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Mes: junio 2020


Walter Ceferino Nadal fue detenido y asfixiado hasta la muerte por la policía de Tucumán. Gritaba que no podía respirar al igual que George Floyd en Minnesota, Estados Unidos. A un mes de la aparición del cuerpo de Luis Espinoza, asesinado y desaparecido por la misma polícia, Norma, la hermana de Ceferino, apuntó contra las autoridades provinciales en dialogó con Hasta que vuelvan los abrazos. Allí habló del crimen que quedó capturado en video por testigos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✏ Redacción: Andrés Masotto 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero “Esto ocurrió el miércoles 24, aproximadamente a las diez de la mañana. Supuestamente venía robando, cosa que es secundaria, pero a él no le encuentran nada y tampoco hay una víctima que lo acuse. Lo que sí, él era hostigado por la policía. Mi hermano cumplió una condena en su momento, tiene antecedentes, pero ya hace cuatro años que estaba libre y desde ese momento lo hostigaron. Tal es así que si ven el video, cuando lo detienen, él le grita a una persona que estaba ahí ‘sacame el celular que me lo van a robar’ porque la policía donde lo encontraba lo paraba y le quitaba todo lo que tenía encima”, comenzó a contar Norma acerca del video del arresto de su hermano, Ceferino Nadal, que circuló hace algunos días.  Las imágenes de ese momento son muy similares a las que recorrieron el mundo el 25 de mayo, cuando un policía asfixió con su rodilla a George Floyd mientras lo detenía. Hay otro dato que iguala ambos casos: Nadal y Floyd manifestaron reiteradas veces que no podían respirar. “Es más, en el mes de febrero -el 17 de este año- hay una causa en tribunales porque Ceferino sale de su casa para cargar el celular y lo detienen por nada. Y en la comisaría le dan una paliza donde el pierde varios de sus dientes. Eso sucedió en la 1°  de Tucumán. Todo el tiempo el hostigamiento”, agregó Norma. Y continuó dando detalles del asesinato de su hermano: “Ese día él había salido al centro, lo vieron y sucedió todo lo que se ve en el video. Nosotros estamos muy enojados con el ministro de Seguridad de la Provincia (Claudio Maley), porque él saca a relucir los antecedentes de mi hermano, o sea que ataca a la víctima para justificar el hecho de los victimarios. Y hoy por hoy hay un supuesto ladrón muerto y unos supuestos asesinos que siguen trabajando como si nada. El ministro también falta a la verdad porque sale a decir en los canales de la provincia que mi hermano sufría problemas respiratorios. No sé de dónde se agarra para decir semejante cosa porque mi hermano no tenía ningún problema. Yo quisiera que me muestren evidencia de algo. Y, más allá de todo, justificar el accionar de la policía no se puede creer. Lo mínimo que esperábamos era que apartaran de la fuerza a estos policías, pero no sucedió nada de eso. Y nadie más que la prensa se ha comunicado con nosotros. Ninguna autoridad, nadie”, denunció. Una vez notificada de la muerte de Ceferino, su familia tuvo que enfrentar el destrato de la policía y la justicia: “Cuando ocurre todo esto, nosotros llegamos al hospital y se nos dice que el cuerpo nos iba a ser entregado al día siguiente por la autopsia. Nos dirigimos a la Comisaría 1° para pedir las pertenencias de Ceferino, que eran su celular y las llaves. El jefe nunca salió a dar la cara. La gente de turno que estaba en la recepción nos dijo que teníamos que ir a la fiscalía, pero en la fiscalía no pasa nada por la cuarentena. Y el abogado se comunica con la fiscalía y ya siendo de noche nos dicen que no tenían aviso de que había habido intervención policial en la causa. Entonces ellos se manejaron mal: labraron un acta que decía cualquier cosa menos lo ocurrido, porque seguramente no se imaginaron que iba a haber un testigo con un video. Lo pintaron de una manera y fue de otra. Es más, si no fuera por este video hubiese quedado todo en la nada”, relató. Lo que pasó el miércoles pasado no fue algo nuevo, según describió su hermana. “Él salía a la calle y donde lo veían, lo paraban. Le sacaban lo que tenía, lo llevaban preso. Si andaba en el centro lo paraban y le ponían una contravención. Un montón de veces le han pegado. No era libre de andar por ningún lado porque por donde lo veían, lo levantaban, le quitaban sus cosas. Nunca le han dado la libertad para que ande por la calle”, finalizó.

