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El Comité Ejecutivo de Lucha Contra la Trata y Explotación de Personas se encargaba de intervenir en pos de la restitución de derechos para las víctimas y sobrevivientes de esta problemática. El Gobierno de Javier Milei decidió desarticular el organismo que funcionaba hace 12 años y despedir a sus trabajadores y trabajadoras. Patricia Gordon, excoordinadora del Comité, habló con La Retaguardia acerca de las tareas que llevaban a cabo y de las consecuencias que traerá su desmantelamiento para las víctimas y sobrevivientes. Redacción: Valentina MaccaroneEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Valentina Maccarone / Archivo La Retaguardia Hasta el martes pasado, las nuevas estructuras ministeriales no habían asignado responsables para integrar el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas. Ese día, a partir de una publicación en la cuenta de Instagram del  Ministerio de Seguridad de la Nación, se hizo público que la nueva directora operativa es Verónica Toller, investigadora y periodista especializada en la problemática. Sin embargo, el organismo cuenta con más de 30 personas despedidas y sus tareas quedaron desarticuladas desde el inicio del Gobierno de Javier Milei.  El Comité fue creado a partir de la sanción de la Ley 26.842/12 (Prevencion y sanción de la Trata de personas y asistencia a sus victimas), junto con el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas.  Desde entonces, la principal función de este organismo fue la coordinación con agencias del ámbito nacional y provincial y con las organizaciones de la sociedad civil para la prevención, combate y asistencia a las víctimas de trata sexual y laboral. En ese sentido, las tareas fundamentales del Comité fueron planificar y ejecutar políticas públicas para víctimas y sobrevivientes de esta problemática. Fundamentalmente, se basó en planes bienales que contenían acciones en distintos ejes: prevención, asistencia, persecución del delito y fortalecimiento institucional. Había un delegado o delegada por provincia, que trabajaban junto a un equipo técnico, una dirección, una coordinación. “Favoreció al hecho de que la trata ocurre cuando las condiciones están dadas, cuando hay connivencia con el delito. De esta manera, se trabajó de una forma mucho más dinámica y territorial, con delegados que conocían ese territorio y que iban acompañando no solamente lo que tiene que ver con la asistencia y trabajando articuladamente con cada punto focal de cada provincia, sino también fue de mucha utilidad el hecho de quien conoce el territorio, conoce qué pasa en ese territorio. Esto ha servido mucho para la detección de casos de trata que por ahí en otro momento no eran tan visibles”, dijo Patricia Gordon, excoordinadora del Comité. “Nos parece importante resaltar que seguramente faltaba avanzar en muchas cuestiones, pero el hecho de que se hayan rescatado durante esta gestión 5.200 personas que han sido víctimas de este tipo de delitos y que muchas de ellas hayan recibido todo esto que estoy contando en relación con las políticas públicas existentes”, señaló Gordon. Algunos de esos aportes, en el marco de distintos niveles de asistencia, inmediata y a largo plazo, estuvieron con vinculados con la inclusión laboral a través del Programa Reparar Derechos del Ministerio de Trabajo, el Programa Acompañar del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, las ayudas a través de Desarrollo Social, el acompañamiento terapéutico con el trabajo conjunto con la Dirección Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, brindar soluciones habitacionales en convenio con el Ministerio de Desarrollo y Hábitat, entre otros. “De la gestión del 2020 al 2023, se trabajó fundamentalmente en ejes que tienen que ver con lo que nosotros consideramos que es la restitución de derechos para esas víctimas de trata”, dijo la excoordinadora. Y agregó: “Estas han sido políticas públicas novedosas y necesarias para que podamos pensar en lo que es la restitución de derechos”. Además, en el eje prevención, el Comité realizó capacitaciones y espacios de formación a través de mesas interinstitucionales en todo el país y en los territorios de frontera. “La conformación de este Comité en esta gestión que hemos realizado durante todos estos años dejó de ser una oficina ubicada en CABA desde la cual se miraba como pasaba la trata por la ventana, por decirlo de alguna manera”, planteó Gordon.  Acerca de la continuidad de las tareas que desarrolló el Comité, sostuvo: “Son todas instancias que me parece importante destacarlas, pero también decir que todo esto ya no está, porque la mayor parte de estos ministerios ya no existen y porque estos programas quedaron a mitad de camino. A raíz de los despidos de todos los delegados y delegadas, coordinadores, el director, este Comité prácticamente podemos decir que ya no existe”.  Reestructuración en el Ministerio de Seguridad: contra las recomendaciones internacionales Actualmente, la ley vigente (26.842) indica que el Comité Ejecutivo debe funcionar bajo el ámbito de Jefatura de Gabinete y debe estar integrado por un representante del Ministerio de Seguridad, uno del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, uno de Desarrollo Social y uno del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. A partir de las modificaciones estructurales o renombramientos que atravesaron los ministerios, se dejó al Comité sin una definición clara sobre las acciones a tomar y las instituciones responsables de su funcionamiento.  Además, en febrero de 2024, el Comité fue transferido al ámbito del Ministerio de Seguridad. “Era un organismo que dependía de la Jefatura de Gabinete de Ministros, porque era un organismo interministerial. Fue por un decreto trasladado a lo que sería la órbita del Ministerio de Seguridad y esto, consideramos nosotros, que es un gran problema”, indicó la excoordinadora.  Esta decisión contradice las recomendaciones y protocolos internacionales de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional Internacional. Allí, desaconsejan que las fuerzas de seguridad tengan el monopolio en la lucha contra la trata de personas, ya que es un delito federal y transnacional. Al respecto, Gordon señaló: “El hecho de que un organismo que por ley debe tener

