Canción actual

Título

Artista


María del Carmen Verdú

Página: 5


Ayer al mediodía, en uno de los salones de la legislatura porteña, se lanzó la Campaña contra las detenciones arbitrarias, motorizada por Correpi junto a organizaciones sociales y políticas. La Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) transmitió en vivo. Aquí todas la voces. Mañana se realizará una marcha desde Congreso a Plaza de Mayo en coincidencia (no casualmente) con los 25 años del asesinato de Walter Bulacio. (Por La Retaguardia)La conferencia arrancó con la voz del integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEED), Enrique Fukman. “Hoy convocamos organizaciones barriales, estudiantiles, sindicales y partidos políticos. El 24 de marzo marchamos miles y miles marchamos por todo el país repudiando el Golpe de Estado de 1976, reivindicando a los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos. Luego de eso nos empezamos a juntar para llevar adelante una campaña para visibilizar una de las peores herencias que tenemos hoy en día en estos más de 32 años de gobiernos constitucionales, que son las detenciones arbitrarias. El hecho de que, por estar simplemente caminando por la calle, una persona puede ser detenida y, de ahí en más, su destino pasa a estar en manos de la policía u otras fuerzas de seguridad. Este modus operandi heredero de los gobiernos dictatoriales, porque no tiene nada que ver con gobiernos constitucionales, que se dicen democráticos, se ha cobrado en las comisarías más del 50% de los muertos en estos 32 años. Lo sufre una cantidad inmensa de sectores, hoy en día te detienen por ser joven, por ser pobre, por usar una gorra, por estar en situación de calle, por ser una trabajadora sexual, miembro de un colectivo LGTB. Cualquier elemento que indique a aquellos que forman parte de los organismos de seguridad que no tenés que estar en ese lugar.En muchas partes de nuestro país, las detenciones son utilizadas como una forma de limpiar zonas. O sea, hay zonas donde ciertos sectores sociales no pueden estar. Son delimitadas, por ejemplo, con los códigos de convivencia. Es el permiso para la policía para limpiar de morochos, de pobres, determinados barrios. También es una herramienta preventiva, de disciplinamiento social. Lo que te están diciendo es que si vos formás parte de alguno de los sectores mencionados no tenés que estar en la calle, tenés que estar en tu casa encerrado. Sos enemigo. Podemos decir que forma parte de una de las pinzas con las cuales se desarrolla hoy el elemento represivo. Es la pinza de prevención, que dice: ‘Quedate adentro, no salgas, no te juntes con otros. Si te juntás para reclamar por tus derechos, por ejemplo, tenés la otra pinza, que son los protocolos de seguridad’.Esta situación se agravó en los últimos tiempos. En la Ciudad de Buenos Aires, el fiscal general, hace un par de semanas autorizó a las fuerzas de seguridad a detener casi, podríamos decir, por portación de cara. En la provincia de Buenos Aires, en estos últimos 10 años, se pasó de 43 mil efectivos de la policía a 93 mil. También se les ha dado un lugar de intervención a las demás fuerzas de seguridad como la Prefectura, la Gendarmería o la Policía Aeronáutica. Esa presencia tiene que ver simplemente con disciplinar. Las detenciones arbitrarias son algo invisibilizado en la sociedad, algo que no se ve hasta el momento en que suceden. Hace 25 años, a Walter Bulacio, por estar en la cola para entrar al recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio de Obras, lo detuvo la policía, lo llevó a una comisaría, fue golpeado hasta que le rompieron la cabeza, literalmente le rompieron la cabeza. 