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La reflexión es de la psicóloga Ana María Careaga acerca del testimonio sobre la mamá de Wado de Pedro y el acercamiento a la verdad cuando es tan cruel. La opinión de Pablo Llonto acerca de por qué los guardias que declararon lo hicieron como testigos y no como imputados. Todo fue parte del programa Oral Y Público de Radio La Retaguardia.

Lo dijo Sebastián Briganti, integrante del Colectivo Reciclador Urbano. A partir de las recomendaciones para tratar los distintos tipos de residuos en la vía pública que propuso el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, Briganti reflexionó en diálogo con el programa radial Estás Muteadx. Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián BouvierRedacción: Julián BouvierEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: El Reciclador Urbano El Gobierno porteño, a partir del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, elaboró una serie de recomendaciones para que, quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires, puedan mantener limpios los frentes de sus casas sin poner en riesgo el medioambiente. Sin embargo, diversos colectivos y organizaciones que se organizan en la Ciudad en materia ambiental, suelen denunciar que al gobierno encabezado por Horacio Rodríguez Larreta poco le importa el cuidado del medioambiente. Sebastián Briganti, integrante del Colectivo Reciclador Urbano, reflexionó acerca de la utilización del concepto “sustentabilidad”, tan utilizado en la jerga política: “Es una palabra muy bonita, muy de moda y que de alguna manera le permite a algunos gobiernos y algunas empresas, lavar algunas culpas. Pero para quienes venimos estudiando e investigando, entendemos que hay un montón de prácticas que hay que tener en cuenta para poder hablar de sustentabilidad como corresponde. Y en eso entra también nuestro contexto histórico, de entender que estas prácticas que propone la Ciudad son hábitos ya construidos y que cuesta mucho desarmar. Pero sobre todo, que nadie estaba proponiendo u ofreciendo realmente los instrumentos necesarios para cambiar este problema de fondo”. El integrante del Colectivo Reciclador aseguró que la Ciudad de Buenos Aires está lejos de tener una propuesta integral de sustentabilidad. En primer lugar, observó que está por debajo de la cantidad de metros cuadrados verdes por habitante según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. “Estos emprendimientos inmobiliarios avanzan sobre todos los espacios comunes. Estamos perdiendo muchísima cantidad de arbolado. En este contexto de cambio climático y de calores extremos que estamos viviendo en las ciudades, los árboles serían realmente una herramienta para hacerle frente a esta situación, más allá de que es un bien propio y natural. Vemos que las políticas que se aplican en la Ciudad van totalmente en contra de lo que sería un ambiente sano para sus habitantes”, dijo el activista.Briganti comentó que existe voluntad política de algunos funcionarios y funcionarias en generar un cambio en materia ambiental. Y planteó que sobra presupuesto. “Tenemos que entender que hay un montón de intereses que tocamos cuando hablamos de algo ‘sustentable’. Porque lo primero que pensamos es en el volumen de residuos que generamos en la Ciudad, que es lo que está trayendo un montón de problemas a nivel sanitario y ambiental, y detrás de esto hay muchos intereses y es complejo. Tenemos que organizarnos para poder frenar estos intereses que van en contra de la calidad de vida, de cómo vivimos en la ciudad y cómo queremos habitarla”, explicó, y se refirió a los ejes principales para poder hablar de una ciudad sostenible: “Primero, el arbolado. No podemos seguir teniendo un plan arbolado maestro del año 1940, que todavía no pasó a revisión. Hay un decreto que le impide a la Ciudad de Buenos Aires realizar podas y extracciones hasta que no haga el acceso público a la información y no capaciten a su personal. Y eso sigue sucediendo, se siguen sacando árboles por todos lados. En los espacios públicos tenemos lugares para hacer plazas. Villa Santa Rita no tiene una plaza dentro y son 6 mil y pico de habitantes. Y ahí mismo pasan colectivos. Por otro lado, están las bicisendas. Muchas veces venís por la bicisenda y la mayoría no están adaptadas, tienen una pendiente. Hay contenedores de residuos obstaculizando el andar. Hay un montón de cosas que realmente podrían estar buenas. Y tienen mucho potencial porque son copias de sistemas europeos o de otras partes del mundo, pero no tienen lo que hay que tener para que sea sostenido, sustentable, que es educación. Entender que en una bicisenda circulan bicis y también cruzan personas y hay autos. Es algo mucho más profundo: educación ambiental para cómo habitamos las ciudades”. La Ley de Educación Ambiental