Entre la ola de despidos de trabajadoras y trabajadores del Estado, se produjeron hoy las cesantías de 9 integrantes de la Línea 137, que atiende a víctimas de violencias. Se enteraron a través de un listado que circuló por WhatsApp, algunas de ellas mientras se encontraban atendiendo llamadas.Compartimos un escrito que nos hizo llegar una de las trabajadoras despedidas. ¿Qué es la Línea 137? Es la Línea de atención gratuita del Programa “Las Víctimas Contra las Violencias” que funciona las 24 horas los 365 días del año. Depende de la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, de la Subsecretaría de Acceso a la Justicia, perteneciente al Ministerio de Justicia de la Nación. Realiza atención a víctimas de violencia familiar y sexual (incluyendo explotación sexual contra niños, niñas y adolescentes; y grooming) y a consultantes por problemas de acceso a la justicia. Lxs profesionales realizan guardias en la Central de Llamadas y en Equipos Móviles. Son parte de un equipo interdisciplinario que se acerca al lugar donde se encuentre la víctima al momento de realizar la denuncia, acompaña, asesora, e incluso asiste a una guardia de hospital. Realizan evaluaciones de riesgo, contención, articulación institucional, armado de redes y acompañamiento telefónico y territorial en la urgencia, durante las 24 horas, todos los días del año, para todo el país (NO ES lo mismo que el 911). En paralelo a ellos, se confeccionan informes que luego son elevados a fiscalías, juzgados u otros organismos intervinientes, lo que implica una potencia específica para el sostén subjetivo de las víctimas y un aporte para el curso de la investigación. De esta forma, los operadores judiciales cuentan así con un registro inicial, presencial, en el momento de la emergencia, que brinda el relato en el marco del evento traumático. Los profesionales del programa tienen formación académica, capacitaciones, cursos constantes. La Línea y el Programa son parte de una Política Pública, un servicio que se le brinda a la comunidad, vinculada a las necesidades específicas del entorno social, cultural, político, económico, psicológico e institucional, es decir la posibilidad de lxs ciudadanxs de acceder a sus derechos. Históricamente las luchas sociales conquistaron derechos, teniendo los Estados la obligación de garantizarlos y restablecerlos, como también promocionarlos y llevar a cabo políticas públicas que atiendan problemáticas sociales tan significativas como la violencia machista, la violencia familiar y la violencia sexual. En en año 2023 ocurrió un femicidio o travesticidio-transfemicidio cada 28 horas en el año 2023. Un total de 256 niñes que quedaron sin su madre. La violencia familiar está presente en muchos hogares. Las cifras de abuso sexual en las infancias, según datos de la OMS, arrojan que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres adultxs declararon haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Sabemos que muches lo callan, que aún no pueden hablar a pesar de los años que han transcurrido, y que esta cifra es mucho mayor en realidad. La Educación Sexual Integral permite que los diferentes tipos de violencias, y en especial la violencia sexual, puedan ser visibilizados y denunciados, y se puedan realizar acciones para proteger la integridad psicofísica de niñes y adolescentes. Para eso está nuestra Línea… ¿Qué haces vos si tu hijx te cuenta que fue abusadx? ¿o llega tu hija golpeada por la pareja?, ¿Qué haces si tu familia te violenta o si sos adultx y tus hijxs ya grandes te maltratan? Estas problemáticas no tienen horario, no suceden de lunes a viernes de 8 a 15 horas. Nosotrxs estamos ahí, las 24 horas los 365 días del año. En diciembre de 2023 compañeras que en Navidad estaban acompañando a una joven que fue víctima de abuso sexual y luego a una mujer embarazada que fue golpeada por su pareja, fueron despedidas por correo electrónico. Los primeros despidos en la Secretaría de Justicia fueron informados vía GDE (Sistema de Gestión Documental Electrónica). Llegaron sin ningún contacto personal el viernes 29 de diciembre por la tarde, cuando terminaba el último día laboral del año. A esas 7 profesionales de la línea dadas de baja, 1 de la línea de acceso a la justicia y 4 de los centros de acceso a la justicia (motivados por el decreto 84/2003) se suman 9 profesionales que fueron informadas hoy que sus contratos no serían renovados. Ellas engrosan la lista inmensa de trabajadoras y trabajadores del Estado que se encuentran en estado de conmoción. La información de los nuevos despidos llegó a cada funcionaria/o por WhatsApp o por correo, esta mañana. No se presentaron interlocutores oficiales, nadie dio la cara; la importante cuota de humanidad, esa ternura en los términos de Ulloa que te salva, la brindó la red de profesionales que sigue sosteniendo y conteniéndose mutuamente. Este recorte, además de poner en peligro las fuentes de trabajo, deja en suspenso las políticas públicas que brindan acompañamiento y contención a víctimas de la violencia familiar y sexual. Tanto a nivel nacional como local, los despidos representan menor calidad de atención a las personas que se contacten con la Línea, ya sobrecargada. Sabemos que peligra la continuidad del programa Las Víctimas contra las Violencias, ya que más del 90% de las y los profesionales son contrataciones bajo la modalidad de Artículo 9, que renuevan año a año su contrato, desde el año 2006; en este momento quienes tengan la posibilidad de renovar, será por tres meses con la posibilidad de nuevos despidos. Esto implica un vaciamiento de las Políticas Públicas. Las personas no pueden estar esperando horas a ser atendidas luego de pasar un hecho tan traumático, deben ser asistidas en la emergencia por profesionales idónexs en una temática que es tan compleja. Nosotrxs estamos ahí, pero cada vez somos menos. EN EL ESTADO NO SOBRA NADIE.

