban en la realidad de la causa y certificó que no mentíamos y decíamos la verdad. Higui no miente, no tiene un capital ideativo tan grande como para inventar una defensa de una violación colectiva. De hecho, Higui no sabía lo que era la violación colectiva. No tenía idea de lo que significaba. Sin embargo, repitió las palabras que le dijo el abusador: ‘Te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana’. Ese famoso ‘Te’, que históricamente identifica, que le atribuye ese macho a su falo el poder de corregir la identidad sexual de una lesbiana. Además, le atribuye una especie de poder curativo donde, con el acto sexual, él va a hacer que ella deje de ser lesbiana, que se convierta en una mujer y por lo tanto, para lo que él piensa, deje de ser una enferma y vaya por el buen camino” explicó la abogada, remarcando el nivel de violencia con el que Higui fue atacada. “Evidentemente y gracias a este Tribunal compuesto por tres jueces, dos hombres y una mujer, certificaron que Higui no puede entorpecer la justicia, que no va a fugarse y que no está en su ánimo hacerlo” expresó.La abogada remarcó lo importante que fue esta decisión que puso en libertad a Higui, más aun en el contexto de lo que fue su vida en general y este proceso en particular: “Yo la fui a ver días anteriores y le dije prepárate porque me parece que salís. Todo el proceso lo fuimos llevando juntas. Yo iba a verla dos veces por semana. Nos conocimos mucho, generamos mucha empatía. Cuando ella gritó de emoción, fue propio de alguien que se encuentra oprimido con un estado de estrés postraumático como el que padece, compatible con el abuso sexual. Es propio que tenga una especie de saltar de alegría, como que algo le sale bien en la vida. Queda claro que Higui tuvo una vida muy dura y que el

Lo afirmó Alberto Mendoza Padilla, miembro de la Asociación Miguel Bru, refiriéndose al supuesto extravío del expediente que investiga la desaparición del joven estudiante asesinado y desaparecido por la policía el 17 de agosto de 1993. En aquel entonces, Fabián Perroni era parte de la patota de la comisaría 9° (la que amenazaba a Miguel) que patrullaba y tenía denuncias por torturas, por eso la familia Bru se pronunció contra la propuesta de Vidal. (Por La Retaguardia) Lamentablemente nos desayunamos con este trascendido del diario El Día de La Plata que sacó una nota en tapa en la cual decía que se había extraviado la causa de la búsqueda del cuerpo de Miguel. Es una noticia que nos golpeó mucho más allá de que no se dan datos precisos de quien denunció. Hablan de un alto funcionario judicial. Nos preocupó terriblemente, nos sacudió nuevamente este revés que nos da la justicia de la provincia de Buenos Aires. Es otro golpe más que sentimos de parte de la fiscalía que llevaba la causa de la búsqueda del cuerpo hace ya siete años. Inmediatamente nos comunicamos entre los integrantes de la Asociación y con Rosa y decidimos acercarnos y hablar con quien es hoy el fiscal general para ver qué información tenía”, relató Mendoza Padilla sobre los pasos que siguieron luego de leer la noticia en los medios de comunicación. “La nota de El Día es ambigua, dice que no está en el lugar donde tendría que estar pero que no se terminó de realizar la auditoría que pidió el fiscal general por varias irregularidades que venía habiendo en la causa por los hechos que se sucedieron que lo pusieron al fiscal Cartasegna como víctima”, señaló.“Esta auditoría que se venía llevando a cabo no halla la causa de la búsqueda de Miguel, en otra demostración de esta justicia de que no da las respuestas que tendría que dar. Hay muchísimos casos de gatillo fácil y violencia institucional donde el poder judicial no ha estado a la altura de las circunstancias. El fiscal no se encontraba en su despacho, nos dijo la gente que estaba en la Procuración. Con Rosa dijimos que íbamos a esperar, cuando salimos fuimos a la fiscalía del fiscal Romero que es el que tendría la causa después de que Cartasegna no está en sus funciones para ver qué novedades tenía”, aclaró el integrante de la Asociación Miguel Bru. “Personal nos dijo que le iba a avisar a ver si nos recibía y al ratito nos dijo que el fiscal no nos iba a recibir porque no tenía más información que nosotros, que era esa nota que había salido en el diario y estaban esperando que les llegara la denuncia que tiene que realizar la Fiscalía General. Nos dijeron que cuando recibieran la denuncia que creían que podía ser en unos días