5 días después moría con traumatismos de cráneo en el hospital Pirovano. Walter es apenas un joven más que en estas situaciones ha perdido su vida. Luciano Arruga, Núñez, Torres, todos los desaparecidos en democracia tienen como elemento primario a las detenciones arbitrarias. Haber sido detenidos por fuerzas de seguridad.Creemos que el mejor homenaje que podemos realizarle a Walter y a todas y todos aquellos que sufrieron las detenciones arbitrarias es iniciar esta campaña. Primero, para visibilizar la situación. Luego, para lograr a través de un amplio consenso social, que se terminen las detenciones arbitrarias, que son realmente incongruentes con cualquier práctica democrática. De una vez por todas, en nuestro país tenemos que terminar con esta herencia de las dictaduras que impone como regla no permitirle a los jóvenes, a los pobres, a los diferentes colectivos estar en la calle. Encerrarlos en sus casas y de esta forma tenerlos controlados. Por eso, iniciamos esta campaña a nivel nacional para que sea esta práctica totalmente visibilizada. El próximo viernes a las 17.30 marcharemos desde Congreso hasta Plaza de Mayo. Creemos que es el mejor homenaje que le podemos hacer a Walter, a todas y a todos: luchas para que en forma definitiva todas las consecuencias de la dictadura se terminen en este país”. Luego siguió el legislador porteño por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Marcelo Ramal. Ayer en la conferencia de prensa(Foto: Izquierda Revolucionaria) “El Estado expresa su esencia represiva más que nunca cuando actúa de un modo arbitrario. Cuando reprime, cuando mata jóvenes, cuando agrede, simplemente por estar ejerciendo su papel puro y directo de represor y violentador de la vida, de la libertad, particularmente de los jóvenes. El Estado policial en el país y en la Ciudad de Buenos Aires se ha venido construyendo a partir de crímenes como el de Walter Bulacio y muchos otros que se sucedieron desde la muerte de Walter hasta hoy. Más recientemente, este Estado se reforzó, por ejemplo, en la resolución que emitió el Tribunal Superior de la Ciudad para permitir la detención de jóvenes y el pedido del documento sin ningún motivo. Es decir, la interrupción de la circulación de personas por portación de cara. También se reforzó con la habilitación de las pistolas Taser, unas verdaderas picanas portátiles que permiten actuar de una forma totalmente violente. Al servicio de esta política también está la transferencia de la Policía Federal a la

En un nuevo aniversario del golpe cívico-militar, Oral Y Público recordó historias, sensaciones y vivencias de diferentes personalidades: ¿Qué estabas haciendo el 24 de marzo de 1976? Esa fue la consigna propuesta a los entrevistados para recabar testimonios del horror. Referentes de derechos humanos, dirigentes de organismos, ex detenidos desaparecidos, militantes sociales, profesionales, víctimas de la represión del Estado en democracia y familiares de sobrevivientes pusieron en palabras sus recuerdos de la jornada del anuncio oficial del comienzo del golpe que institucionalizó, 40 años atrás, el genocidio que ya había comenzado a tomar forma en el gobierno de Isabel Martínez de Perón. Te invitamos a dejar cómo comentario debajo de esta nota tu vivencia acerca de aquel 24 de marzo de 1976. (Por La Retaguardia)Foto: Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en la cabecera de la marcha del Encuentro Memoria Verdad y Justicia.Víctor Basterra – sobreviviente de la ESMA“En esos momentos activaba muy duramente contra la dictadura. Ya se habían desatado las tres A (Alianza Anticomunista Argentina) y se veía venir. Es más, había compañeros de otras organizaciones que lo alentaban. Yo, desde pibe, entendí que nunca es cuanto peor mejor. Cuanto peor uno está, menos posibilidades de defenderse tiene. Hay que acumular fuerza, mondongo, espalda para soportar la adversidad. Si ves que el conjunto está a la deriva, vulnerable, triste solitario y final, como diría Soriano, no es fácil enfrentar adversidades. Uno se preparaba ante la alternativa factible que se daba en ese momento de distinta forma. Por eso hablaba de que estaba duramente comprometido. En el interior, en Córdoba, estaba el Comando Libertador de América, acá las tres A, la CNU (Concentración Nacional Universitaria), el CdeO (Comando de Organización), todos los grupos de derecha que venían