La exposición está organizada por Dori Faigenbaum, mamá de Effy, la fotógrafa Ximena Martínez, y la curadora María Julia Prut. Se podrá visitar desde el 27 de marzo hasta el 25 de abril en el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCi). En diálogo con La Retaguardia, Faigenbaum habló del arte de su hija y de cuán presente está su obra en la actualidad y reflexionó acerca de su situación personal en estos 10 años sin Effy. La inauguración de la muestra será transmitida a través del canal de YouTube de La Retaguardia. Entrevista: Fernando Tebele / Pedro Ramírez OteroRedacción: Agustina Sandoval LernerEdición: Valentina Maccarone A 10 años del fallecimiento de la artista y performer trans Effy Beth, su madre, Dori Faigenbaum, contó cómo se siente respecto del paso del tiempo en relación con la partida de su hija: “Es una instancia totalmente diferente. A esta altura del partido me parece que uno va revisando desde qué lugares se conecta con esa persona que uno ama, que salió de sus entrañas, y no está. Pero me parece que he transformado el dolor y el sufrimiento en amor. Yo no siento que sufro, no siento que me duele. Sí la extraño, por supuesto”.  Acerca de la elaboración de la muestra artística como algo propio, dijo: “Hasta el momento, a todas las muestras que se han hecho, he ido como invitada, como la mamá de Effy. Esta es la primera vez que la muestra, la idea, la dirección, la hago junto con la curadora y una de las fotógrafas. Pero voy yo. Saco de casa la obra para mostrarla de otra manera”.  “Algo habré hecho” ―¿Con qué nos vamos a encontrar en esta muestra?    ―Effy era un artista conceptual, feminista, queer, performer. Lo que tenía es que era muy ordenada y tenía en su computadora y en su vida todo muy organizado, por lo cual también está siendo muy fácil de guionar esta muestra. En uno de los primeros libros que salió de la Universidad de La Plata ella dijo “algo habré hecho”. Ese “algo habré hecho” es un recuento de su recorrido artístico y de su transición de género, cómo ella le dio legitimidad y visibilidad a su identidad de género. Con esto se van a encontrar en la muestra. Tomamos nosotras ese “algo habré hecho”, que ha hecho mucho en los cortos 25 años que ha vivido, y en esos siete años que ha transicionado y se ha convertido en esta artista conceptual. Lo que nosotras queremos mostrar ahí es cómo a partir de su obra fue despejando todos los prejuicios que atañen a una sociedad que está tan signada por los mandatos patriarcales y con todo lo que se corre de lo que es la heteronorma. Esto es lo que van a ver en esta muestra, una obra ordenada, organizada, donde ella quiso mostrar desde qué lugar ella fue mujer, desde sus menstruaciones como mujer, a partir de cada acto performático que ella fue haciendo.   ―Cuando decís “nosotras” te referís a María Julia Prut y a Ximena Martínez.   ―Sí. María Julia Brut es la curadora de la obra de Effy, una artista audiovisual y activista feminista y por los derechos LGTBIQ+. Ximena Martínez es integrante del grupo de fotógrafes que Effy convocó en su momento para hacer su segundo libro, “a. C. d. C”, que es antes y después de la cirugía.  En la muestra, también va a haber un panel con gente que va a hablar de ella. Estará Matías Máximo, el periodista que prologó todos sus libros, entre otros. Va a hablar Pablo Farneda, filósofo que hace arte y escribe. Va a estar toda la gente que quiere mucho a Effy y que van a poder dar cuenta de su obra.  Effy: entre el arte espejo y la provocación   ―¿Qué pensás que significa en este contexto la obra de Effy? En esta coyuntura particular de persecución, de decir que está prohibido utilizar el lenguaje inclusivo, de intentar negar todo lo que tenga que ver con las diversidades.    ―Para mí lo que significa es la posibilidad de seguir pensando en estos temas tan duros. Para que no nos duerman, para que no nos hagan a un lado, para que se pueda seguir trabajando para erradicar la violencia de género. Seguiría siendo arte espejo, mostrando todo aquello que la gente no tiene que dejar de ver, no tiene que mirar para el costado. A ella no le gustaba la “bajada” con algunas cuestiones ideológicas, pero sí hacía todas sus perfo para que el otro se quede pensando si está bien que, pasando las cosas que están pasando, uno haga de cuenta que no pasa nada. Doy fe de esto porque me lo enseñó como hija, ya no hablo de la artista conceptual y performer, hablo de la chiquita que me tocó tener 25 años de mi vida, y que de alguna manera me obligó a mirarla, siempre con amorosidad. Siempre decía: “Mamá si hay algo que no te gusta o no te cabe, no me respires en la nuca, simplemente decímelo y charlemos sobre el tema”. Y bueno, en ese sentido, yo estoy formada por ella. Me abrió los ojos y, por eso, para mí la ESI (Educación Sexual Integral) tiene que seguir existiendo. Me fue metiendo en un activismo que no es el suyo, porque hasta ese momento lo único en lo que activaba yo era por los derechos humanos, yendo a las marchas cada 24 de marzo. Ella me guió y me mostró otro camino que casi no sabía que existía. En estos momentos ella sería ella, que decía: “Cuando vayas a la marcha no me busques ni en el PRO ni en La Cámpora. Buscame con la bandera de la humanidad”. Yo creo que estaría así, yendo con sus banderas y sus pancartas y viendo como se le suma gente, porque lo que dice es directo, concreto y sin vueltas.     ―Actualmente están resurgiendo  discursos contra la