nos acercáramos y ahí tendrían más información para definir líneas de acción”, relató.Mendoza Padilla explicó: “A nosotros nos preocupa mucho por la búsqueda que venimos llevando hace 24 años. Esta causa judicial se abrió en 1999 a los pocos meses de haber terminado el juicio oral y público que condenó a cuatro policías. Dos recibieron prisión perpetua y a quien era el comisario recibió una condena menor por lo que en un tiempo muy corto recuperó la libertad, también fue condenado quien borró del libro de guardia el nombre de Miguel y ya recuperó la libertad”, enumeró. “La desaparición de esta causa que son once cuerpos, cada uno con 200 fojas, le dan un volumen que no se puede llevar bajo el brazo escondida. Es imposible, es un volumen considerable. Nosotros no queremos culpabilizar a nadie pero nos obliga por una cuestión natural a hacer conjeturas como las hicimos el 17 de agosto de 1993 cuando nuestro amigo no aparecía. Empezamos a pensar quién le podría hacer daño y empezamos a desandar su historia del último tiempo y llegamos a sospechar la responsabilidad del servicio de calle de la comisaría 9° de La Plata, sospecha que después se confirmó. Con esta causa, uno empieza a hacer conjeturas”, aclaró. En este sentido, agregó: “A quién le puede beneficiar, a quién perjudicar. No es un dato menor que la causa desaparezca al poco tiempo en el que nos manifestamos cuando la gobernadora proponía a Fabián Perroni como nuevo jefe de la Policía Bonaerense. Perroni en 1992 era parte de la patota y tenía una denuncia por torturas en comisarías. Nosotros dijimos que si pateaba la calle y tenía esta metodología vinculada a la dictadura militar, tranquilamente podría saber dónde escondieron el cuerpo de Miguel. Rosa hizo pública esta posibilidad, sin culpabilizarlo, y al poco tiempo pasa esto con una fiscalía profundamente cuestionada, con un sistema judicial cuestionado con causas eternas”, denunció. “En 1999 pudimos llegar a un juicio por la movilización en la calle, porque la sociedad se manifestó, porque organizamos cientos de marchas y vigilias como hizo Rosa en Casación una vigilia de meses”, recordó Mendoza Padilla sobre el juicio realizado por el asesinato de Miguel.“Nosotros apuntamos a un poder judicial que no está a la altura de las circunstancias, un poder judicial clasista, machista, racista, xenófobo. El fiscal Cartasegna hizo dos búsquedas en siete años, de las cuales nos enterábamos en los medios de comunicación. Es un poder muy cuestionado, muy lejos de los deseos de justicia”, aseguró el integrante de la Asociación Miguel Bru.Expectativas “Desconozco cómo sigue esto, nosotros nos hacemos la misma pregunta. Sería de una gravedad institucional enorme que la causa de la desaparición de Miguel no apareciera, que haya sido hurtada o robada. Pondría en jaque y echaría luz sobre uno de los tres poderes cuestionados con estos mecanismos y maniobras y derechos tangibles y reales ¿Qué garantía se le puede dar a un ciudadano o ciudadana sabiendo que un expediente puede desaparecer de una fiscalía? Es un precedente terrible, pone en jaque a la institución completa”, aseguró. Además, Mendoza Padilla ofreció un ejemplo de una situación similar: “Tuvimos la causa de Cristian

 Esta tarde, se leyó el veredicto en el juicio de San Rafael, Mendoza, por el que estaban imputados 27 represores y que comprendió a 72 víctimas del Terrorismo de Estado. Es la causa en la que Elsa Marta Sosa de Fagetti era querellante por la desaparición de su marido Aldo Fagetti. Sosa fue asesinada hace menos de un mes en Córdoba, y aún no está claro si el crimen está vinculado a esta causa o si se trató de un femicidio. (Por Diego Adur La Retaguardia) Foto: Javier Fagetti con las fotos de Aldo y Marta (gentileza APDH San Rafael) De los 27 imputados, 12 fueron condenados a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad como homicidios agravados, desaparición forzada de personas, privaciones ilegítimas de la libertad agravadas por violencia y amenazas, entre otros. 