cascoteándonos, y uno lo soportaba como podía. Andábamos activando, creando agrupaciones. Esa es la historia. Yo era un obrero, un trabajador que andaba en distintas tareas peleando y activando. Vivía en un hotel en Caballito. Ese 24 de marzo lo escuché y me dije a mí mismo: ‘La puta madre que lo parió, mala que viene la cosa’”. Diana Gallardo – Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos“El 24 de marzo de 1976 estaba en mi casa. Esa noche teníamos una reunión con compañeros, militaba en la Juventud Peronista. Toda la célula ya lo venía oliendo, presintiendo, estábamos cerca de los televisores. Todos juntos escuchamos la noticia en casa. La mayoría de mis compañeros han desaparecido, todos. Uno, dos o tres pudieron zafar como yo, sobrevivientes. Seguimos para levantar la bandera de los 30.000 compañeros ex detenidos desaparecidos”. Marlene Wayar – Activista trans, integrante de la Colectiva Lohana Berkins“Yo nací en 1968, era muy pequeña y nadie me lo contó. El primer recuerdo que tengo es con mis hermanas. Teníamos una habitación que daba a la calle en barrio Parque Montecristo, en Córdoba Capital, y una noche me despiertan unos golpes secos, como en los cuerpos, revolcándose en el piso. A mí me dio mucho miedo y me volví a dormir. A la mañana siguiente pregunté en casa qué había pasado y mamá me dijo que no sabía, pero que no podíamos salir de noche porque se estaban llevando a las personas. Me dijo que no importaba que fueras una persona linda, o mala, te llevaban. No hay más relato hasta que yo empiezo en mi pre adolescencia a cursar, junto con el secundario, la escuela provincia de cerámica, el profesorado artístico y técnico de cerámica. Allí era la única gurrumina, con compañeros y compañeras que eran, el más chico, de 25 años, y la más grande de 60. Ahí, sobretodo mis compañeras, empiezan a contarme que en este país donde yo había pasado una infancia feliz con mi familia y demás, existían 30.000 desaparecidos, algunos eran familiares de ellas. Me horrorizó la idea, sobre todo del silencio, de no haber tenido noción hasta ese momento y de haber sido en el mismo momento feliz. Si me preguntaban, mi familia era la familia Ingalls. Eso hizo que yo juzgara a mi papá y a mamá, a quienes declaré inimputables porque se recogieron en su casa a educarnos con el mayor amor y cuidado posibles y sé fehacientemente que no marcaron a nadie, que nunca nos hablaron del odio hacia nadie, nunca nos dijeron que había terroristas; se llamaron al silencio porque eran muy jóvenes con criaturas y obviamente tenían miedo. Papá iba de casa al trabajo y del trabajo a casa. Esos son los primeros recuerdos, creo, y la primera sensación al enterarme fue de espanto por no comprender ese mundo que había pasado frente a mis ojos”.Alfredo Grande – Psiquiatra, psicoanalista y conductor del programa Sueños Posibles “El 23 de marzo de 1976 yo estaba de guardia en Garín, provincia de Buenos Aires, ciudad emblemática que había sido ocupada en su momento por Montoneros. Me fui a dormir aterrorizado porque ya se veía venir. La provincia de Buenos Aires era como una lupa, todo lo que en Capital Federal parecía diluido, ahí era muy concentrado. El 24 me desperté pensando que tenía que atender un paciente y era una enfermera que me decía que desde Escobar le contaban que había habido un golpe de Estado. Garín era un bastión peronista y la sensación de todos fue de terror. Yo, a diferencia de otros compañeros torturados, presos o exiliados, hice un ‘incilio’ interior. Mi hijo mayor, que ahora vive y está muy bien en Brasil, ya había huido por la Triple A. Me quedó esa tarea difícil de resistir y realmente me enteré la brutalidad del genocidio cada semana que iba a Garín por la Panamericana viendo los retenes policiales. Durante meses no supe qué hacer, si huir o quedarme, deseando poder seguir viendo a mi hijo”. Mónica Alegre – mamá de Luciano Arruga“Yo vivía en Morón. Siempre les cuento a mis hijos que mis recuerdos son muy tristes, era la realidad de ese momento. La noche… se sentía el ruido de los coches, que se abrían las puertas, los perros que ladraban,