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), junto a Amnistía Internacional, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), EcoFeminita, Fundar y FES Argentina, realizaron un informe que analiza el presupuesto nacional destinado a políticas públicas de género en los primeros meses del gobierno de Javier Milei. Además, lo compararon con el de la gestión de 2023.  Redacción: Agustina Sandoval LernerEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Natalia Bernades / La RetaguardiaFotos: Informe ACIJ – ELA “El gasto en las políticas públicas que según el propio Estado apuntan a reducir la desigualdad de género fue, en lo que va de 2024, un 33% más bajo que el año pasado. Este ajuste es incluso más fuerte que el que sufrió el presupuesto nacional total, que fue del 24%”. Así comienza el duro informe publicado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).   ¿Qué son las “políticas públicas destinadas a reducir la desigualdad de género”? Los instrumentos legales, la Constitución Nacional con sus Tratados Internacionales ratificados por nuestro país, y con jerarquía constitucional, las leyes, los decretos, protocolos, reglamentaciones, e infinitas disposiciones que regulan la violencia de género apuntan a una activa participación del Estado como principal responsable de esta problemática.  Además de conceptualizar qué es la violencia de género, con sus tipos y modalidades, es importante recordar qué indican acerca del rol estatal.  El Estado argentino está obligado por normativa nacional e internacional a aplicar políticas públicas para erradicar las relaciones desiguales de poder. Algunos ejemplos de estas políticas son promover la concientización de esta problemática, informar, educar. Esto, llevado a la práctica, puede traducirse en fomentar el acceso al empleo, otorgar subsidios económicos, acceso a tratamientos psicológicos, entre otros. Un ejemplo clarísimo es la creación en 2020 del Programa Acompañar, mediante el decreto 734/2020. Programa que brinda un apoyo económico, estipulado en un Salario Mínimo, Vital y Móvil, durante seis meses, además de acompañamiento psicológico. Lo que surge del documento de la ACIJ y ELA es que “se observa desfinanciamiento en todas las aristas del presupuesto con perspectiva de género. Entre ellas, cabe destacar aquellas que garantizan pisos mínimos de protección social ―como la AUH y las moratorias previsionales―, las que sostienen espacios de cuidado ―como los jardines infantiles y los centros de primera infancia―; y las que permiten a las personas en situación de violencia contar con atención, contención, asesoramiento y asistencia económica ―como la Línea 144 y el Programa Acompañar―”. No es de extrañar. Las personas que seguimos de cerca las políticas del Estado en relación a la violencia de género, sabíamos qué iba a suceder cuando Javier Milei asumiera la presidencia.  No perdió el tiempo. El 10 de diciembre de 2023 fue disuelto el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, mediante la Ley de Ministerios, dentro del Decreto 8/2023.                               Actualmente, existe (y no está claro qué función cumple) la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Lo único que aparece en el sitio web oficial del Ministerio es un cartel que indica: “Estamos actualizando los contenidos del sitio en el marco de la implementación del Decreto 8/2023” y un aviso de comunicación a la Línea 144.     No la ven Es curioso (o no) cómo pueden asegurar que están ocupándose de una problemática que siempre existió, que en tiempos de crisis aumenta, simplemente poniendo en pantalla un aviso que dice: “Llamá al 144. Comunicate vía WhatsApp”, cuando, sin ir más lejos, en la órbita del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a fines de diciembre, fueron despedidas trabajadoras de la Línea 144 y de Centros Integrales de la Mujer. Si creemos que esta información es de difícil acceso o son datos que “sobrevuelan” o “circulan”, solamente ingresando a la página del Ministerio de Economía de la Nación, en la sección de Presupuesto Abierto, se encuentra el Seguimiento de gasto en género.  Casualmente, desactualizado, ya que sólo figura el Ejercicio 2023 de la Administración Pública Nacional.      Aun contra todo pronóstico, los programas que se encontraban a cargo del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, aparecen en el presupuesto del Ministerio de Capital Humano. “Aunque las asignaciones presupuestarias fueron prorrogadas nominalmente al igual que el resto del presupuesto, la baja en la ejecución del primer bimestre es mucho más marcada que en el presupuesto total, observándose caídas superiores al 50% en todos los programas”, indica el Informe de la CIJ y ELA.     Ni un paso atrás Haber reducido tan drásticamente el presupuesto nacional y haber desmantelado los programas dirigidos a las víctimas de violencia de género en tan sólo tres meses de gobierno, no da un panorama muy alentador sobre el futuro cercano. Siempre lo supimos. Pero no podemos, como sociedad hambreada y harta de la crisis socioeconómica, mirar para el costado.  Con esta información al alcance de nuestras manos, teniendo estos datos tan claros del desguace del Estado para con las mujeres y diversidades, es momento de gritar más fuerte que nunca, que no estamos dispuestas a movernos de este lugar de conquista de derechos. 