11 de ellos fueron condenados a penas más leves, de entre 8 y 3 años de prisión y 4 de los genocidas imputados fueron absueltos.Antes de comenzar la lectura, la jueza Fátima Ruiz, quien presidió el Tribunal Oral Federal N° 2 constituido en San Rafael, informó que Daniel Navarro y Luis Juan Edgardo Graín “no se encuentran en la sala y son representados por el doctor Gabriel Sánchez”. Contó que “el Tribunal fue a los domicilios para escuchar sus últimas palabras y verificamos que verdaderamente no pueden concurrir”, aclaró, ya que tiene que haber una situación extrema para que los imputados se ausenten ante la lectura de sus condenas.Sobre el juicio, la jueza reconoció que “no ha sido fácil”. Recordamos que se trató de una Megacausa que involucró a 27 genocidas y a 72 de sus víctimas, de las cuales 14 continúan desaparecidas: “Hemos deliberado con minuciosidad. Es un juicio con muchas personas, muchas causas y situaciones diversas. Como Tribunal nos pareció que había que unificarlas. No se puede estar en constante juicio” reconoció la jueza en la misma sala, antes de pasar a la lectura del veredicto.“Hemos logrado lo que es posible para un Tribunal: la verdad procesal. Hay situaciones en las que no hemos podido dar respuesta y que quizás provoquen malestar. La Justicia es hecha por hombres y representada por jueces”, expresó Ruiz en clara referencia a las absoluciones que llegaron después y a varias condenas a 4 años que en los hechos implican la salida en libertad de los acusados. La foto del padre y ahora la de la madre La sala llena en la espera del veredicto (APDH San Rafael) Elsa Marta Sosa de Fagetti fue asesinada a menos de un mes de dictarse esta sentencia y su crimen continúa investigándose, sin que se haya determinado aún el motivo de su muerte. La presidenta del Tribunal se refirió a ella y dijo que todavía forma parte de la querella: “Cuando mencioné a las querellas, olvidé a Marta Sosa, quien fue asesinada. Ella ha estado hasta hace muy poco, estuvo hasta el último alegato en la audiencia. Me pareció innecesario excluirla de la querella porque siempre estuvo”, afirmó para la tranquilidad de todos los presentes incluido su hijo, Javier Fagetti, que comenzó el juicio portando la foto de su papá desaparecido y lo terminó hoy, agregando la foto de su mamá asesinada.Por último, antes de proceder a la lectura del veredicto, el Tribunal resolvió que los hechos de este proceso constituyen delitos de lesa humanidad en el marco de un genocidio. Las condenas12 genocidas fueron condenados a prisión perpetua: el militar y ex intendente de facto de San Rafael, Luis Alberto Stuhldreher; el jefe de la División Cuerpos de la Unidad Regional II de la Policía de Mendoza, Pierino David Massaccesi; del Departamento de Informaciones D2, el oficial ayudante Daniel Ernesto Huajardo Martínez; el integrante del grupo de tareas de San Rafael, Juan Roberto Labarta Sánchez y el oficial Oscar Raúl Pérez Fernández; el jefe de Operaciones (D3) de la Policía mendocina, Orlando Gerardo Gutiérrez Álvarez; el oficial de la Oficina de Sumarios de la Seccional 32ª de San Rafael, Hugo Ramón Trentini; el jefe de la Unidad Regional II, Raúl Alberto Ruiz Soppe; el teniente de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, Aníbal Alberto Guevara; los ex miembros de la Sección de Inteligencia 144 de San Rafael del organismo de espionaje, el jefe Luis Ricardo Rizo Avellaneda; el sargento ayudante Cecilio Oseas Martínez y el sargento Juan Armando Giovarruscio.Además, hubo 2 genocidas condenados a 8 años de prisión: Miguel Baéz Malbec y Norberto Mercado; 1 condenado a 7 años de prisión: Carlos Ochoa; 1 condenado a 6 años de prisión: Tomás Luis Rojas; 5 condenados a 4 años de prisión que implican libertad por el tiempo de detención que ya tenían: Luis Juan Graín, Ciro Isidro Maza, Emilio Castro, Eduardo Villafañe y Miguel Ángel Megetto; y 2 condenados a 3 años de prisión en suspenso con sus respectivas reglas de conducta: Rafael Bitti y Osvaldo Domínguez. El acto posterior en la plaza.(APDH San Rafael) Por último, se dictaron cuatro absoluciones para los genocidas Raúl Alejandro Olguín, Daniel Navarro Farías, Juan Antonio Gallardo y Osvaldo Antonio Orellano.Una multitud estuvo presente durante la sentencia, ya sea dentro de la sala como afuera. Se festejaron las condenas a prisión perpetua, a pesar de la que jueza pidió respeto por los intereses contrapuestos de las partes y también se lamentaron las absoluciones. Finalizada la lectura del veredicto, el grupo reunido marchó desde la Universidad Tecnológica Nacional, donde se llevó a cabo el juicio, hasta la Plaza de la Memoria, para recordar este día tan especial y realizar un acto público. No fue un día común. La carga de sensaciones mezcladas que suele acompañar el cierre de un juicio por crímenes de lesa humanidad, con mezcla de alegría y de dolor por todo lo vivido, esta vez tuvo el condimento extra del reciente crimen de Marta Sosa.