En el marco del paro nacional de trabajadores estatales que se realizó el 24 de febrero pasado, ATE Desde Abajo, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) y la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) presentaron un habeas corpus preventivo ante la implementación del protocolo antipinquete del Ministerio de Seguridad y el decreto de declaración de emergencia en seguridad nacional. Auque fue rechazado, un juez decidió abrir una investigación para determinar si estas medidas gubernamentales tienen validez legal o atentan contra los derechos de los ciudadanos. Sobre este tema, el programa La Retaguardia dialogó con María del Carmen Verdú, abogada y referente de Correpi. (Por La Retaguardia) “El 24 de febrero pasado, los compañeros de ATE Desde Abajo nos plantearon que los acompañáramos en esta presentación que tenía como objetivo puntual en ese momento dar algún tipo de cobertura y protección a las miles de personas que se iban a movilizar en esa jornada en todo el país. De acuerdo a las declaraciones públicas que venían haciendo distintos funcionarios tanto a nivel nacional, como provincial y de la ciudad, existía una amenaza concreta a partir de la vigencia del protocolo antipiquete y del conjunto de medidas represivas que el gobierno de Cambiemos y sus socios vienen implementando. Esa acción como habeas corpus fue rechazada por la sencilla razón de que cuando el juez hizo lo que tenía que hacer, que es llamar al Ministerio de Seguridad para preguntarle qué instrucciones había dado concretamente para ese día a las fuerzas de seguridad en relación a los manifestantes, en el Ministerio le contestaron ‘ninguna, señor’. Después llamó a la Policía Federal y le preguntó qué instrucciones había recibido y el comisario que los atendió le dijo ‘ninguna, señor’, con lo cual el juez dijo que no había ninguna instrucción concreta, lo que se tradujo en la calle con esa masiva movilización que tumbó el protocolo y en la que hubo más de 50.000 personas al menos en la Ciudad de Buenos Aires”, explicó María del Carmen Verdú al detallar lo sucedido con la presentación efectuada desde su organización junto a ATE Desde Abajo y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.De todos modos, la referente de Correpi señaló que a pesar del rechazo el juez decidió ir más allá: “el magistrado dijo ‘está bien, hoy no pasó nada pero esta gente – por nosotros – me está denunciando que hay una serie de normas que potencialmente pone en riesgo una cantidad de derechos’. Hablamos del derecho a la huelga, a la reunión, a la expresión, a informar y ser informados, porque también señalamos lo del corralito a los medios de prensa que está establecido en el protocolo, que no solamente violenta el trabajo de los trabajadores de prensa, sino que nos priva después a nosotros contar con ese testimonio gráfico de primera mano, como son los videos, las fotos que tantas veces, como ocurrió con Mariano Ferreyra, Maxi y Darío, nos han permitido demostrar que las cosas eran como dijimos nosotros y no como las decía la policía. Entonces el juez convirtió este habeas corpus en una acción de amparo que ahora se está tramitando en el Juzgado Contencioso Administrativo Número 1, del doctor Ernesto Marinelli, que aceptó la competencia. Incluso el fiscal del mismo fuero dijo que no se oponía a que continuara la investigación”.Al día siguiente de la charla con La Retaguardia, las organizaciones iban a acercarle al juez una serie de medidas de prueba para aportar a la investigación: “es cierto que en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano no ocurrió nada en relación al protocolo el 24 de febrero precisamente por esa masividad que hizo recular al propio Ministerio cuando dijo que no había dado ninguna orden específica –especificó Verdú–, pero sí pasó en otros lugares como en Mendoza donde hay 3 referentes sindicales, 2 de ATE y uno de SITEA (Sindicato de Trabajadores Estatales