Las Juanas, una herejía cósmica es una obra de teatro protagonizada por Agustina Toia, que recorre diferentes momentos y circunstancias que atravesaron ocho mujeres  disruptivas de sus tiempos. Toia, quien también dirige la obra junto con Severo Callaci, conversó con La Retaguardia acerca de la creación y puesta en escena, y la importancia de recuperar “los legados de libertad, fe y lucha” de estas mujeres.  Redacción: Valentina MaccaroneEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Instagram Compañía Toia & Callaci Juana Manso, Juana La loca, Jeanne d’Arc, Juana Azurduy, La Papisa Juana, Giovanna Marturano, Juana de Ibarbourou y Sor Juana Inés de la Cruz. Ocho mujeres, cada cual con su lucha en distintos momentos sociohistóricos. En Las Juanas, una herejía cósmica, Agustina Toia protagoniza y dirige, junto con Severo Callaci, una obra que nos lleva a conocer la vida de estas mujeres. “Cada una de estas Juanas tuvo que afrontar el poder, el machismo y el patriarcado de diferentes maneras para poder torcer sus destinos”, las presenta Toia. Así, en esta tragicomedia vemos a estas mujeres que son herejes de sus contextos, ya que buscan más allá de lo permitido, confrontan el orden establecido y apuestan a algo distinto. Además, la directora señala que lo “cósmico” de la obra se relaciona con “lo universal, esa memoria histórica que viaja en nuestra sangre, que todas llevamos dentro, que nos emociona a todos”.  Las Juanas, una herejía cósmica se puede ver todos los sábados de marzo en La Carpintería Teatro (Jean Jaures 858). —¿Por qué Juanas? —Juana es un nombre poderoso como punto de partida para hablar de nosotras. Una vez, una mujer me dijo “Todas somos Juanas”. Eso es lo que genera la obra, mucha emoción e identificación, no solo en las mujeres. Retomamos la vida de estas mujeres, pero para dar un salto más grande, como fuerza inspiradora. No es una obra histórica-documental, es una obra viva. —¿Cómo fue el proceso de selección de estas ocho Juanas?  —Las Juanas están en mí desde siempre. Desde que era niña, cuando mi abuela del campo me recitaba de memoria las poesías de la Ibarbourou o de Sor Juana Inés de la Cruz: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpais…”.  La elección de las Juanas tiene que ver, además, con mi propia experiencia de vida como mujer. Eran ideas que las venía sintiendo hace mucho. De a poco las empecé a tejer, como las Juanas se van tejiendo a sí mismas durante el espectáculo por medio del vestido blanco. Cada Juana tiene algo muy importante que contarnos. La obra atraviesa varias épocas y siempre va cambiando. La Papisa pudo camuflarse muy fácilmente siendo mujer en el 800: se cortó el pelo, se fajó las tetas, aprendió un par de idiomas y ya nadie dudó de que era un hombre. Así vivió y llegó a ser “el primer papa con tetas”, como decimos en la obra. Era impensable que una mujer del 800 hable otro idioma que no fuera el propio. La mujer estaba condenada al recinto de las cuatro paredes de su casa.  —¿Cómo fue la experiencia de ponerle el cuerpo a estas mujeres?  —Fue un desafío muy grande, pero muy hermoso. Cada Juana está en un momento diferente de su vida y en una época y un lugar muy diferente. Plazas, cementerios, campos de batalla, claustros, habitaciones, torres. Son ocho cuerpos, ocho voces y ocho energías diferentes. Hay quien habla siendo apenas una joven, como la de Arco, que se disputa entre la hoguera y la vida. Otra regresa de la muerte, como La Papisa, que sale indignadisima de la tumba al haber sido enterrada como hombre. Otra está ya muy anciana en sus últimos días de vida. Construir todas esas voces y esos cuerpos fue mucho trabajo. Para anclarlas físicamente, por ejemplo,  me quedé todo un día siendo la Giovanna Marturano: salía a buscar leña y cocinaba todo como si fuera una anciana de 93 años. Otro día me quedé con La Loca, encerrada entre cuatro paredes. Y así, iban llegando esas mujeres, al invocarlas entre sí. Toia contó además cómo trabajaron junto con Callaci, compañero y director de la obra: “Algo que también nos ayudó a construirlas fue haber podido ir a sus lugares y acercarnos lo más posible a sus vidas. Una vez de gira por México fuimos a visitar el claustro de Sor Juana, donde vivió sus últimos años. También fuimos a la Plaza de Rouen, una pequeña ciudad medieval francesa, que aún conservaba algunas fachadas del 1400, donde quemaron a Juana de Arco. Hasta el Vaticano fuimos siguiendo las huellas de La Papisa y su historia. Todo esto ayudó mucho para la organicidad y la naturalidad de la escena a la hora de ponerle el cuerpo”. —La obra trabaja con distintos elementos cargados de simbolismo, principalmente, el vestido que usan todas las Juanas de distintas formas. ¿Cómo pensaste esas capas de significado en objetos “simples”? —A mí me gusta el desafío en el teatro, y en la vida también, de poder hacer lo máximo con lo mínimo. Es una premisa que en el teatro abre las puertas al juego y la imaginación. Además, como compañía viajamos por todo el mundo. Así que todo debe caber en una valija. En este caso, el espíritu de la obra es de mutación y transformación permanente. Todo tiene ese espíritu: la escenografía, el vestuario, los objetos escénicos. Todo va creciendo y resignificándose en la obra mientras transcurre. Y esa es la magia del teatro también para nosotros, que lo abordamos desde lo físico. Solo queda lo esencial.  —¿Cómo considerás que atraviesa “la locura” en las historias que se recuperan en la obra? —La mujer no tenía permitido opinar, manifestarse, ni mucho menos enojarse o ponerse a discutir. Solo asentía con la cabeza a los discursos, las opiniones e ideas de sus hombres (hijos, maridos, padres). Pero, cuando una mujer entraba en debate, se la callaba, se la colocaba en ese lugar de la “loca desquiciada”,

Este espacio de salud está ubicado en la localidad de Morón, en la Provincia de Buenos Aires. Allí realizan asistencia en Interrupción Voluntaria del Embarazo, procesos de hormonización para personas travestis y trans, acompañamiento de niñeces trans, y trabajan contra la violencia ginecológica y obstétrica. Julieta Ireizo, médica ginecóloga y parte del equipo, dialogó con el programa Tengo una Idea y brindó más detalles de este proyecto. Redacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Casa Artemisa Casa Artemisa nació entre abril y mayo de 2021. Actualmente, el espacio está conformado por médicas generalistas y un equipo interdisciplinario de psicóloga, trabajadora social, nutricionista, médica pediatra, entre otras disciplinas. También realizan acompañamientos de hormonización en personas trans, travestis y no binaries. ―¿Qué hacen en Casa Artemisa y cómo se les ocurrió este tipo de consultorio en la Provincia de Buenos Aires? ―Nosotras somos un grupo de compañeras profesionales de la salud que nos conocemos desde hace varios años en el ámbito de la salud pública. Teníamos como la idea de poder armar un espacio propio y que fuera un lugar más cuidado para la comunidad LGTB y para mujeres cis que quizás notábamos que el conurbano oeste hacía falta. Venimos todas recorriendo un trayecto que tiene que ver con la salud reproductiva, derechos sexuales, que trabajamos en la universidad y también formamos parte de la “Red de Profesionales por el Derecho a Decidir” hace muchos años acompañando interrupciones del embarazo y abortos. ―¿Qué tan importante es la perspectiva de género en la salud en general? ―Quienes provienen de carreras médicas suelen ser muy patologizantes y estigmatizantes en su formación. Nosotras decimos que nos deformamos y hacemos otro recorrido por lo que es el género y la comunidad LGTB. Hemos atravesado situaciones de violencia y exclusión en el sistema de salud.  Queríamos trabajar todo esto fuera del ámbito público estatal con perspectiva de género y de derechos humanos. Quienes llegan a consultar a nuestro espacio vienen buscando otro tipo de atención. Personas que han sido maltratadas en las consultas ginecológicas, en el parto, de no explicar determinadas prácticas, culpabilizar a los y las consultantes. La premisa es que cualquier práctica médica que se haga sobre el cuerpo de otra persona, debe ser informada, consensuada y explicando cada paso, saliendo de esta idea del cuerpo como objeto, que va de la mano con la formación médica tradicional. 