fue sancionada en 2021 en Argentina. Es la 27.621, que se aplica para todas las provincias desde la Dirección de Educación Ambiental, que pertenece al Ministerio de Ambiente de la Nación. “Hay gente muy capacitada y con mucha voluntad, que recorre los territorios llevando la ley. Luego, cada provincia tomará parte de esos contenidos y los adaptará a su problemática ambiental. Claramente, en una provincia que practica la minería o el extractivismo, como se hace en todas las provincias del territorio, hay conflicto de intereses. La Ley de Educación Ambiental y el ambiente general interpela a todas las prácticas humanas en ese sentido. Entonces, es una ley que va a dejar expuestas a un montón de personas que no tienen la voluntad de cambiar las prácticas en pos de un ambiente más sano. Es un instrumento que tenemos que apropiarnos, sobre todo las y los docentes, y empezar a trabajar estos ejes porque es transversal a todos los contenidos curriculares, de cualquier formación que habitemos, desde inicial hasta trayectos de formación específica”, dijo. La actualidad del Colectivo Reciclador Urbano Briganti contó que desde el colectivo están creando entornos saludables, en un proyecto conjunto con el Centro de Estudiantes de Nutrición y la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, en el patio de Nutrición de la facultad. “En ese lugar que era un estacionamiento vacío y lleno de cemento, en poco más de un año logramos generar una huerta agroecológica, que tiene un jardín de mariposas, que tiene un sector de producción de plantines. Hay un bar saludable, gestionado por quince compañeras que son estudiantes y algunas licenciadas en Nutrición, que elaboran menús de lunes a viernes de 9 a 18 para todas las personas que habitan el patio. Sean estudiantes, docentes, no docentes, personas que

Desde La Asociación Docentes de Santa Cruz reclaman hace tiempo por mejoras salariales. En diálogo con el programa radial Otras Voces, Otras Propuestas, el secretario general Javier Fernández contó cuál fue el motivo de su viaje a la Ciudad de Buenos Aires ante la falta de respuesta de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Entrevista: Luis AngióRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez Otero Los y las docentes de Santa Cruz han realizado paros y movilizaciones para hacer escuchar sus reclamos. Una delegación viajó a Buenos Aires para difundir lo que ocurre con la docencia santacruceña. “Estamos en la provincia con un conflicto sostenido y con un plan de lucha muy fortalecido desde los mismos compañeros que desde el mes de febrero, cuando comienza el ciclo lectivo, estamos planteando medidas de fuerza con un acuerdo paritario que no fue, que falta. No solo en términos salariales sino también en términos edilicios pedagógicos, laborales”, comenzó explicando Javier Fernández, secretario general de la Asociación Docentes de Santa Cruz (ADOSAC). Fernández explicó que en Santa Cruz han cerrado el diálogo con las y los docentes y por eso decidieron viajar a la Ciudad de Buenos Aires. “El sentido de venir a Buenos Aires es claramente y de alguna manera poder confluir con otros sindicatos y de a poco ir sumando también a alguna otras provincias en un reclamos que entendemos debe ser de conjunto. Creo que es la única manera para visibilizar”, explicó.El secretario general de ADOSAC también dijo: “A pesar de haber elevado notas y pedidos de nuestro congreso provincial al respecto para coordinar un plan de lucha nacional no nos han contestado. Los pedidos ya están, no obstante también hemos estado comunicados con Cetera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) aunque no se logró una coordinación”.Acerca de la situación salarial, denunció: “Las reuniones paritarias han tenido resultados negativos respecto a nuestras exigencias. El Estado provincial ha establecido una cláusula gatillo prácticamente como un decreto de enero a junio. Pero vale decir que nosotros estamos pidiendo esa recomposición salarial desde hace cinco años porque se ha perdido de manera muy importante el poder adquisitivo bajo el gobierno de Alicia Kirchner. Otra discusión es sobre la extensión de la jornada laboral, y sobre decisiones a contramano de todo lo que la docencia piensa del Consejo Provincial de Educación. Desde hace un tiempo a esta parte el diálogo se ha cortado. Hubo un llamado a último momento pero la problemática es ahora”. En Santa Cruz el salario docente de una persona cuando recién ingresa a trabajar en nivel inicial ronda los 125 mil pesos. El salario es un poco mayor para aquellos y aquellas docentes de jornada extendida. En este sentido, Fernández dijo: “Lo que pasa en la provincia es que el docente por necesidad tiene que salir a buscar ese doble cargo para cubrir la canasta básica y pagar en la mayoría de los casos un alquiler de vivienda”.

Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Mirta Baravalle, Nora Cortiñas, Elia Espen, que deberían ser siempre las homenajeadas, increíblemente se propusieron, una vez más, distinguir a “compañeras militantes de la vida”. Trabajadoras de fábricas recuperadas, una hermana, trabajadoras de la salud, una hija de genocida que rechaza los crímenes de su padre, y una integrante de La Retaguardia estuvieron entre las distinguidas. La iniciativa se sostiene desde hace muchos años, junto a la Asociación Cultural IMPA La Fábrica, con el motor amoroso de Alicia Unzalu militante de la vida, de la cultura y de los derechos humanos. Mirta, Elia y Norita son quienes abrazan esta vez, como tantas otras veces. La cita fue en la sede de la CTA Autónoma de la ciudad de Buenos Aires. Fue el 29 de abril, unas horas antes de que volvieran a la plaza, como cada 30, a recordar aquella primera vez frente al Monumento a Belgrano. Baravalle envió sus saludos, y por supuesto participó de la elección de cada una de las distinguidas. Con la presencia de Nora Cortiñas y Elia Espen, el acto comenzó con la alegría y emoción que ellas siempre generan. Margarita Noia, Secretaria de DDHH de la CTA Capital e integrante de Herman@s, está sentada junto a las Madres para ir recibiendo a cada una de las homenajeadas. Allí estuvo La Retaguardia, transmitiendo en vivo y acompañándolas. A la vez con una emoción especial: entre las militantes de la vida elegidas este año se encontraba nuestra compañera Eugenia Otero. Retomar la actividad después de la pandemia generó mucha ansiedad en el grupo que la impulsa. Fue la primera vez que el acto no se realizó en la fábrica recuperada IMPA. 9 homenajeadas “¿Por qué Militantes de la Vida? Porque no solo asumen un compromiso sobre un tema que se cruzó e impactó en sus vidas, sino que su hacer abarca diversos aspectos de la vida misma, que es sino luchar por la libertad, resistir a la opresión, usar el arte como medio de transformación, ejercer la docencia, comunicar, generar pensamiento crítico o destacarse por su solidaridad como bandera. Y casi siempre son militantes de la vida porque hacer todo eso a la vez…”, dijo Unzalu en el comienzo. Luego, fueron recibiendo de a una a las nueve elegidas. Edith Pereyra – Farmacoop “Acá en esta ciudad hay una empresa recuperada por sus trabajadores/as que es única en el mundo, nos referimos al laboratorio medicinal Farmacoop, no fue una lucha fácil como la de todas las recuperadas pero en este caso se trató de enfrentar a un poder que hasta volteo un presidente en nuestro país, perseveraron y ganaron, desde los inicios una militante de la vida estuvo junto a sus cumpas y hoy la homenajeamos”. Alejandra Angriman – Sec. Gremial de la CTA Autónoma “Según sus compañeres no se siente muy cómoda con los micrófonos y el público, pero esa timidez no ha impedido que haya sido electa la primera mujer en ocupar la Secretaría Gremial de la CTA Autónoma, Presidenta del Comité de Mujeres Trabajadoras de las Américas e integrar el Consejo General mundial de Mujeres de la Confederación Sindical Internacional. Tal vez el secreto entre su timidez y estos cargos de los que no hace alarde, este en su accionar porque dicen de ella que busca favorecer siempre la participación abriéndoles caminos a las nuevas generaciones, que abre el debate, que organiza, y sobre todo en estos tiempos, solo compite con el enemigo, tiene muy claro que un compañero o compañera del campo popular puede por diferencias ser un adversario pero nunca el enemigo”. Eugenia Otero – La Retaguardia “Ella es psicóloga social, docente y muchas cosas más, suele decir refiriéndose a los colectivos en los que interactúa “me llenan de orgullo” y no es para menos, uno es el Postítulo Especialización en Educación Sexual Integral que coordina en el profesorado público y gratuito Joaquín V González que se realiza desde hace 15 años. Y el otro del cual es cofundadora hace 20 años, es La Retaguardia, y justamente hablando de este medio de comunicación compañero dice: “sostenemos una memoria que está viva, que cuestiona este presente de mierda y lucha por cambiarlo”. Sus cumpas suelen decir de ella que es la persona más dulce y generosa del planeta”. Vilma Ripoll – referente política “Se recibió de licenciada en enfermería en Rosario, durante la dictadura trabajo en sanatorios y hospitales, ya en democracia fue delegada gremial del hospital Italiano y mientras adentro del hospital se realizaba su elección ella estaba fuera porque no la dejaban entrar… allá la vimos en los 2001 enfrentando a la represión en las calles y cuando fue electa legisladora en la ciudad también la vimos en las cercanías de la legislatura alcanzándole un medicamento, o aconsejando sobre salud a personas en situación de calle o vendedores