Autoconvocados), que están imputados en una causa penal donde la propia fiscal ha declarado a los medios que ésta se inició por una denuncia del Ministerio de Seguridad en el marco del protocolo; entonces estamos pidiendo que el juez que está interviniendo en esta investigación pida a la fiscal de Mendoza este expediente para poder demostrar que ya no estamos hablando de un riesgo cierto e inminente, sino que estamos hablando de un hecho consumado donde ya hay delegados de trabajadores, secretarios generales de gremios imputados por un delito solo por haber participado de una movilización”.Ante la consulta respecto a si estas medidas llevadas adelante desde el gobierno de Cambiemos les daba vía libre y mayor permisividad a las fuerzas de seguridad, Verdú aseveró: “yo diría que permisibilidad es lo que tuvimos hasta diciembre de 2015, a partir de ahí lo que hay es una serie de instrucciones, órdenes y mensajes muy explícitos y concretos. Cuando el mismo día que se unifica la Policía Federal y la Metropolitana, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, el Superior Tribunal de Justicia porteño saca un fallo diciendo que la policía ni siquiera necesita un indicio de sospecha, que no es otra cosa que portación de cara, para parar a alguien y pedirle el documento evidentemente lo que se está haciendo es dar una señal muy clara desde los distintos ámbitos del poder. Desde el poder político con las declaraciones de (Cristian) Ritondo (ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires), (Patricia) Bullrich (ministra de Seguridad de la Nación), (Eugenio) Burzaco (secretario de Seguridad de la Nación), en el poder judicial con fallos como el del Superior Tribunal de la Ciudad o el de la Corte Suprema legalizando el uso de las picanas portátiles, las pistolas taser. Este es un conjunto de hechos al que además le sumamos el decreto presidencial de declaración de emergencia en seguridad y que el protocolo antipiquete está vigente en el 80% del territorio nacional, dato que surge del propio comunicado de prensa difundido por el Ministerio de Seguridad de la Nación, que está

En la última emisión de Sueños Posibles, el programa que conduce Alfredo Grande junto a Irene Antinori, estuvo invitado José Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Durante la columna habitual de la referente de CORREPI, María del Carmen Verdú, intercambiaron opiniones acerca de cómo debería ser la (o las) marcha (s) para el 40° aniversario del golpe genocida, el 24 de marzo. Las diferencias que hacen imposible hasta aquí que haya una sola movilización. (Por La Retaguardia)La marcha del 24“Este no es un año cualquiera: se cumplen 40 años del 24 de marzo y 20 de la existencia del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que es el espacio que viene convocando la marcha del 24 desde 1996. También es el año en el cual, en septiembre, vamos a recordar los 10 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López”, recordó Verdú, y mencionó otros aniversarios relevantes: “En abril se cumplen 25 años de la lucha organizada y visible contra la represión estatal con el aniversario de la detención y muerte de Walter Bulacio. En diciembre serán los 15 años del 19 y 20. Más vinculado a mi organización, se cumplirán los 20 años de la primera presentación del Archivo anual (de CORREPI), y en mayo del año que viene se cumplirán 30 años de la masacre de Budge, la primera oportunidad en la que todo un barrio se organizó denunciar un caso de gatillo fácil”. Para la abogada, este es un año que será punto de inflexión en la infinidad de luchas que se llevan adelante. Verdú realizó un repaso por la situación de coyuntura: “Venimos diciendo hace meses, incluso antes del recambio de gobierno, que es una etapa con mayor ajuste, represión y una explícita política estatal de represalia y persecución a los trabajadores. Sigue habiendo ruido con la posibilidad que parece ya confirmada de la formación de un protocolo antipiquete como el que Cristina Fernández de Kirchner pidió a la