Se dictó este lunes el veredicto en el juicio que investiga la desaparición del estudiante Héctor “Pata” Acosta, en Corrientes. Fueron condenados a 16 años de prisión los represores Héctor Mario Filippo y Carlos Falardo. Además, su cómplice José Alsacio Peralta fue condenado a dos años de prisión. La semana pasada,  Alejandra Mumbach, integrante del Colectivo de derechos humanos de Paso de los Libres, dialogó con Fernando Tebele en el programa Oral y Público, y dio detalles de la causa. También se refirió al juicio contra los dueños de la yerbatera Las Marías, suspendido desde noviembre de 2014. (Por La Retaguardia) ºMumbach comenzó contando el hecho que se investigó en el juicio: la desaparición de “Pata” Acosta que ya se encuentra en su etapa final:  “Este juicio es por la desaparición de Héctor “Pata” Acosta, un estudiante secundario. El 22 de marzo de 1976 fue retirado de su casa en horas de la madrugada y hasta el día de hoy lo estamos buscando. Se elevó un juicio en el año 2012 y se logró una sentencia de 16 años de prisión a quien fuera en ese momento el jefe del SIDE, el servicio de inteligencia de Paso de los Libres. (Ángel Raúl) Portillo está cumpliendo prisión en este momento. Ahora tenemos una segunda instancia. Nosotros le llamamos pata residual porque vendría a ser un desprendimiento de esa primer causa. Lo que se está tratando es de condenar a los autores materiales de este secuestro, desaparición y, por supuesto -todos lo sabemos-, asesinato de Héctor “Pata” Acosta. Muchos de los que formaron parte de la patota que actuaba en toda esta zona ya no están más con nosotros, fallecieron, pero hemos logrado llevar a tres a juicio oral en el Tribunal Oral Federal de Corrientes, que queda a 400 kilómetros de Paso de los Libres. Lamentablemente nos pasa que en las provincias tenemos que ir hasta las capitales para llevar adelante estos juicios, cuando lo ideal sería que sucedan en las localidades donde se dieron los hechos para que la ciudadanía pueda acompañar y tomar mayor relevancia estos juicios. En este momento se está llevando adelante. Fue un juicio bastante corto porque ya se tomó todo lo que se produjo en el 2012. Lo que se hizo ahora fue tratar de no volver a llamar a todas las víctimas y a todos los testimonios porque es una forma de volver a hacer vivir estas etapas y situaciones tan complejas y tan difíciles. Así que se tomó el testimonio que ya había sido dado en el primer juicio y se hizo lectura en este juicio actual. Solo se agregaron tres o cuatro testimonios más. Otros testimonios que se habían tomado en el Tribunal de Paso de los Libres fueron también incorporados por lectura ya sea porque fallecieron las personas que los hicieron en el 2013, después de haber culminado el primer juicio, o porque son personas de avanzada edad. La mayoría son ex militares. Unos eran de la Policía Federal, otros eran de la Policía Provincial y otros del Ejército. O sea, personal que trabajaba en esta zona. Se hizo el alegato el lunes pasado y se pidieron 16 años de prisión tanto para (Héctor Mario) Filippo como para (Carlos) Faraldo que forman parte de la patota y que ya están cumpliendo 25 años de prisión por otra causa. Se incorporó una nueva persona que era en ese momento el que estaba a cargo de la Policía Provincial, la que daba el espacio para que estas situaciones ocurran y era el nexo entre el SIDE y la localidad de Paso de los Libres. Ese señor, (José Alsacio) Peralta, está libre. Es la primera vez que entró a juicio. Para él se pidieron 6 años, eso lo que pidió la querella” informó.Finalmente, a Peralta lo condenaron a tan sólo dos años de prisión como autor penalmente responsable del delito de encubrimiento, mientras que Filippo y Falardo sí fueron condenados a 16 años de prisión, como había pedido la fiscalía, como coautores penalmente responsables del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por su condición de funcionarios públicos.Por supuesto que la desaparición del “Pata” Acosta no fue el único caso donde intervino esta patota de Portillo, sino que hubo más víctimas, pero la causa del joven estudiante tomó gran relevancia: “Este es un caso muy emblemático porque era un alumno de la escuela secundaria, en ese momento un club colegial, como si fuera un centro de estudiantes en la Escuela Normal de Paso de los Libres. Pero de estas personas que yo te decía, dos ya fueron condenados, por ejemplo, por el secuestro del matrimonio Lossada. También se los juzgó por el caso de (Pablo) Martinelli, asesinado en la ciudad de Resistencia, Chaco, (oriundo) de Paso de los Libres. Esta patota, como sucedió en casi todo el territorio argentino, tiene varias causas, pero el Juzgado Federal hizo una maniobra, para nosotros intencional de parte de la defensa, que fue dividir todas estas causas. Hay cantidad de causas que tienen los mismos imputados. Esto demora mucho más llegar en a la Justicia y muchos de ellos ya no están”, admitió Mumbach en el programa Oral y Público que emite Radio La Retaguardia.Juicios a la distancia Que los hechos se juzguen a más de 400 kilómetros del lugar donde ocurrieron, puede hacer que los juicios pierdan relevancia para la sociedad. Mumbach fue crítica con ello y contó los grandes esfuerzos que realizan desde su Colectivo de derechos humanos para no dejar que se debiliten: “Es una locura, pero funciona de esa manera. El Juzgado Federal existe a Paso de los Libres, pero no está constituido el Tribunal Oral, que solamente figura en la provincia dentro de la ciudad de Corrientes capital. Para el caso específico de Paso de los Libres, nosotros estamos en el límite con Uruguayana. Estamos en la otra punta de la provincia, al sur de la provincia de Corrientes y nos queda a 400 kilómetros la ciudad capital donde tenemos que dirigirnos