ambulantes, continuado su militancia y compromiso con los trabajadores y trabajadoras”. Elsa Oshiro – integrante de Herman@s “Hablaremos ahora de una compañera profesora de historia, que como muchas mantiene un perfil bajo pero una militancia constante, es integrante de la conducción de la Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, colabora además con otros organismo o siendo parte de ellos: Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia, Agrupación de Familiares de Desaparecidos Japoneses de la Colectividad Japonesa, Agrupación Anahí. Como hermana de Jorge Eduardo, su hermano que fue militante del PST y que se encuentra desaparecido, ella ha dicho en un reportaje “… la paz viene por conocer la verdad y condenar a los culpables para que nunca más se repita lo que pasó” y por eso nos sumamos a su reclamo de que se abran los archivos”. Andrea Beltrán – enfermera “Durante la pandemia surgió el agradecimiento al personal de la salud traducido en aplausos nocturnos, pero aun hoy en el caso del personal de enfermería sigue luchando por la falta de reconocimiento a su profesión, hoy acá tenemos a una de esas luchadoras, es Delegada del Hospital Rivadavia, se suele

La secretaria ejecutiva de la Asociación de Obstétricas de la Ciudad de Buenos Aires, Paola Miño, pasó por el programa radial “Oíd Mortales” y habló sobre la semana del parto respetado y las dificultades de la violencia obstétrica. Entrevista: Cristina Varela/Luis AngióRedacción: Gabriela Suárez LópezEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Diario NCO La semana mundial del parto respetado se conmemora este año del 14 al 20 de mayo con distintas actividades y movilizaciones en todo el país bajo el lema “Salud es parir sin violencia”. En Argentina, la salud de las personas gestantes se protege a través de varias leyes, en el caso del embarazo y el parto la ley es la 25.929 que contiene todos los preceptos y regulaciones para que se respete el parto tal como las personas desean que sea, se brinde información basada en la ciencia y el personal médico detalle las acciones que llevará adelante durante el parto. Se trata de respetar la dignidad y el deseo de la persona que se encuentra a punto de parir y acompañarla amorosamente. Al respecto, la licenciada en obstetricia Paola Miño detalló: “Por lo general me preguntan qué es el parto respetado. ¿Es una modalidad? ¿Es una moda? ¿Es parir sin ningún tipo de intervención? Yo creo que tenemos que arrancar por definir qué es lo que creemos que es el respeto. Y cuando hablamos de violencia obstétrica también me preguntan qué es. ¿Colocar un suero es violento? ¿Realizar una cesárea es violento? Entonces tenemos que repensar qué son esas palabras y también la palabra salud. ¿Qué significa salud? Son términos amplios. La salud, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), sabemos que es el bienestar físico, mental y social. No es solamente el bienestar físico. Lo que nos pasa por la cabeza y lo que nos pasa por el corazón también es sumamente importante para estar saludable”.  La base para tener un “parto respetado”, como su nombre lo indica, es el respeto. Y la referencia es al respeto particular para esa persona gestante. “Respeto es actuar pensando en los demás, tratando de actuar positivamente sobre el otro. Preocuparse por ese impacto que uno le puede llegar a generar al otro. Y siendo siempre inclusivos, aceptando las diferencias porque son estas diferencias las que nos enriquecen. Yo creo que eso es el respeto. Es saber que el otro es diferente a mí, lo acepto, y no es que porque el otro sea diferente yo soy mejor, sino que nos aceptamos mutuamente”, aclaró Miño.  La violencia obstétrica es una de las tantas violencias contra las mujeres y personas gestantes, y se evidencia como tratos deshumanizados y exceso de intervención médica sobre las decisiones y los cuerpos de quienes están por dar a luz. Y aquí se cruzan variables que colaboran con la naturalización e invisibilización de este tipo de violencia. Por un lado, porque cuando una persona gestante se atiende en el marco de una clínica, sanatorio u hospital, su situación se encuentra ya institucionalizada con los protocolos de cada espacio sanitario. Y con el poder que esos marcos otorgan. Por otro lado, porque en la relación médico/a–paciente subyace una relación de poder que debe ser revisada donde el conocimiento se encuentra del lado de los y las profesionales de la salud. Esta situación debe ser observada al mejor estilo freiriano sabiendo que el saber se construye y que nadie conoce más su cuerpo que las y los propios pacientes. Por último, porque en la atención de un parto existe una doble dimensión de la práctica médica: la técnica y la moral, y que en esta última hay muchísimas variables socioculturales e históricas