Fotos: Natalia Bernades / Bárbara Barros / La Retaguardia Tehuel está en mochilas. En cada marcha se ve su rostro sobre carteles.   Tehuel está gigante en la pared de esquina donde San Vicente se cruza con Alejandro Korn.Tehuel está en remeras, en parches, en pasacalles. Es grito. Es pregunta, siempre.     Tehuel es una ausencia que a 3 años de su desaparición permanece presente.Y mientras su ausencia transcurre, intentan quitarnos la E con que se nombra a las personas que rompen el mandato binario. No solo desaparecieron a Tehuel. Les encantaría desaparecerles a todes, al menos en el lenguaje, que como símbolo es demasiado.     Tehuel está en cada palabra de su hermana. De su familia entera.Pero en realidad no está donde debiera. Por eso seguiremos preguntando: ¿Dónde está Tehuel?  

En el Día Internacional de la Mujer, compartimos un fotoinforme de la movilización al Congreso en la Ciudad de Buenos Aires, acompañado de una reflexión sobre la repercusión del contexto sociopolítico actual en las mujeres y disidencias.  Redacción: Agustina Lerner Sandoval / Valentina Maccarone Edición: Pedro Ramírez OteroFotos: Natalia Bernades / Barbara Barros / Antú Divito Trejo Un 8 de marzo en el que se cumplen tres meses de la asunción del gobierno de Javier Milei. Parece que fueron tres años, pero fueron solo 89 días. Un nuevo Día Internacional de la Mujer que se transita con el empuje de siempre, pero quizás esta vez incluye más consignas de las que veníamos acostumbradas a sostener para esta fecha. Se torna necesario, una vez más, remarcar la importancia de un Estado que garantice el acceso al aborto seguro, legal y gratuito, que garantice líneas telefónicas y atención presencial de asistencia a las víctimas, y que garantice el acceso a la información acerca de la problemática de la violencia de género. No. Esos derechos no. En cambio, sí parece necesario y urgente prohibir el lenguaje inclusivo, cerrar el INADI, quitar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y con ello desfinanciar herramientas sociales y económicas para las víctimas, como el Programa Acompañar.  Hay un ataque sistemático y constante desde diciembre. Parece que la “disruptiva” promesa de campaña de que la motosierra iba a terminar con la casta, en realidad se refería a barrer a toda política pública que tienda a brindar información y concientización sobre las relaciones de poder, entre otras necesidades sociales. Durante febrero, distintas asambleas transfeministas se fueron preparando para este día y todos los que siguen con este gobierno que no cesa en sus ataques. Las asambleas se desarrollaron en los barrios, en los gremios, sindicatos, con juntadas en las plazas o casas.  Algo es claro: nos tienen miedo. Temen el cuestionamiento y la rebeldía. Temen ese poder que tenemos. El poder de llenar las calles ante la violencia sistemática, el poder de la conquista de derechos. También temen a la hermandad, la sororidad, a las redes que tejemos. A la organización. Frente a semejantes ataques a los derechos de las mujeres y disidencias, estamos más posicionadas que nunca. No estamos dispuestas a dar ni un paso atrás. No estamos dispuestas a volver a doblegarnos. Nunca más. Ellos avanzaron, pero nosotras no retrocedemos. 8M 2024 Congreso de la Nación Foto Natalia Bernades

A 14 años del asesinato de Natalia “Pepa” Gaitán, fusilada de un balazo por el papá de su novia, este 7 de marzo en la plaza del Congreso se presentó un proyecto de ley para que se reconozca la fecha como “Día de la Visibilidad Lésbica”. Texto: Eva AmorínFotos: Natalia BernadesEdición: Pedro Ramírez Otero/Valentina Maccarone En tiempos en que el vocero presidencial Manuel Adorni anuncia la supresión de las identidades con “E”, se pretende disolver el INADI y borrar la perspectiva de género, el proyecto es una forma de disputa para afirmar que “les lesbianes existimes” (todo con E). Así lo presentaron desde la Red de Organizaciones y Autoconvocades de Argentina, autoras del proyecto. El proyecto de ley impulsa que se reconozca el 7 de marzo para promover la visibilidad de las lesbianas y terminar con las situaciones de discriminación y violencia que atraviesan. En esta fecha desde 2011 se realizan acciones en todo el país. Este proyecto fue presentado por el diputado Esteban Paulón y acompañado principalmente por Mónica Fein (Partido Socialista), Margarita Stolbizer (GEN) y el bloque completo del Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad (FIT-U).  En la Plaza de los dos Congresos se realizó el pasado jueves  por la tarde una “ranchada lésbica” en la que estuvieron presentes, además de la Red de Organizaciones y Autoconvocades de Argentina, Identidades lésbicas contra el fascismo, Lesbianas por vínculos libres de violencia, Sueños de mariposas, Potencia Intersex y Lesbianxs Dark en resistencia, entre otras organizaciones.  Escritos a mano, colgados de la reja del monumento, podían leerse carteles que decían: “Amarme con lesbianas no me salvó la vida pero sí la ternura”, “¿Dónde mierda está Tehuel?”, “La normalidad apesta” y “Alicia CAF presente (1955-2020). El Estado es responsable”.  