En la ronda de la Línea Fundadora de la semana pasada se rindió homenaje a las niñas guatemaltecas que murieron el 8 de marzo pasado cuando realizaban un reclamo por las condiciones en las que vivían en un refugio de menores. Denunciaban abusos sexuales y físicos. En total murieron 41 niñas. El pedido de justicia se fortaleció en la histórica Plaza con la fuerza, la energía y la presencia feminista de todo el mundo. (Por La Retaguardia)Foto: telesurtv.net Al finalizar la ronda de los jueves, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora dijo que “hoy es este acto por las niñas que fueron quemadas en Guatemala con la responsabilidad del Estado y todavía está la impunidad rondando sin que haya un atisbo de justicia” y señaló los pañuelos que habían bordado las mujeres de Guatemala junto a la Asamblea de Mujeres de la Federación de Organizaciones de Base en distintas jornadas, resaltando la unión: “mientras hablábamos y cambiábamos nuestras ideas, ellas fueron bordando estos pañuelos que los terminaron de bordar las mujeres de la FOB. Así que es todo solidaridad, todo unión. Los pañuelos nos unen, las pancartas nos unen y desgraciadamente el dolor nos une, pero igual entre todas podemos remontar la historia, el amor entre los pueblos y seguir andando”.Lorena Cabnal, de la Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario en Guatemala, tomó entonces el micrófono y comenzó la ceremonia explicando que “este día se cumplen tres meses de estar pidiendo justicia porque las niñas que se juntaron, se amotinaron, para denunciar la violencia sexual, la violencia sistemática, para denunciar que eran niñas que tenían una grave situación dentro del hogar, Virgen de Nuestra Señora de la Asunción, en Guatemala. Eran niñas que estaban viviendo violencia sexual y víctimas de trata ahí adentro.  Más de veinte niñas en estado de gestación por violencia sexual, niñas que estaban en trámite para adopciones, pero también había niñas inmigrantes que iban hacia Estados Unidos, el caso de dos niñas de Nicaragua y dos niñas de Honduras. También niñas que vivían en situación de violencia sexual en sus casas o por estar viviendo amenazas de las maras, de las pandillas del crimen organizado, porque se las estaba obligando a reclutarse para cobrar extorsiones, eran niñas que estaban en proceso de resguardo del estado de Guatemala porque estaban viviendo amenazas de muerte por parte del crimen organizado. A estas niñas nos vamos a unir hoy con este fuego ceremonial, con el fuego también que está en la plaza central en Guatemala esta noche, para seguir acuerpando el duelo político”.Cabnal explicó por qué lo considera un duelo político: “Lo que estamos viviendo en Guatemala por las familias es también un duelo político para el mundo. Y por eso saludamos la lucha de miles de mujeres en el mundo que se unieron desde el día 9 de marzo” y consideró una importante acción que miles de mujeres se unieron frente a las distintas embajadas de Guatemala denunciando a ese Estado como un Estado femicida. Luego dijo que empezó el juicio en su etapa testimonial, que de las 16 sobrevivientes, 9 son testigas protegidas clave, y denunció que el Estado de Guatemala sigue incumpliendo la protección de las niñas: “Una de las niñas que sale como sobreviviente de este incendio llega a su casa, porque es entregada a su familia y es ejecutada. Como un femicidio grave ya en su casa porque no contó con el resguardo de ser un sobreviviente, no contó con el resguardo específico ni como testigo protegida y fue abatida a balazos en la casa de su familia. Y entonces sigue poniendo en gravedad la situación en Guatemala y el mundo”.Lorena Cabnal también señaló la responsabilidad de la sociedad: “Porque las mujeres seguimos siendo vistas como productos o como propiedad del sistema patriarcal y se nos sigue viendo como cuerpos basureados, con una significación menos que los hombres. Se nos sigue viendo como cuerpos capaces de ser matados y ya está naturalizada la violencia y las formas de machismo. Es un llamado a traer la conciencia por la vida y la conciencia por la indignación de los cuerpos, porque somos cuerpos infelices cuando las formas de machismo y de patriarcado se siguen manifestando en la casa,  en la comunidad, en la organización, en las instituciones, en la calle. Esa es la cotidianidad de violencia que vivimos las mujeres, por eso decimos que no fue el fuego el que quemó a las niñas en Guatemala. Fue un femicidio estatal pero también es una sociedad que olvida la situación y la condición de las mujeres en el mundo respecto de los hombres y en esa estructura del patriarcado que mata los cuerpos de las