que indefectiblemente van modificando el hacer. Paola Miño se refirió a la relación médico/a-paciente a la hora del parto y subrayó: “Tenemos que replantearnos la palabra violencia. Violencia no es solamente un sopapo. Existen muchos tipos de violencia y una buena definición de violencia es el uso de la fuerza que podría ser un golpe pero también es el uso y el abuso del poder. Cuando hablamos de la semana del parto respetado, es poder entablar una relación con una mujer, una persona gestante, con toda su familia, poder explicarles situaciones en las cuales están viviendo en este momento. Puede ser un trabajo de parto completamente espontáneo o puede ser que necesite una inducción. Explicarle todas las posibilidades que existen, siempre avalada con evidencia científica actualizada, no sesgada, o sea, no diciéndole lo que yo quiero que elija, sino explicándole, dándole todas las posibilidades. Pero repreguntándole a ver qué es lo que entendió y una vez que ese otro toma una decisión yo debo aceptarla. Por más que no sea la que a mí me guste. Yo creo que ahí se basa el respeto. Ese es el verdadero parto respetado”. La atención prenatal es una oportunidad única y breve de las personas gestantes para recibir información con base científica, atención y apoyo continuo. Todo esto se enmarca en una cultura del cuidado y el soporte amoroso a quien está atravesando esta experiencia teniendo en cuenta que es también necesario abordar las desigualdades en materia de salud.  La cifra estadística sobre las cesáreas señalada como polémica por la OMS y que crece cada año, la patologización de los procesos naturales del cuerpo, la medicalización durante la situación de embarazo, entre otras, son algunas de las acciones que cuando el personal de la salud las ejerce sobre el cuerpo y los procesos reproductivos sin consentimiento de la persona gestante se denominan violencia obstétrica. Al respecto, la obstetra aclaró: “Está buenísimo respetar los tiempos fisiológicos del parto, creo que son supremos porque no existe evidencia científica que diga lo contrario. Pero en el momento en el que se necesite una intervención, creo que es muy oportuna y es muy importante el consentimiento y ahí entra lo que es el respeto. Y eso es evitar caer en la violencia. Si estamos en situaciones de poder todas las personas que estamos del lado de salud, no tenemos que caer

El libro del periodista cordobés rescata vidas atravesadas por el conflicto. Con la presencia de la prologuista Ana Fornaro, se presenta el sábado 20 desde las 19 en México 620, San Telmo. La entrada es libre y gratuita. Redacción: Adrián CameranoEdición: Pedro Ramírez Otero De dilatada trayectoria en el campo del periodismo y la educación, el cruzdelejeño Alexis Oliva trae a la Ciudad de Buenos Aires su segundo libro, luego de su celebrada obra iniciática sobre Viviana Avendaño, sobreviviente de la dictadura y piquetera pionera. En “La violencia nació conmigo”, el autor pone el ojo en veinte historias de vidas atravesadas por el conflicto. Surfea la crónica, la denuncia y el testimonio en tiempos difíciles, como mandaba Rodolfo Walsh. Los territorios que recorre la obra son bien diversos: Derechos Humanos, militancia revolucionaria y terrorismo de Estado, cárceles, violencia de género, disidencia sexual. También personajes convertidos en emblemas de lucha conforman el espectro temático de un conjunto de textos con rigor investigativo, estética narrativa y una ética comprometida con la transformación social. Los reportajes reunidos en “La violencia nació conmigo” también pueden pensarse como el relato de “conflictos sociales y políticos con nombres propios”. Se trata de un conjunto de crónicas con impronta biográfica, donde pueden leerse “las marcas del poder y sus abusos. La mayoría, testimonios de resistencia y algunas, pocas, de liberación. Historias con minúscula, que trascienden lo personal, atraviesan el cuerpo social y acaso merezcan inscribirse en la Historia con mayúscula”, escribe Oliva. El libro reúne las historias de Julio Troxler y su esposa Leonor Von Wernich, el periodista Sebastián Moro, el líder montonero Sabino Navarro, la dirigenta social Milagro Sala, la nieta recuperada Marcela Solsona Síntora y la referenta campesina Ramona Orellano, entre muchas otras. —La veintena de crónicas aborda personas variopintas, épocas y problemáticas distintas. ¿Cómo fue esa selección? —La selección pasó principalmente por un doble tamiz: que fueran historias biográficas representativas de conflictos, violencias y derechos humanos y que yo como periodista hubiera tenido contacto directo con ellas, sus protagonistas y contextos, y la oportunidad de dedicar tiempo y recursos al trabajo periodístico. La mayoría tienen actualidad, incluso esa conflictividad está vigente o