oposición hace unos años y no pudo llevar adelante por la repulsa pública pero que el macrismo estaría en condiciones de poner de manifiesto”, advirtió y citó algunas de las amenazas que darían lugar a esta medida: ‘No vamos a permitir que se corten las calles’, ‘vamos a disolver todos los piquetes’. “Situaciones concretas como la que discutíamos hace quince o veinte días de causas por sedición, o por instigación a cometer delitos porque uno se moviliza o hace un acampe. Todo ese escenario impone que hagamos todos los esfuerzos posibles para poder estar el 24 de marzo en la calle en unidad de acción”, propuso. Para Verdú, sin embargo, resulta difícil poder concretar la idea “porque ya hay convocatorias de los organismos históricos sólo con la consigna de los 30.000 desaparecidos sin referencia alguna al presente en sintonía con una solicitada que ya apareció en algún diario porteño. De todas maneras, no tenemos que bajar los brazos y hacer el esfuerzo por una movilización no necesariamente unitaria pero sí en unidad de acción para plantarnos frente a lo más grueso y concreto de la política represiva que estamos padeciendo todos”. El duro camino de intentar unirEn este punto de reflexión intervino José Schulman para aportar su posición: “Las fuerzas represivas tienen una capacidad de interpretar el sentir del poder, el cambio en la correlación de fuerzas muy particular. Por eso estoy totalmente de acuerdo con la idea de que no hay que esperar que detrás de cada hecho represivo haya una orden por escrito sino que lo que se ha configurado en el último año en la provincia de Buenos Aires con la emergencia en seguridad que decretó Scioli y con la transformación de esa medida en emergencia nacional, es un mensaje que los policías y las patotas interpretan correctamente”, introdujo. Para Schulman, las Fuerzas tienen más espacio para atacar y reprimir y “por eso, lo que se necesita es, efectivamente, que lo que prime sea una idea de unidad de acción y de tratar de establecer un vasto campo de fuerzas que estén en puntos muy concretos dispuestas a actuar”. El militante consideró que el gobierno de Kirchner produjo una división en el movimiento popular: “No se va a superar por arte de magia, apelaciones morales o con buenas intenciones. Hay que construir un camino de retomar espacios de diálogo y la búsqueda de acuerdos comunes y de alguna manera se está transitando con la lucha por la libertad de Milagro Sala, por suerte. Uno podría decir que la aparición de Macri pone en tensión la mirada que hay sobra la democracia”, reflexionó. Schulman citó un texto de (Horacio) Verbitsky, titular del CELS, en el que analizaba a la marcha del 18 de febrero por el fiscal Nisman como un gran avance de la derecha argentina que parecía una derecha civilizada y aportó: “Hay quienes piensan que es bueno que haya ganado la derecha por la vía electoral. Hay quienes no tienen una mirada formal y, profundizando, leen a Macri como el heredero de Videla, de Martínez de Hoz”.En este punto, Verdú quiso señalar: “También es el heredero de los Kirchner, recordemos ese detalle. Y consideremos que hay diferencias que no se produjeron durante el último gobierno sino muchísimo antes”. La abogada retrotrajo las diferencias entre organismos de derechos humanos a tiempos anteriores al 2003: “En 1999 no eran presidentes Néstor y Cristina, sí era Jefe de Gobierno el representante de lo que después sería la Alianza de la UCR y el FrePaSo, y entonces se manifestaron las profundas diferencias que ya existían en el movimiento de derechos humanos entre quienes se la pasaron brindando funcionarios desde el gobierno de Alfonsín en adelante, particularmente en el gobierno de Menem con la secretaría de Derechos Humanos del indulto, donde hubo funcionarios provistos por integrantes de algunos organismos y luego, de manera mucho más visible, durante el gobierno de la Alianza”. Verdú estableció un paralelismo entre aquellos años y los argumentos que esgrimían los organismos al decidir formar parte del gobierno de los