Son las siete de la tarde en la Plaza de los dos Congresos y todavía no oscurece. En el micrófono se van terminando las canciones. Se repasa la historia de Pepa Gaitán, la lucha por la absolución de Pierina, el alerta ante la criminalización creciente de las disidencias sexuales.  Una ronda grande de risas, abrazos, caricias, besos y lenguas cierra la ranchada de este año, día en el que en el país se lucha, de forma erótica, política y potente por la visibilidad lésbica. Aquí, participantes de la ranchada reflexionan en primera persona sobre la situación de las lesbianas en la Argentina.  Claudia Castro: “Saber que existen otras formas de afecto”  “El primer proyecto para tener un día de la visibilidad lésbica lo presentamos desde La Fulana en 2012, porque queremos que las niñeces sepan de la existencia lesbiana. Nos dicen “las están adoctrinando para que sean lesbianas” y, en realidad, se trata de tener la chance de poder saber que existen otras formas de afectos”, cuenta Claudia “Kerana” Castro, integrante de la Red de organizaciones y autoconvocades de Argentina. Claudia se autodefine como “lesbiana, marrona y trabajadora del INADI en lucha”.   ―En el 7 de marzo se realizan actividades desde hace más de diez años, ¿por qué presentar ahora el proyecto? -―Estamos en un momento muy complejo. El odio se está retroalimentando de viejas recetas que espantan. Hay una necesidad imperiosa de muchísimos derechos a los que no accedemos como lesbianas. El día de la visibilidad lésbica tiene que ser un derecho de todas las lesbianas para terminar con situaciones horribles que viven desde la niñez. ―¿Por ejemplo? ―Como Red nos parece importante empezar recordando lo que le pasó a la Pepa y que hoy sigue pasando. Seguimos escuchando de violaciones correctivas como la que vivió Higui. Y hace un tiempo me llamó una compañera de Corrientes: sus padres evangelistas la hacían comer aparte de la familia por ser lesbiana. La tenían encerrada. Es un momento de defender nuestra memoria lesbiana, de defender la ESI (Educación Sexual Integral).  Soy una luchadora del 2001 y en ese momento nos salvó la retroalimentación de lo que producíamos entre nosotras. Ahora necesitamos estar muy juntas también. Cami Lujan: “India y lesbiana son insultos que transformamos” “Trabajamos nuestra identidad lésbica con nuestra identidad india. Somos indias lesbianas”, se presenta Cami Luján, integrante de la organización Harpias, de Salta. Y cuenta que son la única organización lesbiana de esa provincia. “La posibilidad de tener una ley de la visibilidad lésbica empodera a nuestras compañeras indias lesbianas en el norte que tiene a las mujeres y a las niñeces como territorios de uso. Atravesadas por violaciones, por el mal llamado chineo”. ―¿A qué se llama “chineo”? ―Es una forma de disfrazar las violaciones sistemáticas por parte de los patrones a las niñas y mujeres que trabajan las tierras. Ellos tienen a las niñas y mujeres de las comunidades para su uso personal. Y la Justicia nunca está a favor de ellas, porque son amigos del poder y los policías también hacen uso de esas violaciones. ―¿Cómo se vive ser lesbiana en Salta? ―Hasta hoy se considera que es una desviación, una enfermedad, no es fácil ni siquiera estar en la calle de la mano. Además, se suma la cuestión de ser racializadas. ―¿Se suma la racialización por eso de que la provincia  es “Salta la blanca” dentro del Norte? ―Se usan “lesbiana” e “india” como insultos. Por eso reivindicamos estos términos, les quitamos su carga ofensiva y nosotras mismas nos llamamos con orgullo “indias lesbianas”. Y no es solo el machismo sino que somos antirracistas, antiextractivistas y reivindicamos a la pacha, somos tierra. ―¿Tienen antecedentes de lesbianas indias? ―Hemos hecho una búsqueda de lesbianas ancestras, que muchas veces se ven oprimidas y no pueden decir que son lesbianas. Y nos alientan a que nosotras salgamos de esa opresión.  Chiqui Conder: “Luchamos por la absolución de Pierina” Dice que viene siempre desde el primer 7M en 2011. Gabriela “Chiqui” Conder, abogada, lesbiana y feminista, tuvo a su cargo en la actividad de este año presentar quién era la Pepa Gaitán. “Sufrimos un montón de violencias por la invisibilidad, porque cuando una lesbiana se hace visible pasa lo de la Pepa Gaitán. Por eso tenemos este día de

Lo dijo Aldana Ros, integrante del equipo de legales de la ONG Madres Víctimas de Trata. En diálogo con el programa radial Estás muteadx, la abogada planteó la necesidad de políticas públicas por parte del Estado y problematizó el uso de aplicaciones de venta de contenido sexual como Only Fans como forma de captación. Además,  puntualizó en lo que significa la trata de personas en un contexto de crisis económica y social. Entrevista: Pedro Ramírez Otero / Julián BouvierRedacción: Agustina Sandoval LernerEdición: Pedro Ramírez Otero / Valentina MaccaroneFoto: Archivo Valentina Maccarone / La Retaguardia     Aldana Ros, abogada de la ONG Madres Víctimas de Trata comenzó la charla refiriéndose a la actual situación económica y social del país: “En general los contextos tienen mucho que ver con la trata. Más que nada con el aumento de este tipo de delitos, sobre todo porque aumenta la situación de vulnerabilidad de aquellas personas, fundamentalmente mujeres y personas trans que son captadas por sujetos