latente, y otras historias del pasado reciente fueron incluidas en el libro desde la idea de que el terrorismo de Estado tiene herencias vigentes y profundos efectos en nuestro presente histórico. De hecho, una de esas historias de “lesa”, la del periodista Sebastián Moro, ocurrió en el siglo XXI: el compañero fue víctima del golpe de Estado consumado el 10 de noviembre de 2019 en Bolivia. Creo que la selección también ilustra de alguna manera mis obsesiones como periodista. —¿Hay hilos conductores entre las historias y las distintas épocas? —Sí, de una forma más o menos visible, más o menos aceptada, pero sin duda que hay hilos conductores. Entre las historias vinculadas a la militancia revolucionaria y la represión dictatorial, hay continuidades en lo que se llama “extensión del daño” y sobre todo en violencias institucionales, ideologías y prejuicios reaccionarios y políticas económicas. En ese sentido, el título ilustra esa conexión porque la frase “La violencia nació conmigo”, tan tristemente vigente, fue dicha hace más de cincuenta años por un líder revolucionario a un compañero, en un momento en que intentaban escapar del cerco represivo. Esa violencia no era solo la violencia revolucionaria o la violencia represiva que después la dictadura llevaría al extremo, sino una violencia menos visible pero más grave, que en ese tiempo llamaban “violencia estructural del sistema” y que fundamentaba la lucha armada: la miseria planificada, la inequidad, la exclusión y la pobreza. Esa violencia continuó luego de la dictadura y cada tanto se profundiza, como en la actualidad, —¿Hay violencias atravesadas en tu vida? ¿Considerás que estamos a tiempo de desnaturalizar las microviolencias cotidianas? Porque ante vidas que nacieron atravesadas por la violencia, ¿qué caminos podemos tomar para desterrarlas, sobre todo pensando en las generaciones por venir? —Sin dudas. Una idea motora de este proyecto y potenciada por ciertas discusiones en torno a la pandemia es que para estas personas la vida nunca fue “normal”, son en el mejor de los casos sobrevivientes en conflicto permanente. Porque en realidad la “normalidad” no existe y es imposible en un mundo injusto. Incluso para mí como sujeto relativamente privilegiado, con casa, comida, laburo y acceso a la educación y la cultura, la vida tampoco fue normal. Por eso es tan importante desnaturalizar, salirse del sentido común impuesto y mirar las cosas con una mirada extraterrestre que nos permita encontrar esas microviolencias e injusticias.

Carolina Llorens dio un testimonio conmovedor en el que recorrió las historias de su familia diezmada durante el genocidio. Entre las duras vivencias, la hija de Sebastián Llorens y Diana Triay contó cómo su abuela consiguió probar su relación a través de un vestidito, ya que casi no habían tenido contacto. Terminó cantando una canción popularizada por Viglietti cuyo fragmento compartimos. Redacción: Carlos RodríguezEdición: Fernando Tebele Luego de un emotivo relato sobre el secuestro de sus padres y la persecución que sufrió toda su familia, María Carolina Llorens reclamó que “la justicia llegue para los militantes populares” y para “los que luchamos por eso”.  Carolina leyó una carta escrita en 1972 por su madre, Diana Triay, en la que reivindicaba “la justicia revolucionaria, de los desposeídos” por encima de “la justicia de los que lo tienen todo, de los que asesinan y secuestran cobardemente a los militantes populares”.  María Carolina Llorens es hija de Sebastián Llorens y Diana Triay, militantes del PRT-ERP torturados y asesinados en Puente 12. Cuando secuestraron a sus padres, ella tenía un año y medio; y su hermano Joaquín, apenas cuatro meses.  Los dos fueron llevados a Casa Cuna y su abuela materna, que no tenía papeles para demostrar el parentesco, tuvo que describir en detalle, ante una jueza, el vestidito que ella le había hecho a su nieta y que la niña llevaba puesto en una foto que se había publicado en el diario La Razón para ubicar a los familiares “de dos chicos abandonados” tras el secuestro de sus padres.  Al declarar en el tercer juicio por los crímenes de lesa humanidad en Puente 12, Carolina Llorens hizo un dramático recorrido por los secuestros, asesinatos, allanamientos y atentados con bombas sufridos por sus familias maternas y paternas. También reivindicó “la lucha permanente de mis cuatro abuelos para buscar y pedir justicia por mis padres”.  Aunque eran nacidos en Córdoba, la familia vivía en  Mendoza, pero el 8 de diciembre de 1975, cuando se produjo el secuestro de sus padres, todos estaban en Buenos Aires.  “Mis padres eran militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y entre los años 1973 y 1975, sus actividades estaban centradas en Mendoza”. Sin embargo, en esa fecha su madre había viajado a la Capital Federal para “cubrir tareas de logística nacional” del PRT-ERP. Carolina reconstruyó lo sucedido con sus padres, con información que le dieron militantes amigos de la familia.  