niñas y de las mujeres”. Al finalizar, Cabnal pidió seguir demandando: “Por la historia, la memoria, el vientre y la sangre de las niñas, porque a las niñas las conmemoramos y las traemos en dignidad hasta esta Plaza. A la plaza histórica de la Plaza de Mayo. Las Madres que han luchado contra la impunidad y el genocidio, contra la dictadura, para que su fuerza, su energía y su vitalidad siga acompañando la lucha y la resistencia que en Guatemala se ha estado gestando, se ha estado levantando, por la memoria pero también por la denuncia, por la opción política y por la demanda de justicia”.Mujeres de toda Latinoamérica que participaron de la ronda expresaron su sentir y pidieron justicia por las niñas de Guatemala, haciendo responsable al Estado. Nora Cortiñas gritó el presente y se sumó al pedido de justicia: “Justicia, justicia y hasta vencer. Venceremos. No nos abatirán. Vamos a seguir sin bajar los brazos. Seguimos andando”. Las mujeres de la FOB entregaron a Mirta Baravalle y a Nora Cortiñas los pañuelos bordados que venían desde Guatemala, con la aclaración de que algunos están inconclusos, pero que esa era la idea, para que siguieran girando y se continúen. DESCARGAR

Cuando el público llegó para presenciar la segunda audiencia del debate oral contra el policía Santiago Veyga, acusado de asesinar de un balazo en la cabeza a los dos chicos, se encontró con la plaza frente a los Tribunales llena de policías. Allí, varias organizaciones iban a desarrollar una radio abierta para acompañar desde afuera una nueva jornada en la que probablemente no podrían entrar desde la prensa hasta familiares de las víctimas. Angélica Urquiza, mamá de Kiki, nos envió un audio explicando la situación y a continuación lo transcribimos. (Por La Retaguardia)Foto: el policía federal Santiago Veyga y sus defensores (Foto: La Retaguardia) Me encuentro en Lavalle 1171 en la plazoleta frente a los Tribunales y queríamos armar como el martes pasado la olla popular y hacer la radio abierta pero nos encontramos que el Tribunal dio una orden de que no podemos hacerlo. Nos llenaron de policía, tenemos un camión, pusieron una valla. Pedimos por favor a todos los medios y compañeros que puedan venir. Ellos están provocando pero pedir justicia por un hijo no tiene que provocar a nadie. Por favor, difundir. Necesito ayuda, que puedan estar acá todos los que podamos porque el aparato represivo es de todos los tiempo y hoy se manifiesta más. Como mamá estoy muy indignada porque quieren que a la sala entremos con indignación y bronca. Después de siete años y once meses de pedir justicia. Nunca fuimos agresivos ni pedimos que maten a Santiago Veyga sino que pague por lo que hizo este policía de la Federal con todos los otros. Resulta que ahora lo ponen como si los que reclamamos justicia, los que perdimos al ser tan amado tenemos que soportar todo esto. Compañeros y compañeras, de corazón les pido por favor que se hagan presentes en Lavalle 1171. DESCARGAR

Mañana continuará el juicio contra el policía Daniel Santiago Veyga acusado por los asesinatos de Jonatan Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco, ocurridos el 8 de julio de 2009. El martes pasado comenzó el debate oral que no fue público, ya que el Tribunal Oral Criminal Nº16 prohibió el ingreso de la prensa, salvo para tomar fotografías. Sin prensa no hay garantía de que un juicio sea público. De todos modos, intentamos armar la crónica que hubiésemos escrito si hubiéramos podido presenciar, pero lo hicimos a través del relato de Vanesa Orieta en el programa de Familiares y Amigos de Luciano Arruga y en la entrevista de La Retaguardia a Matías Busso, abogado de las familias. (Por La Retaguardia) Foto: Veyga se tapa el rostro para evitar ser visto (La Retaguardia) Sin prensa no es público “Esta es la mirada de un familiar que va a acompañar en este caso a los familiares de Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco. Teniendo en cuenta que ya hemos participado de otros juicios, no cambia la actitud y la relación que tienen los jueces con los familiares que denuncian la represión por parte de los gobiernos constitucionales. En primer lugar, estábamos en una sala muy chica cuando la familia había solicitado una cantidad de asientos para que pudieran estar los familiares, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, periodistas. El trato es el mismo que en otros casos. Una sala muy chiquita. Fuimos pocos los que pudimos ingresar para acompañar a la familia. Pasó una tanda de periodistas que tomaron fotografías pero no pudieron quedarse en un juicio que era oral y público”. La primera que nos ayuda a realizar esta crónica es Vanesa Orieta, la hermana de Luciano Arruga. Aclara rápidamente que es una familiar que va a acompañar a otras familias, pero preocupada por el silencio que implica un juicio sin prensa, al día siguiente asumirá -una vez más- el rol de contar. Lo hizo participando del programa Desde Afuera, que Familiares y Amigos de Luciano Arruga realizan desde el estudio de Radio La Retaguardia.Lo que relata Orieta lo vivimos porque fuimos parte de ese primer grupo que entró solo a tomar las fotos que ilustran esta nota. Sin embargo, lo peor ocurrió después de un cuarto