Continúa uno de los tramos de la Megacausa Campo de Mayo. En la audiencia del miércoles pasado declararon familiares de Valeria Dixon y Esteban Francisco Garat, detenidos-desaparecidos el 27 de diciembre de 1977. Valeria y Esteban estaban casados y vivían en Vicente López, provincia de Buenos Aires. Se conocieron en la Facultad de Agronomía de la UBA y militaban en la agrupación católica “Cristianos para la Liberación”. (Por La Retaguardia)✏ Redacción y crónica de la audiencia: Diego Adur💻 Edición: Fernando TebeleJuana María y Mariana Garat, hermanas de Esteban, y Pedro Miguel Santiago Vader, el marido de Mariana, contaron cómo fueron secuestradas y trasladadas a Campo de Mayo días después de la desaparición de Valeria y Esteban. En la madrugada del 28 de diciembre de 1977 unas personas que dijeron ser de la Policía Federal ingresaron violentamente al domicilio de la familia Garat, en Olivos, donde se encontraban pasando las fiestas. Los hombres dijeron que buscaban a María Teresa Garat, Maite, otra hermana de Esteban, quien atestiguó más tarde en la misma audiencia. De la casa se llevaron secuestrados/as a Pedro, a Mariana, a Juana María y a una amiga suya, Paula Gaona. Robaron dinero en efectivo, los relojes de Pedro y de Paula, y la alianza de Mariana. Improvisadamente, con pañuelos o sábanas que encontraron en la casa les vendaron los ojos y les subieron a una camioneta. Tanto las hermanas Garat como Vader coincidieron en que se dirigieron a Campo de Mayo. Estuvieron en un gran galpón junto a muchas otras personas secuestradas y allí escucharon a Valeria, que se quejaba por un problema con sus lentes de contacto, y a Esteban, quien gritaba dolorido: “Mi cuñada Valeria tenía una voz muy característica. Estoy segura que era ella. Esteban pedía agua. Yo pedí agua y cuando me la trajeron les dije que enfrente, donde lo escuché a él, había un muchacho pidiendo agua desde antes que yo.  Se quejaba por dolores en la nariz. También les dije que le dieran calmantes a Esteban”, relató Mariana. Los interrogatorios fueron por separado. A Pedro le preguntaron por Esteban, sobre qué hacía y cómo lo había conocido. “Era como dar un examen en la Facultad”, recordó. A Juana María y a Mariana Garat las interrogaron por un tal Luis: “Yo pensé que por el marido de mi cuñada que está fallecido, pero después supe que era por Luis Khun”, dijo Juana. Mariana sí lo conocía: “Yo había estado en grupo misionero con Luis. No sabía dónde vivía ni tenía contacto con él. También me preguntaron por Maite. No podían creer que yo no supiera el nombre de la religiosa donde estaba Maite ni la dirección”, declaró. Durante el interrogatorio, Mariana le consultó a uno de sus captores si le iban a robar el reloj que llevaba puesto, como le habían robado la alianza de matrimonio al momento del secuestro: “El hombre se enojó mucho. Puteó y me dijo que si alguien me quería sacar el reloj dijera que el Sargento Pato, o Coronel Pato, dio la orden de que no me lo robaran. Este señor Pato me dijo que fuera muy cuidadosa con la capucha, que mi vida dependía de que no se me cayera la capucha”, agregó. Pedro, Juana María y Mariana recordaron que los guardias utilizaban nombres de animales para llamarse. Además de Pato, Mariana recordaba haber escuchado el sobrenombre Sapo.Mientras tanto, en la casa de Olivos había quedado la mamá de las hermanas Garat con su nieta, la hija de Mariana y Pedro. Esa misma tarde del 28 de diciembre, los militares regresaron al domicilio y se llevaron un álbum de fotos, que utilizaron durante el interrogatorio, y otros efectos personales de gran valor sentimental para las testigos. “Un paseo que no se van a olvidar nunca en su vida” Así definió uno de los secuestradores de Campo de Mayo lo que fue la liberación de las Garat y de Vader. Después de pasar todo el día en ese galpón, con capuchas y grilletes enganchados al suelo, fueron sacados/as en un camión del Ejército junto a una pareja. Bajaron a las 6 personas en medio de la ruta y les dijeron que caminaran para adelante porque si miraban para atrás iban a ser boleta. Ya era de noche y no sabían dónde estaban. Preguntando a la gente de la zona llegaron hasta Camino de Cintura y tomaron un colectivo que las dejó en Márquez y Panamericana. Ahí, se metieron en un bar donde pudieron llamar a un familiar para que fuera a buscarlas. De esa pareja, Juana María pudo reconstruir que “ella comentó que estaba embarazada. No tomaron el colectivo con nosotros. Eran petisos los dos. Ella estaba medio gordita. Me parece que era rubia. No sé si la gordura era del embarazo o no”. Las hermanas Garat vieron a su hermano por última vez el 24 de diciembre de 1977, en la Parroquia La Redonda, del barrio Belgrano de la CABA: “Él no quiso venir a pasar navidad con nosotros porque estaba preocupado porque había caído un compañero suyo. Fuimos todos a la misma iglesia para poder vernos”, expresó Juana. Mariana tenía conocidos en Agronomía y sabía que habían desaparecido personas de la Facultad. Ella contó que a Esteban le quedaba una sola materia para recibirse. También relató que junto a Pedro “el 27 íbamos a volver a Monte, donde vivíamos, pero por un problema debimos quedarnos en lo de mi mamá”. Por último, el TOF 1 de San Martín también escuchó el testimonio de María Teresa Garat. Ella fue presa política y en su declaración recordó su propia militancia política, la de su hermano Esteban y su cuñada Valeria.