El día del secuestro, su madre estaba ilusionada porque la familia iba a estar junta en Buenos Aires después de algún tiempo separados. A la vez, estaba preocupada porque sabía del secuestro de algunos compañeros, entre ellos Ricardo Elías Abdón.  “Mi mamá estaba preocupada porque teníamos que mudarnos a un lugar seguro”. Diana Triay, mientras seguía buscando ese “lugar seguro”, reunió a su familia en un departamento del décimo piso de Callao 1158.  “En la madrugada del 9 de diciembre entró una patota que al principio no dijo a qué fuerza pertenecía, pero luego se identificaron como policías”, según el testimonio del portero del edificio. Luego de revolver todo el lugar, la patota se llevó a sus padres.  Los dos chicos, de cuatro meses y un año y medio, quedaron a cargo del portero, quien denunció la situación a la comisaría cercana. “A mí y a mi hermano nos llevaron a Casa Cuna” y se abrieron dos causas, una por el secuestro y otra por la situación de abandono en la que se encontraban los niños.  En medio de tal desgracia, tuvieron la suerte de que en el caso de los dos hermanos intervino la jueza de menores de la Capital Federal Alicia Oliveira. Años después, en 1979, Oliveira fue fundadora, junto con Emilio Mignone y otros abogados, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).  Carolina dijo que la actuación del juzgado de menores fue “una de las pocas acciones de justicia que nos amparó en ese momento”. El resto de la familia de los chicos seguía viviendo en Córdoba, y no tenía conocimiento de que los padres y los niños estaban en Buenos Aires. El juzgado decidió sacar una foto a los chicos y publicarla en la edición del sábado 13 de diciembre del diario La Razón. El texto informaba: “Se encuentran desamparados estos niños, ante el secuestro de sus padres”.  En Córdoba, los familiares de los chicos no leían La Razón. Tiempo después, tomaron conocimiento por dos llamados telefónicos. Uno fue de Ofelia Paz, quien había estado secuestrada en Puente 12, donde conoció a Diana Triay. Como la mamá de los chicos sabía que Ofelia iba a recuperar su libertad, le dijo que memorizara el número telefónico de un familiar, para que buscaran a los chicos. Ese llamado fue hecho “el 13 o el 14 de diciembre” de 1975.  El otro contacto telefónico fue de Yolanda Ripoll, que aportó en clave el dato publicado en el diario: “Ha sucedido un accidente, fíjense en el diario La Razón del 13 de diciembre”, fue lo que dijo.  Al tomar conocimiento de la situación, se trasladaron a Buenos Aires Carolina Durán de Triay, abuela materna, y Nilda Triay, tía de los chicos.  El 11 de diciembre María Nocetti de Angeleri, secretaria del juzgado de Oliveira, fue a Casa Cuna donde realizaba tareas comunitarias y aceptó asumir la guarda transitoria de los dos niños.  Cuando llegaron los familiares de Córdoba, el problema era que ellos no tenían forma de demostrar su parentesco con Carolina y Joaquín. La niña había sido anotada en el Registro Civil, pero su hermano bebé no tenía ningún papel. “No había ADN, no teníamos fotos con nuestros familiares”, a los que habían visto muy poco, no había forma de probar el parentesco. “A la edad que yo tenía, no podía reconocer a mi abuela porque no teníamos familiaridad”, porque se habían visto una vez en Mendoza.    Ante ese impedimento, “otra vez aparece lo fortuito, porque en la foto del diario yo tenía puesto un vestidito que había hecho mi abuela”. Esa fue “la prueba” que

Personas que se hacen pasar por garantes de derechos, se ubicaron esta mañana a metros del Hospital Argerich, en la Ciudad de Buenos Aires, para tratar de impedir que quienes tienen capacidad de gestar accedan a interrupciones del embarazo. A través de información falsa, atentan contra el derecho consagrado por la ley 27.610 y generan temor al tergiversar datos sobre los efectos adversos del misoprostol, aunque las posibilidades de complicaciones graves en el procedimiento son muy bajas. Viviana Mazur, referente de acceso a IVE-ILE de la Coordinación de Salud Sexual, VIH e ITS de la Ciudad habló con La Retaguardia acerca de esta situación. Redacción: María Eugenia Otero/Julián BouvierEdición: Pedro Ramírez Otero Desde que se aprobó la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina, a finales de 2020, grupos antiderechos realizan estrategias en las puertas de los hospitales para intentar impedir que las personas con capacidad de gestar accedan a ese derecho. La Retaguardia, en febrero de 2021, había advertido cómo funcionaban estos grupos a través de una investigación. Esta mañana volvió a ocurrir, en las puertas del Hospital