que las utilizan para explotarlas sexualmente”. Acerca del delito en sí, planteó que la trata de personas “es una problemática que lamentablemente nunca se ha resuelto de manera eficaz y que, más allá de los diferentes contextos, siempre hacen falta políticas públicas y un Estado presente, no sólo para brindar la asistencia que corresponde y el acompañamiento a aquellas personas que son víctimas, sino también para trabajar en la prevención de este delito tan complejo”. La promesa del trabajo y el rol de las plataformas digitales Una de las formas de captación más recurrentes para la trata es a partir de ofertas de trabajo a personas que se encuentran, por lo general,  en situaciones de extrema vulnerabilidad. Esos supuestos trabajos se ubican en lugares lejanos, remotos, en otras provincias, en lugares donde quizás no es posible tanta comunicación, alejado del  entorno familiar y social de la víctima.  Más allá del problema que esto conlleva, no hay que pasar por alto el contexto de crisis actual, que profundiza aún más la problemática.  —En este contexto de extrema necesidad, las “ofertas de empleo” como método de captación son una herramienta que seguramente funciona mejor que nunca.  —Sí, es algo que nos llamó la atención. Desde Madres Víctimas de Trata empezamos a tener muchos casos. Fue la manera en la cual se transformó la forma de captación de las víctimas. Primero, aclararles a quienes no nos conocen, que Madres Víctimas de Trata trabaja puntualmente respecto a la problemática de la trata con fines de explotación sexual, con fines de prostitución ajena. O sea, aquellos que captan adolescentes, mujeres, también niños, niñas, personas trans para prostituirse y para explotarlas sexualmente. Lo que estuvimos viendo, sobre todo a partir de la pandemia, fue que las formas de captación y las formas de explotación se fueron transformando. Está claro que la forma clásica de explotación sexual es a través de distintos lugares, departamentos privados, prostíbulos; y no importa el lugar, sino el hecho en sí. Hoy en día existe la captación a través de distintas plataformas, páginas web, que captan a personas ofreciéndoles, por ejemplo, promesas totalmente falsas, engañosas y manipuladoras, como es obtener mucha cantidad de dinero a través de la comercialización de imágenes, videos, a través de actos sexuales. Esto ha aumentado muchísimo en el último tiempo. Me interesa dejarlo en claro, que se transforma a través de aplicaciones. Por dar un ejemplo, la plataforma de Only Fans. Hay muchísimas otras que funcionan de la misma manera, a través de la cual se da un discurso totalmente falso, y que nosotras lo hemos visto puntualmente con víctimas y sobrevivientes que han acudido buscando ayuda, porque terminan siendo explotadas sexualmente en formas atroces y en formas de violencia extrema por terceras personas y por otros sujetos que obviamente actúan de manera organizada para estas plataformas. —El discurso de la gente que gana plata, que lo hace porque puede tomar una decisión por sus propios medios y hacerlo a través de las plataformas y redes sociales, es lo que está prevaleciendo y ganando cada vez más terreno. —Totalmente. Y, además, los efectos no son distintos a los que surgen de la explotación sexual, digamos “clásica”, en la cual hay un contacto físico, persona a persona, entre la persona que está siendo prostituida y el mal llamado cliente. Los efectos no son distintos porque siempre hay una tercera persona que justamente manipula a la que está siendo explotada para que haga determinadas cosas, con lo cual se termina dañando de forma extrema todo, no solo a nivel emocional, sino también físicamente. —En la cuenta de Instagram de Madres Víctimas de Trata están subiendo información sobre diferentes casos para mostrar cómo son las diferentes formas de trata. ¿De qué manera podemos aportar como sociedad a la ONG? —Hace un tiempo que empezamos a darle visibilidad a varios casos, obviamente con nombres de fantasía para proteger a las víctimas. Nuestra tarea es brindar acompañamiento y asistencia a aquellas personas que están siendo víctimas. También nos abocamos a casos de abuso sexual en la infancia, porque consideramos que algunos casos están vinculados con la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Es dentro de ese acompañamiento que nos encargamos de brindar una asistencia y asesoramiento en lo que es jurídico. Como abogada del equipo y la coordinadora, la doctora Marcela Cano, trabajamos de manera íntegral, brindando no solo asesoramiento, sino patrocinando, representando en los casos a nivel judicial. La verdad es que nuestro trabajo se guía con el aporte voluntario que haga cualquier persona que nos conozca y acompañe nuestra causa. Lo pueden hacer y nos pueden contactar. Nuestra red de Instagram es @madrestrata y a través de nuestro Facebook. También me interesa comentarles que nos manejamos vía correo electrónico que es madresvictimasdetrata@gmail.com. Por cualquiera de esas vías nos pueden contactar, consultarnos y por supuesto acompañarnos siempre. El aporte voluntario es para nosotras y sobre todo para las víctimas y las familias.  Lo que viene detrás de la negación de la violencia de género Las feministas ya