Durante treinta días -entre diciembre de 2019 y enero de 2020- Vanessa Dourado y Braulio Domínguez, periodistas, recorrieron el territorio cubano y conocieron en territorio la producción agroecológica, presente en todos los rincones de la isla. (Por Vanessa Dourado y Braulio Domínguez para La Retaguardia)💻 Edición: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele📷 Fotos: Vanessa Dourado Las huertas urbanas y las fincas agroecológicas son abundantes y es posible comprar frutas y verduras en todo lugar. El kiosco improvisado en el pasillo del vecino, las carrozas desde donde pasan gritando los vendedores entre las calles, en los carritos de madera itinerantes y las verdulerías de las avenidas comerciales. Es una realidad impactante teniendo en cuenta el embargo comercial, económico y financiero impuesto por Estados Unidos a la isla, que data del año 1960 y que fue agravado a partir del año 1996 con la firma de la ley Helms-Burton. Esta ley, llamada Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática, que lleva el nombre de los Republicanos Jesse Helms y Dan Burton, fue firmada por el presidente demócrata Bill Clinton y contempla la internacionalización del bloqueo, dificultando la inversión extranjera en el país entre otras consecuencias. Una de las principales dificultades señaladas por el pueblo es la falta de suministro de alimentos y medicinas. A pesar de la gran cantidad de comida producida en Cuba, por cuestiones climáticas, los productores explican que muchos alimentos no pueden ser sembrados, lo que acota la variedad de la dieta de las personas cubanas. El recrudecimiento del embargo a partir de la administración de Donald Trump también trajo consecuencias importantes a los que se dedican a la siembra. Muchas de las fincas combinan producción agroecológica y turismo, especialmente en las áreas que se dedican a la producción de tabaco. La restricción de vuelos desde Estados Unidos a Cuba ha impactado mucho en la economía de quienes trabajan en la agricultura. La sanción aplicada por el gobierno de Trump a los buques que envíen petróleo a la isla también significa una dificultad más a las personas que producen, que se ven imposibilitadas de trasladar los alimentos a las ciudades, y también dificulta la distribución del agua para las siembras. Además, obviamente, hay otras limitaciones, por ejemplo las sanciones a los cruceros de cualquier país que ingresen a Cuba, lo que genera una merma del turismo, y por lo tanto más dificultades económicas para la población en su conjunto. A pesar de las condiciones dadas, mucho más duras que en otras partes del mundo, es notorio el compromiso de las personas con la producción de alimentos. El trabajo organizado en cooperativas y la tenencia de las tierras juegan un rol importante que posibilita seguir trabajando la tierra. Es lo que cuenta Julia Rosa, Ingeniera Agrónoma coordinadora de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) de la ciudad de Viñales, quien muy gentilmente dedicó su sábado de descanso a acompañarnos a recorrer una finca de producción agroecológica. Tal vez es redundante hablar de agricultores pequeños en Cuba, dado que la revolución hizo reforma agraria, eliminando los latifundios. “El auge de la agroecología llegó a Cuba en el ´95 con el período especial. Estábamos muy limitados de insumos, de abonos químicos, de fertilizantes y entonces la vimos como una alternativa. Hoy ya se da agroecología como asignatura dentro de los planes de estudio de los agrónomos que se forman, no así cuando yo estudiaba en los ´80”, dice Julia Rosa.“Si alguien impulsa la agroecología es el Estado. En todo el país, en todas las provincias, existe un coordinador agroecológico. En los municipios, en cada estructura de base, tenemos un facilitador agroecológico, y son los que llevan a los campesinos la agroecología, las experiencias de una finca a otra, por ejemplo”, asegura. Con respecto al panorama mundial, cada dos años se realiza un evento internacional de agroecología del que Cuba es la sede. “Los que nos visitan dicen que nuestro país tiene una agroecología consolidada. Para nosotros es importante que reconozcan nuestro trabajo, pero además es importante si se pueden sumar y lograr lo que nosotros hemos logrado aquí, es un beneficio para todas las poblaciones, de todos los países, porque eliminan los tóxicos”, continúa. ANAP fue creada en el año 1961, durante el segundo aniversario de la Primera Ley de Reforma Agraria firmada el 17 de mayo de 1959 en La Plata, Sierra Maestra, dentro del proceso de la Revolución Cubana. Antes de esta ley, un 80% de las mejores tierras cubanas se encontraban en manos de un grupo de compañías norteamericanas. María del Carmen, Coordinadora Nacional de ANAP relata con entusiasmo el proceso de liberación campesina: “Cuando la revolución triunfa, una de las primeras leyes que Fidel (Castro) dicta es la ley de reforma agraria, que no sólo entrega la tierra a los que la producían, sino que les facilita el mercado donde van a vender sus producciones, además en esos campos y montañas organiza que haya educación y salud”. María del Carmen también cuenta que en esa época el movimiento campesino cubano apenas estaba organizado y que donde más organizado estaba era en la zona oriental, dado el cultivo que tenían desarrollado, que eran los cañeros y cafetaleros. “En la última etapa de la lucha revolucionaria, antes del ‘59, se produce una cuestión muy importante, que es un ‘Congreso campesino en armas’. Por indicaciones de Fidel, Raúl va, se reúne con campesinos de la zona oriental, en Santiago, y definen la estrategia. Porque los campesinos eran los que albergaban y escondían al Ejército Rebelde. Se realiza el Congreso y ahí acuerdan qué es lo que querían los campesinos. Por eso la revolución triunfa el 1 de enero del ‘59 y el 17 de mayo Fidel dicta la primera ley, y va a entregar el primer título de tierra a Baracoa, extremo oriente de la isla. El primer título se lo entrega a una mujer negra, para dar a conocer que el título de la propiedad se entregaría a hombres y mujeres. Esta mujer murió hace unos años”, recuerda. “En esa primera

Se cumplió un nuevo aniversario de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Sus familiares y diversas organizaciones sociales y políticas movilizaron hacia el Puente Pueyrredón para realizar un acto en memoria de los piqueteros asesinados. Centraron el pedido de justicia en resaltar las responsabilidades políticas de la masacre, y señalaron al ex presidente Eduardo Duhalde como máximo responsable. También apuntaron contra Felipe Solá y Anibal Fernández, ambos funcionarios del gobierno.  (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Agustina Salinas

Aquí se podrá ver en vivo la audiencia número 39 del juicio por la represión a la Contraofensiva de Montoneros 79/80.