Argerich. Viviana Mazur, médica referente de acceso a IVE-ILE de la Coordinación de Salud Sexual, VIH e ITS, habló de lo sucedido: “No es la primera vez, ya ha sucedido, se van transformando de versión en versión para intentar a través de cualquier forma impedir que las personas con capacidad de gestar que desean interrumpir sus embarazos puedan acceder a los derechos que tienen consagrados por la ley 27.610 que tanto esfuerzo le costó a la sociedad argentina y al movimiento de mujeres en particular. En esta ocasión, lo hacen disfrazadas de compañeras verdes o con gorros verdes, banquitos verdes y violetas, simulando ser feministas”. Estas personas, explicó la médica, “usurparon los colores” que el movimiento feminista acuñó para la defensa de los derechos de las mujeres, como el violeta y el verde como símbolo de la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito. “Estos personajes se instalan con mesitas, con esos colores, con gorros color verde para desinformar, para deformar la información sobre el acceso al aborto legal, seguro y gratuito. Ofrecen folletos sobre el misoprostol, uno de los medicamentos que se utilizan para interrumpir los embarazos, difundiendo información inexacta, exagerando los efectos adversos, generando miedo”, agregó. Mazur se refirió a la estrategia de los grupos antiderechos ante estas situaciones: “Ponen en el centro efectos adversos que son casi inexistentes. Por supuesto esa información siempre se brinda en una consejería, pero avisando que esos efectos se producen en muy pocos casos y que la gran mayoría de las situaciones son procesos con bajas complicaciones, sin ningún problema, que transcurren sin afectar la salud de la mujer o de la persona gestante que está interrumpiendo el embarazo”.

A finales del mes pasado, organizaciones que trabajan con el acompañamiento a personas que atraviesan hechos de violencia sexual en la niñez u adolescencia realizaron un abrazo al Congreso de la Nación. Allí evidenciaron la necesidad de poner en la agenda política la modificación de algunos de los instrumentos jurídicos para que quienes acudan a la Justicia no se encuentren con obstáculos como el paso del tiempo. Redacción: Tamara Alfaro MorenoEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Natalia Bernades/La Retaguardia El sistema judicial en Argentina les dice a quienes acuden a las realizar denuncias que debe haber respeto por los tiempos de las víctimas, pero, por otro lado, las causas prescriben y con ellas se imposibilita la investigación. Por ende se cierra el camino legal para quien se anima al acto de denunciar. A una persona que ha transitado la tortuosa experiencia de padecer violencia sexual en su niñez o adolescencia, y que a la vez fue sometida a la condena del silencio por quien la agredió, explicarle que tiene un tiempo límite para salir de ese encierro ahora por la fuerza del vencimiento del plazo legal, es doblemente violento. Así como irrumpen a diario caras, historias, vivencias —algunas actuales y otras históricas—, que relatan en los medios de comunicación sus padecimientos con la crudeza de la vida misma, al mismo tiempo se pierden en el minuto a minuto con el que se miden los programas habitualmente. En la actualidad, se cuelan proyectos que chocan directamente con esta lucha por los derechos humanos que tienen las víctimas de delitos contra la integridad sexual. En la Legislatura de Ciudad de Buenos Aires hubo una mesa de trabajo en la que se abordó el tema de las falsas denuncias, en línea con las presentaciones que aparecen a diario en contra de derechos ganados para la población como la aparición y el repudio posterior al “0800 VIDA” que va en contra del Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo y a la atención postaborto de todas las personas con capacidad de gestar. Reclamar por ampliación de derechos para las niñeces y adolescencias requiere de implicación ciudadana y coherente: no es ético invitarles a denunciar y al mismo tiempo decirles que mienten, exageran o que se les llenó la cabeza en contra de una persona o varias. Esto incluye a profesionales que a diario trabajan acompañando desde el terreno estos develamientos, y que con el impulso de estos discursos que están emparentados a la teoría de los dos demonios, padecen la violencia de los violentos. Hay varios proyectos de ley para intentar abordar esta temática de la imprescriptibilidad de los delitos contra la integridad sexual contra niños, niñas y adolescentes . Es el momento de ponerlo en discusión y que sea ley.

Con la participación de Julia Izumi (Tiempo Argentino), Felicitas Bonavitta (AM530), Pablo Dipierri (FM La Patriada) y Irina Hauser (Página 12/C5N). Moderan Fernando Tebele (La Retaguardia) y Nicolás Mársico (FM La Patriada/AM530) Organiza: Gabriela Sosti