intermedio, cuando ingresó una segunda tanda de periodistas. Y como ya no estábamos, recurrimos otra vez a su relato: “Entró una nueva tanda de periodistas y los jueces se pusieron bastante nerviosos. Empezaron a levantar el tono de voz y les gritaron a los periodistas que habían ingresado para tomarle fotos al imputado. Los jueces dijeron que eso no estaba permitido, pidieron que sea revisada una de las cámaras de una de las fotógrafas. A todos nos metieron dentro de esa sesión diciéndonos que la hacíamos entre todos y todos estábamos obligados a que el orden se mantuviera. Uno mucho no puede decir porque no puede sumarle a la familia más nerviosismo pero podría sumar que si todos estamos para garantizar que esto funcione bien, la justicia debería haber garantizado primero que pudieran ingresar todos los que quedaron afuera y también los periodistas. Es bien importante que los medios puedan registrar las caras de los jueces que participan, del imputado y de los presentes. Es un juicio que se cerró en una primera etapa sin ser investigado el hecho, quedando sobreseído el policía Veyga y sin poder la familia obtener la justicia que necesitaba. Por este impulso de organización, de lucha de la familia y los amigos, de los abogados que se sumaron y del anterior, Juan Manuel Combi, que solidariamente se puso a disposición para que pudieran avanzar quienes hoy llevan la causa. Se pudo lograr que se reabriera la causa y que se impulsara este nuevo proceso de juicio. Ahora hay un policía responsabilizado por las muertes de los dos chicos que es Santiago Veyga”, contó Orieta.El abogado de las familias de Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco, Matías Busso, dialogó con La Retaguardia. Allí también opinó acerca de la ausencia de prensa: “Es lamentable que no haya habido prensa. Nosotros advertimos al tribunal hace unos meses de que se tenía que encontrar una sala acorde a la importancia del juicio. Se ve que a los tribunales y jueces les incomoda hacer su trabajo de cara al pueblo y al público, por eso eligen esos reductos. Me dijeron que era un problema administrativo. Antes de entrar solicité lo mismo, les dije que les advertí, que mucha gente se iba a quedar afuera. Lo que ocurrió ayer en ese sentido es grave. El impedimento de lo oral y público puede acarrear la nulidad del debate entero, pero la elección que hicimos de seguir en el debate con estas condiciones fue por la decisión de la familia y no pedir la suspensión. Estábamos en todo el derecho de pedir la suspensión hasta que nos garantizaran una sala acorde al interés que surge de la causa. Hay un tema recurrente con esta causa, es que los jueces y fiscales no quieren hacerse cargo de darle la dimensión e importancia que tiene y quieren que pase inadvertida. Hace un mes cambiaron de fiscal como si fuera una causa más. Son reiterados en ese sentido. La actitud de los jueces siempre es la misma, porque en secreto se pueden hacer mucho mejor las cosas. Nosotros queremos que los jueces den respuestas sobre lo que pasa y en esa lucha estamos”, expresó Busso. En esta reconstrucción que encaramos, vaya a saber cuántas cosas Orieta no habrá podido registrar, o cuántas frases textuales que rescataríamos, hoy no podemos utilizar. En un medio como La Retaguardia, que propicia la herramienta comunicacional en manos de los actores y actrices sociales, solemos pensar que nuestro rol en instancias tan fuertes para las familias como un juicio tan difícil de conseguir, es justamente poder observar desde un lugar que, por más implicados que estemos en la noticia, no llega nunca al nivel de conmoción que puedan sentir quienes han pasado por esas situaciones. Mañana habrá que ver

Higui fue encarcelada tras defenderse de un intento de violación masiva, y por la que el movimiento feminista alzó su voz, recuperará su libertad. El tribunal le concedió hoy la “excarcelación extraordinaria”. (Por La Retaguardia) Foto: Marcela Ojeda Su causa se convirtió en emblemática. En su declaración, Eva Analía de Jesús -a la que conocemos como Higui por su afición al fútbol y su cabellera prominente al estilo del arquero colombiano René Higuita- aseguró que tras gritarle “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”, un grupo de hombres la atacó de hecho. En su defensa, Higui apuñaló a uno de ellos, que finalmente murió. El hecho ocurrió el 16 de octubre de 2016 y desde ese momento estuvo con prisión preventiva hasta este fallo de hoy.El caso comenzó a concerse a través de los medios alternativos. Hace algunas semanas se viralizó en las redes sociales cuando René Higuita accedió a la información y posó con un cartel pidiendo su libertad. Los medios tradicionales solo contaron su historia hace algunos días, muy escuetamente, casi obligados por una noticia que lo era aunque no estuviera en sus medios. El movimiento feminista no dudó en apuntar que Higui estaba presa por ser pobre y lesbiana.Esta medida no modifica la calificación del juicio, sino el modo en el que llegará a esa instancia, que es ni más ni menos que en libertad.La Asamblea Lésbica Permanente convoca para esta tarde desde las 18, a una manifestación de festejo frente al Congreso, pero también pidiendo su absolución.