Aquí se podrá ver en vivo la audiencia número 39 del juicio por la represión a la Contraofensiva de Montoneros 79/80. *Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

La antropóloga Verónica Almada cerró una secuencia de testimonios que buscó traducir los documentos del Ejército que explican cómo funcionaba la Inteligencia, la herramienta principal con la que contó el Terrorismo de Estado en la represión a la Contraofensiva de Montoneros. Almada dio un testimonio extenso, y no perdió nunca el tono amable ni la calidez que caracterizó su relato. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Texto 👉 Martina Noailles💻 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Fotos 👉  Gustavo Molfino💻 Documentos 👉 El Diario del JuicioSeis horas y varios litros de agua mineral después, Verónica Almada termina su testimonio. No hay aplausos. Porque tampoco hay público. Sin embargo, las partes del juicio, todas, le agradecen a la antropóloga por su predisposición y su paciencia. Los jueces, la fiscal, los abogados querellantes y los defensores, reconocen el enorme conocimiento de Almada sobre los reglamentos y las directivas que estructuraron la inteligencia del Terrorismo de Estado con base en Campo de Mayo. Y también su memoria, opuesta a la pila de “no recuerdo” del médico militar Gabriel Salvador Matharan, el primer testigo de esta audiencia. “Esta ha sido una audiencia atípica”, cierra el presidente del Tribunal, Esteban Rodríguez Eggers, rozando las cinco de la tarde. No lo dice por el formato de la jornada, que debido a la pandemia obligó a todos los miembros de la querella y a una de las juezas a seguir el juicio a través de una pantalla por segunda semana consecutiva. Tampoco por las veces que debió interrumpirse el testimonio de la testigo Verónica Almada por problemas en el sistema virtual que la justicia le provee al TOFC Nº4 para realizar las audiencias. El magistrado calificó de atípica la audiencia por el “desorden” en que la joven antropóloga fue interrogada, con interrupciones constantes de cada parte, con preguntas, repreguntas y objeciones que agotan a cualquiera pero que, en el caso de Almada, respondió siempre con calma y una sonrisa.  María Verónica Almada Vidal es antropóloga y promete decir la verdad. Se especializa en archivos y derechos humanos y trabajó en el Ministerio de Defensa en el equipo que dirigió Stella Segado, la única testigo que tuvo la audiencia anterior. Allí, Almada trabajó en la desclasificación de la documentación de las Fuerzas Armadas que sobrevivió al Terrorismo de Estado, especialmente la del Ejército. Y en particular, archivos administrativos que conservaban documentos vinculados a los derechos y obligaciones del personal de la fuerza. Durante largos años, Almada se zambulló en el archivo general militar donde analizó legajos de personal retirado y de baja, recibos de haberes, actuaciones de justicia militar, expedientes por accidentes o enfermedades y hasta boletines reservados. “No sólo existía más documentación de lo que se presumía sino más información. Pero hallarla a través de las solicitudes del Poder Judicial era muy difícil, porque implica un gran relevamiento y un cruce de información”, aclara a poco de comenzar, detrás de unos anteojos grandes y bajo un pulover negro que oculta su embarazo de 4 meses. Y pone un ejemplo: “La justicia te pide todo lo que hubiera sobre un operativo. Pero en los archivos el operativo tal, no existe. Sin embargo, la mirada en profundidad de toda la documentación que hay en el archivo puede dar con esa información”, explica. Almada se refiere a las huellas burocráticas que dejaron las Fuerzas Armadas, incluso de las tareas de inteligencia que desplegaron y que fueron medulares en el exterminio. Tal como queda en evidencia en los reglamentos y directivas que se encontraron en los archivos donde se explicita que “las actividades de inteligencia son indispensables en la lucha contra la subversión”. El organigrama Dentro de Campo de Mayo, las tareas de inteligencia comprendían cuatro estamentos: el departamento de inteligencia del Comando de Institutos Militares, el Destacamento 201, el Batallón 601 y la jefatura de inteligencia del Estado Mayor del Ejército. “El trabajo de inteligencia, tal como surge de la Directiva 211 del ‘75, implica una coordinación. Todas esas estructuras tienen vinculaciones organizacionales o técnicas que las articulan en la lucha contra la subversión”, responde a una pregunta que se repite, con distintos tonos, durante las seis horas de audiencia. ¿Había vinculación entre tal y tal área? ¿Las distintas estructuras de inteligencia podían trabajar sin hacer un trabajo mancomunado?  ¿Si un personal de estas estructuras no tenía aptitud de inteligencia, estaba al margen de las operaciones contra la subversión? ¿Puede haber algún militar en actividad entre 1975 y 1983 que diga yo no supe nada de la subversión? “La ejecución descentralizada implica una articulación específica, no significa que cada uno hacía lo que quería o que podían no saber lo que estaba desempeñando el otro. La directiva plantea que la dirección de las actividades de inteligencia la lleva la Jefatura 2, y que el resto de las personas de las diversas estructuras, ya sea de las técnicas como el Batallón, o del propio Destacamento o el batallón de tropa de Institutos Militares, son los medios puestos a disposición para llevar adelante esas actividades de inteligencia”, detalla y continúa: “La misión del Ejército que consta en las directivas son muy concretas, y si el Ejército es una organización con un mismo fin y no personas individuales, no podía haber nadie que no supiera que el Ejército estaba en operaciones de lucha contra la subversión”. A la media hora del comienzo, se interrumpe por primera vez la señal que lleva la audiencia a las partes que no están en la sala y, a la vez, permite emitir en directo desde El Diario del Juicio. Veinte minutos después, el juicio se reanuda. Pero a los cinco se vuelve a cortar. Finalmente, Almada logra retomar casi cincuenta minutos después, cerca del mediodía. Al avanzar en su relato, la antropóloga explica la conformación del Comando de Institutos Militares, rescatada de un cuadro de organización de la unidad: “Los libros históricos del CIM, documentos que todos deben remitir al archivo general del Ejército, no estaban en ningún lado”. Según aquel cuadro que sí encontraron, el Comando estaba compuesto formalmente por dos divisiones: Planes

La declaración del médico militar Gabriel Salvador Matharan sorprendió a las personas que no venían asistiendo al juicio y pudieron verla en vivo a través de El Diario del Juicio. Para los habitué, fue una más de las varias declaraciones de gendarmes y militares que, alrededor del crimen de Gervasio Martín Guadix, han titubeado o se contradijeron, lo que demuestra la puesta en escena de su supuesto suicidio en el puente fronterizo de Paso de los Libres, Corrientes. Desde Paraná, Matharan repitió sistemáticamente una respuesta: “No recuerdo señor”, aunque le preguntara la jueza Morguese Martín, que le recordó que estaba declarando bajo juramento. La querella familiar pidió su detención. (Por El Diario del Juicio*)  ✍️ Texto 👉 Fernando Tebele/Fabiana Montenegro💻 Colaboración  👉 Diana Zermoglio📷 Fotos 👉  Gustavo Molfino/El Diario del Juicio📷 Documentos 👉 El Diario del Juicio📷 Foto de Portada 👉  Desde Paraná, por videoconferencia,  📷 Gustavo Molfino —La situación de estar en una testimonial lo impone de una obligación, que es la de manifestarse con la verdad, pues si no lo hiciera podría incurrir en el delito de falso testimonio cuyas penas, en algunos casos, alcanzan los 10 años de prisión. Técnicamente, el falso testimonio es afirmar una falsedad, negar o callar la verdad, aunque sea una parte de ella, ¿jura o promete decir la verdad? —informa y pregunta el presidente del tribunal, Esteban Rodríguez Eggers. Lo hace siempre que está por comenzar un testimonio, pero cada vez que participa un gendarme o un médico militar vinculado al fraguado suicidio de Gervasio Martín Guadix -en realidad secuestro y asesinato-, esa información acerca del falso testimonio cobra otra relevancia.—Sí, juro —se escucha una voz tenue que llega por videoconferencia desde Paraná, Entre Ríos.—Señor Matharan, ¿jura o promete decir la verdad? —repregunta el juez, que no lo ha escuchado.—Juro juro —responde más cerca del micrófono el testigo, y muestra ya algo de impaciencia.—Usted es médico, ¿no es así?—Sí, soy médico.—En diciembre del año ‘80 prestaba servicio en el Regimiento 5, ¿o no? —consulta el juez.—En el 5 de Infantería de Paso de los Libres.—¿Qué cargo tenía ahí?—Era el jefe de la enfermería.—¿Su especialidad en medicina?—Geriatría y gerontología.—¿Pediatría?—Ge-ria-tría, con G —aclara el médico, ya sin la paciencia que le tendrán luego a él.—Durante su servicio en el Regimiento 5 de Paso de los Libres, ¿tiene presente haber hecho algunas autopsias?—No recuerdo señor.—¿No recuerda si hizo autopsias, o no recuerda cuántas?—No recuerdo señor —comienza a repetir el testigo, pero casi balbuceando, alcanza a aclarar—, no recuerdo cuántas autopsias hice. Como el juez no reparó en esa respuesta, interviene, desde su casa, la jueza María Claudia Morguese Martín. —Perdón, Doctor —le aclara a Rodríguez Eggers—, el señor dijo que no recordaba cuántas hizo. ¿Usted hizo autopsias? —le consulta la jueza a Matharan con una voz inconfundiblemente femenina, también para el testigo, que da el primer indicio de tener respuesta automática.—No recuerdo, señor —y después de unos segundos se corrige—. Señora, perdón.—¿No recuerda haber hecho alguna autopsia en su vida? —insiste Morguese Martín.—No señora —responde, contradiciendo su propia respuesta anterior. Así se veía la firma que Matharan no pudo alcanzar a ver. Es la autopsia oficial sobre el cuerpo de Guadix. Se les pasó por alto una evidente fractura de brazo que el EAAF (que publicamos más abajo). O no era el cuerpo de Guadix, o estaban ocultando la fractura porque era producto de las torturas.📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio Gabriel Salvador Matharan aclarará un par de veces que tiene 80 años. “Se lo ve bien”, soltará Rodríguez Eggers en una de ellas. La imagen que llega desde Paraná no es la mejor. El médico militar está lejos. Se le ve la máscara con vincha y se le adivina una camisa celeste, quizá de jean. Su firma aparece en la autopsia oficial que refrendó el supuesto suicidio de Guadix. Cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó una nueva autopsia sobre ese cuerpo, notó una fractura expuesta en su brazo, imposible de pasar por alto, pero que no figura en el análisis oficial; tal vez porque quisieron ocultar el asesinato, o porque no se tratara del cuerpo de Guadix.Matharan irá desde los “No recuerdo señor” hasta culpar por sus olvidos al aislamiento producto de la cuarentena. Cuarenta minutos del mismo modo. El informe del EAFF que da cuenta de la autopsia realizada después de la exhumación delos restos de Guadix. Allí se reporta una fractura en el brazo, que no figura en la autopsiaque firmó Matharan, aunque no haya ratificado que fuera su firma.El Diario del Juicio *** Abruma el calor en noviembre. Es la audiencia número 27. La voz del periodista Carlos Rodríguez, a quien casi nadie deja de llamar Carlitos, resuena en la sala, directa, franca, sin estridencias. Es la voz cuando se piensa en la palabra compañero. Lleva años defendiendo, como delegado, los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Página/12. Tiene una extensa trayectoria periodística vinculada a los derechos humanos. Escribió más de 100 perfiles de represores para el diario de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Entre sus investigaciones, además, está el proceso judicial que buscó esclarecer la muerte de Omar Carrasco, el soldado asesinado en 1994 mientras cumplía con la “colimba” en Zapala, Neuquén, y que determinó el final del Servicio Militar Obligatorio.En septiembre u octubre del ‘96, Rodríguez recibió en las oficinas de Página/12 un sobre cerrado sin ninguna identificación. Tenía una nota breve dirigida a él que decía: “Porque usted investiga el caso Carrasco”.“Por la precisión de la información, que yo pude comprobar después”, asegura, que no tiene dudas: era alguien de adentro del Ejército. El jefe del fuerza en ese momento era el General Martín Balza, que en 1980 estaba a cargo del Grupo de Artillería 3 de Paso de los Libres. El informe complicaba a Balza, y también mencionaba un nombre que hasta ese momento no se conocía demasiado: el del coronel Carlos Alberto Roque Tepedino quien, según el documento, organizó el envío de un grupo de Inteligencia a Neuquén para realizar una investigación paralela sobre

La comunicadora Diana Cordero, integrante del medio alternativo español Kaos en la Red, relató el horror que se vivió en ese país durante la etapa más crítica de la pandemia de Coronavirus. Habló de masacre y genocidio contra la población adulta mayor. Cordero vive habitualmente entre Madrid y Buenos Aires. Recién llegada a la CABA, siente alivio aun cuando aquí estemos en etapa de crecimiento de circulación del virus. “No fue el primer mundo, fue el octavo”, graficó. (Por La Retaguardia) Foto de Portada: Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, la más castigada por el Covid-19 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Giselle Ribaloff✏ Redacción: Diego Adur💻 Edición: Fernando TebeleSin exageraciones, con datos concretos y experiencias propias, la comunicadora de Kaos en la Red, Diana Cordero, contó con crudeza cómo fue el paso del Covid-19 por España por el brote de Covid en los últimos meses. Fue en el programa Hasta que vuelvan los abrazos por Radio La Retaguardia. Los números son fríos y todas las muertes dolorosas. Para Cordero, la responsabilidad del Estado español en el desastre es muchay lo que hicieron con los adultos mayores, directamente, una masacre: “El 11 de marzo, la OMS, muy tardíamente, decretó pandemia. Recién el día 14 y con 6 mil casos, Pedro Sánchez dictó el estado de alarma, que equivale a la Fase 1 de la cuarentena en nuestro país. España y Argentina tienen prácticamente la misma población. Cuando se decretó el estado de alarma teníamos 150 personas muertas y cerca de 6 mil casos de personas infectadas. Ya estaba imparable. En Madrid, donde yo estaba, se registraron el 60% de los casos. Allí, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) estaban colapsadas. No había trajes de protección individual. Al día de hoy tenemos más de 52 mil personas del rubro sanitario infectadas. Por presiones económicas no se quería cerrar (decretar la cuarentena). Cuando se dictó el estado de alarma ya era tarde. Empezaron a aparecer cifras estremecedoras. Fue como si todos los días chocaran 3 aviones. Llegamos a tener 950 personas muertas por día y 250 mil personas infectadas. Luego se hizo un estudio de prevalencia, un muestreo, y se supo que hubo 2 millones 700 mil personas infectadas. Por la poca factibilidad de realizar los testeos y porque hay mucha gente asintomática, el conteo oficial quedó en 250 mil. Fue una pesadilla lo del Estado español”, denunció la periodista y relató la crueldad con la que se manejaron las autoridades con los adultos mayores, especialmente, de los geriátricos: “Se entregó la vida de la gente adulta mayor. Se los masacró. Se los dejó morir a sabiendas. Fue una masacre. Tuvo características genocidas los que se hizo. Yo lo puedo asegurar porque pude ver videos de gente dentro de los establecimientos geriátricos. Decían, ‘esta persona está agonizando, esta persona murió esta mañana, pero lo vienen a buscar mañana’. Cosas tremendas. No las publicamos, pero sí presentamos denuncias. Hubo orden de no recibir a las personas adultas mayores de los geriátricos en los hospitales. Llegaban a los hospitales y se los despachaba de vuelta al geriátrico con un kit para ir durmiéndolos; para que sufrieran lo menos posible, pero matarlos. Esa gente, no te digo toda, pero mucha, hubiese podido sobrevivir. Estamos en el campo de la especulación. Fue muy grave lo que pasó con las personas adultas mayores. En Europa, la mitad de las personas fallecidas son las personas de geriátricos. No solo se los entregó. Fue peor, se los asesinó. Me hago cargo lo que digo porque esto está en investigación judicial en España”, aseguró. Un rápido análisis sobre el manejo de la crisis sanitaria a nivel global podría arrojar que los países con gobiernos de tinte más bien progresista han tenido una mejor respuesta a la pandemia que los de derecha, al menos en lo que respecta a las estadísticas de personas muertas y personas contagiadas. Sin embargo, España rompería con ese análisis al tener un gobierno del Partido Socialista Obrero Español: :  “Quienes gobiernan en Europa son los grandes poderes económicos. El PSOE, con Pedro Sánchez, no es la excepción. Puede tener algunas medidas sociales, pero en lo económico prácticamente no hay diferencia. Las cifras oficiales son 28 mil personas muertas porque son las corresponden a los testeos, pero el registro civil ha confirmado que son más de 43 mil las personas fallecidas por Covid con certificado médico. Estamos hablando de miles y miles de muertos”, dijo Cordero. El iceberg que se vio venir El colapso que sufrió España ya se veía venir por la situación que enfrentaba, por ejemplo, Italia. La decisión de no decretar la cuarentena para aislar y cuidar a las personas fue netamente política y respondió a intereses económicos: “El 24 de febrero, en vista de los avisos que nos mandaban médicos y médicas de Italia y nuestros colegas comunicadores y comunicadoras desde allí, yo me confiné. Sánchez dictó el estado de alarma el 14 de marzo. No es que yo sabía más que el Gobierno. Fue una elección en base a cuestiones económicas. Fue una sensación muy fuerte. Yo lo grafiqué expresando que los muertos caían por las ventanas. Colapsó la funeraria municipal. Hubo que contratar tres lugares más para meter los cuerpos. En Madrid no había espacio. Para incinerar los cuerpos había que hacer 400 kilómetros. Si una persona internada moría, el familiar no tenía noticias y le demoraban hasta tres semanas en entregar las cenizas. No fue el primer mundo, fue el octavo. Pasó lo mismo que en Perú, pero un poco más maquillado”, expresó.Sobre las medidas que tomó el gobierno español para palear la crisis económica producida por la baja actividad económica en toda la región, Cordero contó que se propuso “consensuar con los dueños y dueñas de las viviendas para el pago de alquileres” y que “se entregó algo que se llama ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), para que las empresas que tenían que cerrar se les pagara el 75% del salario”. Sin embargo, como aquí, quienes más sufrieron

Florencia Álvarez, integrante de la Junta Interna de ATE en Promoción Social, contó en diálogo con el programa radial La Retaguardia cómo el gobierno porteño pretende desalojar la única institución que alberga y acompaña a adolescentes madres y/o embarazadas con sus hijos e hijas, que han atravesado situaciones de violencia de género. El motivo de la mudanza, aseguran desde el Gobierno de la Ciudad, es la seguridad y cuidados ante la pandemia de COVID-19, ya que el Hogar Eva Duarte funciona en el edificio del Hogar San Martín, de adultos y adultas mayores, aunque las poblaciones de ambas instituciones no tienen ningún espacio en común. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✏ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero✏ Ilustración: Ro Ferrer En plena pandemia de COVID-19, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó de la mudanza del Hogar Eva Duarte, ubicado en el barrio de La Paternal porque comparte edificio con el Hogar San Martín, de adultos y adultas mayores que son población de riesgo. A raíz de la presión social y la difusión de esta situación, cambiaron la idea de distribuir a las trabajadoras, junto a las personas alojadas en el Eva Duarte a otras instituciones dependientes Gobierno porteño, y ahora proponen mudar el hogar de manera definitiva a otra espacio donde ya había funcionado durante muchos años y, ante el peligro de derrumbe de ese edificio, en el año 2009 lo cerraron y dejó de funcionar hasta el año 2011. Florencia Álvarez, de la junta interna de ATE, habló acerca de la situación y enfatizó en la necesidad de que el lugar a donde trasladen el hogar debe cumplir con todos los requisitos que garanticen las necesidades de la población con la que trabajan. —La Retaguardia: ¿Qué está pasando con el Hogar? —Florencia Álvarez: El Hogar Eva Duarte es el único dispositivo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que pertenece a la Dirección General de la Mujer, y que está preparado para recibir, alojar y albergar a adolescentes madres con sus hijes o que estén embarazadas, que vienen atravesando situaciones de violencia de género en contexto de vulnerabilidad social. Luego de unas semanas de idas y vueltas, no nos permitían el ingreso de nuevas jóvenes. Un equipo de asesores de la Subsecretaria Jazmín Lerner nos comunicó la mudanza del hogar, entre varias comillas. Nosotras entendemos que esto no es mudanza, es un desalojo y claramente el cierre del dispositivo. No hay ningún fundamento de carácter formal y legal, ni siquiera ningún tipo de informe o sugerencia que venga por ejemplo del Ministerio de Salud, entendiendo que hay algún tipo de riesgo en contexto de pandemia. —LR: ¿Les comunicaron que pasaría con las personas que están alojadas allí? —FA: Tuvimos algunas conversaciones cuando empezaron a surgir estas ideas y primero estaban evaluando lugares en distintos barrios de la Capital para que nosotras fuéramos trasladadas junto con la población, a algún dispositivo que fuera apto para nosotras. Donde supuestamente estuvieran seguras las jóvenes, les niñes y el equipo de trabajadoras. Esto cambió repentinamente y los que nos dicen es que en todo caso van a hacer una redistribución del equipo de trabajo, somos casi 30 personas trabajando en ese dispositivo, y que la población iba a ser distribuida en los distintos dispositivos con los que cuenta la Dirección General de la Mujer. —LR: ¿Cuántas personas hay actualmente haciendo uso de ese dispositivo? —FA: Esa es otra de las aristas de este problema que venimos teniendo. El hogar tiene la capacidad para alojar entre diez y doce jóvenes contemplando que estén con algún bebé o que estén embarazadas. En este momento hay dos jóvenes con sus bebés. No tenemos más población porque muchas de las pibas cuando comenzó esto del aislamiento obligatorio quedaron fuera del Hogar y no regresaron. Por supuesto que estas jóvenes están en situaciones de riesgo, de hecho por algo ellas llegan a este dispositivo a través de Defensoría donde se informa que están en riesgo en los contextos que estaban viviendo. Están atravesadas por circuitos de violencia y efectivamente lo que sucedió es que transcurrieron algunos días y ellas empezaron a solicitar poder volver al dispositivo, que además, es su casa.  Este reingreso nos fue denegado.—LR: ¿Hay muchos lugares disponibles en este contexto? —FA: Hay muchos menos aún en este contexto de pandemia donde sabemos que se recrudecen los casos por violencia de género. De igual modo, esto viene siendo ya un problema histórico de la cantidad de dispositivos existentes en la Ciudad. Hay cuatro actualmente que dependen de La Dirección General de La Mujer, estarían quedando tres, y dos de ellos ya están colapsados. Una de las opciones que plantearon fue mandarnos junto con la población a otro hogar convivencial que se llama Juana Manso, que además está en muy malas condiciones edilicias. Estarían las jóvenes y trabajadoras en condiciones de hacinamiento. Cabe destacar que este Hogar trabaja con una población de mujeres adultas, con lo cual estos equipos de trabajo tienen una forma de abordaje diferente, porque nosotras estamos trabajando con adolescentes y niñes. No es lo mismo, en todo lo que hacemos en el acompañamiento en el maternaje y en la crianza de sus hijes, porque ellas son muy jóvenes, son menores de edad. —LR: ¿Cuál es la excusa que les dan para la mudanza? —FA: “No hay hasta ahora ningún fundamento válido o legal para corrernos y desalojarnos de esa locación. Lo que dicen de alguna manera es que este Hogar funciona dentro de un predio que pertenece al Hogar San Martín, que aloja población de la tercera edad. Todos sabemos el riesgo que esta población tiene. Lo cierto es que el Eva Duarte funciona en el primer piso de un ala de este predio, de manera tal que las poblaciones de tercera edad y las que podrían ser las jóvenes adolescentes con sus niñes en ningún momento tienen contacto. Salvo la entrada principal al edificio por la cual ingresamos las trabajadoras del Eva Duarte y todes