Lo afirmó Alika Kinan en su primer programa de radio emitido el martes en Radio La Retaguardia. La sobreviviente de trata y explotación sexual, referente y militante del movimiento abolicionista en el país, desarrolló su historia y su acercamiento a la comunicación para la primera emisión de Ni Putas, Ni Sumisas. (Por La Retaguardia) -Eugenia Otero: ¿Por qué un programa de radio? -Alika Kinan: Hace unos días me invitaron al Festival Internacional de Cine que hicieron en la UBA. Hablé de trata de personas con fines de explotación sexual. Eso me hizo pensar en nuestro programa de radio. De nosotras tres y de las compañeras de Puerto Madryn, de Salta, de Neuquén, de Mar del Plata, de San Luis, es de todas. Es para que lo disfrutemos y lo armemos juntas. Los medios de comunicación, alternativos y no alternativos, la radio, los audiovisuales, el cine y la televisión, son vehículos comunicadores de historias, de voces. Un programa de radio para las abolicionistas es fundamental. Lo voy a defender como la diez del abolicionismo, hace rato que tengo la camiseta. Es un vehículo para conocer historias. Hoy utilizamos mi vida, mi historia para conocer cómo se configura el delito de trata, para conocer el funcionamiento de las redes, pero no es más que la historia de tantas miles de mujeres en Tierra del Fuego, en la Patagonia, en todo el país, en América Latina y el mundo. Mujeres que fueron captadas por redes de trata en situaciones muy vulnerables, convirtiéndose en mujeres con una violación en sus derechos como sujetas. Queremos llevar a conocer estas historias, las noticias del abolicionismo, sobre los allanamientos, sobre los proyectos de ley que hay, sobre actividades que se realicen en Buenos Aires y el resto del país. No solamente hay que hablar de Buenos Aires sino visibilizar a cada una de las provincias con las problemáticas que atraviesan. Con este vehículo tan potente que han puesto en mis manos, que es como darle una navaja a un mono, quiero que se visibilicen mis compañeras. Con las que articulamos y con las que no hemos llegado a articular. Quiero que escuchemos las voces de ellas y generar este movimiento colectivo apuntando a cambiar la visión social. -EO: ¿Cómo llega Alika a la trata de personas?-AK: Llegué a la trata de personas en 1996, siendo una adolescente. Mi madre se había ido a Buenos Aires, hacía años que estaba separada de mi papá pero en ese momento no se hablaba de pensión alimentaria, de los derechos de las mujeres, no había una conciencia como la que tenemos hoy. Por la falta de recursos, de posibilidades reales de trabajo, de proyectos, mi mamá viajó y no tuvimos noticias de ella durante bastante tiempo, habrán sido algunos meses, y nosotras no teníamos ni para comer. No teníamos agua potable, ni para comprar una garrafa de gas, ni luz. Yo tenía 18 años y mi hermanita tenía 12. La dejé en la casa de una compañerita de colegio para que coma, mientras yo deambulaba por casas de amigos, rotando.Me puse a buscar trabajo y lo primero que conseguí fue levantar suscripciones de abogados en un boletín. Conozco un par de chicas que me hacen diferentes propuestas y finalmente llegué a una piba que me ofrece viajar al sur a la inauguración de un boliche y que iba a ganar mucha plata. -EO: ¿A qué ibas?-AK: No sabía, no tenía datos. Pero si hubiera sabido, igual hubiera ido. Porque no tenía ninguna otra posibilidad. Necesitaba traer a mi hermana a vivir conmigo, tenerla cuidada, asegurarle su educación, vestimenta, techo, alimentación. No tenía opciones más que esta que había surgido. Cuando me dijeron que era mucha plata pensé: ‘Lo voy a hacer por un tiempo determinado hasta que pueda hacer otra cosa’. Esto es lo que piensan muchísimas mujeres que están hoy en situación de prostitución.Me encontré con estar 90 días siendo explotada de una de las peores maneras que un ser humano se puede imaginar. Me encontré con una falsa promesa de familia en el aeropuerto. Me estaban esperando y me dijeron ‘yo soy tu papá-san, ella es tu mamá-san. Acá vas a estar muy bien y te vamos a cuidar’. En ese momento, yo me enamoré de ambos por la falta de contención, afecto y estabilidad no sólo en el plano social y económico. Ellos vinieron a ocupar un lugar en mi psiquis que para mí era fundamental en mi desarrollo como adolescente. Vinieron a empoderarme desde un lugar que ni siquiera sabía que existía ni que una mujer podía empoderarse desde ahí. Hoy lo entiendo como un falso empoderamiento, una forma terrible de manipular a través de la explotación sexual.Nos fuimos a la policía provincial, que me hizo una apertura de legajo y me tomó las huellas dactilares, de ahí a la municipalidad de Ushuaia donde me registraron como ‘alternadora’, me gestionaron una libreta sanitaria debido a las habilitaciones comerciales que ellos tenían en los prostíbulos. Esto se pudo desarrollar en un falso marco de legalidad, de violación de derechos humanos de las mujeres. No solamente éramos explotadas sexualmente sino que ellos obtenían un rédito económico a costa de esa explotación.Yo entendía que, si estaba la policía, la municipalidad, y los tipos me decían ‘yo esta noche te voy a ir a visitar’, había un marco de legalidad. Pedro Montoya, el proxeneta, me decía que tenía que estar orgullosa: ‘Las mujeres que vienen al sur vienen a construir esta ciudad’. Era como cuando agitan a los milicos para que cometan una violación de derechos humanos, los incitan, los azuzan. A las putas nos pasaba lo mismo, nos azuzaban, nos decían que nos teníamos que sentir orgullosas de ser putas porque ayudábamos a la construcción de una sociedad. Era el discurso de todos los proxenetas de los boliches, que las mujeres de la noche éramos cuidadas y respetadas. Yo pensaba que, a pesar de mi explotación, me iban a cuidar y querer. Hace veintipico de años que tuve ese primer contacto con